Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar».[a] Salmo de David.

Oh Señor, Soberano nuestro,
    ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!

¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!
Con la alabanza que brota de los labios de los pequeñitos
    y de los niños de pecho
has construido una fortaleza,
    para silenciar al enemigo y al vengativo.
Cuando contemplo tus cielos,
    obra de tus dedos,
    la luna y las estrellas que allí fijaste,
me pregunto:
    «¿Qué es el hombre para que en él pienses?
    ¿Qué es el hijo del hombre para que lo tomes en cuenta?».

Lo hiciste poco menor que los ángeles[b]
    y lo coronaste de gloria y de honra.
Le diste dominio sobre la obra de tus manos;
    todo lo pusiste bajo sus pies:
todas las ovejas, todos los bueyes,
    todos los animales del campo,
las aves del cielo,
    los peces del mar
    y todo lo que surca los senderos del mar.

Oh Señor, Soberano nuestro,
    ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!

Notas al pie

  1. 8 Título. Sígase … lagar. Lit. Según la gittith.
  2. 8:5 que los ángeles. Alt. que los seres celestiales o que Dios.

La gloria del Señor y la dignidad del hombre

Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de David.

¡Oh Señor, Señor nuestro,
cuán glorioso[a] es tu nombre en toda la tierra,
que has desplegado[b] tu gloria sobre los cielos(A)!
Por boca de los infantes y de los niños de pecho(B) has establecido tu fortaleza(C),
por causa de tus adversarios,
para hacer cesar[c] al enemigo y al vengativo(D).

Cuando veo[d] tus cielos(E), obra de tus dedos,
la luna y las estrellas(F) que tú has establecido[e],
digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes,
y el hijo del hombre para que lo cuides[f](G)?
¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles[g](H),
y lo coronas(I) de gloria y majestad(J)!
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos(K);
todo lo has puesto bajo sus pies(L):
ovejas y bueyes, todos ellos,
y también las bestias del campo,
las aves de los cielos y los peces del mar,
cuanto atraviesa las sendas de los mares.

¡Oh Señor, Señor nuestro,
cuán glorioso[h] es tu nombre en toda la tierra(M)!

Notas al pie

  1. Salmos 8:1 O, majestuoso
  2. Salmos 8:1 O, puesto
  3. Salmos 8:2 O, callar
  4. Salmos 8:3 O, considero
  5. Salmos 8:3 O, fijado
  6. Salmos 8:4 Lit., lo visites
  7. Salmos 8:5 O, un dios; heb., Elohim
  8. Salmos 8:9 O, majestuoso

La gloria del Señor y la dignidad del hombre

Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de David.

Posiblemente instrumento o melodía procedente de Gat.

¡Oh Señor, Señor nuestro,
Cuán glorioso es Tu nombre en toda la tierra,
Que has desplegado Tu gloria sobre los cielos(A)!
Por boca de los infantes y de los niños de pecho(B) has establecido Tu fortaleza(C),
Por causa de Tus adversarios,
Para hacer cesar al enemigo y al vengativo(D).

Cuando veo Tus cielos(E), obra de Tus dedos,
La luna y las estrellas(F) que Tú has establecido,
Digo: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
Y el hijo del hombre para que lo cuides[a](G)?
¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles(H),
Y lo coronas(I) de gloria y majestad(J)!
Tú le haces señorear sobre las obras de Tus manos(K);
Todo lo has puesto bajo sus pies(L):
Todas las ovejas y los bueyes,
Y también las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar,
Cuanto atraviesa las sendas de los mares.

¡Oh Señor, Señor nuestro,
Cuán glorioso es Tu nombre en toda la tierra(M)!

Notas al pie

  1. Salmos 8:4 Lit. lo visites.

La gloria de Dios y la honra del hombre

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Has puesto tu gloria sobre los cielos;

De la boca de los niños y de los que maman,(A) fundaste la fortaleza,

A causa de tus enemigos,

Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?(B)

Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:(C)

Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Salmo de David, para las ofrendas memoriales.

38 Señor, no me reprendas en tu enojo
    ni me castigues en tu ira.
Porque tus flechas me han atravesado
    y sobre mí ha caído tu mano.
Por causa de tu indignación no hay nada sano en mi cuerpo;
    por causa de mi pecado no me quedan huesos sanos.
Mis maldades me abruman,
    son una carga demasiado pesada para mí.

Por causa de mi insensatez
    mis llagas hieden y supuran.
Estoy agobiado, del todo abatido;
    todo el día ando afligido.
Mi espalda está llena de dolores punzantes;
    no hay nada sano en mi cuerpo.
Me siento débil, completamente deshecho;
    mi corazón gime angustiado.

Ante ti, Señor, están todos mis deseos;
    no te son un secreto mis suspiros.
10 Late mi corazón con violencia,
    las fuerzas me abandonan,
    hasta la luz de mis ojos se apaga.
11 Mis amigos y vecinos se apartan de mis llagas;
    mis parientes se mantienen a distancia.
12 Tienden sus trampas los que quieren matarme;
    maquinan mi ruina los que buscan mi mal
    y todo el día urden engaños.

13 Pero yo, como un sordo, no escucho;
    como un mudo, no respondo.
14 Soy como los que no oyen
    ni pueden hablar para defenderse.
15 Yo, Señor, espero en ti;
    tú, Señor y Dios mío, serás quien responda.
16 Tan solo pido que no se burlen de mí,
    que cuando tropiece no se crean superiores.

17 Estoy por desfallecer;
    el dolor no me deja un solo instante.
18 Voy a confesar mi iniquidad,
    pues mi pecado me angustia.
19 Mis enemigos son muchos y poderosos;
    abundan los que me odian sin motivo.
20 Por hacer el bien, me pagan con el mal;
    por procurar lo bueno, se ponen en mi contra.

21 Señor, no me abandones;
    Dios mío, no te alejes de mí.
22 Señor de mi salvación,
    ¡ven pronto en mi ayuda!

Oración del pecador contrito

Salmo de David. Para conmemorar.

38 Señor, no me reprendas en tu enojo(A),
ni me castigues en tu furor.
Porque tus saetas se han clavado en mí(B),
y sobre mí ha descendido tu mano(C).
Nada hay sano en mi carne(D) a causa de tu indignación(E);
en mis huesos no hay salud a causa de mi pecado(F).
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza(G);
como pesada carga, pesan mucho para mí.
Mis llagas[a] hieden y supuran.
A causa de mi necedad[b](H),
estoy encorvado y abatido[c] en gran manera(I),
y ando sombrío todo el día(J).
Porque mis lomos están inflamados de fiebre[d](K),
y nada hay sano en mi carne(L).
Estoy entumecido y abatido en gran manera(M);
gimo[e] a causa de la agitación[f] de mi corazón(N).

