Salmos 41
Reina-Valera 1995
Oración pidiendo salud
Al músico principal. Salmo de David
41 Bienaventurado el que piensa en el pobre;
en el día malo lo librará Jehová.
2 Jehová lo guardará, le dará vida
y será bienaventurado en la tierra.
No lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
3 Jehová lo sostendrá en el lecho del dolor;
ablandará su cama en la enfermedad.
4 Yo dije: «Jehová, ten misericordia de mí,
sana mi alma, porque contra ti he pecado.»
5 Mis enemigos hablan mal de mí, preguntando:
«¿Cuándo morirá y perecerá su nombre?»
6 Y si vienen a verme, hablan mentira;
recogen malas noticias
y al salir afuera las divulgan.
7 Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;
contra mí piensan mal, diciendo:
8 «Cosa maligna se ha apoderado de él;
el que cayó en cama no volverá a levantarse.»
9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba,
el que de mi pan comía,
alzó el pie contra mí.
10 Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí y hazme levantar,
y les daré el pago.
11 En esto conoceré que te he agradado:
en que mi enemigo no se alegre de mí.
12 En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado
y me has hecho estar delante de ti para siempre.
13 ¡Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,
por los siglos de los siglos!
¡Amén y amén!
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