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Cómo estar cerca de Dios

Canción de David.

SEÑOR, ¿quién puede vivir en tu templo?
    ¿Quién puede subir a tu monte santo[a]?
Sólo el que vive con honestidad, y hace lo justo,
    pensando y diciendo la verdad;
el que no calumnie a nadie,
    el que no le haga mal a sus semejantes,
    ni insulte a sus vecinos;
sólo el que se aparte de los que Dios desprecia,
    y el que respete al que teme al SEÑOR;
el que cumpla lo que promete,
    aunque tenga que sacrificarse para hacerlo;
el que no cobre intereses por un préstamo,
    y no se deje sobornar para causar daño a gente inocente.

Sólo el que lleve una vida así podrá estar siempre cerca de Dios.

Footnotes

  1. 15:1 monte santo Sion, el monte sobre la cual está construida Jerusalén.

El elegido del Señor

Al director. Al compás de la melodía «Los Lirios».[a] Un poema de los descendientes de Coré. Canto de amor.

Mi mente se agita con palabras hermosas
    cuando le recito al rey mi poema;
    mi lengua es como la pluma de un escritor talentoso.

Eres el hombre más apuesto que existe;
    tienes una hermosa manera de hablar,
    y por eso Dios siempre te bendice.
Ponte tu espada en la cintura, poderoso,
    con tu esplendor y majestad.
Cabalga victorioso por la verdad,
    la humildad y la justicia.
    Que tu poderosa mano realice grandes hazañas.
Tus agudas flechas caen en el corazón de tus enemigos,
    y las naciones se postran a tus pies.
Tu reino, oh Dios, seguirá por siempre,
    gobiernas tu reino con justicia.
Amas la justicia y detestas la maldad.
    Por eso te eligió Dios, tu Dios,
y te ha dado un honor y una alegría
    más grande que las que tienen los que son como tú.
Toda tu ropa tiene aroma de mirra, áloe y canela.
    En palacios de marfil te alegran al son de instrumentos de cuerda.
En las damas de tu corte hay hijas de reyes;
    La reina se sienta a tu derecha, luciendo oro puro.

10 Escucha, hijita, presta atención y fíjate bien:
    Olvídate de tu pueblo y de tu familia,
11 para que así el rey pueda admirar tu belleza,
    pues él es tu esposo[b] y debes honrarlo.
12 La gente de Tiro vendrá con regalos,
    los ricos del país procurarán quedar bien contigo.

13 Su novia es una princesa que hace su entrada
    luciendo un vestido hermoso bordado en oro.
14 Llevan a la princesa con su bello vestido a donde está el rey,
    seguida de sus damas de compañía.
15 Todas ellas entran al palacio del rey,
    llenas de alegría.

16 Tus hijos ocuparán el trono de tus antepasados
    y harás que gobiernen todo el país.
17 Haré que se conozca tu nombre de generación en generación,
    y que las naciones te alaben por siempre.

Footnotes

  1. Salmo 45 Al compás […] «Los Lirios» o Con la melodía de la Sosanim.
  2. 45:11 esposo o amo.

Gracias, Señor

Al director. Al compás de «No destruyas». Canción de Asaf. Canto.

Te agradecemos, oh Dios;
    te damos gracias, pues estás cerca,
    y la gente habla de las maravillas que haces.

Tú dices: «En el momento adecuado,
    voy a juzgar con justicia.
Cuando la tierra y todo lo que hay en ella tiemblan
    y están a punto de caer,
    yo soy quien les devuelvo la fuerza». Selah

Les digo a los orgullosos: «No sean presumidos».
    A los malos les digo: «No sean arrogantes;
no se las den de fuertes,
    ni sean testarudos».

La importancia que uno tiene no viene del oriente,
    ni del occidente ni del desierto;
Dios es el único capaz de juzgar;
    a unos los humilla y a otros les da importancia.
El SEÑOR tiene en su mano una copa
    llena de vino espumoso mezclado con especias.
Cuando lo derrame,
    todos los perversos de la tierra beberán
    hasta la última gota.
Siempre estaré celebrando;
    cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10 Dios dice: «Le quitaré el poder a los perversos
    y se lo aumentaré a los justos».

Cuéntenles a los pueblos sus obras

(1 Cr 16:8-22)

Den gracias al SEÑOR, alaben su nombre.
    Cuéntenles a las naciones lo que ha hecho.
Entonen canciones de alabanza a Dios;
    hablen de las maravillas que él hace.
Siéntanse orgullosos de su santo nombre.
    Que se alegre el corazón de los que buscan al SEÑOR.
Busquen fortaleza en el SEÑOR;
    recurran siempre a su ayuda.
Recuerden sus señales y milagros
    y las decisiones justas que ha dictado.
Recuérdenlo ustedes, descendientes de Abraham, su siervo;
    ustedes hijos de Jacob, el elegido.
El SEÑOR es nuestro Dios;
    sus justas decisiones tienen vigencia en el mundo entero.[a]

Él recuerda siempre su pacto;
    por mil generaciones será fiel a sus promesas.
Mantendrá el pacto que hizo con Abraham,
    la promesa que le hizo a Isaac,
10 y luego la confirmó como ley a Jacob,
    como pacto eterno para Israel.
11 Dios dijo: «Te daré la tierra de Canaán,
    como la herencia que te corresponde».

