Al director musical. Acompáñese con flautas. Salmo de David.

Escucha, Señor, mis palabras;
    toma en cuenta mi gemido.
Presta atención a mis súplicas,
    Rey mío y Dios mío,
    porque a ti yo oro.

Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor;
    por la mañana te presento mis ruegos
    y quedo a la espera de tu respuesta.
Tú no eres un Dios que se complace en lo malo;
    a tu lado no tienen cabida los malvados.
No hay lugar en tu presencia para los altivos,
    pues aborreces a todos los malhechores.
Tú destruyes a los mentirosos
    y detestas a los asesinos y traidores.
Pero yo, por tu gran amor
    puedo entrar en tu casa;
puedo postrarme reverente
    hacia tu santo Templo.

Señor, por causa de mis enemigos,
    dirígeme en tu justicia;
    endereza tu senda delante de mí.
En sus palabras no hay sinceridad;
    en su interior solo hay corrupción.
Su garganta es un sepulcro abierto;
    de su lengua salen engaños.
10 ¡Condénalos, oh Dios!
    ¡Que caigan por sus propias intrigas!
¡Recházalos por la multitud de sus crímenes,
    porque se han rebelado contra ti!
11 Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio;
    ¡que canten siempre jubilosos!
Extiéndeles tu protección y que en ti se regocijen
    todos los que aman tu nombre.

12 Porque tú, Señor, bendices al justo;
    cual escudo lo rodeas con tu buena voluntad.

Oración pidiendo protección de los malos

Para el director del coro; para acompañamiento de flauta[a]. Salmo de David.

Escucha mis palabras, oh Señor(A);
considera mi lamento[b](B).
Está atento a la voz de mi clamor(C), Rey mío y Dios mío(D),
porque es a ti a quien oro.
Oh Señor, de mañana oirás mi voz;
de mañana presentaré[c] mi oración[d] a ti(E),
y con ansias esperaré(F).

Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad(G);
el mal no mora[e] contigo(H).
Los que se ensalzan(I) no estarán delante de tus ojos(J);
aborreces a todos los que hacen iniquidad(K).
Destruyes a los que hablan falsedad(L);
el Señor abomina al hombre sanguinario y engañador[f](M).
Mas yo, por la abundancia de tu misericordia(N) entraré en tu casa;
me postraré(O) en[g] tu santo templo con reverencia[h](P).

Señor, guíame(Q) en tu justicia(R) por causa de mis enemigos[i];
allana[j] delante de mí tu camino(S).
Porque no hay sinceridad en lo que dicen[k](T);
destrucción son sus entrañas(U),
sepulcro abierto es su garganta;
con su lengua hablan lisonjas[l](V).
10 Tenlos por culpables, oh Dios;
¡que caigan por sus mismas intrigas(W)!
Echalos fuera por la multitud de sus transgresiones(X),
porque se rebelan contra ti(Y).

11 Pero alégrense(Z) todos los que en ti se refugian(AA);
para siempre canten con júbilo,
porque tú los proteges[m](AB);
regocíjense en ti los que aman tu nombre(AC).
12 Porque tú, oh Señor, bendices al justo(AD),
como con un escudo lo rodeas de tu favor(AE).

Footnotes

  1. Salmos 5:1 Heb., Nehilot
  2. Salmos 5:1 O, meditación
  3. Salmos 5:3 Lit., ordenaré
  4. Salmos 5:3 O, mi sacrificio
  5. Salmos 5:4 Lit., no se hospeda
  6. Salmos 5:6 O, de sangre y de engaño
  7. Salmos 5:7 O, hacia
  8. Salmos 5:7 Lit., con tu temor
  9. Salmos 5:8 O, los que me asechan
  10. Salmos 5:8 O, endereza
  11. Salmos 5:9 Lit., su boca
  12. Salmos 5:9 O, hacen muy suaves sus lenguas
  13. Salmos 5:11 O, y que tú los protejas

Oración pidiendo protección de los malos

Para el director del coro; para acompañamiento de flauta. Salmo de David.

Escucha mis palabras, oh Señor(A);
Considera mi lamento(B).
Atiende a la voz de mi clamor(C), Rey mío y Dios mío(D),
Porque es a Ti a quien oro.
Oh Señor, de mañana oirás mi voz;
De mañana presentaré mi oración a Ti(E),
Y con ansias esperaré(F).

Porque Tú no eres un Dios que se complace en la maldad(G);
El mal no mora en Ti(H).
Los que se ensalzan(I) no estarán delante de Tus ojos(J);
Aborreces a todos los que hacen iniquidad(K).
Destruyes a los que hablan falsedad(L);
El Señor aborrece al hombre sanguinario y engañador(M).
Pero yo, por la abundancia de Tu misericordia(N) entraré en Tu casa;
Me postraré(O) en Tu santo templo con reverencia(P).

Señor, guíame(Q) en Tu justicia(R) por causa de mis enemigos;
Allana delante de mí Tu camino(S).
Porque no hay sinceridad en lo que dicen(T);
Destrucción son sus entrañas(U),
Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua hablan lisonjas(V).
10 Tenlos por culpables, oh Dios;
¡Que caigan por sus mismas intrigas(W)!
Échalos fuera por la multitud de sus transgresiones(X),
Porque se rebelan contra Ti(Y).

