Add parallel Print Page Options

Acuérdate, oh SEÑOR,
de tu compasión y de tu misericordia que son perpetuas.
No te acuerdes de los pecados de
mi juventud ni de mis rebeliones. Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, por tu bondad,
oh SEÑOR.
Bueno y recto es el SEÑOR;
por eso él enseñará a los pecadores
el camino.

Read full chapter