12 Aun cuando eran pocos,
    unos cuantos extranjeros en la tierra;
13 que viajaban de nación en nación,
    de un reino a otro,
14 Dios no permitió que nadie los oprimiera,
    sino que les advirtió a los reyes:
15 «No toquen a mis elegidos,
    ni les hagan daño a mis profetas».

16 Dios hizo que hubiera hambre en aquella tierra,
    les destruyó todo su alimento.
17 Pero Dios envió delante de ellos a un hombre llamado José,
    que había sido vendido como esclavo.
18 Ataron una cadena a sus pies
    y le pusieron un aro de hierro en su cuello.
19 José fue esclavo hasta que sucedió lo que él había anunciado.
    La promesa del SEÑOR que José había recibido,
    lo ponía a aprueba continuamente.[b]
20 Así que el rey de Egipto lo liberó;
    el líder de la nación lo sacó de la prisión.
21 Él puso a José a cargo de su casa,
    y de todo lo que el rey poseía,
22 para que les enseñara a los otros líderes
    y les comunicara sabiduría a los ancianos.

23 Entonces, Israel vino a Egipto;
    Jacob vivió en el país de Cam[c].
24 Dios hizo que su pueblo creciera en gran número;
    se volvieron más poderosos que sus enemigos.
25 Entonces hizo que los egipcios comenzaran a odiar al pueblo de Dios
    e hicieran planes contra los siervos de él.
26 Entonces Dios envió a su siervo Moisés
    y a Aarón, su sacerdote elegido.
27 Ellos hicieron muchas señales
    y maravillas en el país de Cam.
28 Dios envió la más terrible oscuridad,
    pero los egipcios no le prestaron atención.
29 Así que convirtió el agua en sangre,
    y todos los peces murieron.
30 El país de los egipcios se llenó de ranas,
    incluso la habitación del rey.
31 Dios dio la orden,
    y las moscas y los insectos invadieron todo el país.
32 Dios hizo que la lluvia se convirtiera en granizo,
    e hizo caer fuertes rayos sobre la ciudad.
33 Dios destruyó sus cultivos y sus plantas;
    hizo astillas hasta el último árbol del país.
34 Dio la orden, y llegaron las langostas;
    el número de larvas de langosta era incontable.
35 Destruyeron todas las plantas del país;
    se comieron todos los cultivos.
36 Entonces, les quitó la vida
    a todos los hijos mayores de las familias del país,
    el primer fruto de su vigor.

37 Luego sacó a su pueblo de Egipto, cargado de oro y plata.
    Ninguno de entre sus tribus tropezó.
38 Egipto estaba feliz de verlos salir,
    porque los dominaba el miedo que les tenían.
39 Dios desplegó una nube para cubrirlos
    y un fuego que los alumbrara de noche.
40 La gente le pidió comida, y Dios les dio codornices;
    les envió desde el cielo pan en abundancia.
41 Abrió la roca y de ella salió agua por montones,
    la cual corrió como un río en medio del desierto.
42 Dios recordó la promesa sagrada
    que había hecho a su siervo Abraham.
43 Dios sacó a su pueblo elegido;
    salieron felices dando gritos de alegría.
44 Luego, le dio a su pueblo la tierra en que otros vivían;
    recibieron lo que otros habían trabajado.
45 Dios hizo esto para que su pueblo obedeciera sus leyes
    y siguiera sus enseñanzas.

¡Alabado sea el SEÑOR!

Footnotes

  1. 105:7 sus justas decisiones […] mundo entero Textualmente sus órdenes están en toda la tierra.
  2. 105:19 La promesa […] continuamente o El mensaje del SEÑOR iba purificando a José.
  3. 105:23 país de Cam o Egipto. La Biblia enseña que los egipcios eran descendientes de Cam. Ver Gn 47:11. Igual en 106:22.

El Señor es grandioso

¡Aleluya!

Alaben el nombre del SEÑOR;
    Siervos del SEÑOR, alábenlo,
los que están en el templo del SEÑOR,
    en los patios del templo de nuestro Dios.
Alaben al SEÑOR, porque él es bueno;
    canten alabanzas a su nombre,
    pues eso es placentero.
Porque el SEÑOR eligió a Jacob para que fuera suyo;
    Israel le pertenece.

