Salmo de David.

24 Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,
    el mundo y cuantos lo habitan;
porque él afirmó la tierra sobre los mares,
    la estableció sobre los ríos.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
    ¿Quién puede estar en su Lugar Santo?
Solo el de manos limpias y corazón puro,
    el que no adora ídolos vanos
    ni jura por dioses falsos.[a]

Quien es así recibe bendiciones del Señor;
    el Dios de su salvación le hará justicia.
Tal es la generación de los que a ti acuden,
    de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.[b] Selah

Eleven, puertas, sus dinteles;
    levántense, puertas antiguas,
    que va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es este Rey de la gloria?
    El Señor, el fuerte y valiente,
    el Señor, el valiente en la batalla.
Eleven, puertas, sus dinteles;
    levántense, puertas antiguas,
    que va a entrar el Rey de la gloria.
10 ¿Quién es este Rey de la gloria?
    Es el Señor de los Ejércitos;
    ¡él es el Rey de la gloria! Selah

Footnotes

  1. 24:4 por dioses falsos. Alt. con falsedad.
  2. 24:6 Dios de Jacob (LXX, Siríaca, Targum y dos mss. hebreos); TM no incluye Dios de.

Entrada del Rey de gloria

Salmo de David.

24 Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella[a](A);
el mundo(B) y los que en él habitan.
Porque Él la fundó sobre los mares,
y la asentó sobre los ríos(C).
¿Quién subirá(D) al monte del Señor(E)?
¿Y quién podrá estar en su lugar santo(F)?
El de manos[b] limpias(G) y corazón puro(H);
el que no ha alzado su alma a la falsedad[c](I),
ni jurado con engaño(J).
Ese recibirá bendición del Señor(K),
y justicia(L) del Dios de su salvación.
Tal es la generación de los que le buscan,
de los que buscan tu rostro, como[d] Jacob[e](M). (Selah[f])

Alzad, oh puertas(N), vuestras cabezas[g],
alzaos vosotras, puertas eternas,
para que entre el Rey de la gloria(O).
¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor, fuerte y poderoso(P);
el Señor, poderoso en batalla(Q).
Alzad, oh puertas, vuestras cabezas[h],
alzadlas, puertas eternas,
para que entre el Rey de la gloria(R).
10 ¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor de los ejércitos(S),
Él es el Rey de la gloria. (Selah)

Footnotes

  1. Salmos 24:1 Lit., y su plenitud
  2. Salmos 24:4 Lit., palmas
  3. Salmos 24:4 O, en vano
  4. Salmos 24:6 O, es decir
  5. Salmos 24:6 La versión gr. (sept.) dice: el rostro del Dios de Jacob
  6. Salmos 24:6 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  7. Salmos 24:7 O, vuestros dinteles
  8. Salmos 24:9 O, vuestros dinteles

Entrada del rey de gloria

Salmo de David.

24 Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella(A),
El mundo(B) y los que en él habitan.
Porque Él la fundó sobre los mares,
Y la asentó sobre los ríos(C).
¿Quién subirá(D) al monte del Señor(E)?
¿Y quién podrá estar en Su lugar santo(F)?
El de manos limpias(G) y corazón puro(H),
El que no ha alzado su alma a la falsedad(I)
Ni jurado con engaño(J).
Ese recibirá bendición del Señor(K),
Y justicia(L) del Dios de su salvación.
Tal es la generación de los que lo buscan,
De los que buscan Tu rostro, como Jacob(M). (Selah)

Alcen, oh puertas(N), sus cabezas,
álcense, puertas eternas,
Para que entre el Rey de la gloria(O).
¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor, fuerte y poderoso(P);
El Señor, poderoso en batalla(Q).
Álcen, oh puertas, sus cabezas,
Álcenlas, puertas eternas,
Para que entre el Rey de la gloria(R).
10 ¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor de los ejércitos(S),
Él es el Rey de la gloria. (Selah)

El rey de gloria

Salmo de David.

