Add parallel Print Page Options

Y el cielo da a conocer
que Dios mismo será el juez,
y que su juicio será justo.
Dios mismo declara:

«Israel, pueblo mío,
escúchame, que quiero hablarte.
¡Yo soy tu único Dios,
y seré tu acusador!
Yo no considero malo
que me ofrezcas animales
para sacrificarlos en mi altar;

Read full chapter