Add parallel Print Page Options

»Yo he guardado silencio,
no he abierto la boca;
¡nadie puede pedirte cuentas
de lo que decides hacer!
10 Deja ya de castigarme,
pues tus golpes me aniquilan.
11 Tú castigas a la gente
y corriges su maldad;
destruyes como polilla
lo que ellos más valoran.
¡Nadie dura más que un suspiro!

Read full chapter