24 De Jehová es la tierra y su plenitud;(A)

El mundo, y los que en él habitan.

Porque él la fundó sobre los mares,

Y la afirmó sobre los ríos.

¿Quién subirá al monte de Jehová?

¿Y quién estará en su lugar santo?

El limpio de manos y puro de corazón;(B)

El que no ha elevado su alma a cosas vanas,

Ni jurado con engaño.

Él recibirá bendición de Jehová,

Y justicia del Dios de salvación.

Tal es la generación de los que le buscan,

De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová el fuerte y valiente,

Jehová el poderoso en batalla.

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

10 ¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová de los ejércitos,

Él es el Rey de la gloria. Selah

El Rey de la gloria

(1a) Salmo de David.

24 (1b) Del Señor es el mundo entero,
con todo lo que en él hay,
con todo lo que en él vive.
Porque el Señor puso las bases de la tierra
y la afirmó sobre los mares y los ríos.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede permanecer en su santo templo?
El que tiene las manos y la mente
limpias de todo pecado;
el que no adora ídolos
ni hace juramentos falsos.
El Señor, su Dios y Salvador,
lo bendecirá y le hará justicia.
Así deben ser los que buscan al Señor,
los que buscan la presencia del Dios de Jacob.

    ¡Ábranse, puertas eternas!
    ¡Quédense abiertas de par en par,
    y entrará el Rey de la gloria!

¿Quién es este Rey de la gloria?
¡Es el Señor, el fuerte y valiente!
¡Es el Señor, valiente en la batalla!

    ¡Ábranse, puertas eternas!
    ¡Quédense abiertas de par en par,
    y entrará el Rey de la gloria!

10 ¿Quién es este Rey de la gloria?
¡Es el Señor todopoderoso!
¡Él es el Rey de la gloria!

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Masquil de David, cuando gente de Zif fue a decirle a Saúl: «¿No está David escondido entre nosotros?».

54 ¡Sálvame, oh Dios, por tu nombre!
    ¡Defiéndeme con tu poder!
¡Escucha, oh Dios, mi oración!
    ¡Presta oído a las palabras de mi boca!

Pues gente extraña se levanta contra mí;
    gente violenta procura matarme,
    sin tener en cuenta a Dios. Selah

Pero Dios es mi socorro;
    el Señor es quien me sostiene.

Hará recaer el mal sobre mis enemigos.
    Por tu fidelidad, Señor, ¡destrúyelos!

Te presentaré una ofrenda voluntaria
    y alabaré tu nombre, Señor, porque es bueno;
pues me has librado de todas mis angustias
    y mis ojos han visto la derrota de mis enemigos.

Oración pidiendo socorro divino

Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil[a] de David, cuando los zifeos vinieron y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido entre nosotros?[b]

54 ¡Sálvame! Oh Dios, por tu nombre(A),
y hazme justicia[c] con tu poder(B).
Escucha mi oración(C), oh Dios,
presta oído a las palabras de mi boca(D).
Porque extraños se han levantado contra mí,
y hombres violentos(E) buscan mi vida[d](F);
no han puesto a Dios delante de sí(G). (Selah[e])

He aquí, Dios es el que me ayuda(H);
el Señor es el que sostiene[f] mi alma(I).
Él devolverá el mal[g] a mis enemigos[h](J);
destrúyelos(K) por tu fidelidad[i](L).

Voluntariamente[j] sacrificaré a ti(M);
alabaré[k] tu nombre(N), oh Señor, porque es bueno.
Porque Él[l] me ha librado de toda angustia(O),
y mis ojos han visto a mis enemigos derrotados(P).

