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Con fuertes vientos tú hiciste pedazos
    sus naves que viajan a Tarsis.

En la ciudad de nuestro Dios,
    la ciudad del SEÑOR de los ejércitos,
pudimos comprobar con nuestros ojos
    todo lo que habíamos escuchado.
Dios la establecerá para siempre. Selah

Dios mío, dentro de tu templo
    meditamos profundamente en tu fiel amor.

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