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El hogar del justo

Canto para los peregrinos.

Afortunado todo el que respeta al SEÑOR,
    todo el que sigue el camino de Dios.
Disfrutarás del fruto de tu trabajo,
    serás feliz y te irá bien en la vida.
En tu hogar, tu mujer será
    como una vid llena de uvas;
tus hijos, alrededor de tu mesa,
    serán como plantas de olivo.
De esa manera será bendecido
    el que respeta al SEÑOR.

Que el SEÑOR te bendiga desde Sion
    para que veas las bendiciones de Jerusalén toda tu vida.
Que puedas conocer a los hijos de tus hijos.

¡Que haya paz en Israel!

La bienaventuranza del que teme a Jehová

Cántico gradual.

128 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,

Que anda en sus caminos.

Cuando comieres el trabajo de tus manos,

Bienaventurado serás, y te irá bien.

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;

Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

He aquí que así será bendecido el hombre

Que teme a Jehová.

Bendígate Jehová desde Sion,

Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

Y veas a los hijos de tus hijos.

Paz sea sobre Israel.

Cántico de los peregrinos.

128 Dichosos todos los que temen al Señor,
    los que van por sus caminos.
Lo que ganes con tus manos, eso comerás;
    gozarás de dicha y prosperidad.
En el seno de tu hogar,
    tu esposa será como vid llena de uvas;
alrededor de tu mesa,
    tus hijos serán como vástagos de olivo.
Así será bendecido
    aquel que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión
    y veas la prosperidad de Jerusalén
    todos los días de tu vida.
Que vivas para ver a los hijos de tus hijos.
    ¡Que haya paz en Israel!