Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

Muchos son, Señor, mis enemigos;
    muchos son los que se me oponen,
y muchos los que de mí aseguran:
    «Dios no lo salvará». Selah

Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege;
    tú eres mi gloria;
    tú mantienes en alto mi cabeza.
Clamo al Señor a voz en cuello
    y desde su monte santo él me responde. Selah

Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar,
    porque el Señor me sostiene.
No me asustan los miles de escuadrones
    que me acosan por doquier.

¡Levántate, Señor!
    ¡Ponme a salvo, Dios mío!
¡Rómpeles la quijada a mis enemigos!
    ¡Rómpeles los dientes a los malvados!

Tuya es, Señor, la salvación;
    ¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah

Oración matutina de confianza en Dios

Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón[a].

¡Oh Señor, cómo se han multiplicado mis adversarios(A)!
Muchos se levantan contra mí.
Muchos dicen de mí[b]:
Para él no hay salvación[c] en Dios(B). (Selah[d])

Mas tú, oh Señor, eres escudo en derredor mío(C),
mi gloria(D), y el que levanta mi cabeza(E).
Con mi voz clamé al Señor,
y Él me respondió(F) desde su santo monte(G). (Selah)
Yo me acosté y me dormí(H);
desperté, pues el Señor me sostiene.
No temeré(I) a los diez millares de enemigos[e]
que se han puesto en derredor contra mí(J).

¡Levántate(K), Señor! ¡Sálvame, Dios mío(L)!
Porque tú hieres[f] a todos mis enemigos en la mejilla[g](M);
rompes[h] los dientes de los impíos(N).
La salvación[i] es del Señor(O).
¡Sea sobre tu pueblo tu bendición(P)! (Selah)

Footnotes

  1. Salmos 3:1 Véase 2 Sam. 15:13-17, 29
  2. Salmos 3:2 Lit., a mi alma
  3. Salmos 3:2 O, liberación
  4. Salmos 3:2 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  5. Salmos 3:6 Lit., gente
  6. Salmos 3:7 O, has herido
  7. Salmos 3:7 O, quijada
  8. Salmos 3:7 O, has roto
  9. Salmos 3:8 O, liberación

Oración matutina de confianza en Dios

Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo.(A)

¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!

Muchos son los que se levantan contra mí.

Muchos son los que dicen de mí:

No hay para él salvación en Dios. Selah

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;

Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.

Con mi voz clamé a Jehová,

Y él me respondió desde su monte santo. Selah

Yo me acosté y dormí,

Y desperté, porque Jehová me sustentaba.

No temeré a diez millares de gente,

Que pusieren sitio contra mí.

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;

Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;

Los dientes de los perversos quebrantaste.

La salvación es de Jehová;

Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah

33 Canten al Señor con alegría, ustedes los justos;
    es propio de los íntegros alabar al Señor.
Alaben al Señor al son del arpa;
    entonen alabanzas con la lira de diez cuerdas.
Cántenle una canción nueva;
    toquen con destreza
    y den voces de alegría.

La palabra del Señor es justa;
    fieles son todas sus obras.
El Señor ama la justicia y el derecho;
    llena está la tierra de su gran amor.

Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos
    y por el soplo de su boca, todo lo que en ellos hay.
Él recoge en cántaros las aguas del mar
    y junta en depósitos las profundidades del océano.
Que toda la tierra tema al Señor;
    que lo honren todos los pueblos del mundo;
porque él habló, todo fue hecho;
    dio una orden y todo quedó firme.

10 El Señor frustra los planes de las naciones;
    desbarata los designios de los pueblos.
11 Pero los planes del Señor quedan firmes para siempre;
    los designios de su corazón son eternos.

12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
    el pueblo que escogió por su heredad.
13 El Señor observa desde el cielo
    y ve a toda la humanidad;
14 él contempla desde su morada
    a todos los habitantes de la tierra.
15 Él es quien formó el corazón de todos
    y quien conoce a fondo todas sus acciones.

16 No se salva el rey por sus muchos soldados
    ni por su mucha fuerza se libra el valiente.
17 Vana esperanza de victoria es el caballo;
    a pesar de su mucha fuerza no puede salvar.
18 Los ojos del Señor están sobre los que le temen;
    de los que esperan en su gran amor.
19 Él los libra de la muerte
    y en épocas de hambre los mantiene con vida.

20 Esperamos confiados en el Señor;
    él es nuestro socorro y nuestro escudo.
21 En él se regocija nuestro corazón,
    porque confiamos en su santo nombre.
22 Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
    tal como lo esperamos de ti.

Alabanza al creador y preservador

33 Cantad de júbilo en el Señor, oh justos(A);
apropiada es para los rectos la alabanza(B).
Dad gracias al Señor con la lira(C);
cantadle alabanzas con el arpa de diez cuerdas(D).
Cantadle cántico nuevo(E);
tañed con arte, con voz de júbilo(F).
Porque la palabra del Señor es recta(G);
y toda su obra es hecha con[a] fidelidad(H).
Él ama la justicia y el derecho(I);
llena está la tierra de la misericordia del Señor(J).

Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos(K),
y todo su ejército(L) por el aliento de su boca(M).
Él junta las aguas del mar como un montón[b](N);
pone en almacenes los abismos.
Tema al Señor toda la tierra(O);
tiemblen en su presencia todos los habitantes del mundo(P).
Porque Él habló, y fue hecho(Q);
Él mandó, y todo se confirmó[c].
10 El Señor hace nulo el consejo de las naciones;
frustra los designios de los pueblos(R).
11 El consejo del Señor permanece para siempre(S),
los designios de su corazón de generación en generación[d](T).
12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor(U),
el pueblo que Él ha escogido como herencia para sí(V).

13 El Señor mira desde los cielos(W);
El ve a todos los hijos de los hombres(X).
14 Desde el lugar de su morada Él observa
a todos los habitantes de la tierra(Y);
15 Él, que modela el corazón de cada uno de ellos(Z);
El, que todas las obras de ellos entiende(AA).
16 El rey no se salva por gran[e] ejército;
ni es librado el valiente[f] por la mucha fuerza(AB).
17 Falsa esperanza de victoria[g] es el caballo(AC),
ni con su mucha fuerza puede librar.

18 He aquí, los ojos[h] del Señor están sobre los que le temen(AD),
sobre los que esperan en su misericordia(AE),
19 para librar su alma de la muerte(AF),
y conservarlos con vida en tiempos de hambre(AG).
20 Nuestra alma espera al[i] Señor(AH);
Él es nuestra ayuda y nuestro escudo(AI);
21 pues en Él(AJ) se regocija nuestro corazón,
porque en su santo nombre hemos confiado.
22 Sea sobre nosotros tu misericordia, oh Señor,
según hemos esperado en ti.

Footnotes

  1. Salmos 33:4 O, en
  2. Salmos 33:7 Algunas versiones antiguas dicen: en un odre
  3. Salmos 33:9 O, estuvo firme, o, se presentó
  4. Salmos 33:11 O, por todas las generaciones
  5. Salmos 33:16 O, mucho
  6. Salmos 33:16 O, guerrero
  7. Salmos 33:17 Lit., salvación
  8. Salmos 33:18 Lit., el ojo
  9. Salmos 33:20 O, en el

Alabanzas al Creador y Preservador

33 Alegraos, oh justos, en Jehová;

En los íntegros es hermosa la alabanza.

Aclamad a Jehová con arpa;

Cantadle con salterio y decacordio.

Cantadle cántico nuevo;

Hacedlo bien, tañendo con júbilo.

Porque recta es la palabra de Jehová,

Y toda su obra es hecha con fidelidad.

Él ama justicia y juicio;

De la misericordia de Jehová está llena la tierra.

Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,

Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.

Él junta como montón las aguas del mar;

Él pone en depósitos los abismos.

Tema a Jehová toda la tierra;

Teman delante de él todos los habitantes del mundo.

Porque él dijo, y fue hecho;

Él mandó, y existió.

10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones,

Y frustra las maquinaciones de los pueblos.

11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre;

Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.

12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,

El pueblo que él escogió como heredad para sí.

13 Desde los cielos miró Jehová;

Vio a todos los hijos de los hombres;

14 Desde el lugar de su morada miró

Sobre todos los moradores de la tierra.

15 Él formó el corazón de todos ellos;

Atento está a todas sus obras.

16 El rey no se salva por la multitud del ejército,

Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.

17 Vano para salvarse es el caballo;

La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.

18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,

Sobre los que esperan en su misericordia,

19 Para librar sus almas de la muerte,

Y para darles vida en tiempo de hambre.

20 Nuestra alma espera a Jehová;

Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,

Porque en su santo nombre hemos confiado.

22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,

Según esperamos en ti.

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

63 Oh Dios, tú eres mi Dios;
    yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
    todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, sedienta y sin agua.

Te he visto en el santuario
    y he contemplado tu poder y tu gloria.
Tu gran amor es mejor que la vida;
    por eso mis labios te alabarán.
Te bendeciré mientras viva
    y alzando mis manos te invocaré.
Mi alma quedará satisfecha
    como de un suculento banquete,
y con labios jubilosos
    te alabará mi boca.

En mi lecho me acuerdo de ti;
    pienso en ti en las vigilias de la noche.
A la sombra de tus alas canto de alegría,
    porque tú eres mi ayuda.
Mi alma se aferra a ti;
    tu mano derecha me sostiene.

Los que buscan mi muerte serán destruidos;
    bajarán a las profundidades de la tierra.
10 Serán entregados a la espada
    y acabarán devorados por los chacales.

11 El rey se regocijará en Dios;
    todos los que invocan a Dios lo alabarán,
    pero los mentirosos serán silenciados.

El alma sedienta se satisface en Dios

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá[a].

63 Oh Dios, tú eres mi Dios(A); te buscaré con afán[b].
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela[c](B)
cual[d] tierra seca y árida donde no hay agua(C).
Así te contemplaba en el santuario,
para ver tu poder y tu gloria(D).
Porque tu misericordia es mejor que la vida(E),
mis labios te alabarán.
Así te bendeciré mientras viva(F),
en tu nombre alzaré mis manos[e](G).
Como con médula[f] y grosura está saciada(H) mi alma;
y con labios jubilosos te alaba mi boca(I).

Cuando en mi lecho me acuerdo de ti(J),
en ti medito durante las vigilias de la noche(K).
Porque tú has sido mi socorro(L),
y a la sombra de tus alas(M) canto gozoso.
A[g] ti se aferra mi alma(N);
tu diestra me sostiene(O).

Pero los que buscan mi vida[h] para destruirla(P),
caerán[i] a las profundidades de la tierra(Q).
10 Serán entregados al[j] poder de la espada(R);
presa[k] serán de las zorras(S).
11 Mas el rey se regocijará en Dios(T);
y todo el que por Él jura se gloriará(U),
porque la boca de los que dicen mentiras será cerrada(V).

Footnotes

  1. Salmos 63:1 1 Sam. 22:5; 23:14
  2. Salmos 63:1 Lit., temprano
  3. Salmos 63:1 Lit., languidece por ti
  4. Salmos 63:1 Lit., en
  5. Salmos 63:4 Lit., palmas
  6. Salmos 63:5 Lit., grasa
  7. Salmos 63:8 Lit., Tras
  8. Salmos 63:9 Lit., alma
  9. Salmos 63:9 Lit., irán
  10. Salmos 63:10 Lit., Lo derramarán por el
  11. Salmos 63:10 Lit., porción

Dios, satisfacción del alma

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.(A)

63 Dios, Dios mío eres tú;

De madrugada te buscaré;

Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,

En tierra seca y árida donde no hay aguas,

Para ver tu poder y tu gloria,

Así como te he mirado en el santuario.

Porque mejor es tu misericordia que la vida;

Mis labios te alabarán.

Así te bendeciré en mi vida;

En tu nombre alzaré mis manos.

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,

Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

Cuando me acuerde de ti en mi lecho,

Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

Porque has sido mi socorro,

Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Está mi alma apegada a ti;

Tu diestra me ha sostenido.

Pero los que para destrucción buscaron mi alma

Caerán en los sitios bajos de la tierra.

10 Los destruirán a filo de espada;

Serán porción de los chacales.

11 Pero el rey se alegrará en Dios;

Será alabado cualquiera que jura por él;

Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.

93 El Señor reina, revestido de esplendor;
    el Señor se ha revestido de grandeza y ha desplegado su poder.
Ha establecido el mundo con firmeza;
    jamás caerá.
Desde el principio se estableció tu trono
    y tú desde siempre has existido.

Se levantan las aguas, Señor;
    se levantan las aguas con estruendo;
    se levantan las aguas y sus batientes olas.
Pero el Señor, en las alturas, se muestra poderoso:
    más poderoso que el estruendo de las muchas aguas,
    más poderoso que los embates del mar.

Dignos de confianza son, Señor, tus mandatos;
    ¡la santidad es para siempre el adorno de tu casa!

La majestad del Señor

93 El Señor reina[a](A), vestido está de majestad(B);
el Señor se ha vestido y ceñido de poder(C);
ciertamente el mundo está bien afirmado(D), será inconmovible.
Desde la antigüedad está establecido tu trono(E);
tú eres desde la eternidad(F).

Los torrentes han alzado, oh Señor,
los torrentes han alzado su voz;
los torrentes alzan sus batientes olas(G).
Más que el fragor de muchas aguas,
más que las poderosas olas del mar,
es poderoso el Señor en las alturas(H).
Tus testimonios(I) son muy fidedignos;
la santidad conviene a tu casa(J),
eternamente[b], oh Señor.

Footnotes

  1. Salmos 93:1 O, se ha hecho rey
  2. Salmos 93:5 Lit., por largura de días

La majestad de Jehová

93 Jehová reina; se vistió de magnificencia;

Jehová se vistió, se ciñó de poder.

Afirmó también el mundo, y no se moverá.

Firme es tu trono desde entonces;

Tú eres eternamente.

Alzaron los ríos, oh Jehová,

Los ríos alzaron su sonido;

Alzaron los ríos sus ondas.

Jehová en las alturas es más poderoso

Que el estruendo de las muchas aguas,

Más que las recias ondas del mar.

Tus testimonios son muy firmes;

La santidad conviene a tu casa,

Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Cántico de los peregrinos.

123 Hacia ti dirijo la mirada,
    hacia ti, cuyo trono está en el cielo.
Como dirigen los esclavos la mirada hacia la mano de su amo,
    como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama,
así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios,
    hasta que tenga piedad de nosotros.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad.
    Estamos cansados de tanto desprecio,
del escarnio de los arrogantes
    y del menosprecio de los orgullosos.

Oración pidiendo ayuda del Señor

Cántico de ascenso gradual[a].

123 A ti levanto mis ojos(A),
¡oh tú que reinas[b] en los cielos(B)!
He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor(C),
como los ojos de la sierva a la mano de su señora,
así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios(D)
hasta que se apiade de nosotros.

Ten piedad de nosotros, oh Señor, ten piedad de nosotros(E),
porque muy hartos estamos de desprecio(F).
Harta en extremo está nuestra alma
del escarnio(G) de los que están en holgura(H),
y del desprecio de los soberbios(I).

Footnotes

  1. Salmos 123:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
  2. Salmos 123:1 Lit., que estás sentado o habitas

Plegaria pidiendo misericordia

Cántico gradual.

123 A ti alcé mis ojos,

A ti que habitas en los cielos.

He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,

Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora,

Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios,

Hasta que tenga misericordia de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros,

Porque estamos muy hastiados de menosprecio.

Hastiada está nuestra alma

Del escarnio de los que están en holgura,

Y del menosprecio de los soberbios.

Otras ventajas de la sabiduría

Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas;
    más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos.
Porque prolongarán tu vida muchos años
    y te traerán paz.

Que nunca te abandonen el amor y la verdad:
    llévalos siempre alrededor de tu cuello
    y escríbelos en la tabla de tu corazón.
Contarás con el favor de Dios
    y tendrás buen nombre[a] entre la gente.

Confía en el Señor de todo corazón
    y no te apoyes en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos
    y él enderezará tus sendas.

No seas sabio en tu propia opinión;
    más bien, teme al Señor y huye del mal.
Esto infundirá salud a tu cuerpo
    y fortalecerá tus huesos.

Honra al Señor con tus riquezas
    y con los primeros frutos de tus cosechas.
10 Así tus graneros se llenarán a reventar
    y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.

11 Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor
    ni te ofendas por sus reprensiones.
12 Porque el Señor disciplina a los que ama,
    como corrige un padre a su hijo querido.

13 Dichoso el que halla sabiduría,
    el que adquiere inteligencia.
14 Porque ella es de más provecho que la plata
    y rinde más ganancias que el oro.
15 Es más valiosa que las piedras preciosas:
    ¡ni lo más deseable se le puede comparar!
16 Con la mano derecha ofrece larga vida;
    con la izquierda, honor y riquezas.
17 Sus caminos son placenteros
    y en todos sus senderos hay paz.
18 Ella es árbol de vida para quienes la abrazan;
    ¡dichosos los que la retienen!

19 Con sabiduría afirmó el Señor la tierra,
    con inteligencia estableció los cielos.
20 Por su conocimiento se separaron las aguas
    y las nubes dejaron caer su rocío.

21 Hijo mío, conserva el buen juicio;
    no pierdas de vista la discreción.
22 Te serán fuente de vida,
    te adornarán como un collar.
23 Podrás recorrer tranquilo tu camino,
    y tus pies no tropezarán.
24 Al acostarte, no tendrás temor alguno;
    te acostarás y dormirás tranquilo.
25 No temerás ningún desastre repentino,
    ni la desgracia que sobreviene a los impíos.
26 Porque el Señor estará siempre a tu lado
    y te librará de caer en la trampa.

27 No niegues el bien a quienes lo necesitan,
    si en tu mano está hacerlo.
28 Nunca digas a tu prójimo:
    «Vuelve más tarde; te ayudaré mañana»,
    si hoy tienes con qué ayudarlo.
29 No planees el mal contra tu prójimo,
    el que ha puesto en ti su confianza.
30 No tengas pleito con nadie sin motivo,
    si no te ha hecho ningún daño.

31 No envidies a los violentos
    ni optes por andar en sus caminos.

32 Porque el Señor aborrece al perverso,
    pero al íntegro le brinda su amistad.
33 La maldición del Señor cae sobre la casa del malvado;
    su bendición, sobre el hogar de los justos.
34 Él se burla de los burladores,
    pero muestra su favor a los humildes.
35 Los sabios son dignos de honra,
    pero los necios solo merecen deshonra.

Footnotes

  1. 3:4 buen nombre. Lit. prudencia.

Exhortación a la sabiduría

Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza[a](A),
y tu corazón guarde mis mandamientos(B),
porque largura de días y años de vida(C)
y paz te añadirán.
La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti(D);
átalas a tu cuello(E),
escríbelas en la tabla de tu corazón(F).
Así hallarás favor y buena estimación(G)
ante los ojos de Dios y de los hombres(H).
Confía en el Señor(I) con todo tu corazón,
y no te apoyes en tu propio entendimiento(J).
Reconócele(K) en todos tus caminos,
y Él enderezará tus sendas(L).
No seas sabio a tus propios ojos(M),
teme al Señor y apártate del mal(N).
Será medicina para tu cuerpo[b](O)
y refrigerio para tus huesos(P).
Honra al Señor con tus bienes(Q)
y con las primicias de todos tus frutos(R);
10 entonces tus graneros se llenarán con abundancia(S)
y tus lagares rebosarán de mosto(T).
11 Hijo mío, no rechaces la disciplina[c] del Señor
ni aborrezcas su reprensión(U),
12 porque el Señor a quien ama reprende(V),
como un padre al hijo(W) en quien se deleita.

Beneficios de la sabiduría

13 Bienaventurado(X) el hombre que halla sabiduría
y el hombre que adquiere entendimiento;
14 porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
y sus utilidades mejor que el oro fino(Y).
15 Es más preciosa que las joyas[d],
y nada de lo que deseas se compara con ella(Z).
16 Larga vida[e](AA) hay en su mano derecha,
en su mano izquierda, riquezas y honra(AB).
17 Sus caminos son caminos agradables
y todas sus sendas, paz(AC).
18 Es árbol de vida(AD) para los que de ella echan mano,
y felices son los que la abrazan.
19 Con sabiduría fundó el Señor la tierra(AE),
con inteligencia estableció los cielos(AF).
20 Con su conocimiento los abismos fueron divididos(AG)
y los cielos destilan rocío(AH).
21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos(AI),
guarda la prudencia[f] y la discreción,
22 y serán vida(AJ) para tu alma,
y adorno para tu cuello(AK).
23 Entonces andarás con seguridad por tu camino(AL),
y no tropezará tu pie(AM).
24 Cuando te acuestes no tendrás temor(AN),
sí, te acostarás y será dulce tu sueño.
25 No temerás el pavor repentino(AO),
ni el ataque[g] de los impíos cuando venga(AP),
26 porque el Señor será tu confianza[h],
y guardará tu pie(AQ) de ser apresado.

27 No niegues el bien a quien se le debe[i](AR),
cuando esté en tu mano el hacerlo.
28 No digas a tu prójimo: Ve y vuelve,
y mañana te lo daré,
cuando lo tienes contigo(AS).
29 No trames el mal(AT) contra tu prójimo,
mientras habite seguro a tu lado.
30 No contiendas con nadie sin motivo,
si no te ha hecho daño(AU).
31 No envidies al hombre violento(AV),
y no escojas ninguno de sus caminos;
32 porque el hombre perverso es abominación para el Señor(AW);
pero Él es amigo íntimo[j](AX) de los rectos.
33 La maldición del Señor(AY) está sobre la casa del impío,
pero Él bendice la morada del justo(AZ).
34 Ciertamente Él se burla de los burladores,
pero da gracia a los afligidos(BA).
35 El sabio heredará honra(BB),
pero los necios hacen resaltar[k] su deshonra.

Footnotes

  1. Proverbios 3:1 O, ley
  2. Proverbios 3:8 Lit., ombligo
  3. Proverbios 3:11 O, instrucción
  4. Proverbios 3:15 Lit., los corales
  5. Proverbios 3:16 Lit., Largura de días
  6. Proverbios 3:21 O, sabiduría
  7. Proverbios 3:25 Lit., la tormenta
  8. Proverbios 3:26 O, estará a tu lado
  9. Proverbios 3:27 Lit., a sus dueños
  10. Proverbios 3:32 Lit., pero su consejo privado es
  11. Proverbios 3:35 O, elevan

Exhortación a la obediencia

Hijo mío, no te olvides de mi ley,

Y tu corazón guarde mis mandamientos;

Porque largura de días y años de vida

Y paz te aumentarán.

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;

Átalas a tu cuello,

Escríbelas en la tabla de tu corazón;

Y hallarás gracia y buena opinión

Ante los ojos de Dios y de los hombres.(A)

Fíate de Jehová de todo tu corazón,

Y no te apoyes en tu propia prudencia.

Reconócelo en todos tus caminos,

Y él enderezará tus veredas.

No seas sabio en tu propia opinión;(B)

Teme a Jehová, y apártate del mal;

Porque será medicina a tu cuerpo,

Y refrigerio para tus huesos.

Honra a Jehová con tus bienes,

Y con las primicias de todos tus frutos;

10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,

Y tus lagares rebosarán de mosto.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,

Ni te fatigues de su corrección;(C)

12 Porque Jehová al que ama castiga,(D)

Como el padre al hijo a quien quiere.(E)

13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,

Y que obtiene la inteligencia;

14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,

Y sus frutos más que el oro fino.

15 Más preciosa es que las piedras preciosas;

Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

16 Largura de días está en su mano derecha;

En su izquierda, riquezas y honra.

17 Sus caminos son caminos deleitosos,

Y todas sus veredas paz.

18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,

Y bienaventurados son los que la retienen.

19 Jehová con sabiduría fundó la tierra;

Afirmó los cielos con inteligencia.

20 Con su ciencia los abismos fueron divididos,

Y destilan rocío los cielos.

21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;

Guarda la ley y el consejo,

22 Y serán vida a tu alma,

Y gracia a tu cuello.

23 Entonces andarás por tu camino confiadamente,

Y tu pie no tropezará.

24 Cuando te acuestes, no tendrás temor,

Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.

25 No tendrás temor de pavor repentino,

Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,

26 Porque Jehová será tu confianza,

Y él preservará tu pie de quedar preso.

27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido,

Cuando tuvieres poder para hacerlo.

28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,

Y mañana te daré,

Cuando tienes contigo qué darle.

29 No intentes mal contra tu prójimo

Que habita confiado junto a ti.

30 No tengas pleito con nadie sin razón,

Si no te han hecho agravio.

31 No envidies al hombre injusto,

Ni escojas ninguno de sus caminos.

32 Porque Jehová abomina al perverso;

Mas su comunión íntima es con los justos.

33 La maldición de Jehová está en la casa del impío,

Pero bendecirá la morada de los justos.

34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores,

Y a los humildes dará gracia.(F)

35 Los sabios heredarán honra,

Mas los necios llevarán ignominia.