Salmo de David.

23 El Señor es mi pastor, nada me falta;
    en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
    me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
    haciendo honor a su nombre.
Aun si voy
    por valles tenebrosos,
no temeré ningún mal
    porque tú estás a mi lado;
tu vara y tu bastón me reconfortan.

Dispones ante mí un banquete
    en presencia de mis enemigos.
Has ungido con aceite mi cabeza;
    has llenado mi copa a rebosar.
Seguro estoy de que la bondad y el amor
    me seguirán todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
    habitaré para siempre.

El Señor es mi pastor

Salmo de David.

23 El Señor es mi pastor(A),
nada me faltará[a](B).
En lugares de verdes pastos me hace descansar(C);
junto a aguas de reposo me conduce(D).
Él restaura[b] mi alma(E);
me guía(F) por senderos de justicia[c](G)
por amor de su nombre.

Aunque pase por el valle de sombra de muerte[d](H),
no temeré mal[e](I) alguno, porque tú estás conmigo(J);
tu vara y tu cayado(K) me infunden aliento[f].
Tú preparas mesa(L) delante de mí en presencia de mis enemigos;
has ungido[g] mi cabeza con aceite(M);
mi copa está rebosando(N).
Ciertamente[h] el bien y la misericordia(O) me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré[i] por largos días(P).

Footnotes

  1. Salmos 23:1 O, falta
  2. Salmos 23:3 O, renueva las fuerzas de
  3. Salmos 23:3 O, rectitud
  4. Salmos 23:4 O, valle de densa oscuridad
  5. Salmos 23:4 O, daño
  6. Salmos 23:4 O, consuelan
  7. Salmos 23:5 O, unges
  8. Salmos 23:6 O, solo
  9. Salmos 23:6 Otra posible lectura es: volveré

Jehová es mi pastor

Salmo de David.

23 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;

Junto a aguas de reposo me pastoreará.(A)

Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,

Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

(A)Al director musical. Según majalat. Masquil de David.

53 Dice el necio en su corazón:
    «No hay Dios».
Están corrompidos, sus injusticias son detestables;
    ¡no hay uno solo que haga lo bueno!

Desde el cielo Dios contempla a los mortales,
    para ver si hay alguien
    que sea sensato y busque a Dios.
Pero todos se han descarriado;
    a una se han corrompido.
No hay nadie que haga lo bueno;
    ¡no hay uno solo!

¿Acaso no tienen entendimiento esos malhechores,
    esos que devoran a mi pueblo como si fuera pan?
    ¡Jamás invocan a Dios!
Allí los tienen, sobrecogidos de miedo,
    cuando no hay nada que temer.
Dios dispersó los huesos de quienes te atacaban;
    tú los avergonzaste, porque Dios los rechazó.

¡Oh, si de Sión saliera la salvación de Israel!
    Cuando Dios restaure a su pueblo,[a]
    ¡Jacob se regocijará, Israel se alegrará!

Footnotes

  1. 53:6 restaure a su pueblo. Alt. haga que su pueblo vuelva del cautiverio.

Necedad y maldad de los hombres

Para el director del coro; según Mahalat[a]. Masquil[b] de David.

53 (A)El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, han cometido injusticias abominables;
no hay quien haga el bien(B).
Dios ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres
para ver si hay alguno que entienda[c],
alguno que busque a Dios(C).
Todos se han desviado, a una se han corrompido;
no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno(D).

¿No tienen conocimiento los que hacen iniquidad(E),
que devoran a mi pueblo como si comieran pan,
y no invocan a Dios?
Donde antes no había terror, allí tiemblan de espanto(F),
porque Dios esparció los huesos del que acampaba[d] contra ti(G);
los avergonzaste(H), porque Dios los había rechazado(I).
¡Oh, si de Sión saliera la salvación de Israel!
Cuando Dios restaure a su pueblo cautivo[e],
se regocijará Jacob y se alegrará Israel(J).

