Add parallel Print Page Options

Los destruiste como a los poderosos barcos de Tarsis
    que fueron despedazados por un potente viento del oriente.

Habíamos oído de la gloria de la ciudad,
    pero ahora la hemos visto en persona,
    la ciudad del Señor de los Ejércitos Celestiales.
Es la ciudad de nuestro Dios;
    él hará que sea segura para siempre. Interludio

Oh Dios, meditamos en tu amor inagotable
    mientras adoramos en tu templo.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends