Salmos 121
La Biblia de las Américas
El Señor, guardador de Israel
Cántico de ascenso gradual[a].
121 Levantaré mis ojos(A) a los montes(B);
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del Señor(C),
que hizo los cielos y la tierra(D).
3 No permitirá que tu pie resbale(E);
no se adormecerá el que te guarda(F).
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel.
5 El Señor es tu guardador(G);
el Señor es tu sombra a tu mano derecha(H).
6 El sol no te herirá[b](I) de día,
ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá[c] de todo mal(J);
El guardará tu alma.
8 El Señor guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre(K).
Footnotes
- Salmos 121:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
- Salmos 121:6 O, abrumará
- Salmos 121:7 O, guardará
Nehemías 4
La Biblia de las Américas
Oposición de los enemigos
4 [a]Y sucedió que cuando Sanbalat se enteró(A) de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho. Y burlándose de los judíos, 2 habló en presencia de sus hermanos y de los ricos[b] de Samaria(B), y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos[c](C), aun las quemadas? 3 Tobías el amonita estaba cerca de él, y dijo: Aun lo que están edificando, si un zorro saltara[d] sobre ello(D), derribaría su muralla de piedra.
4 Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados(E). Devuelve su oprobio sobre sus cabezas(F) y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. 5 No perdones[e] su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de ti(G), porque han desmoralizado a[f] los que edifican. 6 Y edificamos la muralla hasta que[g] toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo[h] para trabajar.
7 [i]Aconteció que cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod se enteraron que continuaba la reparación[j] de las murallas de Jerusalén, que las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho. 8 Y todos ellos conspiraron juntos(H) para venir a luchar contra Jerusalén y causar disturbio en ella. 9 Entonces oramos a nuestro Dios, y para defendernos[k] montamos guardia contra ellos(I) de día y de noche. 10 Pero se decía en[l] Judá:
Desfallecen las fuerzas de los cargadores,
y queda mucho escombro[m];
nosotros no podemos
reedificar la muralla.
11 Y nuestros enemigos decían: No sabrán ni verán hasta que entremos en medio de ellos y los matemos y hagamos cesar la obra. 12 Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: Subirán[n] contra nosotros de todo lugar adonde os volváis, 13 entonces aposté hombres en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos[o]; aposté al pueblo por familias con sus espadas(J), sus lanzas y sus arcos. 14 Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: No les tengáis miedo; acordaos del Señor, que es grande y temible(K), y luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas(L).
15 Sucedió que nuestros enemigos se enteraron que lo sabíamos y que Dios había desbaratado sus planes(M); entonces todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo. 16 Y sucedió que desde aquel día la mitad de mis hombres[p] trabajaban en la obra mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas; y los capitanes estaban detrás de toda la casa de Judá. 17 Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma. 18 Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí. 19 Y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y estamos separados en la muralla, lejos el uno del otro. 20 En el lugar que oigáis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros(N).
21 Hacíamos el trabajo con la mitad[q] empuñando lanzas desde el despuntar[r] del alba hasta que salían las estrellas. 22 En aquel tiempo dije también al pueblo: Cada hombre con su sirviente pase la noche dentro de Jerusalén, para que nos sirvan de guarda por la noche y de obrero por el día. 23 Ni yo, ni mis hermanos, ni mis sirvientes, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma en la mano[s].
Footnotes
- Nehemías 4:1 En el texto heb., cap. 3:33
- Nehemías 4:2 O, del ejército
- Nehemías 4:2 Lit., montones de polvo
- Nehemías 4:3 Lit., subiera
- Nehemías 4:5 Lit., cubras
- Nehemías 4:5 Lit., ofendido contra
- Nehemías 4:6 Lit., y
- Nehemías 4:6 Lit., corazón
- Nehemías 4:7 En el texto heb., cap. 4:1
- Nehemías 4:7 Lit., recuperación
- Nehemías 4:9 Lit., y a causa de ellos
- Nehemías 4:10 Lit., Y dijo
- Nehemías 4:10 Lit., polvo
- Nehemías 4:12 Así en la versión gr. (sept.); el T.M. omite: subirán
- Nehemías 4:13 Lit., desnudos
- Nehemías 4:16 Lit., jóvenes
- Nehemías 4:21 Lit., la mitad de ellos
- Nehemías 4:21 Lit., la subida
- Nehemías 4:23 Heb., su arma al agua
Apocalipsis 8
La Biblia de las Américas
El séptimo sello
8 Cuando el Cordero abrió el séptimo sello(A), hubo silencio en el cielo como por media hora. 2 Y vi a los siete ángeles(B) que están de pie delante de Dios, y se les dieron siete trompetas(C).
3 Otro ángel(D) vino y se paró ante el altar(E) con[a] un incensario de oro(F), y se le dio mucho incienso(G) para que lo añadiera[b] a las oraciones de todos los santos(H) sobre el altar de oro(I) que estaba delante del trono. 4 Y de la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con[c] las oraciones de los santos(J). 5 Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar(K) y lo arrojó a la tierra(L), y hubo truenos(M), ruidos[d], relámpagos y un terremoto(N).
Las primeras cuatro trompetas
6 Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas(O) se prepararon para tocarlas.
7 El primero tocó la trompeta, y vino granizo y fuego(P) mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra; y se quemó la tercera parte de la tierra(Q), se quemó la tercera parte(R) de los árboles(S) y se quemó toda la hierba verde(T).
8 El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como una gran montaña ardiendo en llamas(U) fue arrojado al mar, y la tercera parte(V) del mar se convirtió en sangre(W). 9 Y murió la tercera parte de los seres(X) que estaban en el mar y que[e] tenían vida; y la tercera parte de los barcos fue destruida(Y).
10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo(Z) una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte(AA) de los ríos y sobre los manantiales de las aguas(AB). 11 Y el nombre de la estrella es Ajenjo; y la tercera parte(AC) de las aguas se convirtió en ajenjo(AD), y muchos hombres murieron por causa de las aguas, porque se habían vuelto amargas.
12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte(AE) del sol(AF), la tercera parte de la luna(AG) y la tercera parte(AH) de las estrellas(AI), para que la tercera parte(AJ) de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte(AK), y asimismo la noche.
13 Entonces miré, y oí volar a un águila[f] en medio del cielo(AL), que decía a gran voz: ¡Ay, ay, ay(AM), de los que habitan en la tierra(AN), a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar(AO)!
Footnotes
- Apocalipsis 8:3 Lit., teniendo
- Apocalipsis 8:3 Lit., diera
- Apocalipsis 8:4 O, para
- Apocalipsis 8:5 O, voces
- Apocalipsis 8:9 Lit., los que
- Apocalipsis 8:13 Algunos mss. posteriores dicen: ángel
Mateo 13:31-35
La Biblia de las Américas
Parábola del grano de mostaza
31 Les refirió otra parábola, diciendo: (A)El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza(B), que un hombre tomó y sembró en su campo, 32 y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas(C).
Parábola de la levadura
33 Les dijo otra parábola: (D)El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas[a] de harina hasta que todo quedó fermentado(E).
34 Todo esto habló Jesús en parábolas a las multitudes, y nada les hablaba sin parábola(F), 35 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo:
Abriré mi boca en parábolas;
hablare de cosas ocultas desde la fundación del mundo(G).
Footnotes
- Mateo 13:33 Gr., sata; un sato equivale aprox. a 13 litros
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