Footnotes

  1. Salmos 53:1 I.e., enfermedad, tonada triste
  2. Salmos 53:1 Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo
  3. Salmos 53:2 U, obre sabiamente
  4. Salmos 53:5 O, de los que acampaban
  5. Salmos 53:6 O, restaure la suerte de su pueblo

Insensatez y maldad de los hombres

(Sal. 14.1-7)

Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David.

53 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.

Se han corrompido, e hicieron abominable maldad;

No hay quien haga bien.

Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,

Para ver si había algún entendido

Que buscara a Dios.

Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.(A)

¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad,

Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,

Y a Dios no invocan?

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo,

Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti;

Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel!

Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo,

Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Cántico. Salmo de Asaf.

83 Oh Dios, no guardes silencio;
    no te quedes callado e impasible, oh Dios.
Mira cómo se alborotan tus enemigos,
    cómo te desafían los que te odian.
Con astucia conspiran contra tu pueblo;
    conspiran contra aquellos a quienes tú proteges.
Y dicen: «¡Vengan, destruyamos su nación!
    ¡Que el nombre de Israel no vuelva a recordarse!».

Como un solo hombre se confabulan;
    han hecho un pacto contra ti:
los campamentos de Edom y de Ismael,
    los de Moab y de Agar,
Guebal,[a] Amón y Amalec,
    los de Filistea y los habitantes de Tiro.
Hasta Asiria se les ha unido;
    ha apoyado a los descendientes de Lot. Selah

Haz con ellos como hiciste con Madián,
    como hiciste con Sísara y Jabín en el río Quisón,
10 los cuales perecieron en Endor
    y quedaron en la tierra, como estiércol.
11 Haz con sus nobles como hiciste con Oreb y con Zeb;
    haz con todos sus príncipes como hiciste con Zeba y con Zalmuna,
12 que decían: «Vamos a adueñarnos
    de los pastizales de Dios».

13 Hazlos rodar como zarzas, Dios mío;
    como paja que se lleva el viento.
14 Y así como el fuego consume los bosques
    y las llamas incendian las montañas,
15 así persíguelos con tus tempestades
    y aterrorízalos con tu tormenta.
16 Señor, cúbreles el rostro de deshonra
    para que busquen tu nombre.

17 Queden avergonzados y angustiados para siempre;
    que perezcan humillados.
18 Que sepan que tú eres el Señor,
    que ese es tu nombre;
que sepan que solo tú eres el Altísimo
    sobre toda la tierra.

Footnotes

  1. 83:7 Guebal. Es decir, Biblos.

Oración contra enemigos conjurados

Cántico. Salmo de Asaf.

83 Oh Dios, no permanezcas en silencio(A);
no calles(B), oh Dios, ni te quedes quieto.
Porque, he aquí, tus enemigos rugen(C),
y los que te aborrecen se han enaltecido[a](D).
Hacen planes astutos(E) contra tu pueblo,
y juntos conspiran[b] contra tus protegidos[c](F).
Han dicho: Venid, y destruyámoslos(G) como[d] nación,
para que ya no haya memoria del nombre de Israel(H).
Porque de corazón han conspirado[e] a una(I);
hacen pacto contra ti:
las tiendas de Edom(J) y de los ismaelitas(K),
Moab(L) y los agarenos(M),
Gebal(N), Amón(O) y Amalec(P),
Filistea(Q) con los habitantes de Tiro(R);
Asiria(S) también se ha unido a ellos;
se han convertido en ayuda[f] para los hijos de Lot(T). (Selah[g])

Trátalos como a Madián(U),
como a Sísara, como a Jabín(V) en el torrente Cisón,
10 que fueron destruidos en Endor,
que quedaron como estiércol(W) para la tierra.
11 Pon a sus nobles como a Oreb y Zeeb(X),
y a todos sus príncipes como a Zeba y Zalmuna(Y),
12 que dijeron: apoderémonos(Z)
de los prados de Dios(AA).

