Add parallel Print Page Options

La amistad con el mundo

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.(A) Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Juzgando al hermano

11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?

No os gloriéis del día de mañana

13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14 cuando no sabéis lo que será mañana.(B) Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. 16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

Guerras y conflictos

¿De dónde vienen las guerras y los conflictos[a] entre vosotros(A)? ¿No vienen de vuestras pasiones[b] que combaten en vuestros miembros(B)? Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio(C). Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís[c] y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís(D), porque pedís con malos propósitos[d], para gastarlo en vuestros placeres. ¡Oh almas adúlteras[e](E)! ¿No sabéis que la amistad del mundo(F) es enemistad hacia Dios(G)? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios(H). ¿O pensáis que la Escritura dice en vano(I): El celosamente anhela[f] el Espíritu(J) que ha hecho morar en nosotros[g]? Pero Él da mayor gracia(K). Por eso dice: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes(L). Por tanto, someteos a Dios(M). Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros(N). Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros(O). Limpiad vuestras manos(P), pecadores; y vosotros de doble ánimo[h](Q), purificad vuestros corazones(R). Afligíos, lamentad y llorad(S); que vuestra risa se torne en llanto[i] y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos en la presencia del Señor(T) y Él os exaltará.

11 Hermanos(U), no habléis mal los unos de los otros(V). El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano(W), habla mal de la ley(X) y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley(Y), sino juez de ella. 12 Solo hay un dador de la ley y juez(Z), que es poderoso para salvar y para destruir(AA); pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo(AB)?

La incertidumbre de la vida

13 Oíd[j] ahora(AC), los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad(AD) y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. 14 Sin embargo, no sabéis[k] cómo será vuestra vida mañana[l]. Solo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece(AE). 15 Más bien, debierais decir[m]: Si el Señor quiere(AF), viviremos y haremos esto o aquello. 16 Pero ahora os jactáis en vuestra arrogancia[n]; toda jactancia semejante es mala(AG). 17 A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno[o] y no lo hace(AH), le es pecado.

Footnotes

  1. Santiago 4:1 Lit., ¿De dónde guerras, y de dónde conflictos
  2. Santiago 4:1 Lit., ¿No de aquí, de vuestros placeres
  3. Santiago 4:2 O, tenéis pleitos
  4. Santiago 4:3 Lit., malvadamente
  5. Santiago 4:4 O, infieles
  6. Santiago 4:5 Lit., anhela hasta los celos
  7. Santiago 4:5 O, El Espíritu que Él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente
  8. Santiago 4:8 O, corazones divididos
  9. Santiago 4:9 O, gemido, o, lamento
  10. Santiago 4:13 Lit., Vamos
  11. Santiago 4:14 Lit., Los que no sabéis
  12. Santiago 4:14 Algunos mss. dicen: el mañana, pues, ¿qué es vuestra vida?
  13. Santiago 4:15 Lit., en lugar de decir
  14. Santiago 4:16 O, vuestras pretensiones
  15. Santiago 4:17 O, lo correcto

Las guerras y los pleitos

¿Saben por qué hay guerras y pleitos entre ustedes? ¡Pues porque no saben dominar su egoísmo y su maldad! Son tan envidiosos que quisieran tenerlo todo, y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra. ¡Pero ni así pueden conseguir lo que quieren!

Ustedes no tienen, porque no se lo piden a Dios. Y cuando piden, lo hacen mal, porque lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos. Ustedes no aman a Dios, ni lo obedecen. ¿Pero acaso no saben que hacerse amigo del mundo es volverse enemigo de Dios? ¡Pues así es! Si ustedes aman lo malo del mundo, se vuelven enemigos de Dios. ¿Acaso no creen que, como dice la Biblia, «Dios nos ama mucho»?[a] En realidad, Dios nos trata con mucho más amor, como dice la Biblia:

«Dios se opone a los orgullosos,
pero brinda su ayuda a los humildes.»

Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes. Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes.

¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado. Pónganse tristes y lloren de dolor. Dejen de reír y pónganse a llorar, para que Dios vea su arrepentimiento. 10 Sean humildes delante del Señor, y él los premiará.

No critiquen a los demás

11 Hermanos, no hablen mal de los demás. El que habla mal del otro, o lo critica, es como si estuviera criticando a la ley de Dios, o hablando mal de ella. Lo que ustedes deben hacer es obedecer la ley de Dios, no criticarla. 12 Dios es el único juez. Él nos dio la ley, y es el único que puede decir si somos inocentes o culpables. Por eso no tenemos derecho de criticar a los demás.

No sean orgullosos

13 Escúchenme, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero.» 14 ¿Cómo pueden hablar así, cuando ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? Su vida es como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece. 15 Más bien, deberían decir: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» 16 Sin embargo, a ustedes les gusta hablar con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo. 17 Si ustedes saben hacer lo bueno y no lo hacen, ya están pecando.

Footnotes

  1. Santiago 4:5 Dios nos ama mucho: lit. Dios ama mucho al espíritu que puso en nosotros.