Yo sé que el SEÑOR es grandioso;
    nuestro Señor es más grande que todos los dioses.
El SEÑOR hace su voluntad en el cielo, en la tierra
    y también en las profundidades del océano.
Levanta las nubes desde los extremos de la tierra,
    hace que caigan la lluvia y los relámpagos
    y que el viento sople fuerte.

Dios destruyó a los hijos mayores de Egipto,
    tanto de seres humanos como de animales.
Él hizo muchos milagros y maravillas en medio de ti, Egipto,
    en contra del faraón y de todos sus siervos.
10 Él castigó a muchas naciones
    y acabó con la vida de reyes poderosos.
11 Castigó a Sijón, rey de los amorreos,
    a Og, rey de Basán,
    y a todas las ciudades de Canaán.
12 Luego repartió sus tierras
    entre la gente de Israel, su pueblo.

13 SEÑOR, tu nombre siempre será famoso;
    SEÑOR, serás recordado de generación en generación.
14 El SEÑOR hace justicia a su pueblo
    y tiene compasión de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son oro y plata,
    productos hechos por manos humanas.
16 Tienen boca, pero no pueden hablar;
    tienen ojos, pero no pueden ver.
17 Tienen oídos, pero no pueden oír;
    tienen nariz, pero no pueden respirar.
18 Así quedarán como esos ídolos
    los que los hacen y los que confían en ellos.

19 Pueblo de Israel, alaba al SEÑOR;
    descendientes de Aarón, alaben al SEÑOR.
20 Levitas, alaben al SEÑOR;
    ustedes los que respetan al SEÑOR, alaben al SEÑOR.
21 Bendito sea el SEÑOR desde Sion,
    el que vive en Jerusalén.

¡Aleluya!

15 La respuesta amable calma los ánimos,
    pero la respuesta áspera aumenta el enojo.
La gente escucha con gusto a los sabios,
    pero los brutos dicen tonterías a torrentes.
Los ojos del SEÑOR están en todas partes,
    observando a los buenos y a los malos.
La palabra amable es árbol de vida;
    la palabra perversa destruye el espíritu.

El insensato rechaza la corrección del papá;
    pero el que la acepta, demuestra inteligencia.
En la casa del justo hay de todo en abundancia,
    pero las ganancias del perverso sólo le traen problemas.
Los labios de los sabios difunden el conocimiento,
    pero no vale la pena escuchar lo que dicen los brutos.
El SEÑOR detesta las ofrendas de los perversos,
    pero le agradan las oraciones de los justos.
El SEÑOR odia la forma de vida de los perversos,
    pero ama a los que buscan la justicia.
10 El que se encamina por la mala vida será castigado,
    y el que odia que lo corrijan será destruido.
11 La muerte y el sepulcro están a la vista del SEÑOR,
    ¡con mayor razón todo lo que la gente está pensando!
12 El burlón no ama a quien lo corrige,
    ni busca el consejo de los sabios.

13 Corazón contento, rostro alegre;
    corazón triste, ánimo decaído.
14 El sabio trata de ganar más conocimiento,
    el bruto sólo quiere saber tonterías.
15 Para el afligido, todo el tiempo es tristeza,
    pero para el alegre, la vida es una fiesta.
16 Es mejor ser pobre y respetar al SEÑOR,
    que ser rico y llenarse de preocupaciones.
17 Es mejor comer poco donde hay amor,
    que comer mucho donde hay odio.

18 El que se enoja fácilmente arma líos;
    el que es paciente los calma.
19 La vida del perezoso está plagada de dificultades,
    pero al justo se le facilita la vida.

20 El hijo sabio hace feliz al papá,
    pero el bruto menosprecia a la mamá.
21 El torpe es feliz haciendo tonterías,
    pero el sabio se ocupa de lo que tiene valor.
22 Los planes fracasan cuando no se consultan,
    pero tienen éxito cuando se pide consejo a los que saben.
23 Qué bueno es dar la respuesta adecuada,
    y mejor aun dar un consejo a tiempo.

24 El camino de la vida es hacia arriba para el hombre sabio,
    y así evita tener que ir hacia abajo, al sepulcro.

25 El SEÑOR acaba con las posesiones del orgulloso,
    pero protege las posesiones de la viuda.
26 El SEÑOR detesta los malos pensamientos,
    pero se alegra con las palabras amables.
27 El que se da a la estafa trae problemas a su familia,
    pero el que rechaza el soborno vivirá.
28 El justo piensa antes de responder,
    pero el perverso escupe maldad por la boca.
29 El SEÑOR se aleja de los perversos,
    pero está atento a las oraciones de los justos.

30 Una mirada bondadosa alegra el corazón,
    y las buenas noticias reaniman.
31 El que hace caso a la disciplina de la vida
    ocupará un lugar entre los sabios.
32 El que desprecia la corrección se desprecia a sí mismo;
    el que hace caso a la corrección se llena de entendimiento.
33 Respetar al SEÑOR es una enseñanza sabia;
    se requiere humildad para recibir honores.