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Tú has examinado mi corazón;
por las noches has venido a verme.
¡Ponme a prueba, que nada malo hallarás!
¡Nada malo han pronunciado mis labios!
Yo no hago lo que otros hacen;
al contrario, tomo en cuenta tus palabras
y me alejo de caminos de violencia.
Sostén mis pasos en tus sendas
para que mis pies no resbalen.

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