Add parallel Print Page Options

SEÑOR, tú escuchas mi voz cada mañana en oración;
    cuidadosamente te presentaré mi caso
    y esperaré atentamente tu respuesta.

Dios mío, a ti no te agrada el mal,
    no permites que los perversos estén cerca de ti.
No aceptas a quienes no te obedecen,
    rechazas a los que hacen el mal.

Read full chapter