11 Pero alégrense(Z) todos los que en Ti se refugian(AA);
Para siempre canten con júbilo,
Porque Tú los proteges(AB);
Regocíjense en Ti los que aman Tu nombre(AC).
12 Porque Tú, oh Señor, bendices al justo(AD),
Como con un escudo lo rodeas de Tu favor(AE).

Plegaria pidiendo protección

Al músico principal; sobre Nehilot. Salmo de David.

Escucha, oh Jehová, mis palabras;

Considera mi gemir.

Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,

Porque a ti oraré.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;

De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;

El malo no habitará junto a ti.

Los insensatos no estarán delante de tus ojos;

Aborreces a todos los que hacen iniquidad.

Destruirás a los que hablan mentira;

Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.

Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;

Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.

Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;

Endereza delante de mí tu camino.

Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;

Sus entrañas son maldad,

Sepulcro abierto es su garganta,

Con su lengua hablan lisonjas.(A)

10 Castígalos, oh Dios;

Caigan por sus mismos consejos;

Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera,

Porque se rebelaron contra ti.

11 Pero alégrense todos los que en ti confían;

Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;

En ti se regocijen los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;

Como con un escudo lo rodearás de tu favor.

Comenzando el día con Dios

(1) Del maestro de coro, para flautas. Salmo de David.

(2-3) Señor, Rey mío y Dios mío,
escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
oye mis súplicas,
pues a ti elevo mi oración.

(4) De mañana escuchas mi voz;
muy temprano te expongo mi caso,
y quedo esperando tu respuesta.
(5) No eres tú un Dios que se complace en lo malo;
los malvados no pueden vivir a tu lado,
(6) ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos.
Tú odias a los malhechores,
(7) destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos.
(8) En cambio yo, por tu gran amor,
puedo entrar en tu templo;
¡puedo adorarte con toda reverencia
mirando hacia tu santo templo!

(9) Señor, por causa de mis enemigos
guíame en tu justicia,
llévame por el buen camino.
(10) Ellos nunca hablan con sinceridad;
¡están corrompidos por dentro!
Sepulcro abierto es su garganta;
¡su lengua es mentirosa!

10 (11) ¡Castígalos, Dios mío!
¡Haz que fracasen sus intrigas!
Recházalos por sus muchos pecados,
porque se han rebelado contra ti.
11 (12) Alégrense los que buscan tu protección;
canten siempre de alegría
porque tú los proteges.
Los que te aman, se alegran por causa tuya,
12 (13) pues tú, Señor, bendices al que es fiel;
tu bondad lo rodea como un escudo.

Salmo de David.

35 Ataca, Señor, a los que me atacan;
    combate a los que me combaten.
Toma tu adarga, tu escudo,
    y acude en mi ayuda.
Empuña la lanza y el hacha,
    y haz frente a[a] los que me persiguen.
Quiero oírte decir:
    «Yo soy tu salvación».

Queden confundidos y avergonzados
    los que procuran matarme;
retrocedan humillados
    los que traman mi ruina.
Sean como la paja que se lleva el viento,
    acosados por el ángel del Señor;
sea su senda oscura y resbalosa,
    perseguidos por el ángel del Señor.

Ya que sin motivo me tendieron una trampa
    y sin motivo cavaron una fosa para mí,
que la ruina los tome por sorpresa;
    que caigan en su propia trampa,
    en la fosa que ellos mismos cavaron.
Así mi alma se alegrará en el Señor
    y se deleitará en su salvación.
10 Así todo mi ser exclamará:
    «¿Quién como tú, Señor?
Tú libras de los poderosos a los pobres;
    a los pobres y necesitados libras
    de aquellos que los explotan».

11 Se presentan testigos despiadados
    y me preguntan cosas que yo ignoro.
12 Me devuelven mal por bien
    y eso me duele en el alma;
13 pues cuando ellos enfermaban
    yo me vestía de luto,
    me afligía y ayunaba.
¡Ay, si pudiera retractarme de mis oraciones!
14 Me vestía yo de luto,
    como por un amigo o un hermano.
Afligido, inclinaba la cabeza,
    como si llorara por mi madre.
15 Pero yo tropecé y ellos se alegraron
    y a una se juntaron contra mí.
Asaltantes[b] que yo no conocía;
    me calumniaban sin cesar.
16 Me atormentaban, se burlaban de mí[c]
    y contra mí rechinaban los dientes.

17 ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tolerar esto?
Libra mi vida, mi única vida,
    de los ataques de esos leones.
18 Yo te daré gracias en la gran asamblea;
    ante una multitud te alabaré.
19 No dejes que de mí se burlen
    mis enemigos traicioneros;
no dejes que guiñen el ojo
    los que me odian sin motivo.
20 Porque no vienen en son de paz,
    sino que urden mentiras
    contra la gente apacible del país.
21 De mí se ríen a carcajadas y exclaman:
    «¡Miren en lo que vino a parar!».

22 Señor, tú has visto todo esto;
    no te quedes callado.
    ¡Señor, no te alejes de mí!
23 ¡Despierta! ¡Levántate en mi defensa!
    ¡Defiéndeme, mi Dios y Señor!
24 Júzgame según tu justicia, Señor mi Dios;
    no dejes que se burlen de mí.
25 No permitas que piensen:
    «¡Así queríamos verlo!».
No permitas que digan:
    «Nos lo hemos tragado vivo».

