Al director musical. Para Jedutún. Salmo de Asaf.

77 A Dios elevo mi voz suplicante;
    a Dios elevo mi voz para que me escuche.
Cuando estoy angustiado, recurro al Señor;
    sin cesar elevo mis manos por las noches,
    pero me niego a recibir consuelo.

Me acuerdo de Dios y me lamento;
    medito en él y mi espíritu desfallece. Selah
Me impides cerrar los ojos;
    tan turbado estoy que ni hablar puedo.
Me pongo a pensar en los tiempos de antaño;
    de los años ya idos me acuerdo.
En la noche recuerdo mi canción;
    mi corazón medita y mi espíritu pregunta:

«¿Nos rechazará el Señor para siempre?
    ¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?
¿Se habrá agotado para siempre su gran amor
    y su promesa por todas las generaciones?
¿Se habrá olvidado Dios de sus misericordias
    y en su enojo ya no quiere tenernos compasión?». Selah

10 Y me pongo a pensar: «Esto es lo que me duele:
    que haya cambiado la diestra del Altísimo».
11 Prefiero recordar las hazañas del Señor,
    traer a la memoria sus milagros de antaño.
12 Meditaré en todas tus proezas;
    evocaré tus obras poderosas.

13 Santos, oh Dios, son tus caminos;
    ¿qué dios hay tan excelso como nuestro Dios?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
    el que despliega su poder entre los pueblos.
15 Con tu brazo poderoso redimiste a tu pueblo,
    a los descendientes de Jacob y de José. Selah

16 Las aguas te vieron, oh Dios,
    las aguas te vieron y se agitaron;
    el propio abismo se estremeció con violencia.
17 Derramaron su lluvia las nubes;
    retumbaron con estruendo los cielos;
    rasgaron el espacio tus flechas.
18 Tu estruendo retumbó en el torbellino
    y tus relámpagos iluminaron el mundo;
    la tierra se estremeció con temblores.
19 Te abriste camino en el mar,
    pasaste entre las muchas aguas,
    y no se hallaron tus huellas.

20 Por medio de Moisés y de Aarón
    guiaste como un rebaño a tu pueblo.

Masquilde Asaf.

78 Pueblo mío, atiende a mi enseñanza;
    presta oído a las palabras de mi boca.
Hablaré por medio de parábolas
    y revelaré misterios de antaño,
cosas que hemos oído y conocido
    y que nuestros antepasados nos han contado.
No las esconderemos de sus descendientes;
    hablaremos a la generación venidera
del poder del Señor, de sus proezas
    y de las maravillas que ha hecho.
Él promulgó un mandato para Jacob,
    dictó una ley para Israel;
ordenó a nuestros antepasados
    enseñarlos a sus descendientes,
para que los conocieran las generaciones venideras
    y los hijos que habrían de nacer,
    que a su vez los enseñarían a sus hijos.
Así ellos pondrían su confianza en Dios
    y no se olvidarían de sus proezas,
    sino que cumplirían sus mandamientos.
Así no serían como sus antepasados:
    generación obstinada y rebelde,
gente de corazón fluctuante,
    cuyo espíritu no se mantuvo fiel a Dios.

La tribu de Efraín, con sus diestros arqueros,
    retrocedió el día de la batalla.
10 No cumplieron con el pacto de Dios,
    sino que se negaron a seguir su Ley.
11 Echaron al olvido sus proezas,
    las maravillas que les había mostrado,
12 los milagros que hizo a la vista de sus antepasados
    en la tierra de Egipto, en la región de Zoán.
13 Abrió el mar para que pudieran pasar;
    mantuvo erguidas las aguas como un muro.
14 De día los guio con una nube
    y toda la noche con luz de fuego.
15 En el desierto partió las rocas
    y les dio a beber torrentes de aguas;
16 hizo que brotaran arroyos de la peña
    y que las aguas fluyeran como ríos.

17 Pero ellos volvieron a pecar contra él;
    en el desierto se rebelaron contra el Altísimo.
18 Deliberadamente pusieron a Dios a prueba
    y exigieron comida a su antojo.
19 Murmuraron contra Dios
    y aun dijeron:
    «¿Podrá Dios preparar una mesa en el desierto?
20 Cuando golpeó la roca,
    el agua brotó en torrentes;
pero, ¿podrá también darnos de comer?
    ¿Podrá proveerle carne a su pueblo?».
21 Cuando el Señor oyó esto, se indignó;
    su enojo se encendió contra Jacob,
    su ira ardió contra Israel.
22 Porque no confiaron en Dios
    ni creyeron que él los salvaría.
23 Desde lo alto dio una orden a las nubes,
    y se abrieron las puertas de los cielos.
24 Hizo que les lloviera maná para que comieran;
    les dio a comer trigo del cielo.
25 Todos ellos comieron pan de ángeles;
    Dios les envió comida hasta saciarlos.
26 Desató desde el cielo el viento del este
    y con su poder levantó el viento del sur.
27 Cual lluvia de polvo, hizo que les lloviera carne;
    nubes de pájaros, como la arena del mar.
28 Los hizo caer en medio de su campamento
    y en los alrededores de sus tiendas.
29 Comieron y se hartaron,
    pues Dios les cumplió su capricho.
30 Pero el capricho no les duró mucho:
    aún tenían la comida en la boca
31 cuando el enojo de Dios vino sobre ellos:
    dio muerte a sus hombres más robustos;
    abatió a los jóvenes de Israel.