Footnotes

  1. Salmos 54:1 Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo
  2. Salmos 54:1 Véase 1 Sam. 23:19; 26:1
  3. Salmos 54:1 Lit., júzgame
  4. Salmos 54:3 Lit., alma
  5. Salmos 54:3 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  6. Salmos 54:4 Lit., está con los que sostienen
  7. Salmos 54:5 Lit., El mal volverá
  8. Salmos 54:5 O, los que me asechan
  9. Salmos 54:5 O, cállalos en tu verdad
  10. Salmos 54:6 O, Con ofrenda voluntaria
  11. Salmos 54:6 O, daré gracias a
  12. Salmos 54:7 O, este; i.e., el nombre de Dios

Oración pidiendo ayuda divina

Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil de David, cuando los zifeos vinieron y dijeron a Saúl: «¿No está David escondido entre nosotros?».

54 ¡Sálvame! Oh Dios, por Tu nombre(A),
Y hazme justicia con Tu poder(B).
Escucha mi oración(C), oh Dios,
Presta oído a las palabras de mi boca(D).
Porque extraños se han levantado contra mí,
Y hombres violentos(E) buscan mi vida(F);
No han puesto a Dios delante de sí(G). (Selah)

Pero Dios es el que me ayuda(H);
El Señor es el que sostiene mi alma(I).
Él devolverá el mal a mis enemigos(J);
Destrúyelos(K) por Tu fidelidad(L).

Voluntariamente sacrificaré a Ti(M);
Alabaré Tu nombre(N), oh Señor, porque es bueno.
Porque Él me ha librado de toda angustia(O),
Y mis ojos han visto a mis enemigos derrotados(P).

Plegaria pidiendo protección contra los enemigos

Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?(A)

54 Oh Dios, sálvame por tu nombre,

Y con tu poder defiéndeme.

Oh Dios, oye mi oración;

Escucha las razones de mi boca.

Porque extraños se han levantado contra mí,

Y hombres violentos buscan mi vida;

No han puesto a Dios delante de sí. Selah

He aquí, Dios es el que me ayuda;

El Señor está con los que sostienen mi vida.

Él devolverá el mal a mis enemigos;

Córtalos por tu verdad.

Voluntariamente sacrificaré a ti;

Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

Porque él me ha librado de toda angustia,

Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.

Oración en que se pide la ayuda de Dios

(1) Del maestro de coro, con instrumentos de cuerda. Instrucción de David, (2) cuando los habitantes de Zif fueron a decir a Saúl: «¿No se ha escondido David entre nosotros?»

54 (3) ¡Sálvame, Dios mío, por tu nombre!
¡Defiéndeme con tu poder!
(4) Escucha, Dios mío, mi oración;
presta oído a mis palabras,
(5) pues gente arrogante y violenta
se ha puesto en contra mía y quiere matarme.
¡No tienen presente a Dios!
(6) Sin embargo, Dios me ayuda;
el Señor me mantiene con vida.
5-6 (7-8) Él hará que la maldad de mis enemigos
se vuelva contra ellos mismos.

¡Destrúyelos, Señor, pues tú eres fiel!
Yo te ofreceré sacrificios voluntarios
y alabaré tu nombre, porque eres bueno,
(9) porque me has librado de todas mis angustias
y he visto vencidos a mis enemigos.

Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar». Salmo de los hijos de Coré.

84 ¡Cuán hermosas son tus moradas,
    Señor de los Ejércitos!
Anhelo con el alma los atrios del Señor;
    casi agonizo por estar en ellos.
Con el corazón, con todo el cuerpo,
    canto alegre al Dios vivo.
Señor de los Ejércitos, Rey mío y Dios mío,
    aun el gorrión halla casa cerca de tus altares;
también la golondrina hace allí su nido,
    para poner sus polluelos.
Dichosos los que habitan en tu Templo
    y sin cesar te alaban. Selah

Dichoso el que tiene en ti su fortaleza,
    que de corazón camina por tus sendas.
Cuando pasa por el valle de las Lágrimas
    lo convierte en región de manantiales;
también las lluvias tempranas
    cubren de bendiciones el valle.
Según avanzan los peregrinos, cobran más fuerzas,
    hasta que contemplan a Dios en Sión.