26 Queden avergonzados y confundidos
    todos los que se alegran de mi desgracia;
sean cubiertos de deshonra y vergüenza
    todos los que se creen más que yo.
27 Pero lancen voces de alegría y regocijo
    los que quieren mi vindicación
y digan siempre: «Exaltado sea el Señor,
    quien se deleita en el bienestar de su siervo».

28 Con mi lengua proclamaré tu justicia
    y todo el día te alabaré.

Footnotes

  1. 35:3 el hacha, y haz frente a (lectura probable); cierra contra (TM).
  2. 35:15 Asaltantes (lectura probable); Gente golpeada o extraña (TM).
  3. 35:16 Me … mí (LXX); Como un grupo impío de burlones (TM).

Oración de un justo perseguido

Salmo de David.

35 Combate, oh Señor, a los que me combaten(A);
ataca a los que me atacan(B).
Echa mano del broquel y del escudo(C),
y levántate en mi ayuda(D).
Empuña también la lanza y el hacha[a] para enfrentarte a los que me persiguen;
di a mi alma: Yo soy tu salvación(E).
Sean avergonzados y confundidos[b] los que buscan mi vida[c](F);
sean puestos en fuga y humillados los que traman el mal contra mí(G).
Sean como paja delante del viento(H),
con el ángel del Señor acosándolos.
Sea su camino tenebroso y resbaladizo(I),
con el ángel del Señor persiguiéndolos.
Porque sin causa me tendieron su red[d](J);
sin causa cavaron fosa[e] para mi alma(K).
Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta(L),
y la red que él mismo tendió lo prenda(M),
¡que caiga en esa misma destrucción(N)!

Y mi alma se regocijará en el Señor(O);
en su salvación se gozará(P).
10 Dirán todos mis huesos(Q): Señor, ¿quién como tú(R),
que libras al afligido de aquel que es más fuerte(S) que él,
sí, al afligido y al necesitado de aquel que lo despoja[f](T)?
11 Se levantan testigos malvados(U),
y de lo que no sé me preguntan.
12 Me devuelven mal por bien(V)
para aflicción de mi alma.
13 Pero yo, cuando ellos estaban enfermos(W), vestía de cilicio[g](X);
humillé mi alma con ayuno(Y),
y mi oración se repetía en[h] mi pecho(Z).
14 Como por mi amigo, como por mi hermano, andaba de aquí para allá;
como el que está de duelo por la madre, enlutado me encorvaba(AA).
15 Pero ellos se alegraron en mi tropiezo[i](AB), y se reunieron;
los agresores[j], a quienes no conocía, se juntaron contra mí(AC);
me despedazaban[k] sin cesar(AD).
16 Como bufones impíos en una fiesta,
rechinaban sus dientes contra mí(AE).

17 ¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando(AF)?
Rescata mi alma de sus estragos(AG),
mi única vida de los leones(AH).
18 En la gran congregación te daré gracias(AI);
entre mucha gente te alabaré(AJ).
19 No permitas que se regocijen a costa mía(AK) los que injustamente son mis enemigos(AL),
ni que guiñen el ojo con malicia(AM) los que sin causa me aborrecen(AN).
20 Porque ellos no hablan paz,
sino que piensan palabras engañosas[l] contra los pacíficos de la tierra(AO),
21 y abrieron bien grande su boca contra mí(AP);
dijeron: ¡Ajá, ajá, nuestros ojos lo han visto(AQ)!

22 Tú lo has visto(AR), Señor, no calles(AS);
Señor, no estés lejos de mí(AT).
23 Despierta y levántate para mi defensa(AU)
y para mi causa, Dios mío y Señor mío.
24 Júzgame conforme a tu justicia(AV), oh Señor, Dios mío;
que no se rían de mí(AW).
25 Que no digan en su corazón: ¡Ajá, lo que queríamos(AX)!
Que no digan: ¡Lo hemos devorado(AY)!
26 Sean avergonzados y humillados a una los que se alegran de mi mal(AZ);
cúbranse de vergüenza y deshonra los que se engrandecen contra mí(BA).

27 Canten de júbilo y regocíjense(BB) los que favorecen mi vindicación(BC);
y digan continuamente: Engrandecido sea el Señor(BD),
que se deleita en la paz[m] de su siervo(BE).
28 Y mi lengua hablará de tu justicia
y de tu alabanza todo el día(BF).

Footnotes

  1. Salmos 35:3 Otra posible lectura es: y cierra el paso
  2. Salmos 35:4 O, deshonrados
  3. Salmos 35:4 Lit., alma
  4. Salmos 35:7 Lit., una fosa
  5. Salmos 35:7 Lit., su red
  6. Salmos 35:10 O, roba
  7. Salmos 35:13 O, saco
  8. Salmos 35:13 O, volvía a
  9. Salmos 35:15 O, cojera
  10. Salmos 35:15 O, heridores
  11. Salmos 35:15 O, calumniaban
  12. Salmos 35:20 O, traman engaños
  13. Salmos 35:27 O, prosperidad

Oración de un justo perseguido

Salmo de David.