Señor, todo mi anhelo está delante de ti(O),
y mi suspiro no te es oculto(P).
10 Palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan(Q),
y aun la luz de mis ojos se ha ido de mí[g](R).
11 Mis amigos[h] y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga(S),
y mis parientes se mantienen a distancia(T).
12 Los que buscan mi vida[i](U) me tienden lazos(V);
los que procuran mi mal(W) hablan de mi destrucción,
y traman traición todo el día(X).

13 Mas yo, como el sordo, no oigo;
soy como el mudo que no abre la boca(Y).
14 Sí, soy como el hombre que no oye,
y en cuya boca no hay réplica.
15 Porque en ti espero(Z), oh Señor;
tú responderás(AA), Señor, Dios mío.
16 Pues dije: Que no se alegren de mí
los que, cuando mi pie resbala, se engrandecen sobre mí(AB).
17 Porque yo estoy a punto de caer(AC),
y mi dolor está continuamente delante de mí(AD).
18 Confieso, pues, mi iniquidad(AE);
afligido estoy a causa de mi pecado(AF).
19 Pero mis enemigos son vigorosos y fuertes[j](AG);
muchos son los que sin causa me aborrecen(AH).
20 Y los que pagan mal por bien(AI)
se me oponen(AJ), porque yo sigo lo bueno.
21 No me abandones, oh Señor;
Dios mío, no estés lejos de mí(AK).
22 Apresúrate a socorrerme(AL),
oh Señor, salvación mía(AM).

Notas al pie

  1. Salmos 38:5 O, heridas de látigo
  2. Salmos 38:5 O, locura
  3. Salmos 38:6 O, doblado
  4. Salmos 38:7 Lit., llenos de ardor
  5. Salmos 38:8 Lit., rujo
  6. Salmos 38:8 Lit., del gemido
  7. Salmos 38:10 Lit., no está conmigo
  8. Salmos 38:11 O, Los que me aman
  9. Salmos 38:12 Lit., alma
  10. Salmos 38:19 O, numerosos

Oración del pecador contrito

Salmo de David. Para conmemorar.

38 Señor, no me reprendas en Tu enojo(A),
Ni me castigues en Tu furor.
Porque Tus flechas se han clavado en mí(B),
Y sobre mí ha descendido Tu mano(C).
Nada hay sano en mi carne(D) a causa de Tu indignación(E);
En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado(F).
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza(G);
Como pesada carga, pesan mucho para mí.
Mis llagas huelen mal y supuran
A causa de mi necedad(H).
Estoy encorvado y abatido en gran manera(I),
Y ando sombrío todo el día(J).
Porque mis lomos están inflamados de fiebre(K),
Y nada hay sano en mi carne(L).
Estoy entumecido y abatido en gran manera(M);
Gimo a causa de la agitación de mi corazón(N).

Señor, todo mi anhelo está delante de Ti(O),
Y mi suspiro no te es oculto(P).
10 Palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan(Q),
Y aun la luz de mis ojos se ha ido de mí(R).
11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga(S),
Y mis parientes se mantienen a distancia(T).
12 Los que buscan mi vida(U) me tienden lazos(V);
Los que procuran mi mal(W) hablan de mi destrucción,
Y traman traición todo el día(X).

13 Pero yo, como el sordo, no oigo;
Soy como el mudo que no abre la boca(Y).
14 Sí, soy como el hombre que no oye,
Y en cuya boca no hay réplica.
15 Porque en Ti espero(Z), oh Señor;
Tú responderás(AA), Señor, Dios mío.
16 Pues dije: «Que no se alegren de mí
Los que, cuando mi pie resbala, se engrandecen sobre mí(AB)».
17 Porque yo estoy a punto de caer(AC),
Y mi dolor está continuamente delante de mí(AD).
18 Confieso, pues, mi iniquidad(AE);
Afligido estoy a causa de mi pecado(AF).
19 Pero mis enemigos son vigorosos y fuertes(AG);
Muchos son los que sin causa me aborrecen(AH).
20 Y los que pagan mal por bien(AI)
Se me oponen(AJ), porque yo sigo lo bueno.
21 No me abandones, oh Señor;
Dios mío, no estés lejos de mí(AK).
22 Apresúrate a socorrerme(AL),
Oh Señor, salvación mía(AM).

Oración de un penitente

Salmo de David, para recordar.

38 Jehová, no me reprendas en tu furor,

Ni me castigues en tu ira.

Porque tus saetas cayeron sobre mí,

Y sobre mí ha descendido tu mano.

Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira;

Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.

Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza;

Como carga pesada se han agravado sobre mí.

Hieden y supuran mis llagas,

A causa de mi locura.

Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera,

Ando enlutado todo el día.

Porque mis lomos están llenos de ardor,

Y nada hay sano en mi carne.

Estoy debilitado y molido en gran manera;

Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

Señor, delante de ti están todos mis deseos,

Y mi suspiro no te es oculto.

10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor,

Y aun la luz de mis ojos me falta ya.

11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,

Y mis cercanos se han alejado.

12 Los que buscan mi vida arman lazos,

Y los que procuran mi mal hablan iniquidades,

Y meditan fraudes todo el día.

13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo;

Y soy como mudo que no abre la boca.

14 Soy, pues, como un hombre que no oye,

Y en cuya boca no hay reprensiones.

15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado;

Tú responderás, Jehová Dios mío.

16 Dije: No se alegren de mí;

Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.

17 Pero yo estoy a punto de caer,

Y mi dolor está delante de mí continuamente.

18 Por tanto, confesaré mi maldad,

Y me contristaré por mi pecado.

19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes,

Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.

20 Los que pagan mal por bien

Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

21 No me desampares, oh Jehová;

Dios mío, no te alejes de mí.

22 Apresúrate a ayudarme,

Oh Señor, mi salvación.

Al director musical. Salmo de David. Cántico.

68 Que se levante Dios,
    que sean dispersados sus enemigos,
    que huyan de su presencia los que lo odian.
Que desaparezcan del todo,
    como humo que se disipa con el viento;
que perezcan ante Dios los malvados,
    como cera que se derrite en el fuego.
Pero que los justos se alegren y se regocijen;
    que estén felices y alegres delante de Dios.

Canten a Dios, canten salmos a su nombre;
    aclamen a quien cabalga sobre las nubes,
    y regocíjense en su presencia.
    ¡Su nombre es el Señor!
Padre de huérfanos y defensor de viudas
    es Dios en su morada santa.
Dios da un hogar a los desamparados
    y dicha a los cautivos que libera;
    pero los rebeldes habitarán en el desierto.

Cuando saliste, oh Dios, al frente de tu pueblo,
    cuando a través del desierto marchaste, Selah
la tierra se estremeció,
    el cielo derramó su lluvia
    delante de Dios, el Dios de Sinaí,
    delante de Dios, el Dios de Israel.
Tú, oh Dios, diste abundantes lluvias;
    reanimaste a tu extenuada herencia.
10 Tu familia se estableció en la tierra
    que en tu bondad, oh Dios, preparaste para el pobre.

11 El Señor ha emitido la palabra
    y las mensajeras que la proclaman son una multitud poderosa:
12 «Van huyendo los reyes y sus tropas;
    en las casas, las mujeres se reparten el botín:
13 alas de paloma cubiertas de plata,
    con plumas de oro resplandeciente,
    mientras ustedes se quedan a dormir entre los rebaños».
14 Cuando el Todopoderoso puso en fuga a los reyes de la tierra,
    parecían copos de nieve cayendo sobre la cumbre del Zalmón.

15 Montañas de Basán, montañas imponentes;
    montañas de Basán, montañas escarpadas:
16 ¿Por qué, montañas escarpadas, miran con envidia
    al monte donde a Dios le place residir,
    donde el Señor habitará por siempre?
17 Los carros de guerra de Dios
    se cuentan por millares;
del Sinaí vino en ellos el Señor
    para entrar en su santuario.
18 Cuando tú, Dios y Señor,
    ascendiste a las alturas,
    te llevaste contigo a los cautivos;
recibiste ofrendas entre los hombres,
    aun de los rebeldes,
    para establecer tu morada.

19 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
    que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah
20 Nuestro Dios es un Dios que salva;
    el Señor Soberano nos libra de la muerte.
21 Dios aplastará la cabeza de sus enemigos,
    la cabellera en forma de corona de los que persisten en pecar.
22 El Señor dice: «De Basán los regresaré;
    de las profundidades del mar los haré volver,
23 para que se empapen tus pies en la sangre de sus enemigos;
para que al lamerla tus perros tengan también su parte».

24 En el santuario pueden verse las procesiones de mi Dios,
    las procesiones de mi Dios y Rey.
25 Los cantores van al frente,
    seguidos de los músicos de cuerda,
    entre doncellas que tocan panderetas.
26 Bendigan a Dios en la gran asamblea;
    alaben al Señor, descendientes de Israel.
27 Los guía la pequeña tribu de Benjamín,
    seguida de los múltiples príncipes de Judá
    y de los príncipes de Zabulón y Neftalí.

28 Despliega tu poder, oh Dios;
    haz gala, oh Dios, de tu poder,
    que has manifestado en favor nuestro.
29 Por causa de tu Templo en Jerusalén
    los reyes te ofrecerán presentes.
30 Reprende a esa bestia de los juncos,
    a esa manada de toros bravos
    entre naciones que parecen becerros.
Haz que, humillada, te lleve barras de plata;
    dispersa a las naciones que se deleitan en la guerra.
31 Egipto enviará embajadores,
    y Cus presentará sus tributos a Dios.

32 Cántenle a Dios, oh reinos de la tierra,
    cántenle salmos al Señor, Selah
33 al que cabalga por los cielos,
    los cielos antiguos,
al que hace oír su voz,
    su voz poderosa.
34 ¡Reconozcan el poder de Dios!
    Su majestad está sobre Israel,
    su poder está en las alturas.
35 En tu santuario, oh Dios, eres imponente;
    ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo!

¡Bendito sea Dios!

El Dios del Sinaí y del santuario

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.

68 Levántese Dios; sean esparcidos sus enemigos,
y huyan delante de Él los que le aborrecen(A).
Como se disipa el humo, disípalos(B);
como la cera se derrite delante del fuego(C),
así perezcan los impíos delante de Dios(D).
Pero alégrense los justos(E), regocíjense delante de Dios;
sí, que rebosen de alegría.
Cantad a Dios, cantad alabanzas a su nombre(F);
abrid paso[a](G) al que cabalga por los desiertos[b](H),
cuyo nombre es el Señor[c](I); regocijaos delante de Él.

Padre de los huérfanos(J) y defensor[d] de las viudas(K)
es Dios en su santa morada(L).
Dios prepara un hogar(M) para los solitarios[e];
conduce[f] a los cautivos(N) a prosperidad;
solo los rebeldes habitan en una tierra seca(O).

Oh Dios, cuando saliste al frente[g] de tu pueblo(P),
cuando marchaste por el desierto(Q), (Selah[h])
tembló la tierra(R);
también se derramaron los cielos ante la presencia de Dios(S);
el Sinaí mismo[i] tembló delante de Dios(T), el Dios de Israel.
Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios(U),
tú fortaleciste[j] tu heredad cuando estaba extenuada[k].
10 Los de tu pueblo[l] se establecieron en ella;
en tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre(V).

11 El Señor da la palabra[m];
las mujeres(W) que anuncian las buenas nuevas son gran multitud[n]:
12 Los reyes de los ejércitos huyen(X); huyen,
y la que se queda en casa repartirá el botín(Y).
13 Cuando[o] os acostáis en los apriscos[p](Z),
sois como alas de paloma cubiertas de plata,
y sus plumas de oro resplandeciente.
14 Cuando el Omnipotente[q] dispersó allí[r] a los reyes,
nevaba en el monte Salmón(AA).

15 Monte de Dios[s](AB) es el monte de Basán;
monte de muchos picos es el monte de Basán.
16 ¿Por qué miráis con envidia, oh montes de muchos picos,
al monte que Dios ha deseado para morada suya(AC)?
Ciertamente el Señor habitará allí para siempre(AD).
17 Los carros de Dios(AE) son miríadas, millares y millares[t](AF);
el Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí[u].
18 Tú has ascendido a lo alto(AG), has llevado en cautividad a tus cautivos(AH);
has recibido dones entre los hombres,
y aun entre los rebeldes, para que el Señor[v] Dios habite entre ellos.

19 Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga(AI),
el Dios que es nuestra salvación(AJ). (Selah)
20 Dios es para nosotros un Dios de salvación[w](AK),
y a Dios[x] el Señor pertenece el librar[y] de la muerte(AL).
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos(AM),
la testa cabelluda del que anda en sus delitos[z](AN).
22 Dijo[aa] el Señor: De Basán(AO) los haré volver;
los haré volver de las profundidades del mar(AP);
23 para que tu pie los aplaste[ab] en sangre(AQ),
y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos(AR).