13 Oh Dios mío, ponlos como polvo en remolino(AB);
como paja ante el viento(AC).
14 Como fuego que consume el bosque(AD),
y como llama que incendia las montañas(AE),
15 así persíguelos con tu tempestad(AF),
y aterrorízalos con tu torbellino.
16 Cubre[h] sus rostros de ignominia(AG),
para que busquen tu nombre, oh Señor.
17 Sean avergonzados y turbados para siempre(AH);
sean humillados y perezcan,
18 para que sepan que solo tú(AI), que te llamas el Señor,
eres el Altísimo(AJ) sobre toda la tierra.

Footnotes

  1. Salmos 83:2 Lit., han alzado la cabeza
  2. Salmos 83:3 O, consultan
  3. Salmos 83:3 O, los que guardas
  4. Salmos 83:4 Lit., de ser
  5. Salmos 83:5 O, consultado
  6. Salmos 83:8 Lit., brazo
  7. Salmos 83:8 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  8. Salmos 83:16 O, Llena

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel

Cántico. Salmo de Asaf.

83 Oh Dios, no guardes silencio;

No calles, oh Dios, ni te estés quieto.

Porque he aquí que rugen tus enemigos,

Y los que te aborrecen alzan cabeza.

Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,

Y han entrado en consejo contra tus protegidos.

Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,

Y no haya más memoria del nombre de Israel.

Porque se confabulan de corazón a una,

Contra ti han hecho alianza

Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,

Moab y los agarenos;

Gebal, Amón y Amalec,

Los filisteos y los habitantes de Tiro.

También el asirio se ha juntado con ellos;

Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah

Hazles como a Madián,(A)

Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;(B)

10 Que perecieron en Endor,

Fueron hechos como estiércol para la tierra.

11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;(C)

Como a Zeba y a Zalmuna(D) a todos sus príncipes,

12 Que han dicho: Heredemos para nosotros

Las moradas de Dios.

13 Dios mío, ponlos como torbellinos,

Como hojarascas delante del viento,

14 Como fuego que quema el monte,

Como llama que abrasa el bosque.

15 Persíguelos así con tu tempestad,

Y atérralos con tu torbellino.

16 Llena sus rostros de vergüenza,

Y busquen tu nombre, oh Jehová.

17 Sean afrentados y turbados para siempre;

Sean deshonrados, y perezcan.

18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;

Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.

113 ¡Aleluya!

Alaben, siervos del Señor,
    alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
    desde ahora y para siempre.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
    sea alabado el nombre del Señor.

El Señor domina sobre todas las naciones;
    su gloria está sobre los cielos.
¿Quién como el Señor nuestro Dios,
    que tiene su trono en las alturas
    y se inclina para contemplar los cielos y la tierra?

Él levanta del polvo al pobre
    y saca del basurero al necesitado;
para hacerlos sentar entre príncipes,
    entre los príncipes de su pueblo.
A la mujer estéril le da un hogar
    y le concede la dicha de ser madre de hijos.

¡Aleluya!

El Señor exalta al humilde

113 ¡Aleluya[a]!
Alabad(A), siervos del Señor(B),
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor(C)
desde ahora y para siempre.
Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso(D),
alabado sea el nombre del Señor(E).
Excelso sobre todas las naciones es el Señor(F);
su gloria está sobre los cielos(G).

¿Quién es como el Señor nuestro Dios(H),
que está sentado en las alturas(I),
que se humilla[b] para mirar(J)
lo que hay en el cielo y en la tierra?
Él levanta al pobre del polvo(K),
y al necesitado saca del muladar[c],
para sentarlos con príncipes[d](L),
con los príncipes[e] de su pueblo.
Hace habitar en casa a la mujer estéril(M),
gozosa de ser madre de hijos.
¡Aleluya[f]!