Oye mi oración, Señor Dios de los Ejércitos;
    escúchame, Dios de Jacob. Selah
Oh Dios, escudo nuestro,
    pon sobre tu ungido tus ojos bondadosos.

10 Vale más pasar un día en tus atrios
    que mil fuera de ellos;
prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios
    que habitar entre los malvados.
11 El Señor es sol y escudo;
    Dios nos concede honor y gloria.
El Señor no niega sus bondades
    a los que se conducen con integridad.

12 Señor de los Ejércitos,
    ¡dichosos los que en ti confían!

Anhelo por la adoración en el templo

Para el director del coro; sobre[a] Gitit. Salmo de los hijos de Coré.

84 ¡Cuán preciosas[b] son tus moradas(A),
oh Señor de los ejércitos!
Anhela mi alma(B), y aun desea con ansias los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo(C).
Aun el ave[c] ha hallado casa,
y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos:
¡tus altares(D), oh Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío(E)!
¡Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa(F)!
Continuamente te alaban(G). (Selah[d])

¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en ti(H),
en cuyo corazón están los caminos a Sión(I)!
Pasando por el valle de Baca[e] lo convierten en manantial[f],
también las lluvias tempranas(J) lo cubren de bendiciones.
Van de poder en poder(K),
cada uno de ellos comparece ante Dios en Sión[g](L).

¡Oh Señor, Dios de los ejércitos(M), oye mi oración;
escucha, oh Dios de Jacob(N)! (Selah)
Mira, oh Dios, escudo(O) nuestro,
y contempla el rostro de tu ungido(P).
10 Porque mejor es un día en tus atrios(Q) que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
que morar en las tiendas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es el Señor Dios(R);
gracia y gloria da el Señor(S);
nada bueno niega a los que andan en integridad[h](T).
12 Oh Señor de los ejércitos,
¡cuán bienaventurado es el hombre que en ti confía(U)!

Footnotes

  1. Salmos 84:1 O, según
  2. Salmos 84:1 O, amables
  3. Salmos 84:3 O, gorrión
  4. Salmos 84:4 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  5. Salmos 84:6 Probablemente, de Lágrimas, o, de Arboles de bálsamo
  6. Salmos 84:6 O, lugar de manantiales
  7. Salmos 84:7 Algunas versiones antiguas dicen: el Dios de dioses será visto en Sion
  8. Salmos 84:11 O, perfección

Anhelo por la adoración en el templo

Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré.

84 ¡Cuán preciosas son Tus moradas(A),
Oh Señor de los ejércitos!
Anhela mi alma(B), y aun desea con ansias los atrios del Señor;
Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo(C).
Aun el gorrión ha hallado casa,
Y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos:
¡Tus altares(D), oh Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío(E)!
¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa(F)!
Continuamente te alaban(G). (Selah)

¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en Ti(H),
En cuyo corazón están los caminos a Sión(I)!
Pasando por el valle de Baca [a] lo convierten en manantial,
También las lluvias tempranas(J) lo cubren de bendiciones.
Van de poder en poder(K),
Cada uno de ellos comparece ante Dios en Sión(L).

¡Oh Señor, Dios de los ejércitos(M), oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob(N)! (Selah)
Mira, oh Dios, escudo(O) nuestro,
Y contempla el rostro de Tu ungido(P).
10 Porque mejor es un día en Tus atrios(Q) que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
Que morar en las tiendas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es el Señor Dios(R);
Gracia y gloria da el Señor(S);
Nada bueno niega a los que andan en integridad(T).
12 Oh Señor de los ejércitos,
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Ti confía(U)!

Footnotes

  1. Salmos 84:6 Probablemente de Lágrimas.

Anhelo por la casa de Dios

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.