35 Combate, oh Señor, a los que me combaten(A);
Ataca a los que me atacan(B).
Echa mano del broquel y del escudo(C),
Y levántate en mi ayuda(D).
Empuña también la lanza y el hacha para enfrentarte a los que me persiguen;
Dile a mi alma: «Yo soy tu salvación(E)».
Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida(F);
Sean puestos en fuga y humillados los que traman el mal contra mí(G).
Sean como paja delante del viento(H),
Con el ángel del Señor acosándolos.
Sea su camino tenebroso y resbaladizo(I),
Con el ángel del Señor persiguiéndolos.
Porque sin causa me tendieron su red(J);
Sin causa cavaron fosa para mi alma(K).
Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta(L),
Y la red que él mismo tendió lo prenda(M),
¡Que caiga en esa misma destrucción(N)!

Y mi alma se regocijará en el Señor(O);
En Su salvación se gozará(P).
10 Dirán todos mis huesos(Q): «Señor, ¿quién como Tú(R),
Que libras al afligido de aquel que es más fuerte(S) que él,
Sí, al afligido y al necesitado de aquel que lo despoja(T)?».
11 Se levantan testigos malvados(U),
Y de lo que no sé me preguntan.
12 Me devuelven mal por bien(V)
Para aflicción de mi alma.
13 Pero yo, cuando ellos estaban enfermos(W), vestía de cilicio(X);
Humillé mi alma con ayuno(Y),
Y mi oración se repetía en mi pecho(Z).
14 Como por mi amigo, como por mi hermano, andaba de aquí para allá;
Como el que está de duelo por la madre, enlutado me encorvaba(AA).
15 Pero ellos se alegraron en mi tropiezo(AB), y se reunieron;
Los agresores, a quienes no conocía, se juntaron contra mí(AC);
Me despedazaban sin cesar(AD).
16 Como bufones impíos en una fiesta,
Rechinaban sus dientes contra mí(AE).

17 ¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando(AF)?
Rescata mi alma de sus estragos(AG),
Mi única vida de los leones(AH).
18 En la gran congregación te daré gracias(AI);
Entre mucha gente te alabaré(AJ).
19 No permitas que se regocijen a costa mía(AK) los que injustamente son mis enemigos(AL),
Ni que guiñen el ojo con malicia(AM) los que sin causa me aborrecen(AN).
20 Porque ellos no hablan paz,
Sino que piensan palabras engañosas contra los pacíficos de la tierra(AO),
21 Y abrieron bien grande su boca contra mí(AP);
Dijeron: «¡Ajá, nuestros ojos lo han visto(AQ)!».

22 Tú lo has visto(AR), Señor, no calles(AS);
Señor, no estés lejos de mí(AT).
23 Despierta y levántate para mi defensa(AU)
Y para mi causa, Dios mío y Señor mío.
24 Júzgame conforme a Tu justicia(AV), oh Señor, Dios mío;
Que no se rían de mí(AW).
25 Que no digan en su corazón: «¡Esto es lo que queríamos(AX)!».
Que no digan: «¡Lo hemos devorado(AY)!».
26 Sean avergonzados y humillados a una los que se alegran de mi mal(AZ);
Cúbranse de vergüenza y deshonra los que se engrandecen contra mí(BA).

27 Canten de júbilo y regocíjense(BB) los que favorecen mi causa(BC);
Y digan continuamente: «Engrandecido sea el Señor(BD),
Que se deleita en la paz de Su siervo(BE)».
28 Y mi lengua hablará de Tu justicia
Y de Tu alabanza todo el día(BF).

Plegaria pidiendo ser librado de los enemigos

Salmo de David.

35 Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden;

Pelea contra los que me combaten.

Echa mano al escudo y al pavés,

Y levántate en mi ayuda.

Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;

Di a mi alma: Yo soy tu salvación.

Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida;

Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan.

Sean como el tamo delante del viento,

Y el ángel de Jehová los acose.

Sea su camino tenebroso y resbaladizo,

Y el ángel de Jehová los persiga.

Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;

Sin causa cavaron hoyo para mi alma.

Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa,

Y la red que él escondió lo prenda;

Con quebrantamiento caiga en ella.

Entonces mi alma se alegrará en Jehová;

Se regocijará en su salvación.

10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,

Que libras al afligido del más fuerte que él,

Y al pobre y menesteroso del que le despoja?

11 Se levantan testigos malvados;

De lo que no sé me preguntan;

12 Me devuelven mal por bien,

Para afligir a mi alma.

13 Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio;

Afligí con ayuno mi alma,

Y mi oración se volvía a mi seno.

14 Como por mi compañero, como por mi hermano andaba;

Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.

15 Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron;

Se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía;

Me despedazaban sin descanso;

16 Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,

Crujieron contra mí sus dientes.

17 Señor, ¿hasta cuándo verás esto?

Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.

18 Te confesaré en grande congregación;

Te alabaré entre numeroso pueblo.

19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,

Ni los que me aborrecen sin causa(A) guiñen el ojo.

20 Porque no hablan paz;

Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.

21 Ensancharon contra mí su boca;

Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!

22 Tú lo has visto, oh Jehová; no calles;

Señor, no te alejes de mí.

23 Muévete y despierta para hacerme justicia,

Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.

24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,

Y no se alegren de mí.

25 No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra!

No digan: ¡Le hemos devorado!

26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;

Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,

Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,

Que ama la paz de su siervo.