Footnotes

  1. Salmos 113:1 O, ¡Alabad al Señor!; heb., Alelu-Yah
  2. Salmos 113:6 O, se inclina
  3. Salmos 113:7 O, basurero
  4. Salmos 113:8 O, nobles
  5. Salmos 113:8 O, nobles
  6. Salmos 113:9 O, ¡Alabad al Señor!; heb., Alelu-Yah

Dios levanta al pobre

Aleluya.

113 Alabad, siervos de Jehová,

Alabad el nombre de Jehová.

Sea el nombre de Jehová bendito

Desde ahora y para siempre.

Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,

Sea alabado el nombre de Jehová.

Excelso sobre todas las naciones es Jehová,

Sobre los cielos su gloria.

¿Quién como Jehová nuestro Dios,

Que se sienta en las alturas,

Que se humilla a mirar

En el cielo y en la tierra?

Él levanta del polvo al pobre,

Y al menesteroso alza del muladar,

Para hacerlos sentar con los príncipes,

Con los príncipes de su pueblo.

Él hace habitar en familia a la estéril,

Que se goza en ser madre de hijos.

Aleluya.

Salmo de David.

143 Escucha, Señor, mi oración;
    atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
    respóndeme.
No lleves a juicio a tu siervo,
    pues ante ti nadie puede alegar inocencia.
El enemigo atenta contra mi vida:
    me aplasta contra el suelo.
Me obliga a vivir en las tinieblas,
    como los que murieron hace tiempo.
Ya no me queda aliento;
    dentro de mí siento paralizado el corazón.
Traigo a la memoria los tiempos de antaño:
    medito en todas tus proezas,
    considero las obras de tus manos.
Hacia ti extiendo las manos;
    me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah

Respóndeme pronto, Señor,
    que el aliento se me escapa.
No escondas de mí tu rostro
    o seré como los que bajan a la fosa.
Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
    porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
    porque a ti elevo mi alma.
Señor, líbrame de mis enemigos,
    porque en ti busco refugio.
10 Enséñame a hacer tu voluntad,
    porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me guíe
    por un terreno firme.

11 Por tu nombre, Señor, dame vida;
    por tu justicia, sácame de este aprieto.
12 Por tu gran amor, destruye a mis enemigos;
    acaba con todos mis adversarios.
    ¡Yo soy tu siervo!

Oración pidiendo liberación y guía

Salmo de David.

143 Oh Señor, escucha mi oración,
presta oído a mis súplicas(A),
respóndeme por tu fidelidad(B), por tu justicia(C);
y no entres en juicio(D) con tu siervo,
porque no es justo delante de ti ningún viviente(E).
Pues el enemigo ha perseguido mi alma,
ha aplastado mi vida contra la tierra(F);
me ha hecho morar en lugares tenebrosos, como los que hace tiempo están muertos(G).
Y en mí languidece mi espíritu(H);
mi corazón está consternado dentro de mí(I).

Me acuerdo de los días antiguos(J),
en todas tus obras medito(K),
reflexiono en la obra de tus manos(L).
A ti extiendo mis manos(M);
mi alma te anhela(N) como la tierra sedienta[a]. (Selah[b])

Respóndeme pronto, oh Señor(O), porque mi espíritu desfallece(P);
no escondas de mí tu rostro(Q),
para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura(R).
Por la mañana hazme oír tu misericordia(S),
porque en ti confío(T);
enséñame el camino por el que debo andar(U),
pues a ti elevo mi alma(V).
Líbrame de mis enemigos, oh Señor(W);
en ti me refugio[c].

10 Enséñame a hacer tu voluntad(X),
porque tú eres mi Dios;
tu buen Espíritu(Y) me guíe a tierra firme[d](Z).
11 Por amor a tu nombre, Señor, vivifícame(AA);
por tu justicia(AB), saca mi alma de la angustia.
12 Y por tu misericordia, extirpa[e] a mis enemigos(AC),
y destruye a todos los que afligen mi alma(AD);
pues yo soy tu siervo(AE).