32 A pesar de todo, siguieron pecando
    y no creyeron en sus maravillas.
33 Por tanto, Dios hizo que sus días se esfumaran como un suspiro,
    que sus años acabaran en medio del terror.
34 Si Dios los hería de muerte, entonces lo buscaban,
    y con ansias se volvían de nuevo a él.
35 Se acordaban de que Dios era su Roca,
    de que el Dios Altísimo era su Redentor.
36 Pero entonces lo halagaban con la boca
    y le mentían con la lengua.
37 No fue su corazón sincero para con Dios;
    no fueron fieles a su pacto.
38 Sin embargo, él les tuvo compasión;
    les perdonó su maldad
    y no los destruyó.
Una y otra vez contuvo su enojo
    y no se dejó llevar del todo por la ira.
39 Se acordó de que eran simples mortales,
    un efímero suspiro que jamás regresa.

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto
    y lo entristecieron en los páramos!
41 Una y otra vez ponían a Dios a prueba;
    provocaban al Santo de Israel.
42 Jamás se acordaron de su poder,
    de cuando los rescató del opresor,
43 ni de sus señales milagrosas en Egipto,
    ni de sus portentos en la región de Zoán,
44 cuando convirtió en sangre los ríos egipcios
    y no pudieron ellos beber de sus arroyos;
45 cuando les envió tábanos que se los devoraban
    y ranas que los destruían;
46 cuando entregó sus cosechas a los saltamontes
    y sus sembrados a la langosta;
47 cuando con granizo destruyó sus viñas
    y con escarcha sus higueras;
48 cuando entregó su ganado al granizo
    y sus rebaños a las centellas;
49 cuando lanzó contra ellos el ardor de su ira,
    de su furor, indignación y hostilidad:
    ¡todo un ejército de ángeles destructores!
50 Dio rienda suelta a su enojo
    y no los libró de la muerte,
    sino que los entregó a la plaga.
51 Dio muerte a todos los primogénitos de Egipto,
    las primicias de su virilidad en los campamentos de Cam.
52 A su pueblo lo guio como a un rebaño;
    los llevó por el desierto, como a ovejas,
53 infundiéndoles confianza para que no temieran.
    Pero a sus enemigos se los tragó el mar.
54 Trajo a su pueblo a esta su tierra santa,
    a estas montañas que su diestra conquistó.
55 Al paso de los israelitas expulsó naciones,
    cuyas tierras dio a su pueblo como herencia;
    ¡así estableció en sus tiendas a las tribus de Israel!

56 Pero ellos pusieron a prueba a Dios:
    se rebelaron contra el Altísimo
    y desobedecieron sus mandatos.
57 Fueron desleales y traidores, como sus antepasados;
    ¡tan falsos como un arco defectuoso!
58 Lo irritaron con sus altares paganos;
    con sus imágenes despertaron sus celos.
59 Dios lo supo y se indignó,
    por lo que rechazó completamente a Israel.
60 Abandonó el santuario de Siló,
    la tienda donde habitaba entre los humanos,
61 y dejó que el símbolo de su poder y gloria
    cayera cautivo en manos enemigas.
62 Dejó que a su pueblo lo mataran a filo de espada,
    pues se indignó contra su heredad.
63 A sus jóvenes los consumió el fuego
    y no hubo cantos nupciales para sus doncellas;
64 a filo de espada cayeron sus sacerdotes
    y sus viudas no los pudieron llorar.

65 Despertó entonces el Señor,
    como quien despierta de un sueño,
    como un guerrero que, por causa del vino, lanza gritos desaforados.
66 Hizo retroceder a sus enemigos
    y los puso en vergüenza para siempre.
67 Rechazó a los descendientes[a] de José
    y no escogió a la tribu de Efraín;
68 más bien, escogió a la tribu de Judá
    y al monte Sión, al cual ama.
69 Construyó su santuario, alto como los cielos,[b]
    como la tierra, que él afirmó para siempre.
70 Escogió a su siervo David,
    al que sacó del redil de las ovejas,
71 y lo quitó de andar arreando los rebaños
    para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo;
    el pastor de Israel, su herencia.
72 Y David los pastoreó con corazón sincero;
    con mano experta los dirigió.

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, los pueblos paganos han invadido tu herencia;
    han profanado tu santo Templo,
    han dejado en ruinas a Jerusalén.
Han entregado los cadáveres de tus siervos
    como alimento de las aves del cielo;
han destinado los cuerpos de tus fieles
    para comida de los animales salvajes.
Por toda Jerusalén han derramado su sangre,
    como si derramaran agua,
    y no hay quien entierre a los muertos.
Hemos quedado en ridículo ante nuestros vecinos;
    somos la burla y el escarnio de los que nos rodean.

¿Hasta cuándo, Señor?
    ¿Vas a estar enojado para siempre?
    ¿Arderá tu celo como el fuego?
¡Descarga tu ira sobre las naciones que no te reconocen,
    sobre los reinos que no invocan tu nombre!
Porque a Jacob se lo han devorado
    y al país lo han dejado en ruinas.

