Add parallel Print Page Options

Aun el gorrión halla casa,

Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos

En tus altares, oh Jehová de los ejércitos,

Rey mío, y Dios mío.

Bienaventurados los que habitan en tu casa:

Perpetuamente te alabarán. (Selah.)

Bienaventurado el hombre que tiene su fortaleza en ti;

En cuyo corazón están tus caminos.

Read full chapter