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Salmo de acción de gracias por la justicia de Dios

Para el director del coro; sobre Mut-laben[a]. Salmo de David.

Alabaré [b] al Señor con todo mi corazón(A).
Todas tus maravillas[c] contaré(B);
en ti me alegraré y me regocijaré(C);
cantaré alabanzas a tu nombre(D), oh Altísimo(E).

Cuando mis enemigos retroceden,
tropiezan y perecen delante de ti(F).
Porque tú has mantenido mi derecho y mi causa(G);
te sientas en el trono juzgando con justicia[d](H).
Has reprendido a las naciones(I), has destruido al impío,
has borrado su nombre para siempre jamás(J).
El enemigo ha llegado a su fin en desolación eterna,
y tú has destruido sus ciudades[e];
su recuerdo ha perecido con ellas(K).

Pero el Señor permanece[f] para siempre(L);
ha establecido su trono para juicio(M),
y juzgará al mundo con justicia;
con equidad ejecutará juicio sobre[g] los pueblos(N).
Será[h] también el Señor baluarte para el oprimido[i],
baluarte en tiempos de angustia(O).
10 En ti pondrán[j] su confianza los que conocen tu nombre(P),
porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan(Q).

11 Cantad alabanzas al Señor, que mora en Sión(R);
proclamad entre los pueblos sus proezas(S).
12 Porque el que pide cuentas de la sangre(T) derramada, se acuerda de ellos;
no olvida el clamor de los afligidos(U).
13 Oh Señor, ten piedad de mí;
mira mi aflicción por causa de los que me aborrecen(V),
tú que me levantas de las puertas de la muerte(W);
14 para que yo cuente todas tus alabanzas(X),
para que en las puertas de la hija de Sión
me regocije en tu salvación(Y).
15 Las naciones se han hundido en el foso que hicieron(Z);
en la red que escondieron, quedó prendido su pie(AA).
16 El Señor se ha dado a conocer(AB);
ha ejecutado juicio(AC).
El impío es atrapado en la obra de sus manos[k]. (Higaion[l] Selah[m])

17 Los impíos volverán[n] al Seol[o](AD),
o sea, todas las naciones que se olvidan de Dios(AE).
18 Pues el necesitado no será olvidado para siempre(AF),
ni la esperanza de los afligidos perecerá eternamente(AG).
19 Levántate, oh Señor(AH); no prevalezca el hombre;
sean juzgadas las naciones delante de ti(AI).
20 Pon temor en ellas[p](AJ), oh Señor;
aprendan las naciones que no son sino hombres(AK). (Selah)

Footnotes

  1. Salmos 9:1 I.e., Muerte al Hijo
  2. Salmos 9:1 O, Daré gracias
  3. Salmos 9:1 O, milagros
  4. Salmos 9:4 O, como Juez justo
  5. Salmos 9:6 U, Oh enemigo, las desolaciones han terminado para siempre; y sus ciudades tú has desarraigado
  6. Salmos 9:7 O, se sienta en el trono
  7. Salmos 9:8 O, para
  8. Salmos 9:9 O, Sea
  9. Salmos 9:9 O, pobre
  10. Salmos 9:10 O, Y que en ti pongan
  11. Salmos 9:16 Lit., palmas
  12. Salmos 9:16 Posiblemente, Música resonante, o Meditación
  13. Salmos 9:16 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  14. Salmos 9:17 O, se volverán
  15. Salmos 9:17 I.e., región de los muertos
  16. Salmos 9:20 O, Ponlas en temor

Acción de gracias por la justicia de Dios

Al músico principal; sobre Mut-labén. Salmo de David.

Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;

Contaré todas tus maravillas.

Me alegraré y me regocijaré en ti;

Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

Mis enemigos volvieron atrás;

Cayeron y perecieron delante de ti.

Porque has mantenido mi derecho y mi causa;

Te has sentado en el trono juzgando con justicia.

Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,

Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre.

Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre;

Y las ciudades que derribaste,

Su memoria pereció con ellas.

Pero Jehová permanecerá para siempre;

Ha dispuesto su trono para juicio.

Él juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con rectitud.

Jehová será refugio del pobre,

Refugio para el tiempo de angustia.

10 En ti confiarán los que conocen tu nombre,

Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.

11 Cantad a Jehová, que habita en Sion;

Publicad entre los pueblos sus obras.

12 Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos;

No se olvidó del clamor de los afligidos.