No tomes en cuenta los pecados de nuestros antepasados;
    ¡venga pronto tu misericordia a nuestro encuentro,
    porque estamos totalmente abatidos!
Oh Dios y Salvador nuestro,
    por la gloria de tu nombre, ayúdanos;
    por la gloria de tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados.
10 ¿Por qué van a decir las naciones:
    «Dónde está su Dios»?

Permítenos ver y muéstrales a los pueblos paganos
    cómo tomas venganza de la sangre de tus siervos.
11 Que lleguen a tu presencia los quejidos de los cautivos,
    y por la fuerza de tu brazo salva a los condenados a muerte.
12 Señor, haz que reciban nuestros vecinos,
    siete veces y en carne propia,
    la burla con que ellos te insultaron.
13 Y nosotros, tu pueblo y ovejas de tu prado,
    te alabaremos por siempre;
de generación en generación
    cantaremos tus alabanzas.

Al director musical. Sígase la tonada de «Los lirios del pacto». Salmo de Asaf.

80 Pastor de Israel, ¡escúchanos!
    tú que guías a José como a un rebaño,
tú que tienes tu trono entre los querubines, ¡resplandece!
Delante de Efraín, Benjamín y Manasés,
    muestra tu poder y ven a salvarnos.

¡Restáuranos, oh Dios!
    ¡Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
    y sálvanos!

¿Hasta cuándo, Señor Dios de los Ejércitos,
    arderá tu ira
    contra las oraciones de tu pueblo?
Por comida le has dado pan de lágrimas;
    por bebida, lágrimas en abundancia.
Nos has hecho motivo de contienda para nuestros vecinos;
    nuestros enemigos se burlan de nosotros.

¡Restáuranos, oh Dios de los Ejércitos!
    ¡Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
    y sálvanos!

De Egipto trajiste una vid;
    expulsaste a los pueblos paganos y la plantaste.
Le limpiaste el terreno,
    y ella echó raíces y llenó la tierra.
10 Su sombra se extendía hasta las montañas,
    su follaje cubría los cedros majestuosos.
11 Sus ramas se extendieron hasta el Mediterráneo
    y sus renuevos hasta el Éufrates.

12 ¿Por qué has derribado sus muros?
    ¡Todos los que pasan le arrancan uvas!
13 Los jabalíes del bosque la destruyen,
    los animales del campo la devoran.
14 ¡Vuélvete a nosotros, oh Dios de los Ejércitos!
    ¡Asómate a vernos desde el cielo
    y brinda tus cuidados a esta vid!
15 ¡Es la raíz que plantaste con tu diestra!
    ¡Es el vástago que has criado para ti!

16 Tu vid está derribada, quemada por el fuego;
    a tu reprensión perece tu pueblo.[c]
17 Bríndale tu apoyo al hombre de tu diestra,
    al hijo de hombre que has criado para ti.
18 Entonces no nos apartaremos de ti;
    reavívanos e invocaremos tu nombre.

19 ¡Restáuranos, Señor Dios de los Ejércitos!
    Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
    y sálvanos.

Footnotes

  1. 78:67 a los descendientes. Lit. la tienda.
  2. 78:69 santuario, … cielos. Lit. santuario como las alturas.
  3. 80:16 Tu vid … tu pueblo (lectura probable); Haz que perezcan, a tu reprensión, / los que la queman y destruyen (TM).

Las maravillas de Dios en el pasado consuelan en el presente

Para el director del coro; según Jedutún[a].

Salmo de Asaf.

77 Mi voz se eleva a Dios, y a Él clamaré(A);
mi voz se eleva a Dios, y Él me oirá.
En el día de mi angustia(B) busqué al Señor;
en la noche(C) mi mano se extendía(D) sin cansarse;
mi alma rehusaba ser consolada(E).
Me acuerdo de Dios, y me siento turbado(F);
me lamento(G), y mi espíritu desmaya(H). (Selah[b])
Has mantenido abiertos mis párpados;
estoy tan turbado que no puedo hablar(I).
He pensado[c] en los días pasados(J),
en los años antiguos.
De noche me acordaré de mi canción(K);
en mi corazón meditaré(L);
y mi espíritu inquiere[d].

¿Rechazará el Señor para siempre(M),
y no mostrará más su favor(N)?
¿Ha cesado para siempre su misericordia(O)?
¿Ha terminado para siempre[e] su promesa[f](P)?
¿Ha olvidado Dios tener piedad(Q),
o ha retirado[g] con su ira su compasión(R)? (Selah)
10 Entonces dije: Este es mi dolor[h](S):
que la diestra del Altísimo(T) ha cambiado.

