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El Señor ayuda

Canción de David cuando se escapó de su hijo Absalón.

¡SEÑOR, tengo tantos enemigos!
    Hay mucha gente que me ataca.
Muchos hablan de mí y dicen:
    «Dios no lo salvará». Selah

Pero tú, SEÑOR, eres mi escudo.
    Tú me honras y me animas.[a]
Te pido ayuda SEÑOR,
    y me respondes desde tu monte santo. Selah

Me voy a dormir tranquilo y sé que despertaré,
    porque el SEÑOR me protege.
Por eso no me asustaré
    aunque miles me rodeen para atacarme.

¡Levántate, SEÑOR!
    Dios mío, ven y rescátame.
Ojalá les dieras una bofetada a mis enemigos
    y les rompieras los dientes a los perversos.

SEÑOR, tú nos das la victoria,
    envía bendición sobre tu pueblo. Selah

Footnotes

  1. 3:3 Tú me honras y me animas Textualmente mi gloria y el que me levanta la cabeza.

¡Canten al Señor!

¡Que los justos alaben al SEÑOR!
    ¡Qué bueno cuando la gente honesta lo alaba!
Toquen la lira para alabar al SEÑOR;
    cántenle bellas canciones con el arpa.
Alábenlo con una nueva canción.[a]
    ¡Tóquenla bien y cántenla fuerte!

Porque la palabra del SEÑOR es verdadera
    y en su bondad pueden confiar.
Él ama que se haga justicia y se establezca el derecho.
    La tierra está llena del fiel amor del SEÑOR.

El SEÑOR creó los cielos con sus palabras.
    Todas las estrellas del firmamento fueron creadas con uno solo de sus suspiros.
Dios juntó las aguas en el cielo
    y las puso en grandes depósitos.
Habitantes de la tierra, respeten al SEÑOR.
    Todos los que habitan el mundo, tengan temor de él.
Si él ordena que todo se tiene que detener,
    entonces, todo dejará de existir.[b]
10 Con una sola orden, el SEÑOR arruina todos los planes de las naciones;
    él estropea todos los proyectos de los pueblos.
11 Pero el consejo del SEÑOR sigue en pie para siempre.
    Sus planes bondadosos continuarán realizándose
    de generación en generación.
12 Afortunada la nación que tiene al SEÑOR como su Dios;
    el pueblo que él eligió para ser de su exclusiva propiedad.
13 El SEÑOR mira la tierra desde el cielo
    y observa a todos.
14 Desde su trono en el cielo mira
    a todos los habitantes de la tierra.
15 Él formó la mente de todo ser humano
    y entiende todo lo que la gente hace.
16 Dios todo lo controla y si los reyes son victoriosos,
    no es gracias a sus soldados,
así como los guerreros no ganan
    simplemente gracias a su fuerza.
17 Las armas[c] no garantizan la victoria.
    La fuerza no ayuda a la gente a escapar de la muerte en las batallas.
18 El SEÑOR protege a quienes lo siguen.
    Él cuida de quienes ponen su confianza en su fiel amor.
19 Los salva de la muerte
    y los reanima cuando están hambrientos.
20 Nosotros esperamos que el SEÑOR nos ayude
    porque él es nuestro apoyo y nuestro protector.
21 Porque lo amamos
    y es el único en quien podemos confiar.
22 SEÑOR, danos la misericordia
    que esperamos.

[d]

Footnotes

  1. 33:3 Cuando Dios hacía algo maravilloso y nuevo para su pueblo se componían nuevas canciones que se cantaban en su honor.
  2. 33:9 o Lo que él ordena sigue en pie para siempre.
  3. 33:17 armas Textualmente caballos.
  4. Salmo 34 Cada versículo de este salmo comienza con una letra del alfabeto hebreo en orden alfabético.

Tú eres mi Dios

Canción de David cuando estaba en el desierto de Judá.

Dios mío, tú eres mi Dios,
    desesperado te busco.
Mi alma tiene sed de ti;
    todo mi ser suspira por ti,
como la tierra seca y árida
    desea el agua.

Te vi en tu templo,
    contemplé tu poder y tu gloria.
Tu fiel amor es mejor que la vida misma,
    mis labios te alaban.
Te alabaré con mi vida;
    alzaré las manos en tu nombre al adorarte.
Me sentiré completamente satisfecho,
    como quien disfruta de una comida muy sabrosa,
    y mis labios dichosos te alabarán.

Estando en mi lecho me acuerdo de ti,
    pienso en ti a media noche.
Porque tú me ayudas,
    y a la sombra de tus alas canto de alegría.
Me aferro a ti,
    tu mano derecha me sostiene.

