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¡Y es que tú, con el viento solano,
destrozaste las naves de Tarsis!

Lo que antes oímos, ahora lo hemos visto
en la ciudad de nuestro Dios,
en la ciudad del Señor de los ejércitos:
¡Dios afirmará su ciudad para siempre!

Dios nuestro, dentro de tu templo
nos acordamos de tu misericordia.

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