11 Me acordaré de las obras del Señor[i](U);
ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas(V).
12 Meditaré en toda tu obra(W),
y reflexionaré en tus hechos.
13 Santo es(X), oh Dios, tu camino;
¿qué dios hay[j] grande como nuestro Dios(Y)?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas(Z),
has hecho conocer tu poder(AA) entre los pueblos.
15 Con tu brazo has redimido a tu pueblo(AB),
a los hijos de Jacob y de José(AC). (Selah)

16 Las aguas te vieron, oh Dios(AD),
te vieron las aguas y temieron,
los abismos también se estremecieron.
17 Derramaron aguas las nubes(AE),
tronaron[k] los nubarrones(AF),
también tus saetas centellearon por doquier[l](AG).
18 La voz de tu trueno(AH) estaba en el torbellino,
los relámpagos iluminaron al mundo(AI),
la tierra se estremeció y tembló(AJ).
19 En el mar estaba tu camino(AK),
y tus sendas en las aguas inmensas,
y no se conocieron tus huellas.
20 Como rebaño guiaste a tu pueblo(AL)
por mano de Moisés y de Aarón(AM).

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Masquil[m] de Asaf.

78 Escucha (AN), pueblo mío, mi enseñanza[n];
inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca(AO).
En parábolas abriré mi boca(AP);
hablaré enigmas(AQ) de la antigüedad,
que hemos oído y conocido,
y que nuestros padres nos han contado(AR).
No lo ocultaremos a sus hijos(AS),
sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor(AT),
su poder y las maravillas(AU) que hizo.

Porque Él estableció un testimonio en Jacob(AV),
y puso una ley en Israel(AW),
la cual ordenó a nuestros padres(AX)
que enseñaran[o] a sus hijos(AY);
para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer(AZ);
y estos se levantaran y lo contaran a sus hijos(BA),
para que ellos pusieran su confianza en Dios,
y no se olvidaran de las obras de Dios(BB),
sino que guardaran sus mandamientos(BC);
y no fueran como sus padres(BD),
una generación porfiada y rebelde(BE),
generación que no preparó[p] su corazón(BF),
y cuyo espíritu no fue fiel a Dios(BG).

Los hijos de Efraín eran[q] arqueros bien equipados[r](BH),
pero volvieron las espaldas el día de la batalla(BI).
10 No guardaron el pacto de Dios(BJ),
y rehusaron andar en su ley(BK);
11 olvidaron sus obras(BL),
y los[s] milagros que les había mostrado.
12 Él hizo maravillas(BM) en presencia de sus padres,
en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán(BN).
13 Dividió el mar(BO) y los hizo pasar,
y contuvo las aguas como en un montón(BP).
14 Después los guió de día con la nube(BQ),
y toda la noche con un resplandor[t] de fuego(BR).
15 Partió las rocas en el desierto,
y les dio agua tan abundante(BS) como las profundidades del océano;
16 hizo salir corrientes de la peña(BT),
e hizo descender aguas como ríos.

17 Pero aún siguieron pecando contra Él,
rebelándose(BU) contra el Altísimo en el desierto.
18 Y en sus corazones tentaron[u] a Dios(BV),
pidiendo comida(BW) a su gusto.
19 Hablaron contra Dios,
y dijeron: ¿Podrá Dios preparar mesa en el desierto(BX)?
20 He aquí, hirió la roca y brotaron aguas,
y torrentes se desbordaron(BY);
¿podrá también dar pan?,
¿proveerá carne para su pueblo(BZ)?

21 Por tanto, al oírlo, el Señor se indignó(CA);
un fuego se encendió contra Jacob,
y aumentó también la ira contra Israel,
22 porque no creyeron en Dios,
ni confiaron en su salvación(CB).
23 Sin embargo, dio órdenes a las nubes arriba,
y abrió las puertas de los cielos(CC);
24 hizo llover sobre ellos maná(CD) para comer,
y les dio comida[v] del cielo(CE).
25 Pan de ángeles[w] comió el hombre;
Dios les mandó comida[x] hasta saciarlos[y](CF).
26 Hizo soplar en el cielo el viento solano(CG),
y con su poder dirigió el viento del sur,
27 Él hizo llover sobre ellos carne como polvo,
aladas aves(CH) como la arena de los mares,
28 y las hizo caer en medio del[z] campamento,
alrededor de sus viviendas.
29 Comieron y quedaron bien saciados(CI),
y les concedió su deseo.
30 Antes de que hubieran satisfecho[aa] su deseo,
mientras la comida aún estaba en su boca,
31 la ira de Dios se alzó contra ellos(CJ)
y mató a algunos de los más robustos[ab](CK),
y subyugó[ac] a los escogidos de Israel.
32 A pesar de todo esto, todavía pecaron(CL)
y no creyeron en sus maravillas(CM).
33 Él, pues, hizo terminar sus días en vanidad[ad](CN),
y sus años en terror súbito.

34 Cuando los hería de muerte[ae], entonces le buscaban(CO),
y se volvían y buscaban con diligencia a Dios(CP);
35 se acordaban de que Dios era su roca(CQ),
y el Dios Altísimo su Redentor(CR).
36 Mas con su boca le engañaban(CS),
y con su lengua le mentían(CT).
37 Pues su corazón no era leal para con Él(CU),
ni eran fieles a su pacto.
38 Mas Él, siendo compasivo(CV), perdonaba[af] sus iniquidades(CW) y no los destruía;
muchas veces contuvo[ag] su ira(CX),
y no despertó todo su furor.
39 Se acordaba(CY) de que ellos eran carne(CZ),
un soplo que pasa y no vuelve(DA).

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra Él en el desierto(DB),
y le entristecieron(DC) en las soledades[ah](DD)!
41 Tentaron[ai] a Dios(DE) una y otra vez,
y afligieron al Santo de Israel(DF).
42 No se acordaron(DG) de su poder[aj](DH),
del día en que los redimió del adversario(DI),
43 cuando hizo sus señales[ak] en Egipto(DJ),
y sus prodigios(DK) en el campo de Zoán.
44 Convirtió en sangre sus ríos(DL)
y sus corrientes, y no pudieron beber.
45 Envió entre ellos enjambres de moscas(DM) que los devoraban,
y ranas que los destruían(DN).
46 Entregó también sus cosechas al saltamontes[al](DO),
y el fruto de su trabajo a la langosta(DP).
47 Con granizo(DQ) destruyó[am] sus vides,
y sus sicómoros[an] con escarcha.
48 Entregó también al granizo sus ganados(DR),
y sus rebaños a los rayos.
49 Envió sobre ellos el ardor de su ira(DS),
furia, indignación y angustia,
un ejército de ángeles destructores[ao].
50 Preparó senda para su ira;
no eximió sus almas[ap] de la muerte,
sino que entregó sus vidas a la plaga(DT),
51 e hirió a todos los primogénitos en Egipto(DU),
las primicias(DV) de su virilidad en las tiendas de Cam(DW).
52 Mas a su pueblo lo sacó como a ovejas(DX),
como a rebaño los condujo en el desierto(DY);
53 los guió con seguridad(DZ), de modo que no temieron,
pero el mar se tragó a sus enemigos(EA).

54 Los trajo, pues, a su tierra santa[aq](EB),
a esta tierra montañosa[ar](EC) que su diestra había adquirido(ED).
55 Y expulsó a las naciones(EE) de delante de ellos;
las repartió con medida por herencia(EF),
e hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel.
56 Empero ellos tentaron[as](EG) y provocaron al Dios Altísimo(EH),
y no guardaron sus testimonios,
57 sino que se volvieron atrás y fueron desleales como sus padres(EI);
se desviaron como arco engañoso(EJ).
58 Pues le provocaron(EK) con sus lugares altos(EL),
y despertaron sus celos(EM) con sus imágenes talladas[at](EN).
59 Al oírlo Dios, se indignó(EO),
y aborreció a Israel en gran manera(EP).
60 Abandonó la morada en Silo(EQ),
la tienda que había levantado[au] entre los hombres,
61 y entregó al cautiverio su poderío(ER),
y su gloria en manos del adversario(ES).
62 Entregó también su pueblo a la espada(ET),
y se indignó contra su heredad.
63 El fuego consumió(EU) a sus jóvenes,
y no tuvieron canciones de bodas sus doncellas(EV).
64 Sus sacerdotes cayeron a espada(EW),
y sus viudas no pudieron llorar(EX).

65 Entonces despertó el Señor como de un sueño(EY),
como guerrero(EZ) vencido[av] por el vino,
66 e hizo retroceder[aw] a sus adversarios(FA),
poniendo sobre ellos una afrenta perpetua.
67 Desechó también la tienda de José(FB),
y no escogió a la tribu de Efraín,
68 sino que escogió a la tribu de Judá,
al monte Sión que Él amaba(FC).
69 Y edificó su santuario como las alturas(FD),
como la tierra que ha fundado para siempre.
70 Escogió también a David su siervo(FE),
lo tomó de entre los apriscos de las ovejas;
71 lo trajo de cuidar[ax] las ovejas(FF) con sus corderitos[ay](FG),
para pastorear(FH) a Jacob, su pueblo,
y a Israel, su heredad(FI).
72 Y él los pastoreó según la integridad de su corazón(FJ),
y los guió con la destreza de sus manos[az].

Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, las naciones han invadido[ba](FK) tu heredad(FL);
han profanado tu santo templo(FM);
han dejado a Jerusalén en ruinas(FN).
Han dado los cadáveres de tus siervos por comida a las aves del cielo,
la carne de tus santos a las fieras de la tierra(FO).
Como agua han derramado su sangre alrededor de Jerusalén;
y no hubo quien les diera sepultura(FP).
Hemos sido el oprobio de nuestros vecinos,
escarnio y burla de los que nos rodean(FQ).
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás airado para siempre(FR)?
¿Arderán como fuego tus celos(FS)?
Derrama tu furor(FT) sobre las naciones que no te conocen(FU),
y sobre los reinos que no invocan tu nombre(FV).
Pues han devorado a Jacob(FW),
y han asolado su morada[bb](FX).

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados[bc](FY);
venga pronto a nuestro encuentro tu compasión(FZ),
porque estamos muy abatidos(GA).
Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación(GB),
por la gloria de tu nombre(GC);
líbranos y perdona nuestros pecados(GD) por amor de tu nombre(GE).
10 ¿Por qué han de decir las naciones: Dónde está su Dios(GF)?
Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista,
la venganza por la sangre derramada de tus siervos(GG).
11 Llegue a tu presencia el gemido del cautivo(GH);
conforme a la grandeza de tu poder[bd] preserva a los condenados a muerte[be](GI).
12 Y devuelve a nuestros vecinos siete veces(GJ) en su seno(GK)
la[bf] afrenta con que te han ofendido(GL), Señor.
13 Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado(GM),
te daremos gracias para siempre(GN);
a todas las generaciones hablaremos de tu alabanza(GO).

Súplica por la restauración del pueblo

Para el director del coro; según la tonada a los Lirios; Testimonio. Salmo de Asaf.

80 Presta oído, oh Pastor de Israel(GP);
tú que guías a José(GQ) como un rebaño;
tú que estás sentado más alto que los querubines(GR); ¡resplandece!
Delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés(GS), despierta tu poder(GT)
y ven a salvarnos.
Restáuranos, oh Dios(GU),
y haz resplandecer tu rostro sobre nosotros(GV), y seremos[bg] salvos.

Oh Señor, Dios de los ejércitos(GW),
¿hasta cuándo estarás airado[bh](GX) contra la oración de tu pueblo?
Les has dado a comer pan de lágrimas,
y les has hecho beber lágrimas(GY) en gran abundancia[bi].
Nos haces objeto de contienda para nuestros vecinos(GZ),
y nuestros enemigos se ríen entre sí.
Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y seremos[bj] salvos.

Tú removiste una vid(HA) de Egipto;
expulsaste las naciones(HB) y la plantaste(HC).
Limpiaste el terreno delante de ella(HD);
echó profundas raíces(HE) y llenó la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos con su sombra,
y los cedros de Dios con sus ramas[bk](HF).
11 Extendía sus ramas hasta el mar,
y sus renuevos hasta el río(HG).
12 ¿Por qué has derribado sus vallados(HH),
de modo que la vendimian todos los que pasan de camino?
13 El puerco montés la devora,
y de ella se alimenta todo lo que se mueve en el campo(HI).

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora(HJ), te rogamos;
mira y ve desde el cielo(HK), y cuida esta vid,
15 la cepa[bl] que tu diestra ha plantado(HL)
y el vástago[bm] que para ti has fortalecido.
16 Está quemada con fuego(HM), y cortada;
ante el reproche de tu rostro(HN) perecen.
17 Sea tu mano(HO) sobre el hombre de tu diestra,
sobre el hijo de hombre que para ti fortaleciste(HP).
18 Entonces no nos apartaremos de ti(HQ);
avívanos(HR), e invocaremos tu nombre.
19 Oh Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos[bn] salvos(HS).

Footnotes

  1. Salmos 77:1 Véase 1 Crón. 16:41; Sal. 39 y 62
  2. Salmos 77:3 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  3. Salmos 77:5 Lit., considerado
  4. Salmos 77:6 Lit., inquiría
  5. Salmos 77:8 Lit., de generación en generación
  6. Salmos 77:8 Lit., palabra
  7. Salmos 77:9 Lit., cerrado
  8. Salmos 77:10 O, Esta es mi pena: los años de la diestra del Altísimo
  9. Salmos 77:11 Heb., Yah
  10. Salmos 77:13 O, es
  11. Salmos 77:17 Lit., emitieron ruido
  12. Salmos 77:17 Lit., tus saetas fueron
  13. Salmos 78:1 Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo
  14. Salmos 78:1 O, ley
  15. Salmos 78:5 Lit., las hicieran saber
  16. Salmos 78:8 O, hizo recto
  17. Salmos 78:9 O, siendo
  18. Salmos 78:9 Lit., arqueros equipados con arco
  19. Salmos 78:11 Lit., sus
  20. Salmos 78:14 Lit., una luz
  21. Salmos 78:18 O, pusieron a prueba
  22. Salmos 78:24 Lit., grano
  23. Salmos 78:25 Lit., fuertes
  24. Salmos 78:25 O, provisión
  25. Salmos 78:25 Lit., hasta la saciedad
  26. Salmos 78:28 Lit., de su
  27. Salmos 78:30 Lit., No se habían separado de
  28. Salmos 78:31 Lit., gruesos
  29. Salmos 78:31 Lit., e hizo inclinar
  30. Salmos 78:33 O, en un soplo
  31. Salmos 78:34 O, mataba
  32. Salmos 78:38 O, expiaba; lit., cubría
  33. Salmos 78:38 Lit., apartó
  34. Salmos 78:40 O, el yermo
  35. Salmos 78:41 O, Pusieron a prueba
  36. Salmos 78:42 Lit., mano
  37. Salmos 78:43 O, milagros
  38. Salmos 78:46 O, a la oruga
  39. Salmos 78:47 Lit., mataba
  40. Salmos 78:47 O, higueras
  41. Salmos 78:49 Lit., una delegación de ángeles del mal
  42. Salmos 78:50 O, vidas
  43. Salmos 78:54 Lit., frontera santa o territorio santo
  44. Salmos 78:54 O, montaña
  45. Salmos 78:56 O, pusieron a prueba
  46. Salmos 78:58 O, ídolos
  47. Salmos 78:60 Algunas versiones antiguas dicen: donde moraba
  48. Salmos 78:65 O, excitado, o, recuperado del
  49. Salmos 78:66 Lit., e hirió por detrás
  50. Salmos 78:71 Lit., de seguir
  51. Salmos 78:71 Lit., ovejas que amamantaban
  52. Salmos 78:72 Lit., palmas
  53. Salmos 79:1 Lit., han entrado en
  54. Salmos 79:7 Lit., prado
  55. Salmos 79:8 O, nuestras iniquidades pasadas
  56. Salmos 79:11 Lit., brazo
  57. Salmos 79:11 Lit., los hijos de la muerte
  58. Salmos 79:12 Lit., su
  59. Salmos 80:3 O, para que seamos
  60. Salmos 80:4 Lit., humearás
  61. Salmos 80:5 Lit., en un tercio de medida
  62. Salmos 80:7 O, para que seamos
  63. Salmos 80:10 O, y sus ramas son como los cedros de Dios
  64. Salmos 80:15 O, raíz
  65. Salmos 80:15 O, hijo
  66. Salmos 80:19 O, para que seamos