84 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;

Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

Aun el gorrión halla casa,

Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,

Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,

Rey mío, y Dios mío.

Bienaventurados los que habitan en tu casa;

Perpetuamente te alabarán. Selah

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,

En cuyo corazón están tus caminos.

Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,

Cuando la lluvia llena los estanques.

Irán de poder en poder;

Verán a Dios en Sion.

Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;

Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

Mira, oh Dios, escudo nuestro,

Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.

Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,

Que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;

Gracia y gloria dará Jehová.

No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos,

Dichoso el hombre que en ti confía.

Anhelo por la casa de Dios

(1) Del maestro de coro, con la cítara de Gat. De los hijos de Coré. Salmo.

84 (2) ¡Cuán hermoso es tu santuario,
Señor todopoderoso!
(3) ¡Con qué ansia y fervor
deseo estar en los atrios de tu templo!
¡Con todo el corazón
canto alegre al Dios de la vida!

(4) Aun el gorrión y la golondrina
hallan lugar en tus altares
donde hacerles nido a sus polluelos,
oh Señor todopoderoso,
Rey mío y Dios mío.

(5) ¡Felices los que viven en tu templo
y te alaban sin cesar!
(6) ¡Felices los que en ti encuentran ayuda,
los que desean peregrinar hasta tu monte!
(7) Cuando pasen por el valle de las Lágrimas
lo convertirán en manantial,
y aun la lluvia lo llenará de bendiciones;
(8) irán sus fuerzas en aumento,
y en Sión verán al Dios supremo.

(9) Señor, Dios todopoderoso,
Dios de Jacob,
¡escucha mi oración!
(10) Mira, oh Dios, con buenos ojos
a aquel que es nuestro escudo,
a quien tú has escogido como rey.

10 (11) ¡Más vale estar un día en tus atrios,
que mil fuera de ellos!
Prefiero ser portero del templo de mi Dios,
que vivir en lugares de maldad.
11 (12) Porque Dios el Señor nos alumbra y nos protege;
el Señor ama y honra a los que viven sin tacha,
y nada bueno les niega.

12 (13) Señor todopoderoso,
¡felices los que en ti confían!

114 Cuando Israel, el pueblo de Jacob,
    salió de Egipto, de un pueblo de lengua extraña,
Judá se convirtió en el santuario de Dios;
    Israel llegó a ser su dominio.

Al ver esto, el mar huyó;
    el Jordán se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros,
    las colinas saltaron como corderos.

¿Qué te pasó, mar, que huiste,
    y a ti, Jordán, que te volviste atrás?
¿Y a ustedes, montes, que saltaron como carneros?
    ¿Y a ustedes, colinas, que saltaron como corderos?

¡Tiembla, oh tierra, ante el Señor,
    tiembla ante el Dios de Jacob!
¡Él convirtió la roca en un estanque,
    la dura piedra en manantial de aguas!

Los prodigios de Dios en el éxodo

114 Cuando Israel salió de Egipto(A),
la casa de Jacob de entre un pueblo de lengua extraña(B),
Judá vino a ser su santuario(C),
Israel, su dominio(D).

Lo miró el mar(E), y huyó;
el Jordán(F) se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros(G),
y los collados como corderitos.
¿Qué te pasa, oh mar(H), que huyes,
y a ti, Jordán, que te vuelves atrás,
a vosotros, montes, que saltáis como carneros,
y a vosotros, collados, que saltáis como corderitos?

Tiembla, oh tierra, ante la presencia del Señor(I),
ante la presencia del Dios de Jacob,
que convirtió la roca(J) en estanque de agua(K),
y en fuente de aguas el pedernal(L).

Los prodigios de Dios en el éxodo

114 Cuando Israel salió de Egipto(A),
La casa de Jacob de entre un pueblo de lengua extraña(B),
Judá vino a ser Su santuario(C),
Israel, Su dominio(D).

