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Sigaión de David, que cantó al SEÑOR sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.

SEÑOR Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

no sea que arrebaten mi alma, como león que despedaza, sin que haya quien libre.

SEÑOR Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;

si di mal pago al pacífico conmigo, que escape mi perseguidor sin pago.

Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah.)

Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

Y te rodeará ayuntamiento de pueblos; por causa pues de él vuélvete en alto.

El SEÑOR juzgará los pueblos; júzgame, oh SEÑOR, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad.

Consuma ahora mal a los malos, y establece al justo; pues el Dios justo es el que prueba los corazones y los riñones.

10 ¶ Mi escudo es en Dios, el que salva a los rectos de corazón.

11 Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado contra los impíos todos los días.

12 Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

13 Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.

14 He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio trabajo, y dio a luz mentira.

15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en la fosa que hizo caerá.

16 Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.

17 Alabaré yo al SEÑOR conforme a su justicia, y cantaré al nombre del SEÑOR el Altísimo.

De David.

Alef

No te enojes con los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

Porque como hierba serán presto cortados, y decaerán como verdor de renuevo.

Bet

Espera en el SEÑOR, y haz bien; vive en la tierra, y mantén la verdad.

Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él te dará las peticiones de tu corazón.

Guímel

Vuelve hacia el SEÑOR tu camino; y espera en él; y él hará.

Y exhibirá tu justicia como la luz, y tu rectitud como el mediodía.

Dálet Calla ante el SEÑOR, y espera en él; no te enojes con el que prospera en su camino, con el hombre que hace maldades.

He

Déjate de la ira, y depón el enojo; no te enojes en manera alguna para hacerte malo.

Porque los malignos serán talados, mas los que esperan al SEÑOR, ellos heredarán la tierra.

Vau

10 Pues de aquí a poco no estará el malo; y contemplarás sobre su lugar, y no aparecerá.

11 Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán en la abundancia de la paz.

Zain

12 Piensa el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes.

13 El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.

He

14 Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, para arruinar al pobre y al menesteroso; para degollar a los de recto proceder.

15 La espada de ellos entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado.

Tet

16 Mejor es lo poco del justo, que las muchas riquezas de los pecadores.

17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el que sustenta a los justos es el SEÑOR.

Yod

18 Conoce el SEÑOR los días de los perfectos; y su heredad será para siempre.

19 No serán avergonzados en el mal tiempo; y en los días de hambre serán saciados.

Caf

20 Porque los impíos perecerán, y los enemigos del SEÑOR como los más gordos de los carneros serán consumidos; se disiparán como humo.

21 Lámed El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.

22 Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán talados.

Mem

23 Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre bueno, y él quiere su camino.

24 Cuando cayere, no será postrado; porque el SEÑOR sustenta su mano.

Nun

25 Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan.

26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su simiente es para bendición.

Sámec

27 Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.

28 Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.

Ayin

29 Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella.

Pe

30 La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua proferirá juicio.

31 La ley de su Dios está en su corazón; por tanto sus pasos no vacilarán.

Tsade

32 Acecha el impío al justo, y procura matarlo.

33 El SEÑOR no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando le juzgaren.

34 Cof Espera al SEÑOR, y guarda su camino, y él te ensalzará para heredar la tierra; cuando los pecadores sean talados, lo verás.

Resh

35 Yo vi al impío robusto, y reverdeciendo como un laurel verde.

36 Pero pasó, y he aquí no aparece; lo busqué, y no fue hallado.

Sin

37 Considera al perfecto, y mira al recto; que la postrimería de cada uno de ellos es paz.

38 Mas los rebeldes fueron todos destruidos; la postrimería de los impíos fue talada.

Tau

39 Pero la salvación de los justos es el SEÑOR, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

40 Y el SEÑOR los ayudó, y los libera, y los libertará de los impíos; y los salvará, por cuanto esperaron en él.

Al Vencedor: en Neginot: Salmo de Canción.

Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);

para que conozcamos en la tierra tu camino, entre todos los gentiles tu salud.

Alábente los pueblos, oh Dios; Alábente todos los pueblos.

Alégrense y gócense los gentiles cuando juzgares los pueblos con equidad, y pastorearás los gentiles en la tierra. (Selah.)

Alábente los pueblos, oh Dios: Alábente todos los pueblos.

Entonces la tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

Bendíganos Dios, y témanlo todos los confines de la tierra.

¶ El SEÑOR reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas islas.

Nube y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el asiento de su trono.

Fuego irá delante de él, y abrasará en derredor sus enemigos.

Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio, y se angustió.

Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR, delante del Señor de toda la tierra.

Los cielos denunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria.

Avergüéncense todos los que sirven a la escultura, los que se alaban de los ídolos; adórenlo todos los dioses.

¶ Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá se gozaron por tus juicios, oh SEÑOR.

Porque tú, SEÑOR, eres alto sobre toda la tierra; eres muy ensalzado sobre todos los dioses.

10 Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.

11 Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón.

12 Alegraos, justos, en el SEÑOR; y alabad la memoria de su santidad.

Canción de las gradas: para Salomón.

Si el SEÑOR no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.

Por demás os es el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, el comer pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.

He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.

Como saetas en mano del valiente, así son los hijos mancebos.

Dichoso el varón que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.

¶ Hijo mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos.

Guarda mis mandamientos, y vivirás; y mi ley como las niñas de tus ojos.

Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.

Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta,

para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.

¶ Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,

vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, un joven falto de entendimiento,

el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa;

a la tarde del día, ya que oscurecía; en la oscuridad y tiniebla de la noche.

10 Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro con atavío de ramera, guardada de corazón,

11 alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa;

12 unas veces de fuera, o bien por las plazas, acechando por todas las esquinas.

13 Y traba de él, y lo besa; desvergonzó su rostro, y le dijo:

14 Sacrificios de paz había prometido, hoy he pagado mis votos;

15 por tanto he salido a encontrarte, buscando tu rostro, y te he hallado.

16 Con paramentos he ataviado mi cama, recamados con cordoncillo de Egipto.

17 He sahumado mi cámara con mirra, áloes, y canela.

18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores.

19 Porque el marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;

20 el saco de dinero llevó en su mano, el día de la fiesta volverá a su casa.

21 Lo derribó con la mucha suavidad de sus palabras, con la blandura de sus labios le persuadió.

22 Se va en pos de ella luego, como va el buey al degolladero, y como el loco a las prisiones para ser castigado;

23 de tal manera que la saeta traspasó su hígado; como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida.

24 ¶ Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.

25 No se aparte a sus caminos tu corazón; no yerres en sus veredas.

26 Porque a muchos ha hecho caer muertos; y todos los fuertes han sido muertos por ella.

27 Caminos del Seol son su casa, que descienden a las cámaras de la muerte.

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