24 Ellos han visto tu procesión[ac](AS), oh Dios,
la procesión[ad] de mi Dios, mi Rey, hacia el santuario[ae](AT).
25 Los cantores iban delante, los músicos detrás(AU),
en medio de las doncellas[af] tocando panderos(AV).
26 Bendecid a Dios en las congregaciones(AW),
al Señor, vosotros del linaje[ag] de Israel(AX).
27 Allí va Benjamín(AY), el más joven[ah], dirigiéndolos[ai],
los príncipes de Judá con su grupo,
los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí(AZ).

28 El Dios tuyo ha mandado[aj] tu fuerza(BA);
muestra tu poder, oh Dios, tú que has obrado por nosotros(BB).
29 Por causa de[ak] tu templo en Jerusalén
te traerán presentes los reyes(BC).
30 Reprende las fieras de las cañas(BD),
la manada de toros[al](BE) con los becerros de los pueblos,
pisoteando las piezas de plata;
Él ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra(BF).
31 De Egipto(BG) saldrán mensajeros;
Etiopía[am] se apresurará a extender sus manos hacia Dios(BH).

32 Cantad a Dios, oh reinos de la tierra(BI);
cantad alabanzas al Señor(BJ). (Selah)
33 Cantad al que cabalga(BK) sobre los cielos de los cielos(BL), que son desde la antigüedad;
he aquí, Él da su voz(BM), voz poderosa(BN).
34 Atribuid a Dios fortaleza[an](BO);
su majestad es sobre Israel,
y su poder está en los cielos[ao](BP).
35 Imponente(BQ) eres, oh Dios, desde tu santuario[ap].
El Dios mismo de Israel da fortaleza y poder al pueblo(BR).
¡Bendito sea Dios(BS)!

Notas al pie

  1. Salmos 68:4 O, exaltad
  2. Salmos 68:4 Posiblemente, los cielos; véase vers. 33
  3. Salmos 68:4 Heb., Yah
  4. Salmos 68:5 O, juez
  5. Salmos 68:6 Lit., Dios hace morar a los solitarios en una casa
  6. Salmos 68:6 Lit., saca
  7. Salmos 68:7 O, delante
  8. Salmos 68:7 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  9. Salmos 68:8 Lit., este Sinaí
  10. Salmos 68:9 O, reanimaste
  11. Salmos 68:9 O, agotada
  12. Salmos 68:10 O, Tus criaturas
  13. Salmos 68:11 U, orden
  14. Salmos 68:11 Lit., ejército
  15. Salmos 68:13 Lit., Si
  16. Salmos 68:13 O, entre las alforjas, o, entre las piedras de fogón
  17. Salmos 68:14 Heb., Shaddai
  18. Salmos 68:14 Lit., en ella; i.e., en la heredad
  19. Salmos 68:15 O, Monte poderoso
  20. Salmos 68:17 Lit., dos veces diez mil
  21. Salmos 68:17 Otra posible lectura es: el Señor ha venido desde Sinaí al santuario
  22. Salmos 68:18 Heb., Yah
  23. Salmos 68:20 Lit., salvaciones
  24. Salmos 68:20 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  25. Salmos 68:20 O, dar escapes
  26. Salmos 68:21 O, culpas
  27. Salmos 68:22 O, Dice
  28. Salmos 68:23 Algunas versiones antiguas dicen: bañes tu pie
  29. Salmos 68:24 Lit., tus idas
  30. Salmos 68:24 Lit., las idas
  31. Salmos 68:24 Lit., en el santuario o en santidad
  32. Salmos 68:25 O, las doncellas en medio
  33. Salmos 68:26 Lit., de la fuente
  34. Salmos 68:27 O, el más pequeño
  35. Salmos 68:27 O, gobernándolos, o, su gobernador
  36. Salmos 68:28 Algunos mss. dicen: Manda, Dios
  37. Salmos 68:29 O, Desde
  38. Salmos 68:30 Lit., fuertes
  39. Salmos 68:31 Heb., Cush
  40. Salmos 68:34 O, poder
  41. Salmos 68:34 Lit., las nubes
  42. Salmos 68:35 Lit., tus lugares santos

El Dios del Sinaí y del santuario

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.

68 Levántese Dios; sean esparcidos Sus enemigos,
Y huyan delante de Él los que lo aborrecen(A).
Como se disipa el humo, disípalos(B);
Como la cera se derrite delante del fuego(C),
Así perezcan los impíos delante de Dios(D).
Pero alégrense los justos(E), regocíjense delante de Dios;
Sí, que rebosen de alegría.
Canten a Dios, canten alabanzas a Su nombre(F);
Abran paso(G) al que cabalga por los desiertos(H),
Cuyo nombre es el Señor(I); regocíjense delante de Él.

Padre de los huérfanos(J) y defensor de las viudas(K)
Es Dios en Su santa morada(L).
Dios prepara un hogar(M) para los solitarios;
Conduce a los cautivos(N) a prosperidad;
Solo los rebeldes habitan en una tierra seca(O).

Oh Dios, cuando saliste al frente de Tu pueblo(P),
Cuando marchaste por el desierto(Q), (Selah)
Tembló la tierra(R);
También se derramaron los cielos ante la presencia de Dios(S);
El Sinaí mismo tembló delante de Dios(T), el Dios de Israel.
Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios(U),
Tú fortaleciste Tu heredad cuando estaba extenuada.
10 Los de Tu pueblo se establecieron en ella;
En Tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre(V).

11 El Señor da la palabra;
Las mujeres(W) que anuncian las buenas nuevas son gran multitud:
12 «Los reyes de los ejércitos huyen(X); huyen,
Y la que se queda en casa repartirá el botín(Y)».
13 Cuando ustedes se acuestan en los rediles(Z),
Son como alas de paloma cubiertas de plata,
Y sus plumas de oro resplandeciente.
14 Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes,
Nevaba en el monte Salmón(AA).

15 Monte de Dios(AB) es el monte de Basán;
Monte de muchos picos es el monte de Basán.
16 ¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos,
Al monte que Dios ha deseado para morada Suya(AC)?
Ciertamente el Señor habitará allí para siempre(AD).
17 Los carros de Dios(AE) son miríadas, millares de millares(AF);
El Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí.
18 Tú has ascendido a lo alto(AG), has llevado en cautividad a Tus cautivos(AH);
Has recibido dones entre los hombres,
Y aun entre los rebeldes, para que el Señor Dios habite entre ellos.