Lo miró el mar(E), y huyó;
El Jordán(F) se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros(G),
Y los collados como corderitos.
¿Qué te pasa, oh mar(H), que huyes,
Y a ti, Jordán, que te vuelves atrás,
A ustedes, montes, que saltan como carneros,
Y a ustedes, collados, que saltan como corderitos?

Tiembla, oh tierra, ante la presencia del Señor(I),
Ante la presencia del Dios de Jacob,
Que convirtió la roca(J) en estanque de agua(K),
Y en fuente de aguas el pedernal(L).

Las maravillas del éxodo

114 Cuando salió Israel de Egipto,(A)

La casa de Jacob del pueblo extranjero,

Judá vino a ser su santuario,

E Israel su señorío.

El mar lo vio, y huyó;(B)

El Jordán se volvió atrás.(C)

Los montes saltaron como carneros,

Los collados como corderitos.

¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?

¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,

Y vosotros, collados, como corderitos?

A la presencia de Jehová tiembla la tierra,

A la presencia del Dios de Jacob,

El cual cambió la peña en estanque de aguas,(D)

Y en fuente de aguas la roca.

Recuerdos de la salida de Egipto

114 Cuando Israel, la casa de Jacob,
salió de Egipto, del país extraño,
Judá llegó a ser el santuario del Señor;
Israel llegó a ser su dominio.

Cuando el mar vio a Israel, huyó,
y el río Jordán se hizo atrás.
¡Los cerros y las montañas
saltaron como carneros y corderitos!

¿Qué te pasó, mar, que huiste?
¿Qué te pasó, Jordán, que te hiciste atrás?
¿Qué les pasó, cerros y montañas,
que saltaron como carneros y corderitos?

¡Tiembla tú, tierra,
delante del Señor, Dios de Jacob!
¡Él convirtió las peñas en lagunas!
¡Él convirtió las rocas en manantiales!

Salmo de David.

144 Bendito sea el Señor, mi Roca,
    que adiestra mis manos para la guerra,
    mis dedos para la batalla.
Él es mi Dios amoroso, mi amparo,
    mi más alto escondite, mi libertador,
mi escudo, en quien me refugio.
    Él es quien pone los pueblos[a] a mis pies.

Señor, ¿qué es el ser humano para que lo cuides?
    ¿Qué es el simple mortal para que en él pienses?
Todo ser humano es como un suspiro;
    sus días son fugaces como una sombra.

Abre tus cielos, Señor, y desciende;
    toca los montes y haz que echen humo.
Lanza relámpagos y dispersa al enemigo;
    dispara tus flechas y confúndelos.
Extiende tu mano desde las alturas
    y sálvame de las aguas tumultuosas;
    líbrame del poder de gente extraña.
Cuando abren la boca, dicen mentiras;
    cuando levantan su diestra, juran con falsedad.[b]

Te cantaré, oh Dios, un cántico nuevo;
    con la lira de diez cuerdas te cantaré salmos.
10 Tú das la victoria a los reyes;
    a tu siervo David lo libras de la espada mortal.

11 Ponme a salvo,
    líbrame del poder de gente extraña.
Cuando abren la boca, dicen mentiras;
    cuando levantan su diestra, juran con falsedad.

12 Que nuestros hijos, en su juventud,
    crezcan como plantas frondosas;
que sean nuestras hijas como columnas esculpidas
    para adornar un palacio.
13 Que nuestros graneros se llenen
    con provisiones de toda especie.
Que nuestros rebaños aumenten por millares,
    por decenas de millares en nuestros campos.
14 Que nuestros bueyes arrastren cargas pesadas;[c]
    que no haya brechas ni salidas,
    ni gritos de angustia en nuestras calles.
15 ¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto!
    ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!

Footnotes

  1. 144:2 los pueblos (Targum, Vulgata, Siríaca, Aquila y varios mss. hebreos); mi pueblo (TM).
  2. 144:8 cuando … con falsedad. Lit. su diestra es diestra de engaño; también en v. 11.
  3. 144:14 Que nuestros … cargas pesadas. Alt. Que nuestros capitanes sean establecidos firmemente.

Oración pidiendo rescate y prosperidad

Salmo de David.

144 Bendito sea el Señor, mi roca(A),
que adiestra mis manos para la guerra(B),
y mis dedos para la batalla.
Misericordia mía y fortaleza mía(C),
mi baluarte y mi libertador(D),
escudo mío(E) en quien me he refugiado,
el que sujeta a mi pueblo[a] debajo de mí(F).
Oh Señor, ¿qué es el hombre para que tú lo tengas en cuenta[b](G),
o el hijo del hombre para que pienses en él?
El hombre es semejante a un soplo(H);
sus días son como una sombra que pasa(I).

Oh Señor, inclina tus cielos(J) y desciende(K);
toca los montes para que humeen(L).
Despide relámpagos(M) y dispérsalos;
lanza tus flechas(N) y confúndelos.
Extiende tu mano desde lo alto(O);
rescátame y líbrame de las muchas aguas(P),
de la mano de extranjeros(Q)
cuya boca habla falsedad(R)
y cuya diestra es diestra de mentira(S).

Oh Dios, un cántico nuevo(T) te cantaré;
con arpa de diez cuerdas(U) cantaré alabanzas a ti,
10 el que da la victoria[c] a los reyes(V),
el que rescata a David(W) su siervo de espada maligna.
11 Rescátame y líbrame de la mano de extranjeros(X),
cuya boca habla falsedad(Y),
y cuya diestra es diestra de mentira(Z).

12 Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes(AA),
y nuestras hijas como columnas de esquinas(AB) labradas como las de[d] un palacio.
13 Estén llenos nuestros graneros(AC), suministrando toda clase de sustento[e],
y nuestros rebaños produzcan miles y diez miles en nuestros campos[f].
14 Esté cargado nuestro ganado(AD),
sin fracasos[g](AE) y sin pérdida[h](AF),
y no haya gritos en nuestras calles(AG).
15 Bienaventurado el pueblo a quien así le sucede;
bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el Señor(AH).

Footnotes

  1. Salmos 144:2 Algunas versiones antiguas dicen: a pueblos
  2. Salmos 144:3 Lit., conozcas
  3. Salmos 144:10 O, salvación
  4. Salmos 144:12 Lit., cortadas conforme al modelo de
  5. Salmos 144:13 O, granos
  6. Salmos 144:13 Lit., alrededores
  7. Salmos 144:14 Lit., ruptura
  8. Salmos 144:14 Lit., salida

Oración pidiendo rescate y prosperidad

Salmo de David.

144 Bendito sea el Señor, mi Roca(A),
Que adiestra mis manos para la guerra(B),
Y mis dedos para la batalla.
Misericordia mía y fortaleza mía(C),
Mi baluarte y mi libertador(D),
Escudo mío(E) en quien me he refugiado,
El que sujeta a mi pueblo debajo de mí(F).
Oh Señor, ¿qué es el hombre para que Tú lo tengas en cuenta(G),
O el hijo del hombre para que pienses en él?
El hombre es semejante a un soplo(H);
Sus días son como una sombra que pasa(I).

Oh Señor, inclina Tus cielos(J) y desciende(K);
Toca los montes para que humeen(L).
Despide relámpagos(M) y dispérsalos;
Lanza Tus flechas(N) y confúndelos.
Extiende Tu mano desde lo alto(O);
Rescátame y líbrame de las muchas aguas(P);
De la mano de extranjeros(Q),
Cuya boca habla falsedad(R)
Y cuya diestra es diestra de mentira(S).

Oh Dios, un cántico nuevo(T) te cantaré;
Con arpa de diez cuerdas(U) cantaré alabanzas a Ti,
10 El que da la victoria[a] a los reyes(V),
El que rescata a David(W) Su siervo de la espada maligna.
11 Rescátame y líbrame de la mano de extranjeros(X),
Cuya boca habla falsedad(Y)
Y cuya diestra es diestra de mentira(Z).

12 Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes(AA),
Y nuestras hijas como columnas de esquinas(AB) labradas como las de un palacio.
13 Estén llenos nuestros graneros(AC), suministrando toda clase de sustento,
Y nuestros rebaños produzcan miles y diez miles en nuestros campos.
14 Esté cargado nuestro ganado(AD),
Sin fracasos(AE) y sin pérdida(AF),
Y no haya gritos de alarma en nuestras calles(AG).
15 Bienaventurado el pueblo a quien así le sucede;
Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el Señor(AH).

Footnotes

  1. Salmos 144:10 O salvación.

Oración pidiendo socorro y prosperidad

Salmo de David.

144 Bendito sea Jehová, mi roca,

Quien adiestra mis manos para la batalla,

Y mis dedos para la guerra;

Misericordia mía y mi castillo,

Fortaleza mía y mi libertador,

Escudo mío, en quien he confiado;

El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses,

O el hijo de hombre, para que lo estimes?(A)

El hombre es semejante a la vanidad;

Sus días son como la sombra que pasa.

Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende;

Toca los montes, y humeen.

Despide relámpagos y disípalos,

Envía tus saetas y túrbalos.

Envía tu mano desde lo alto;

Redímeme, y sácame de las muchas aguas,

De la mano de los hombres extraños,

Cuya boca habla vanidad,

Y cuya diestra es diestra de mentira.

Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo;

Con salterio, con decacordio cantaré a ti.

10 Tú, el que da victoria a los reyes,

El que rescata de maligna espada a David su siervo.

11 Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños,

Cuya boca habla vanidad,

Y cuya diestra es diestra de mentira.

12 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,

Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano;

Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;

14 Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo;

No tengamos asalto, ni que hacer salida,

Ni grito de alarma en nuestras plazas.

15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto;

Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.

Gratitud de un rey a Dios

(1a) De David.

144 (1b) ¡Bendito sea el Señor, mi protector!
Él es quien me entrena y me prepara
para combatir en la batalla;
él es mi amigo fiel, mi lugar de protección,
mi más alto escondite, mi libertador;
él es mi escudo, y con él me protejo;
él es quien pone a los pueblos bajo mi poder.

Señor,
¿qué es el hombre, para que pienses en él?
¿Qué es el ser humano, para que tanto lo estimes?
El hombre es como un suspiro;
su vida pasa como una sombra.

Señor,
descorre la cortina de los cielos, y baja;
toca los montes para que echen humo;
lanza tus flechas, los relámpagos,
y haz huir en desorden a tus enemigos.
Extiende tu mano desde lo alto,
y líbrame del mar inmenso;
líbrame del poder de gente extraña,
de los que dicen mentiras
y levantan su derecha para jurar en falso.

Señor,
voy a cantarte una canción nueva;
voy a cantarte himnos con el salterio.
10-11 Tú, que das la victoria a los reyes;
tú, que libraste a tu siervo David,
líbrame de la espada mortal;
líbrame del poder de gente extraña,
de los que dicen mentiras
y levantan su derecha para jurar en falso.

12 Nuestros hijos crecen como plantas en un jardín;
nuestras hijas son cual columnas labradas
que sostienen la estructura del templo.
13 Nuestros graneros están llenos,
repletos de toda clase de alimentos.
Nuestros rebaños aumentan por millares,
por miles y miles en nuestros campos.
14 Nuestras vacas quedan preñadas,
y no tienen su cría antes de tiempo.
No hay gritos de alarma en nuestras calles.
15 ¡Feliz el pueblo que tiene todo esto!
¡Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor!