Add parallel Print Page Options

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Sobre la octava. Salmo de David.

¡No, Señor! ¡no me castigues cuando estés enojado; no me reprendas en tu furor! Ten piedad de mí, oh Señor, porque soy débil. Sáname, pues mi cuerpo está en agonía, y estoy desconcertado y turbado. Tengo el alma llena de aprensión y tristeza. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?

Read full chapter