Salmos 23-25
Reina-Valera 1995
Jehová es mi pastor
Salmo de David
23 Jehová es mi pastor, nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
6 Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de Jehová moraré por largos días.
El rey de gloria
Salmo de David
24 De Jehová es la tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan,
2 porque él la fundó sobre los mares
y la afirmó sobre los ríos.
3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
4 El limpio de manos y puro de corazón;
el que no ha elevado su alma a cosas vanas
ni ha jurado con engaño.
5 Él recibirá bendición de Jehová
y justicia del Dios de salvación.
6 Tal es la generación de los que lo buscan,
de los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. Selah
7 ¡Alzad, puertas, vuestras cabezas!
¡Alzaos vosotras, puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria!
8 ¿Quién es este Rey de gloria?
¡Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla!
9 ¡Alzad, puertas, vuestras cabezas!
¡Alzaos vosotras, puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria!
10 ¿Quién es este Rey de gloria?
¡Es Jehová de los ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria! Selah
David implora dirección, perdón y protección
Salmo de David
25 A ti, Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío;
no sea yo avergonzado.
¡No se alegren de mí mis enemigos!
3 Ciertamente, no será confundido ninguno de cuantos esperan en ti;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, Jehová, tus caminos;
enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes.
Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mí,
por tu bondad.
8 Bueno y recto es Jehová;
por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes en la justicia
y enseñará a los mansos su carrera.
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad
para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, Jehová,
perdonarás también mi pecado, que es grande.
12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Gozará él de bienestar
y su descendencia heredará la tierra.
14 La comunión íntima de Jehová es con los que lo temen,
y a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos siempre se dirigen hacia Jehová,
porque él saca mis pies de la red.
16 Mírame y ten misericordia de mí,
porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdona todos mis pecados.
19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado
y con odio violento me aborrecen.
20 ¡Guarda mi alma y líbrame!
No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.
21 Integridad y rectitud me guarden,
porque en ti he esperado.
22 ¡Redime, Dios, a Israel
de todas sus angustias!
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