19 Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga(AI),
El Dios que es nuestra salvación(AJ). (Selah)
20 Dios es para nosotros un Dios de salvación(AK),
Y a Dios el Señor pertenece el librar de la muerte(AL).
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de Sus enemigos(AM),
La testa cabelluda del que anda en sus delitos(AN).
22 Dijo el Señor: «De Basán(AO) los haré volver;
Los haré volver de las profundidades del mar(AP),
23 Para que tu pie los aplaste en sangre(AQ),
Y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos(AR)».

24 Ellos han visto Tu procesión(AS), oh Dios,
La procesión de mi Dios, mi Rey, hacia el santuario(AT).
25 Los cantores iban delante, los músicos detrás(AU),
En medio de las doncellas tocando panderos(AV).
26 Bendigan a Dios en las congregaciones(AW),
Al Señor, ustedes del linaje de Israel(AX).
27 Allí va Benjamín(AY), el más joven, dirigiéndolos,
Los príncipes de Judá con su grupo,
Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí(AZ).

28 El Dios tuyo ha mandado tu fuerza(BA);
Muestra Tu poder, oh Dios, Tú que has obrado por nosotros(BB).
29 Por causa de Tu templo en Jerusalén
Te traerán presentes los reyes(BC).
30 Reprende las fieras de las cañas(BD),
La manada de toros(BE) con los becerros de los pueblos,
Pisoteando las piezas de plata;
Él ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra(BF).
31 De Egipto(BG) saldrán mensajeros;
Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios(BH).

32 Canten a Dios, oh reinos de la tierra(BI);
Canten alabanzas al Señor(BJ). (Selah)
33 Canten al que cabalga(BK) sobre los cielos de los cielos(BL), que son desde la antigüedad;
Él da Su voz(BM), voz poderosa(BN).
34 Atribuyan a Dios fortaleza(BO);
Su majestad es sobre Israel,
Y Su poder está en los cielos(BP).
35 Imponente(BQ) eres, oh Dios, desde Tu santuario.
El Dios mismo de Israel da fortaleza y poder al pueblo(BR).
¡Bendito sea Dios(BS)!

El Dios del Sinaí y del santuario

Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

68 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,

Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

Como es lanzado el humo, los lanzarás;

Como se derrite la cera delante del fuego,

Así perecerán los impíos delante de Dios.

Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,

Y saltarán de alegría.

Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;

Exaltad al que cabalga sobre los cielos.

JAH es su nombre; alegraos delante de él.

Padre de huérfanos y defensor de viudas

Es Dios en su santa morada.

Dios hace habitar en familia a los desamparados;

Saca a los cautivos a prosperidad;

Mas los rebeldes habitan en tierra seca.

Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,

Cuando anduviste por el desierto, Selah

La tierra tembló;

También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;

Aquel Sinaí tembló delante de Dios,(A) del Dios de Israel.

Abundante lluvia esparciste, oh Dios;

A tu heredad exhausta tú la reanimaste.

10 Los que son de tu grey han morado en ella;

Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

11 El Señor daba palabra;

Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,

Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.

13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos,

Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,

Y sus plumas con amarillez de oro.

14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,

Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.

15 Monte de Dios es el monte de Basán;

Monte alto el de Basán.

16 ¿Por qué observáis, oh montes altos,

Al monte que deseó Dios para su morada?

Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;

El Señor viene del Sinaí a su santuario.

18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,

Tomaste dones para los hombres,(B)

Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios

El Dios de nuestra salvación. Selah

20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,

Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,

La testa cabelluda del que camina en sus pecados.

22 El Señor dijo: De Basán te haré volver;

Te haré volver de las profundidades del mar;

23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,

Y de ella la lengua de tus perros.

24 Vieron tus caminos, oh Dios;

Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

25 Los cantores iban delante, los músicos detrás;

En medio las doncellas con panderos.

26 Bendecid a Dios en las congregaciones;

Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.

27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,

Los príncipes de Judá en su congregación,

Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;

Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.

29 Por razón de tu templo en Jerusalén

Los reyes te ofrecerán dones.

30 Reprime la reunión de gentes armadas,

La multitud de toros con los becerros de los pueblos,

Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;

Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.

31 Vendrán príncipes de Egipto;

Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,

Cantad al Señor; Selah

33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad;

He aquí dará su voz, poderosa voz.

34 Atribuid poder a Dios;

Sobre Israel es su magnificencia,

Y su poder está en los cielos.

35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;

El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.

Bendito sea Dios.

Salmo.

98 ¡Canten al Señor un cántico nuevo
    porque ha hecho maravillas!
Su diestra, su santo brazo,
    ha alcanzado la victoria.
El Señor ha hecho gala de su salvación;
    ha mostrado su justicia a las naciones.
Se ha acordado de su gran amor y de su fidelidad
    por el pueblo de Israel;
¡todos los confines de la tierra son testigos
    de la salvación de nuestro Dios!

¡Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra!
    ¡Prorrumpan en alegres cánticos y salmos!
¡Canten salmos al Señor al son del arpa,
    al son del arpa y de coros melodiosos!
¡Aclamen alegres al Señor, el Rey,
    al son de clarines y trompetas!

¡Brame el mar y todo lo que él contiene;
    el mundo y todos sus habitantes!
¡Que aplaudan los ríos
    y canten jubilosos todos los montes!
Canten delante del Señor,
    que ya viene a juzgar la tierra.
Y juzgará al mundo con justicia,
    a los pueblos con equidad.

Alabad al Señor por su justicia

Salmo.

98 Cantad al Señor un cántico nuevo(A),
porque ha hecho maravillas(B),
su diestra(C) y su santo brazo(D) le han dado la victoria[a].
El Señor ha dado a conocer su salvación;
a la vista de las naciones ha revelado su justicia[b](E).
Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad(F) para con la casa de Israel;
todos los términos de la tierra(G) han visto la salvación de nuestro Dios.

Aclamad con júbilo al Señor, toda la tierra(H);
prorrumpid y cantad con gozo, cantad alabanzas(I).
Cantad alabanzas al Señor con la lira(J),
con la lira y al son de la melodía[c](K).
Con trompetas y sonido de cuerno(L),
dad voces(M) ante el Rey, el Señor(N).

Ruja el mar(O) y cuanto contiene,
el mundo y los que en él habitan(P).
Batan palmas los ríos(Q);
a una canten jubilosos los montes(R)
delante del Señor, pues viene a juzgar la tierra(S);
Él juzgará al mundo con justicia,
y a los pueblos con equidad[d](T).

Notas al pie

  1. Salmos 98:1 O, salvación
  2. Salmos 98:2 I.e., fidelidad a las promesas de su gracia
  3. Salmos 98:5 O, y la voz del cántico
  4. Salmos 98:9 O, rectitud

Alaben al Señor por su justicia

Salmo.

