Salmos 62
La Palabra (Hispanoamérica)
Salmo 62 (61)
Sólo Dios es mi descanso
62 Al maestro del coro. De Yedutún. Salmo de David.
2 Sólo Dios es mi descanso,
de él viene mi salvación;
3 sólo él es mi roca, mi salvación,
mi fortaleza, ¡no sucumbiré!
4 ¿Hasta cuándo atacarán a uno
tratando de derribarlo todos juntos
como a un muro que se desploma,
como a una pared a punto de caer?
5 Sólo buscan arrebatarle su grandeza,
se complacen en la mentira:
mientras bendicen con su boca
están maldiciendo en su interior. [ Pausa]
6 Sólo Dios es mi descanso,
de él viene mi esperanza.
7 Sólo él es mi roca, mi salvación,
mi fortaleza, ¡no sucumbiré!
8 En Dios está mi salvación, mi gloria
y mi fortaleza; en Dios está mi refugio.
9 Confíen siempre en él
los que forman su pueblo;
abran ante él su corazón,
pues Dios es nuestro refugio. [ Pausa]
10 Sólo un soplo es el ser humano,
sólo un espejismo son los mortales;
todos puestos en una balanza,
todos juntos, pesan menos que un soplo.
11 No confíen en la violencia,
no se ilusionen con el robo;
si aumenta su riqueza,
no le presten atención.
12 Sólo una cosa ha dicho Dios,
dos cosas yo he oído:
que de Dios es el poder
13 y tuyo el amor, mi Señor;
que tú pagas a cada uno
como merecen sus obras.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España