Pero no lograrán nada los que buscan acabar conmigo,
    terminarán en la tumba.
10 Ellos serán castigados con la espada
    y sus cadáveres serán devorados por el chacal.
11 El rey estará feliz junto a Dios,
    y todos los que lo aman lo alabarán.
    En cambio, a los mentirosos se les tapará la boca.

El Señor reina

El SEÑOR reina,
    se viste de majestad;
el SEÑOR se viste,
    se pone el poder como cinturón.
El mundo está bien firme,
    no será removido.
Tu reino ha existido siempre;
    tú existes desde la eternidad.

Se levantaron los ríos, SEÑOR,
    hacen gran estruendo.
    Alzan sus olas rugientes,
pero tú, SEÑOR, reinando desde el cielo,
    eres más poderoso que las fuertes olas
    y que el estruendo de las aguas.

Se puede confiar en lo que tú declaras,[a]
    lo que tú siempre dijiste en cuanto a tu casa,
    tu hogar santo, SEÑOR.

Footnotes

  1. 93:5 Se puede […] declaras o Tus enseñanzas continuarán por siempre.

Esperamos la compasión del Señor

Canto para los peregrinos.

Miro hacia ti
    que reinas en los cielos.
Como un esclavo está pendiente de la mano de su amo,
    como los ojos de la esclava están pendientes de la mano de su ama,
así estamos pendientes del SEÑOR nuestro Dios,
    esperando que nos tenga compasión.

SEÑOR, ten compasión de nosotros,
    ya estamos cansados de que nos hagan sufrir tanto.
Hemos recibido demasiados insultos y golpes
    de esa gente que nos desprecia y está llena de orgullo.

Confía en Dios

Hijo mío, no olvides mis enseñanzas;
    y ten en mente mis mandamientos,
porque alargarán tu existencia
    y te darán años de vida y paz.
Que el fiel amor y la lealtad nunca te abandonen.
    Átalos a tu cuello, escríbelos en tu corazón,
así recibirás la aprobación y el aprecio
    de Dios y de la gente.

Confía en el SEÑOR totalmente,
    no en tu propia sabiduría.
Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas,
    y él te ayudará a vivir rectamente.
No te creas más sabio que los demás;
    respeta al SEÑOR y aléjate del mal,
pues eso será como medicina para tu cuerpo
    y como un refresco para tus huesos.

Honra al SEÑOR con tus riquezas
    y con los primeros frutos de tus cosechas,
10 así estarán repletos tus graneros
    y rebosantes tus depósitos de vino.

11 Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR,
    ni te enojes por sus reprensiones,
12 porque el SEÑOR disciplina al que ama,
    como un papá al hijo que quiere.

La sabiduría tiene valor

13 Afortunado el que halla sabiduría,
    el que adquiere inteligencia;
14 porque ellas dan más ganancias que la plata
    y rinden más beneficios que el oro.
15 Valen mucho más que las piedras preciosas;
    nada de lo que puedas desear se les puede comparar.
16 Con la mano derecha ofrecen larga vida,
    y con la izquierda, riquezas y honor.
17 Sus caminos son agradables,
    y pacíficos todos sus senderos.
18 La sabiduría es árbol de vida para los que la consiguen;
    qué afortunados son los que la retienen.

19 El SEÑOR fundó la tierra con sabiduría,
    estableció los cielos con inteligencia.
20 Con su conocimiento hizo separar los mares
    y que las nubes produjeran rocío.

Cómo relacionarse con los demás

21 Hijo mío, conserva el buen juicio
    y no pierdas de vista la discreción.
22 Serán fuente de vida para ti;
    te adornarán como un collar.
23 Podrás recorrer seguro tu camino
    y nunca tropezarás.
24 Cuando te acuestes no tendrás miedo,
    pues te acostarás y dormirás tranquilo.
25 No tendrás miedo de los desastres repentinos
    ni de la ruina que les sobreviene a los perversos,
26 porque el SEÑOR te dará confianza
    y te librará de caer en alguna trampa.

27 Si puedes hacer un favor a quien lo necesite,
    no te niegues.
28 No le digas a ningún semejante:
    «Hoy no puedo, vuelve mañana»,
    teniendo hoy con qué ayudarlo.
29 No hagas planes contra tu semejante,
    que vive confiado junto a ti.
30 No te pelees con nadie,
    si no te ha hecho ningún mal.
31 No envidies al violento,
    ni elijas ninguno de sus caminos.
32 Porque el SEÑOR detesta al perverso,
    pero es el mejor amigo del hombre honesto.
33 El SEÑOR maldice el hogar del perverso,
    pero bendice el del justo.
34 Se burla de los burlones,
    pero es bueno con los humildes.
35 Los sabios son dignos de respeto,
    pero los brutos sólo merecen deshonor.