13 Ten misericordia de mí, Jehová;

Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,

Tú que me levantas de las puertas de la muerte,

14 Para que cuente yo todas tus alabanzas

En las puertas de la hija de Sion,

Y me goce en tu salvación.

15 Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron;

En la red que escondieron fue tomado su pie.

16 Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó;

En la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah

17 Los malos serán trasladados al Seol,

Todas las gentes que se olvidan de Dios.

18 Porque no para siempre será olvidado el menesteroso,

Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre;

Sean juzgadas las naciones delante de ti.

20 Pon, oh Jehová, temor en ellos;

Conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah

Desafío de Goliat

17 Los filisteos reunieron sus ejércitos para la guerra(A), y se concentraron en Soco, que pertenece a Judá; y acamparon entre Soco(B) y Azeca(C), en Efes-damim[a](D). Y Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle de Ela(E), y se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a los filisteos. Los filisteos estaban a un lado del monte, e Israel estaba al otro lado del monte, y entre ellos, el valle. Entonces de los ejércitos de los filisteos salió un campeón llamado Goliat(F), de Gat(G), cuya altura era de seis codos[b] y un palmo. Tenía un yelmo de bronce sobre la cabeza y llevaba una cota de malla, y el peso de la cota era de cinco mil siclos de bronce. Tenía también grebas[c] de bronce en las piernas y una jabalina de bronce(H) colgada entre los hombros. El asta de su lanza era como un rodillo de telar(I) y la punta de su lanza pesaba seiscientos siclos de hierro; y su escudero iba delante de él(J). Y Goliat se paró y gritó a las filas de Israel, diciéndoles: ¿Para qué habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo filisteo y vosotros siervos de Saúl(K)? Escogeos un hombre y que venga contra[d] mí. Si es capaz de pelear conmigo y matarme[e], entonces seremos vuestros siervos; pero si yo lo venzo y lo mato[f], entonces seréis nuestros siervos y nos serviréis(L). 10 De nuevo el filisteo dijo: Hoy desafío a las filas de Israel; dadme un hombre para que luchemos mano a mano[g](M). 11 Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del filisteo, se acobardaron y tuvieron gran temor.

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Footnotes

  1. 1 Samuel 17:1 En 1 Crón. 11:13, Pasdamim
  2. 1 Samuel 17:4 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
  3. 1 Samuel 17:6 I.e., pieza de la armadura que protege la pierna
  4. 1 Samuel 17:8 Lit., a
  5. 1 Samuel 17:9 Lit., herirme
  6. 1 Samuel 17:9 Lit., hiero
  7. 1 Samuel 17:10 Lit., juntos

David mata a Goliat

17 Los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y se congregaron en Soco, que es de Judá, y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim. También Saúl y los hombres de Israel se juntaron, y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla contra los filisteos. Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos. Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él. Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. 10 Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. 11 Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.

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Jesús y los niños

15 (A)Y le traían aun a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver esto los discípulos, los reprendían. 16 Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como estos[a] es el reino de Dios. 17 En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él(B).

El joven rico

18 (C)Y cierto hombre prominente[b] le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. 20 Tú sabes los mandamientos: «No cometas adulterio, No mates, No hurtes, No des falso testimonio, Honra a tu padre y a tu madre(D)». 21 Y él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos(E); y ven, sígueme(F). 23 Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico. 24 Mirándolo Jesús, dijo: ¡Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen riquezas(G)! 25 Porque es más fácil que un camello pase[c] por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios(H). 26 Los que oyeron esto, dijeron: ¿Y quién podrá salvarse? 27 Y Él respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios(I). 28 Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo[d] y te hemos seguido(J). 29 Entonces Él les dijo: En verdad os digo: no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios(K), 30 que no reciba muchas veces más en este tiempo, y en el siglo venidero(L), la vida eterna.

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Footnotes

  1. Lucas 18:16 O, de los tales
  2. Lucas 18:18 O, principal
  3. Lucas 18:25 Lit., entre
  4. Lucas 18:28 Lit., lo nuestro

Jesús bendice a los niños

(Mt. 19.13-15; Mr. 10.13-16)

15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. 16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

El joven rico

(Mt. 19.16-30; Mr. 10.17-31)

18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios. 20 Los mandamientos sabes: No adulterarás;(A) no matarás;(B) no hurtarás;(C) no dirás falso testimonio;(D) honra a tu padre y a tu madre.(E) 21 Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. 24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. 28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. 29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

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