28 Y mi lengua hablará de tu justicia

Y de tu alabanza todo el día.

Oración pidiendo la ayuda del Señor

(1a) De David.

35 (1b) Señor, opónte a los que se oponen a mí;
ataca a los que me atacan.
Toma tu escudo y ven en mi ayuda;
toma tu lanza y haz frente a los que me persiguen;
¡dime que eres tú mi salvador!

Huyan avergonzados
los que quieren matarme;
huyan avergonzados
los que quieren hacerme daño;
¡sean como paja que se lleva el viento,
arrojados por el ángel del Señor!
¡Sea su camino oscuro y resbaladizo,
perseguidos por el ángel del Señor!
Sin motivo me pusieron una trampa;
sin motivo hicieron un hoyo
para que yo cayera en él.
¡Que los sorprenda la desgracia!
¡Que caigan en su propia trampa!
¡Que caigan en desgracia!

Entonces me alegraré en el Señor,
porque él me habrá salvado.
10 De todo corazón diré:
«¿Quién como tú, Señor?
A los pobres y necesitados los libras
de quienes son más fuertes que ellos,
de quienes los explotan.»

11 Se levantan testigos malvados
y me preguntan cosas que yo no sé.
12 Me han pagado mal por bien,
y esto me causa mucha tristeza;
13 pues cuando ellos se enfermaban
yo me afligía por ellos,
me ponía ropas ásperas y ayunaba,
y en mi interior no dejaba de orar.
14 Andaba yo triste y decaído,
como si estuviera de luto por mi madre,
por un amigo o por mi propio hermano.
15 Pero cuando caí,
todos juntos se rieron de mí;
como si fueran gente extraña y desconocida,
me maltrataron sin cesar.
16 Me atormentaron, se burlaron de mí,
me lanzaron miradas cargadas de odio.

17 Señor, ¿cuánto tiempo seguirás viendo esto?
¡Sálvame la vida, mi única vida,
de esos leones que andan rugiendo!
18 Te daré gracias ante tu pueblo numeroso;
¡te alabaré ante la gran multitud!

19 Que no se alegren de mí mis enemigos;
que no se guiñen el ojo los que me odian sin razón.
20 Pues ellos no buscan la paz,
sino que hacen planes traicioneros
contra la gente pacífica del país;
21 abren tamaña boca contra mí, y dicen:
«¡Miren lo que hemos llegado a ver!»

22 ¡A ti te consta, Señor!
¡No te quedes en silencio!
¡No te alejes de mí!
23 Levántate, Señor y Dios mío, ¡despierta!
Hazme justicia, ponte de mi parte.
24 Júzgame, Señor y Dios mío,
de acuerdo con tu justicia.
¡Que no se rían de mí!
25 Que no digan ni piensen:
«¡Esto es lo que queríamos!
¡Lo hemos arruinado por completo!»
26 Que queden cubiertos de vergüenza
los que se alegran de mi desgracia;
que queden totalmente cubiertos de vergüenza
los que se creen superiores a mí.

27 Pero que se alegren y griten de alegría
los que quieren verme victorioso;
que digan constantemente:
«¡El Señor es grande,
y le agrada el bienestar de su siervo!»
28 Con mi lengua hablaré de tu justicia;
¡todo el día te alabaré!

Al director musical. Salmo de David. Cántico.

65 A ti, oh Dios, en Sión,
    te espera la alabanza,
    y a ti se te deben cumplir las promesas.
Tú escuchas la oración,
    a ti acude todo mortal.
Cuando nuestras iniquidades
    y nuestros delitos nos abrumaban,
    tú los perdonaste.
¡Dichoso aquel a quien tú escoges,
    al que atraes a ti para que viva en tus atrios!
Saciémonos de los bienes de tu casa,
    de los dones de tu santo Templo.

Tú, oh Dios y Salvador nuestro,
    nos respondes con asombrosas obras de justicia;
tú eres la esperanza de los confines de la tierra
    y de los más lejanos mares.
Tú, con tu poder, formaste las montañas,
    ceñido de fuerza.
Tú calmaste el rugido de los mares,
    el estruendo de sus olas
    y el tumulto de los pueblos.
Los que viven en remotos lugares se asombran ante tus prodigios;
    desde el amanecer hasta el anochecer
    tú inspiras canciones de alegría.

Cuidas la tierra, la riegas
    y la enriqueces abundantemente.
Los arroyos de Dios se llenan de agua,
    para asegurarle trigo al pueblo,
    porque así preparas el campo.
10 Empapas los surcos, nivelas sus terrones,
    reblandeces la tierra con lluvias abundantes
    y bendices sus renuevos.
11 Tú coronas el año con tus bondades
    y tus carretas se desbordan de abundancia.
12 Rebosan los prados del desierto;
    las colinas se visten de alegría.
13 Pobladas de rebaños están las praderas
    y cubiertos los valles de trigales,
    aclaman y cantan alegres.

La abundante generosidad de Dios

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.

65 Silencio habrá delante de[a] ti, y alabanza en Sión, oh Dios;
y a ti se cumplirá el voto[b](A).
¡Oh tú, que escuchas la oración!
Hasta ti viene todo hombre[c](B).
Las[d] iniquidades(C) prevalecen contra mí;
mas nuestras transgresiones tú las perdonas(D).
Cuán bienaventurado(E) es el que tú escoges, y acercas a ti(F),
para que more en tus atrios.
Seremos saciados(G) con el bien de tu casa,
tu santo templo.

