Salmos 58
Reina Valera Revisada
Plegaria pidiendo el castigo de los malos
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David.
58 Oh poderosos, ¿pronunciáis en verdad justicia?
¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
2 No, que de corazón maquináis iniquidades;
Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.
3 Torcidos están los impíos desde la matriz;
Extraviados y mentirosos desde que nacieron.
4 Veneno tienen como veneno de serpiente;
Son como el áspid sordo que cierra su oído,
5 Que no quiere oír la voz de los que encantan,
Por más hábil que sea el encantador.
6 Oh Dios, rompe sus dientes en sus bocas;
Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.
7 Sean disipados como aguas que se escurren;
Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.
8 Pasen ellos como la babosa que se deslíe;
Como el que nace muerto, no vean el sol.
9 Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos,
Verdes o quemados, que los arrebate la tempestad.
10 Se alegrará el justo cuando vea que se hace justicia;
Sus pies lavará en la sangre del impío.
11 Entonces dirán los hombres:
Ciertamente hay galardón para el justo;
Ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.