98 Canten al Señor un cántico nuevo(A),
Porque ha hecho maravillas(B),
Su diestra(C) y Su santo brazo(D) le han dado la victoria[a].
El Señor ha dado a conocer Su victoria[b];
A la vista de las naciones ha revelado Su justicia(E).
Se ha acordado de Su misericordia y de Su fidelidad(F) para con la casa de Israel;
Todos los términos de la tierra(G) han visto la salvación de nuestro Dios.

Aclamen con júbilo al Señor, toda la tierra(H);
Prorrumpan y canten con gozo, canten alabanzas(I).
Canten alabanzas al Señor con la lira(J),
Con la lira y al son de la melodía(K).
Con trompetas y sonido de cuerno(L),
Den voces(M) ante el Rey, el Señor(N).

Ruja el mar(O) y cuanto contiene,
El mundo y los que en él habitan(P).
Batan palmas los ríos(Q),
A una canten jubilosos los montes(R)
Delante del Señor, pues viene a juzgar la tierra(S);
Él juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con equidad(T).

Notas al pie

  1. Salmos 98:1 O salvación.
  2. Salmos 98:2 O salvación.

Alabanza por la justicia de Dios

Salmo.

98 Cantad a Jehová cántico nuevo,

Porque ha hecho maravillas;

Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.

Jehová ha hecho notoria su salvación;

A vista de las naciones ha descubierto su justicia.

Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;

Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.

Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;

Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.

Cantad salmos a Jehová con arpa;

Con arpa y voz de cántico.

Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,

Delante del rey Jehová.

Brame el mar y su plenitud,

El mundo y los que en él habitan;

Los ríos batan las manos,

Los montes todos hagan regocijo

Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con rectitud.

Cántico de los peregrinos.

128 Dichosos todos los que temen al Señor,
    los que van por sus caminos.
Lo que ganes con tus manos, eso comerás;
    gozarás de dicha y prosperidad.
En el seno de tu hogar,
    tu esposa será como vid llena de uvas;
alrededor de tu mesa,
    tus hijos serán como vástagos de olivo.
Así será bendecido
    aquel que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión
    y veas la prosperidad de Jerusalén
    todos los días de tu vida.
Que vivas para ver a los hijos de tus hijos.
    ¡Que haya paz en Israel!

Bienaventuranza del que teme a Dios

Cántico de ascenso gradual[a].

128 Bienaventurado todo aquel que teme al Señor(A),
que anda en sus caminos(B).
Cuando comas(C) del trabajo de tus manos[b](D),
dichoso serás y te irá bien(E).
Tu mujer será como fecunda vid(F)
en el interior[c] de tu casa;
tus hijos como plantas de olivo(G)
alrededor de tu mesa.
He aquí que así será bendecido el hombre
que teme al Señor.

El Señor te bendiga(H) desde Sión(I),
veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida,
y veas a los hijos de tus hijos(J).
¡Paz sea sobre Israel(K)!

Notas al pie

  1. Salmos 128:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
  2. Salmos 128:2 Lit., palmas
  3. Salmos 128:3 Lit., en las partes más interiores

Bienaventuranza del que teme a Dios

Cántico de ascenso gradual.

128 Bienaventurado todo aquel que teme al Señor(A),
Que anda en Sus caminos(B).
Cuando comas(C) del trabajo de tus manos(D),
Dichoso serás y te irá bien(E).
Tu mujer será como fecunda vid(F)
En el interior de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo(G)
Alrededor de tu mesa.
Así será bendecido el hombre
Que teme al Señor.

El Señor te bendiga(H) desde Sión(I),
Veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida,
Y veas a los hijos de tus hijos(J).
¡Paz sea sobre Israel(K)!

La bienaventuranza del que teme a Jehová

Cántico gradual.

128 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,

Que anda en sus caminos.

Cuando comieres el trabajo de tus manos,

Bienaventurado serás, y te irá bien.

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;

Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

He aquí que así será bendecido el hombre

Que teme a Jehová.

Bendígate Jehová desde Sion,

Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

Y veas a los hijos de tus hijos.

Paz sea sobre Israel.

Llamado de la sabiduría

¿Acaso no está llamando la sabiduría?
    ¿No está elevando su voz la inteligencia?
Toma su puesto en las alturas,
    a la vera del camino y en las encrucijadas.
Junto a las puertas que dan a la ciudad,
    a la entrada misma, grita con fuerza:
«A ustedes los hombres, los estoy llamando;
    dirijo mi voz a toda la humanidad.
Ustedes los inexpertos, ¡adquieran prudencia!
    Ustedes los necios, ¡obtengan discernimiento!
Escúchenme, que diré cosas importantes;
    mis labios hablarán lo correcto.
Mi boca expresará la verdad,
    pues mis labios detestan la maldad.
Las palabras de mi boca son todas justas;
    no hay en ellas maldad ni perversidad.
Son claras para los entendidos
    e irreprochables para los sabios.
10 Opten por mi instrucción, no por la plata;
    por el conocimiento, no por el oro refinado.
11 Vale más la sabiduría que las piedras preciosas
    y ni lo más deseable se le compara.

12 »Yo, la sabiduría, convivo con la prudencia
    y poseo conocimiento y discreción.
13 Quien teme al Señor aborrece lo malo;
    yo aborrezco el orgullo y la arrogancia,
    la mala conducta y el lenguaje perverso.
14 Míos son el consejo y el buen juicio;
    míos son el entendimiento y el poder.
15 Por mí reinan los reyes
    y promulgan leyes justas los gobernantes.
16 Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
    todos los jueces de la tierra.
17 A los que me aman, les correspondo;
    a los que me buscan, me doy a conocer.
18 Conmigo están las riquezas y la honra,
    los bienes duraderos y la justicia.
19 Mi fruto es mejor que el oro fino;
    mi cosecha sobrepasa a la plata refinada.
20 Voy por el camino de la rectitud,
    por los senderos de la justicia,
21 enriqueciendo a los que me aman
    y acrecentando sus tesoros.

22 »El Señor me dio la vida[a] como primicia de sus obras,[b]
    mucho antes de sus obras de antaño.
23 Fui establecida desde la eternidad,
    desde antes de que existiera el mundo.
24 No existían los grandes mares cuando yo nací;
    no había entonces manantiales de abundantes aguas.
25 Nací antes de que se cimentaran las montañas,
    antes de que fueran formadas las colinas,
26 antes de que él creara la tierra y sus paisajes
    y el polvo primordial con que hizo el mundo.
27 Cuando Dios cimentó la bóveda celeste
    y trazó el horizonte sobre el abismo,
    allí estaba yo presente.
28 Cuando estableció las nubes en los cielos
    y reforzó las fuentes del abismo;
29 cuando señaló los límites del mar,
    para que las aguas no desobedecieran su orden;
cuando estableció los cimientos de la tierra,
30     allí estaba yo a su lado, afirmando su obra.
Día tras día me llenaba yo de alegría,
    siempre disfrutaba de estar en su presencia;
31 me regocijaba en el mundo que él creó;
    ¡en el género humano me deleitaba!

32 »Y ahora, hijos míos, escúchenme:
    dichosos los que siguen[c] mis caminos.
33 Atiendan a mi instrucción y sean sabios;
    no la descuiden.
34 Dichosos los que me escuchan
    y a mis puertas están atentos cada día,
    esperando a la entrada de mi casa.
35 En verdad, quien me encuentra halla la vida
    y recibe el favor del Señor.
36 Quien me rechaza se perjudica a sí mismo;
    quien me aborrece, ama la muerte».

Notas al pie

  1. 8:22 me dio la vida. Alt. era mi dueño.
  2. 8:22 obras. Lit. caminos.
  3. 8:32 siguen. Lit. guardan.

Llamamiento de la sabiduría

(A)¿No clama la sabiduría,
y levanta[a] su voz la prudencia?
En la cima de las alturas(B), junto al camino,
donde cruzan las sendas, se coloca;
junto a las puertas(C), a la salida de la ciudad,
en el umbral de las puertas, da voces:
Oh hombres, a vosotros clamo,
para los hijos de los hombres es mi voz.
Oh simples, aprended prudencia(D);
y vosotros, necios(E), aprended sabiduría[b].
Escuchad, porque hablaré cosas excelentes(F),
y con el abrir de mis labios rectitud(G).
Porque mi boca proferirá la verdad(H),
abominación a mis labios es la impiedad.
Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca,
no hay en ellas nada torcido ni perverso(I).
Todas son sinceras para el que entiende(J),
y rectas para los que han hallado conocimiento(K).
10 Recibid mi instrucción y no la plata,
y conocimiento antes que el oro escogido(L);
11 porque mejor es la sabiduría que las joyas[c](M),
y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella(N).

La sabiduría se elogia a sí misma

12 Yo, la sabiduría, habito con la prudencia(O),
y he hallado conocimiento y discreción(P).
13 El temor del Señor es aborrecer el mal(Q).
El orgullo, la arrogancia(R), el mal camino(S)
y la boca perversa(T), yo aborrezco.
14 Mío es el consejo(U) y la prudencia(V),
yo soy la inteligencia, el poder es mío(W).
15 Por mí reinan los reyes,
y los gobernantes decretan justicia(X).
16 Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
todos los que juzgan con justicia.
17 Amo a los que me aman(Y),
y los que me buscan con diligencia me hallarán(Z).
18 Conmigo están las riquezas y el honor(AA),
la fortuna duradera y la justicia(AB).
19 Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro(AC),
y mi ganancia es mejor que la plata escogida(AD).
20 Yo ando por el camino de la justicia,
por en medio de las sendas del derecho,
21 para otorgar heredad a los que me aman
y así llenar sus tesoros(AE).

22 El Señor me poseyó al principio de su camino,
antes de sus obras de tiempos pasados[d](AF).
23 Desde la eternidad fui establecida[e](AG),
desde el principio, desde los orígenes de la tierra(AH).
24 Cuando no había abismos fui engendrada[f],
cuando no había manantiales abundantes en aguas(AI).
25 Antes que los montes fueran asentados,
antes que las colinas, fui engendrada[g](AJ),
26 cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos[h],
ni el polvo primero del mundo.
27 Cuando estableció los cielos(AK), allí estaba yo;
cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo(AL),
28 cuando arriba afirmó los cielos,
cuando las fuentes del abismo se afianzaron[i],
29 cuando al mar puso sus límites
para que las aguas no transgredieran su mandato[j](AM),
cuando señaló los cimientos de la tierra(AN),
30 yo estaba entonces junto a Él(AO), como arquitecto;
y era su delicia de día en día,
regocijándome[k] en todo tiempo en su presencia,
31 regocijándome[l] en el mundo, en su tierra,
y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres(AP).

32 Ahora pues, hijos, escuchadme(AQ),
porque bienaventurados son los que guardan mis caminos(AR).
33 Escuchad la instrucción y sed sabios(AS),
y no la menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha(AT),
velando a mis puertas día a día,
aguardando en los postes de mi entrada.
35 Porque el que me halla, halla la vida(AU),
y alcanza el favor del Señor(AV).
36 Pero el que peca[m] contra mí, a sí mismo se daña(AW);
todos los que me odian(AX), aman la muerte(AY).

Notas al pie

  1. Proverbios 8:1 Lit., da
  2. Proverbios 8:5 Lit., de corazón
  3. Proverbios 8:11 Lit., los corales
  4. Proverbios 8:22 Lit., desde entonces
  5. Proverbios 8:23 O, consagrada
  6. Proverbios 8:24 Lit., nací
  7. Proverbios 8:25 Lit., nací
  8. Proverbios 8:26 Lit., los lugares exteriores
  9. Proverbios 8:28 Lit., se hicieron fuertes
  10. Proverbios 8:29 Lit., boca
  11. Proverbios 8:30 O, jugando
  12. Proverbios 8:31 O, jugando
  13. Proverbios 8:36 O, yerra

Llamamiento de la sabiduría

(A)¿No clama la sabiduría,
Y levanta[a] su voz la prudencia?
En la cima de las alturas(B), junto al camino,
Donde cruzan las sendas, se coloca;
Junto a las puertas(C), a la salida de la ciudad,
En el umbral de las puertas, da voces:
«Oh hombres, a ustedes clamo,
Para los hijos de los hombres es mi voz.
Oh simples, aprendan prudencia(D);
Y ustedes, necios(E), aprendan sabiduría[b].
Escuchen, porque hablaré cosas excelentes(F),
Y con el abrir de mis labios rectitud(G).
Porque mi boca proferirá la verdad(H),
Abominación a mis labios es la impiedad.
Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca,
No hay en ellas nada torcido ni perverso(I).
Todas son sinceras para el que entiende(J),
Y rectas para los que han hallado conocimiento(K).
10 Reciban mi instrucción y no la plata,
Y conocimiento antes que el oro escogido(L),
11 Porque mejor es la sabiduría que las joyas[c](M),
Y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella(N).

La sabiduría se elogia a sí misma

12 »Yo, la sabiduría, habito con la prudencia(O),
Y he hallado conocimiento y discreción(P).
13 El temor del Señor es aborrecer el mal(Q).
El orgullo, la arrogancia(R), el mal camino(S)
Y la boca perversa(T), yo aborrezco.
14 Mío es el consejo(U) y la prudencia(V),
Yo soy la inteligencia, el poder es mío(W).
15 Por mí reinan los reyes,
Y los gobernantes decretan justicia(X).
16 Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
Todos los que juzgan con justicia.
17 Amo a los que me aman(Y),
Y los que me buscan con diligencia me hallarán(Z).
18 Conmigo están las riquezas y el honor(AA),
La fortuna duradera y la justicia(AB).
19 Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro(AC),
Y mi ganancia es mejor que la plata escogida(AD).
20 Yo ando por el camino de la justicia,
Por en medio de las sendas del derecho,
21 Para otorgar heredad a los que me aman
Y así llenar sus tesoros(AE).

22 »El Señor me poseyó al principio de Su camino,
Antes de Sus obras de tiempos pasados[d](AF).
23 Desde la eternidad fui establecida[e](AG),
Desde el principio, desde los orígenes de la tierra(AH).
24 Cuando no había abismos fui engendrada[f],
Cuando no había manantiales abundantes en aguas(AI).
25 Antes que los montes fueran asentados,
Antes que las colinas, fui engendrada[g](AJ),
26 Cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos[h],
Ni el polvo primero del mundo.
27 Cuando estableció los cielos(AK), allí estaba yo;
Cuando trazó un círculo sobre la superficie del abismo(AL),
28 Cuando arriba afirmó los cielos,
Cuando las fuentes del abismo se afianzaron[i],
29 Cuando al mar puso sus límites
Para que las aguas no transgredieran Su mandato[j](AM),
Cuando señaló los cimientos de la tierra(AN),
30 Yo estaba entonces junto a Él(AO), como arquitecto;
Yo era Su delicia de día en día,
Regocijándome[k] en todo tiempo en Su presencia,
31 Regocijándome[l] en el mundo, en Su tierra,
Y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres(AP).

32 »Ahora pues, hijos, escúchenme(AQ),
Porque bienaventurados son los que guardan mis caminos(AR).
33 Escuchen la instrucción y sean sabios(AS),
Y no la desprecien.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha(AT),
Velando a mis puertas día a día,
Aguardando en los postes de mi entrada.
35 Porque el que me halla, halla la vida(AU)
Y alcanza el favor del Señor(AV).
36 Pero el que peca[m] contra mí, a sí mismo se daña(AW);
Todos los que me odian(AX), aman la muerte(AY)».

Notas al pie

  1. Proverbios 8:1 Lit. da.
  2. Proverbios 8:5 Lit. de corazón.
  3. Proverbios 8:11 Lit. los corales.
  4. Proverbios 8:22 Lit. desde entonces.
  5. Proverbios 8:23 O consagrada.
  6. Proverbios 8:24 Lit. nací.
  7. Proverbios 8:25 Lit. nací.
  8. Proverbios 8:26 Lit. los lugares exteriores.
  9. Proverbios 8:28 Lit. se hicieron fuertes.
  10. Proverbios 8:29 Lit. boca.
  11. Proverbios 8:30 O jugando.
  12. Proverbios 8:31 O jugando.
  13. Proverbios 8:36 O yerra.

Excelencia y eternidad de la Sabiduría

¿No clama la sabiduría,

Y da su voz la inteligencia?

En las alturas junto al camino,

A las encrucijadas de las veredas se para;

En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad,

A la entrada de las puertas da voces:(A)

Oh hombres, a vosotros clamo;

Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.

Entended, oh simples, discreción;

Y vosotros, necios, entrad en cordura.

Oíd, porque hablaré cosas excelentes,

Y abriré mis labios para cosas rectas.

Porque mi boca hablará verdad,

Y la impiedad abominan mis labios.

Justas son todas las razones de mi boca;

No hay en ellas cosa perversa ni torcida.

Todas ellas son rectas al que entiende,

Y razonables a los que han hallado sabiduría.

10 Recibid mi enseñanza, y no plata;

Y ciencia antes que el oro escogido.

11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas;

Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.

12 Yo, la sabiduría, habito con la cordura,

Y hallo la ciencia de los consejos.

13 El temor de Jehová es aborrecer el mal;

La soberbia y la arrogancia, el mal camino,

Y la boca perversa, aborrezco.

14 Conmigo está el consejo y el buen juicio;

Yo soy la inteligencia; mío es el poder.

15 Por mí reinan los reyes,

Y los príncipes determinan justicia.

16 Por mí dominan los príncipes,

Y todos los gobernadores juzgan la tierra.

17 Yo amo a los que me aman,

Y me hallan los que temprano me buscan.

18 Las riquezas y la honra están conmigo;

Riquezas duraderas, y justicia.

19 Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado;

Y mi rédito mejor que la plata escogida.

20 Por vereda de justicia guiaré,

Por en medio de sendas de juicio,

21 Para hacer que los que me aman tengan su heredad,

Y que yo llene sus tesoros.

22 Jehová me poseía en el principio,

Ya de antiguo, antes de sus obras.(B)

23 Eternamente tuve el principado, desde el principio,

Antes de la tierra.

24 Antes de los abismos fui engendrada;

Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.

25 Antes que los montes fuesen formados,

Antes de los collados, ya había sido yo engendrada;

26 No había aún hecho la tierra, ni los campos,

Ni el principio del polvo del mundo.

27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo;

Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;

28 Cuando afirmaba los cielos arriba,

Cuando afirmaba las fuentes del abismo;

29 Cuando ponía al mar su estatuto,

Para que las aguas no traspasasen su mandamiento;

Cuando establecía los fundamentos de la tierra,

30 Con él estaba yo ordenándolo todo,

Y era su delicia de día en día,

Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.

31 Me regocijo en la parte habitable de su tierra;

Y mis delicias son con los hijos de los hombres.

32 Ahora, pues, hijos, oídme,

Y bienaventurados los que guardan mis caminos.

33 Atended el consejo, y sed sabios,

Y no lo menospreciéis.

34 Bienaventurado el hombre que me escucha,

Velando a mis puertas cada día,

Aguardando a los postes de mis puertas.

35 Porque el que me halle, hallará la vida,

Y alcanzará el favor de Jehová.

36 Mas el que peca contra mí, defrauda su alma;

Todos los que me aborrecen aman la muerte.