Con grandes prodigios(H) nos respondes en justicia,
oh Dios de nuestra salvación(I),
confianza de todos los términos de la tierra(J), y del más lejano mar[e](K);
tú, el que afirma los montes(L) con su poder,
ceñido de potencia(M);
el que calma el rugido de los mares,
el estruendo de las olas(N),
y el tumulto de los pueblos(O).
Por eso los que moran en los confines de la tierra(P) temen tus obras[f],
tú haces cantar de júbilo a la aurora y al ocaso[g].

Tú visitas la tierra y la riegas en abundancia(Q),
en gran manera la enriqueces(R);
el río de Dios(S) rebosa de agua;
tú les preparas su grano(T), porque así preparas la tierra[h].
10 Riegas sus surcos abundantemente,
allanas sus camellones[i],
la ablandas con lluvias(U),
bendices sus renuevos.
11 Tú has coronado el año con tus bienes[j](V),
y tus huellas destilan grosura(W).
12 Destilan los pastos del desierto(X),
y los collados se ciñen de alegría(Y).
13 Las praderas se visten de rebaños(Z),
y los valles se cubren de grano(AA);
dan voces de júbilo, sí, cantan(AB).

Footnotes

  1. Salmos 65:1 Lit., a
  2. Salmos 65:1 O, se pagarán los votos
  3. Salmos 65:2 Lit., toda carne
  4. Salmos 65:3 Lit., Las palabras de
  5. Salmos 65:5 O, de los más lejanos mares
  6. Salmos 65:8 Lit., señales
  7. Salmos 65:8 Lit., las salidas de la mañana y de la tarde
  8. Salmos 65:9 Lit., así la preparas
  9. Salmos 65:10 O, glebas
  10. Salmos 65:11 O, tu generosidad

La abundante generosidad de Dios

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.

65 Silencio habrá delante de Ti, y alabanza en Sión, oh Dios.
A Ti se cumplirá el voto(A).
¡Oh Tú, que escuchas la oración!
Hasta Ti viene todo hombre(B).
Las iniquidades(C) prevalecen contra mí,
Pero nuestras transgresiones Tú las perdonas(D).
Cuán bienaventurado(E) es aquel que Tú escoges, y acercas a Ti(F),
Para que more en Tus atrios.
Seremos saciados(G) con el bien de Tu casa,
Tu santo templo.

Con grandes prodigios(H) nos respondes en justicia,
Oh Dios de nuestra salvación(I),
Tú eres la confianza de todos los términos de la tierra(J) y del más lejano mar(K);
El que afirma los montes(L) con Su poder,
Ceñido de potencia(M);
El que calma el rugido de los mares,
El estruendo de las olas(N),
Y el tumulto de los pueblos(O).
Por eso los que moran en los confines de la tierra(P) temen Tus obras,
Tú haces cantar de júbilo a la aurora y al ocaso.

Tú visitas la tierra y la riegas en abundancia(Q),
En gran manera la enriqueces(R).
El río de Dios(S) rebosa de agua;
Tú les preparas su grano(T), porque así preparas la tierra.
10 Riegas sus surcos abundantemente,
Allanas sus camellones,
La ablandas con lluvias(U),
Bendices sus renuevos.
11 Tú has coronado el año con Tus bienes(V),
Y Tus huellas destilan grasa(W).
12 Destilan los pastos del desierto(X),
Y los collados se adornan de alegría(Y).
13 Las praderas se visten de rebaños(Z),
Y los valles se cubren de grano(AA);
Dan voces de júbilo, sí, cantan(AB).

La generosidad de Dios en la naturaleza

Al músico principal. Salmo. Cántico de David.

65 Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios,

Y a ti se pagarán los votos.

Tú oyes la oración;

A ti vendrá toda carne.

Las iniquidades prevalecen contra mí;

Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti,

Para que habite en tus atrios;

Seremos saciados del bien de tu casa,

De tu santo templo.

Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,

Oh Dios de nuestra salvación,

Esperanza de todos los términos de la tierra,

Y de los más remotos confines del mar.

Tú, el que afirma los montes con su poder,

Ceñido de valentía;

El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,

Y el alboroto de las naciones.

Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas.

Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

Visitas la tierra, y la riegas;

En gran manera la enriqueces;

Con el río de Dios, lleno de aguas,

Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.

10 Haces que se empapen sus surcos,

Haces descender sus canales;

La ablandas con lluvias,

Bendices sus renuevos.

11 Tú coronas el año con tus bienes,

Y tus nubes destilan grosura.

12 Destilan sobre los pastizales del desierto,

Y los collados se ciñen de alegría.

13 Se visten de manadas los llanos,

Y los valles se cubren de grano;

Dan voces de júbilo, y aun cantan.

Dios es digno de alabanza

(1) Del maestro de coro. Salmo y cántico de David.

65 (2) Oh Dios de Sión,
¡tú eres digno de alabanza!,
¡tú mereces que te cumplan lo prometido,
(3) pues escuchas la oración!