Meditación sobre los hechos poderosos de Dios

Al músico principal; para Jedutún. Salmo de Asaf.

77 Con mi voz clamé a Dios,

A Dios clamé, y él me escuchará.

Al Señor busqué en el día de mi angustia;

Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;

Mi alma rehusaba consuelo.

Me acordaba de Dios, y me conmovía;

Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah

No me dejabas pegar los ojos;

Estaba yo quebrantado, y no hablaba.

Consideraba los días desde el principio,

Los años de los siglos.

Me acordaba de mis cánticos de noche;

Meditaba en mi corazón,

Y mi espíritu inquiría:

¿Desechará el Señor para siempre,

Y no volverá más a sernos propicio?

¿Ha cesado para siempre su misericordia?

¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?

¿Ha olvidado Dios el tener misericordia?

¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah

10 Dije: Enfermedad mía es esta;

Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

11 Me acordaré de las obras de JAH;

Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.

12 Meditaré en todas tus obras,

Y hablaré de tus hechos.

13 Oh Dios, santo es tu camino;

¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

14 Tú eres el Dios que hace maravillas;

Hiciste notorio en los pueblos tu poder.

15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,

A los hijos de Jacob y de José. Selah

16 Te vieron las aguas, oh Dios;

Las aguas te vieron, y temieron;

Los abismos también se estremecieron.

17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;

Tronaron los cielos,

Y discurrieron tus rayos.

18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;

Tus relámpagos alumbraron el mundo;

Se estremeció y tembló la tierra.

19 En el mar fue tu camino,

Y tus sendas en las muchas aguas;

Y tus pisadas no fueron conocidas.

20 Condujiste a tu pueblo como ovejas

Por mano de Moisés y de Aarón.

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Masquil de Asaf.

78 Escucha, pueblo mío, mi ley;

Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

Abriré mi boca en proverbios;

Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,(A)

Las cuales hemos oído y entendido;

Que nuestros padres nos las contaron.

No las encubriremos a sus hijos,

Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,

Y su potencia, y las maravillas que hizo.

Él estableció testimonio en Jacob,

Y puso ley en Israel,

La cual mandó a nuestros padres

Que la notificasen a sus hijos;

Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán;

Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos,

A fin de que pongan en Dios su confianza,

Y no se olviden de las obras de Dios;

Que guarden sus mandamientos,

Y no sean como sus padres,

Generación contumaz y rebelde;

Generación que no dispuso su corazón,

Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

Los hijos de Efraín, arqueros armados,

Volvieron las espaldas en el día de la batalla.

10 No guardaron el pacto de Dios,

Ni quisieron andar en su ley;

11 Sino que se olvidaron de sus obras,

Y de sus maravillas que les había mostrado.

12 Delante de sus padres hizo maravillas

En la tierra de Egipto,(B) en el campo de Zoán.

13 Dividió el mar y los hizo pasar;

Detuvo las aguas como en un montón.(C)

14 Les guio de día con nube,

Y toda la noche con resplandor de fuego.(D)

15 Hendió las peñas en el desierto,

Y les dio a beber como de grandes abismos,

16 Pues sacó de la peña corrientes,

E hizo descender aguas como ríos.(E)

17 Pero aún volvieron a pecar contra él,

Rebelándose contra el Altísimo en el desierto;

18 Pues tentaron a Dios en su corazón,

Pidiendo comida a su gusto.

19 Y hablaron contra Dios,

Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?

20 He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas,

Y torrentes inundaron la tierra;

¿Podrá dar también pan?

¿Dispondrá carne para su pueblo?

21 Por tanto, oyó Jehová, y se indignó;

Se encendió el fuego contra Jacob,

Y el furor subió también contra Israel,

22 Por cuanto no habían creído a Dios,

Ni habían confiado en su salvación.

23 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,

Y abrió las puertas de los cielos,

24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen,

Y les dio trigo de los cielos.(F)

25 Pan de nobles comió el hombre;

Les envió comida hasta saciarles.

26 Movió el solano en el cielo,

Y trajo con su poder el viento sur,

27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo,

Como arena del mar, aves que vuelan.

28 Las hizo caer en medio del campamento,

Alrededor de sus tiendas.

29 Comieron, y se saciaron;

Les cumplió, pues, su deseo.

30 No habían quitado de sí su anhelo,

Aún estaba la comida en su boca,

31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios,

E hizo morir a los más robustos de ellos,

Y derribó a los escogidos de Israel.(G)

32 Con todo esto, pecaron aún,

Y no dieron crédito a sus maravillas.

33 Por tanto, consumió sus días en vanidad,

Y sus años en tribulación.

34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;

Entonces se volvían solícitos en busca suya,

35 Y se acordaban de que Dios era su refugio,

Y el Dios Altísimo su redentor.

36 Pero le lisonjeaban con su boca,

Y con su lengua le mentían;

37 Pues sus corazones no eran rectos con él,(H)

Ni estuvieron firmes en su pacto.

38 Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía;

Y apartó muchas veces su ira,

Y no despertó todo su enojo.

39 Se acordó de que eran carne,

Soplo que va y no vuelve.

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,

Lo enojaron en el yermo!

41 Y volvían, y tentaban a Dios,

Y provocaban al Santo de Israel.

42 No se acordaron de su mano,

Del día que los redimió de la angustia;

43 Cuando puso en Egipto sus señales,

Y sus maravillas en el campo de Zoán;

44 Y volvió sus ríos en sangre,

Y sus corrientes, para que no bebiesen.(I)

45 Envió entre ellos enjambres de moscas(J) que los devoraban,

Y ranas(K) que los destruían.

46 Dio también a la oruga sus frutos,

Y sus labores a la langosta.(L)

47 Sus viñas destruyó con granizo,

Y sus higuerales con escarcha;

48 Entregó al pedrisco sus bestias,

Y sus ganados a los rayos.(M)

49 Envió sobre ellos el ardor de su ira;

Enojo, indignación y angustia,

Un ejército de ángeles destructores.

50 Dispuso camino a su furor;

No eximió la vida de ellos de la muerte,

Sino que entregó su vida a la mortandad.

51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto,(N)

Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.

52 Hizo salir a su pueblo como ovejas,

Y los llevó por el desierto como un rebaño.(O)

53 Los guio con seguridad, de modo que no tuvieran temor;

Y el mar cubrió a sus enemigos.(P)

54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,(Q)

A este monte que ganó su mano derecha.

55 Echó las naciones de delante de ellos;(R)

Con cuerdas repartió sus tierras en heredad,

E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.

56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo,(S)

Y no guardaron sus testimonios;

57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres;

Se volvieron como arco engañoso.

58 Le enojaron con sus lugares altos,

Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.

59 Lo oyó Dios y se enojó,

Y en gran manera aborreció a Israel.

60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo,

La tienda en que habitó entre los hombres,(T)

61 Y entregó a cautiverio su poderío,

Y su gloria en mano del enemigo.(U)

62 Entregó también su pueblo a la espada,

Y se irritó contra su heredad.

63 El fuego devoró a sus jóvenes,

Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.

64 Sus sacerdotes cayeron a espada,

Y sus viudas no hicieron lamentación.

65 Entonces despertó el Señor como quien duerme,

Como un valiente que grita excitado del vino,

66 E hirió a sus enemigos por detrás;

Les dio perpetua afrenta.

67 Desechó la tienda de José,

Y no escogió la tribu de Efraín,

68 Sino que escogió la tribu de Judá,

El monte de Sion, al cual amó.

69 Edificó su santuario a manera de eminencia,

Como la tierra que cimentó para siempre.

70 Eligió a David su siervo,

Y lo tomó de las majadas de las ovejas;

71 De tras las paridas lo trajo,

Para que apacentase a Jacob su pueblo,

Y a Israel su heredad.(V)

72 Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón,

Los pastoreó con la pericia de sus manos.

Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad;

Han profanado tu santo templo;

Redujeron a Jerusalén a escombros.(W)

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos,

La carne de tus santos a las bestias de la tierra.

Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,

Y no hubo quien los enterrase.

Somos afrentados de nuestros vecinos,

Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre?

¿Arderá como fuego tu celo?

Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen,

Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

Porque han consumido a Jacob,

Y su morada han asolado.

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados;

Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos,

Porque estamos muy abatidos.

Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;

Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.

10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?

Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,

La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

11 Llegue delante de ti el gemido de los presos;

Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,

12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos

De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.

13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,

Te alabaremos para siempre;

De generación en generación cantaremos tus alabanzas.

Súplica por la restauración

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.

80 Oh Pastor de Israel, escucha;

Tú que pastoreas como a ovejas a José,

Que estás entre querubines,(X) resplandece.

Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,

Y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Jehová, Dios de los ejércitos,

¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?

Les diste a comer pan de lágrimas,

Y a beber lágrimas en gran abundancia.

Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,

Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Hiciste venir una vid de Egipto;

Echaste las naciones, y la plantaste.

Limpiaste sitio delante de ella,

E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,

Y con sus sarmientos los cedros de Dios.

11 Extendió sus vástagos hasta el mar,

Y hasta el río sus renuevos.

12 ¿Por qué aportillaste sus vallados,

Y la vendimian todos los que pasan por el camino?

13 La destroza el puerco montés,

Y la bestia del campo la devora.

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;

Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

15 La planta que plantó tu diestra,

Y el renuevo que para ti afirmaste.

16 Quemada a fuego está, asolada;

Perezcan por la reprensión de tu rostro.

17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,

Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.

18 Así no nos apartaremos de ti;

Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.