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Entréguense a Dios

¿De dónde vienen todos los conflictos y peleas que hay entre ustedes? Vienen de ustedes mismos, de sus deseos egoístas que siempre están librando una guerra en su interior. Ustedes desean las cosas pero no las consiguen. Su envidia puede llegar hasta el extremo de matar y aun así no consiguen lo que quieren. Por eso discuten y pelean. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios. Y cuando le piden a Dios no reciben nada porque la razón por la que piden es mala, para poder gastar en sus propios placeres.

¡Gente infiel! ¿No saben que amar al mundo es lo mismo que odiar a Dios? El que quiera convertirse en amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios. ¿Creen que es en vano lo que dice la Escritura? Pues da a entender que el espíritu humano que él puso en nosotros tiende hacia los malos deseos.[a]

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Footnotes

  1. 4:5 el espíritu […] deseos o Dios amo celosamente al espíritu que puso en nosotros o el espíritu que él nos dio está lleno de envidia. Ver Éx 20:5.