Todo el mundo viene a ti.
(4) Nuestras maldades nos dominan,
pero tú perdonas nuestros pecados.
(5) Feliz el hombre a quien escoges
y lo llevas a vivir cerca de ti,
en las habitaciones de tu templo.
¡Que seamos colmados con lo mejor de tu casa,
con la santidad de tu templo!

(6) Dios y Salvador nuestro,
tú nos respondes
con maravillosos actos de justicia;
la tierra entera confía en ti,
y también el mar lejano;
(7) tú mantienes firmes las montañas
con tu poder y tu fuerza.
(8) Tú calmas el estruendo de las olas
y el alboroto de los pueblos;
(9) aun los que habitan en lejanas tierras
tiemblan ante tus maravillas;
por ti hay gritos de alegría
del oriente al occidente.
(10) Tú tienes cuidado de la tierra;
le envías lluvia y la haces producir;
tú, con arroyos caudalosos,
haces crecer los trigales.
¡Así preparas el campo!
10 (11) Tú empapas los surcos de la tierra
y nivelas sus terrones;
ablandas la tierra con lluvias abundantes
y bendices sus productos.
11 (12) Tú colmas el año de bendiciones,
tus nubes derraman abundancia;
12 (13) los pastos del desierto están verdes
y los montes se visten de gala;
13 (14) los llanos se cubren de rebaños,
los valles se revisten de trigales;
¡todos cantan y gritan de alegría!

95 ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor;
    aclamemos alegres a la Roca de nuestra salvación!
Lleguemos ante él con acción de gracias;
    aclamémoslo con cánticos.

Porque el Señor es el gran Dios,
    el gran Rey sobre todos los dioses.
En sus manos están los abismos de la tierra;
    suyas son las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo;
    con sus manos formó la tierra seca.

¡Vengan, postrémonos reverentes!
    Doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor!
Porque él es nuestro Dios
    y nosotros somos el pueblo de su prado;
    somos un rebaño bajo su cuidado.

Si ustedes oyen hoy su voz,
    no endurezcan sus corazones,[a] como en Meribá,[b]
    como aquel día en Masá,[c] en el desierto,
cuando sus antepasados me tentaron,
    cuando me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras.
10 Cuarenta años estuve enojado con aquella generación
    y dije: «Son un pueblo que siempre se aleja de mí,
    que no reconoce mis caminos».
11 Así que, en mi enojo, hice este juramento:
    «Jamás entrarán en mi reposo».

Footnotes

  1. 95:8 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  2. 95:8 En hebreo, Meribá significa altercado.
  3. 95:8 En hebreo, Masá significa prueba o provocación.

Alabanza al Señor y advertencia contra la incredulidad

95 Venid, cantemos con gozo al Señor(A),
aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación(B).
Vengamos ante su presencia(C) con acción de gracias[a](D);
aclamémosle con salmos[b](E).
Porque Dios grande(F) es el Señor,
y Rey grande sobre todos los dioses(G),
en cuya mano están las profundidades de la tierra(H);
suyas son también las cumbres de los montes.
Suyo es el mar[c], pues Él lo hizo(I),
y sus manos formaron la tierra firme[d].

Venid, adoremos y postrémonos(J);
doblemos la rodilla(K) ante el Señor nuestro Hacedor(L).
Porque Él es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo de su prado[e](M) y las ovejas de su mano.
Si oís hoy su voz[f](N),
no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba[g](O),
como en el día de Masah[h](P) en el desierto,
cuando vuestros padres me tentaron(Q),
me probaron, aunque habían visto mi obra.
10 Por cuarenta años(R) me repugnó aquella generación,
y dije: Es un pueblo que se desvía[i] en su corazón(S)
y no conocen mis caminos.
11 Por tanto, juré en mi ira(T):
Ciertamente no entrarán en mi reposo(U).

Footnotes

  1. Salmos 95:2 O, un canto de acción de gracias
  2. Salmos 95:2 O, cánticos (con acompañamiento de instrumentos)
  3. Salmos 95:5 Lit., Quien tiene el mar
  4. Salmos 95:5 O, seca
  5. Salmos 95:7 Lit., pastoreo
  6. Salmos 95:7 U, ¡Oh si obedeciérais...voz!
  7. Salmos 95:8 I.e., el lugar de contienda
  8. Salmos 95:8 I.e., tentación
  9. Salmos 95:10 Lit., divaga

Alabanza al Señor y advertencia contra la incredulidad

95 Vengan, cantemos con gozo al Señor(A),
Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación(B).
Vengamos ante Su presencia(C) con acción de gracias(D);
Aclamemos a Él con salmos(E).
Porque Dios grande(F) es el Señor,
Y Rey grande sobre todos los dioses(G),
En cuya mano están las profundidades de la tierra(H);
Suyas son también las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, pues Él lo hizo(I),
Y Sus manos formaron la tierra firme.

Vengan, adoremos y postrémonos(J);
Doblemos la rodilla(K) ante el Señor nuestro Hacedor(L).
Porque Él es nuestro Dios,
Y nosotros el pueblo de Su prado(M) y las ovejas de Su mano.
Si ustedes oyen hoy Su voz(N),
No endurezcan su corazón como en Meriba(O),
Como en el día de Masah(P) en el desierto,
Cuando sus padres me tentaron(Q),
Me pusieron a prueba, aunque habían visto Mi obra.
10 Por cuarenta años(R) me repugnó aquella generación,
Y dije: «Es un pueblo que se desvía en su corazón(S)
Y no conocen Mis caminos.
11 Por tanto, juré en Mi ira(T):
Ciertamente no entrarán en Mi reposo(U)».

