Add parallel Print Page Options

El malvado se enorgullece de su ambición,
el codicioso blasfema e injuria al Señor.
El malvado, en su soberbia, de nada se preocupa:
“No hay Dios”; esto es todo lo que piensa.
Sus caminos siempre prosperan,
tus mandatos están lejos de él,
a todos sus enemigos desprecia.

Read full chapter