Cántico de alabanza y de adoración

95 Venid, aclamemos alegremente a Jehová;

Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.

Lleguemos ante su presencia con alabanza;

Aclamémosle con cánticos.

Porque Jehová es Dios grande,

Y Rey grande sobre todos los dioses.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra,

Y las alturas de los montes son suyas.

Suyo también el mar, pues él lo hizo;

Y sus manos formaron la tierra seca.

Venid, adoremos y postrémonos;

Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

Porque él es nuestro Dios;

Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.

Si oyereis hoy su voz,

No endurezcáis vuestro corazón,(A) como en Meriba,

Como en el día de Masah en el desierto,

Donde me tentaron vuestros padres,

Me probaron,(B) y vieron mis obras.

10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación,

Y dije: Pueblo es que divaga de corazón,

Y no han conocido mis caminos.

11 Por tanto, juré en mi furor

Que no entrarían en mi reposo.(C)(D)

Cantemos al Señor con alegría

95 Vengan, cantemos al Señor con alegría;
cantemos a nuestro protector y Salvador.
Entremos a su presencia con gratitud,
y cantemos himnos en su honor.
Porque el Señor es Dios grande,
el gran Rey de todos los dioses.
Él tiene en su mano
las regiones más profundas de la tierra;
suyas son las más altas montañas.
El mar le pertenece, pues él lo formó;
¡con sus propias manos formó la tierra seca!

Vengan, adoremos de rodillas;
arrodillémonos delante del Señor,
pues él nos hizo.
Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo;
somos ovejas de sus prados.

Escuchen hoy lo que él les dice:
«No endurezcan su corazón, como en Meribá;
como aquel día en Masá, en el desierto,
cuando me pusieron a prueba sus antepasados,
aunque habían visto mis obras.
10 Cuarenta años estuve enojado
con aquella generación,
y dije: “Esta gente anda muy descarriada;
¡no obedecen mis mandatos!”
11 Por eso juré en mi furor
que no entrarían en el lugar de mi reposo.»

Cántico de los peregrinos.

125 Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
    jamás caerá y permanece para siempre.
Como rodean los montes a Jerusalén,
    así rodea el Señor a su pueblo,
    desde ahora y para siempre.

No prevalecerá el poder de los malvados
    sobre la heredad asignada a los justos,
para que nunca los justos extiendan
    sus manos hacia la maldad.

Haz bien, Señor, a los que son buenos,
    a los rectos de corazón.
Pero a los que van por caminos torcidos
    deséchalos, Señor, junto con los malhechores.

¡Que haya paz en Israel!

El Señor protege a su pueblo

Cántico de ascenso gradual[a].

125 Los que confían en el Señor
son como el monte Sión, que es inconmovible(A), que permanece para siempre(B).
Como los montes rodean a Jerusalén,
así el Señor rodea a su pueblo(C)
desde ahora y para siempre(D).
Pues el cetro de la impiedad(E) no descansará sobre la tierra[b] de los justos,
para que los justos no extiendan sus manos para hacer el mal(F).

Haz bien, Señor, a los buenos(G),
y a los rectos de corazón(H).
Mas a los que se desvían(I) por sus caminos torcidos(J),
el Señor los llevará con los que hacen iniquidad(K).
Paz sea sobre Israel(L).

Footnotes

  1. Salmos 125:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
  2. Salmos 125:3 Lit., suerte o heredad

El Señor protege a Su pueblo

Cántico de ascenso gradual.

125 Los que confían en el Señor
Son como el monte Sión, que es inconmovible(A), que permanece para siempre(B).
Como los montes rodean a Jerusalén,
Así el Señor rodea a Su pueblo(C)
Desde ahora y para siempre(D).
Pues el cetro de la impiedad(E) no descansará sobre la tierra de los justos,
Para que los justos no extiendan sus manos para hacer el mal(F).

Haz bien, Señor, a los buenos(G)
Y a los rectos de corazón(H).
Pero a los que se desvían(I) por sus caminos torcidos(J),
El Señor los llevará con los que hacen iniquidad(K).
¡Paz sea sobre Israel(L)!

Dios protege a su pueblo

Cántico gradual.

125 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,

Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,

Así Jehová está alrededor de su pueblo

Desde ahora y para siempre.

Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos;

No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

Haz bien, oh Jehová, a los buenos,

Y a los que son rectos en su corazón.

Mas a los que se apartan tras sus perversidades,

Jehová los llevará con los que hacen iniquidad;

Paz sea sobre Israel.

Dios protege a los suyos

(1a) Cántico de las subidas.

125 (1b) Los que confían en el Señor son inconmovibles;
igual que el monte Sión, permanecen para siempre.
Así como los montes rodean a Jerusalén,
el Señor rodea a su pueblo ahora y siempre.
El mal gobierno no siempre dominará
en la tierra que Dios ha dado a su pueblo,
no sea que su pueblo comience
a practicar la maldad.

Señor, haz bien a los hombres buenos,
a los hombres de corazón sincero;
pero a los que van por mal camino
hazlos correr la suerte de los malhechores.

¡Que haya paz en Israel!