Footnotes

  1. Salmos 143:6 Lit., cansada
  2. Salmos 143:6 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  3. Salmos 143:9 Lit., hacia ti me he escondido
  4. Salmos 143:10 Lit., llana
  5. Salmos 143:12 O, silencia

Súplica de liberación y dirección

Salmo de David.

143 Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos;

Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.

Y no entres en juicio con tu siervo;

Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.(A)

Porque ha perseguido el enemigo mi alma;

Ha postrado en tierra mi vida;

Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

Y mi espíritu se angustió dentro de mí;

Está desolado mi corazón.

Me acordé de los días antiguos;

Meditaba en todas tus obras;

Reflexionaba en las obras de tus manos.

Extendí mis manos a ti,

Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah

Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu;

No escondas de mí tu rostro,

No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

Hazme oír por la mañana tu misericordia,

Porque en ti he confiado;

Hazme saber el camino por donde ande,

Porque a ti he elevado mi alma.

Líbrame de mis enemigos, oh Jehová;

En ti me refugio.

10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;

Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

11 Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;

Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.

12 Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos,

Y destruirás a todos los adversarios de mi alma,

Porque yo soy tu siervo.

7

23 Cuando te sientes a comer con un gobernante,
    fíjate bien en lo que[a] tienes ante ti.
Si eres dado a la glotonería,
    domina tu apetito.[b]
No codicies sus manjares,
    pues tal comida no es más que un engaño.

8

No te afanes acumulando riquezas;
    no te obsesiones con ellas.
¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
    Es como si les salieran alas,
    pues se van volando como las águilas.

9

No te sientes a la mesa de un tacaño[c]
    ni codicies sus manjares,
pues él solo piensa en los gastos.
    «Come y bebe», te dirá,
    pero no te lo dirá de corazón.
Acabarás vomitando lo que hayas comido
    y tus cumplidos no habrán servido de nada.

10

A oídos del necio jamás dirijas palabra,
    pues se burlará de tus sabios consejos.

11

10 No cambies de lugar los linderos antiguos
    ni invadas la propiedad de los huérfanos,
11 porque su Redentor es muy poderoso
    y contra ti defenderá su causa.

12

12 Trae disciplina a tu corazón
    y conocimiento a tus oídos.

13

13 No dejes de disciplinar al joven;
    si lo castigas con vara, no se morirá.
14 Castígalo con vara
    y así lo librarás de la muerte.[d]

14

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
    también mi corazón se regocijará;
16 en lo íntimo de mi ser me alegraré
    cuando tus labios hablen con rectitud.

15

17 No envidies en tu corazón a los pecadores;
    más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.
18 Cuentas con una esperanza futura,
    la cual no será destruida.

16

19 Hijo mío, presta atención y sé sabio;
    mantén tu corazón en lo que es correcto.
20 No te juntes con los que beben mucho vino
    ni con los que se hartan de carne,
21 pues borrachos y glotones, por su indolencia,
    acaban harapientos y en la pobreza.

17

22 Escucha a tu padre, que te engendró,
    y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
23 Adquiere la verdad y la sabiduría,
    la disciplina y el discernimiento,
    ¡y no los vendas!
24 El padre del justo experimenta gran regocijo;
    quien tiene un hijo sabio se deleita en él.
25 ¡Que se alegren tu padre y tu madre!
    ¡Que se regocije la que te dio la vida!

18

26 Dame, hijo mío, tu atención[e]
    y no pierdas de vista mi ejemplo.[f]
27 Porque fosa profunda es la prostituta,
    y estrecho pozo, la mujer ajena.
28 Se pone al acecho, como un bandido,
    y multiplica la infidelidad de los hombres.

19

29 ¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares?
    ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas?
    ¿De quién son las heridas gratuitas?
    ¿De quién los ojos morados?
30 ¡Del que no suelta la botella de vino
    ni deja de probar licores!
31 No te fijes en lo rojo que es el vino,
    ni en cómo brilla en la copa,
    ni en la suavidad con que se desliza;
32 porque acaba mordiendo como serpiente
    y envenenando como víbora.
33 Tus ojos verán alucinaciones
    y tu mente imaginará perversidades.
34 Te parecerá estar durmiendo en alta mar,
    acostado sobre el mástil mayor.
35 Y dirás: «Me han herido, pero no me duele.
    Me han golpeado, pero no lo siento.
¿Cuándo despertaré de este sueño
    para ir a buscar otro trago?».

Footnotes

  1. 23:1 en lo que. Alt. en quién.
  2. 23:2 domina tu apetito. Lit. ponle un cuchillo a tu garganta.
  3. 23:6 un tacaño. Alt. un hombre mal intencionado.
  4. 23:14 de la muerte. Lit. del Seol.
  5. 23:26 atención. Lit. corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  6. 23:26 ejemplo. Lit. camino; camino es una imagen del estilo de vida.

23 Cuando te sientes a comer con un gobernante,
considera bien lo que[a] está delante de ti,
y pon cuchillo a tu garganta,
si eres hombre de mucho apetito(A).
No desees sus manjares(B),
porque es alimento engañoso.

No te fatigues en adquirir riquezas(C),
deja de pensar en ellas[b](D).
Cuando pones tus ojos en ella, ya no está[c].
Porque la riqueza ciertamente se hace alas(E),
como águila que vuela hacia los cielos.

No comas el pan del egoísta[d](F),
ni desees sus manjares(G);
pues como piensa dentro de sí[e], así es.
Él te dice: Come y bebe,
pero su corazón no está contigo(H).
Vomitarás el[f] bocado que has comido(I),
y malgastarás tus cumplidos[g].

No hables a oídos del necio(J),
porque despreciará la sabiduría de tus palabras(K).

10 No muevas el lindero antiguo,
ni entres en la heredad[h] de los huérfanos(L),
11 porque su Redentor es fuerte(M);
El defenderá su causa contra ti(N).
12 Aplica tu corazón a la instrucción[i]
y tus oídos a las palabras del conocimiento.

13 No escatimes la disciplina del niño;
aunque lo castigues[j] con vara, no morirá(O).
14 Lo castigarás[k] con vara,
y librarás su alma del Seol[l](P).

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
mi corazón también se me alegrará(Q);
16 y se regocijarán mis entrañas[m]
cuando tus labios hablen lo que es recto(R).

17 No envidie tu corazón a los pecadores(S),
antes vive siempre[n] en el temor[o] del Señor(T);
18 porque ciertamente hay un futuro[p](U),
y tu esperanza no será cortada(V).
19 Escucha, hijo mío, y sé sabio(W),
y dirige tu corazón por el buen camino(X).
20 No estés con los bebedores de vino(Y),
ni con los comilones(Z) de carne,
21 porque el borracho y el glotón se empobrecerán(AA),
y la somnolencia se vestirá de harapos(AB).

22 Escucha a tu padre, que te engendró(AC),
y no desprecies a tu madre cuando envejezca(AD).
23 Compra la verdad y no la vendas,
adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia(AE).

24 El padre del justo se regocijará en gran manera,
y el que engendra un sabio se alegrará en él(AF).
25 Alégrense tu padre y tu madre(AG),
y regocíjese la que te dio a luz.

26 Dame, hijo mío, tu corazón(AH),
y que tus ojos se deleiten en[q] mis caminos(AI).
27 Porque fosa profunda(AJ) es la ramera,
y pozo angosto es la mujer desconocida[r](AK).
28 Ciertamente como ladrón acecha(AL),
y multiplica los infieles[s] entre los hombres.

29 ¿De quién son los ayes(AM)? ¿De quién las tristezas?
¿De quién las contiendas? ¿De quién las quejas?
¿De quién las heridas sin causa?
¿De quién los ojos enrojecidos?
30 De los que se demoran mucho con el vino(AN),
de los que van en busca de vinos mezclados(AO).
31 No mires al vino cuando rojea,
cuando resplandece[t] en la copa;
entra suavemente(AP),
32 pero al final como serpiente(AQ) muerde,
y como víbora(AR) pica.
33 Tus ojos verán cosas extrañas,
y tu corazón proferirá perversidades(AS).
34 Y serás como el que se acuesta en medio[u] del mar,
o como el que se acuesta en lo alto de un mástil[v].
35 Y dirás: me hirieron, pero no me dolió;
me golpearon, pero no lo sentí[w](AT).
Cuando despierte,
volveré a buscar más(AU).

Footnotes

  1. Proverbios 23:1 O, al que
  2. Proverbios 23:4 O, considerarlas
  3. Proverbios 23:5 Lit., ¿Volarán tus ojos sobre ella y no existe?
  4. Proverbios 23:6 Lit., hombre de ojo maligno
  5. Proverbios 23:7 Lit., considera en su alma
  6. Proverbios 23:8 Lit., tu
  7. Proverbios 23:8 Lit., palabras agradables
  8. Proverbios 23:10 O, los campos
  9. Proverbios 23:12 O, disciplina
  10. Proverbios 23:13 Lit., hieras
  11. Proverbios 23:14 Lit., herirás
  12. Proverbios 23:14 I.e., región de los muertos
  13. Proverbios 23:16 Lit., riñones
  14. Proverbios 23:17 Lit., todo el día
  15. Proverbios 23:17 O, la reverencia
  16. Proverbios 23:18 Lit., final
  17. Proverbios 23:26 Otra posible lectura es: observen
  18. Proverbios 23:27 O, extranjera
  19. Proverbios 23:28 Lit., pérfidos
  20. Proverbios 23:31 Lit., da su ojo
  21. Proverbios 23:34 Lit., el corazón
  22. Proverbios 23:34 O, torre de vigía
  23. Proverbios 23:35 Lit., no lo supe

23 Cuando te sientes a comer con algún señor,

Considera bien lo que está delante de ti,

Y pon cuchillo a tu garganta,

Si tienes gran apetito.

No codicies sus manjares delicados,

Porque es pan engañoso.

No te afanes por hacerte rico;

Sé prudente, y desiste.

¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?

Porque se harán alas

Como alas de águila, y volarán al cielo.

No comas pan con el avaro,

Ni codicies sus manjares;

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.

Come y bebe, te dirá;

Mas su corazón no está contigo.

Vomitarás la parte que comiste,

Y perderás tus suaves palabras.

No hables a oídos del necio,

Porque menospreciará la prudencia de tus razones.

10 No traspases el lindero antiguo,

Ni entres en la heredad de los huérfanos;

11 Porque el defensor de ellos es el Fuerte,

El cual juzgará la causa de ellos contra ti.

12 Aplica tu corazón a la enseñanza,

Y tus oídos a las palabras de sabiduría.

13 No rehúses corregir al muchacho;

Porque si lo castigas con vara, no morirá.

14 Lo castigarás con vara,

Y librarás su alma del Seol.

15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,

También a mí se me alegrará el corazón;

16 Mis entrañas también se alegrarán

Cuando tus labios hablaren cosas rectas.

17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores,

Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;

18 Porque ciertamente hay fin,

Y tu esperanza no será cortada.

19 Oye, hijo mío, y sé sabio,

Y endereza tu corazón al camino.

20 No estés con los bebedores de vino,

Ni con los comedores de carne;

21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,

Y el sueño hará vestir vestidos rotos.

22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró;

Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.

23 Compra la verdad, y no la vendas;

La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.

24 Mucho se alegrará el padre del justo,

Y el que engendra sabio se gozará con él.

25 Alégrense tu padre y tu madre,

Y gócese la que te dio a luz.

26 Dame, hijo mío, tu corazón,

Y miren tus ojos por mis caminos.

27 Porque abismo profundo es la ramera,

Y pozo angosto la extraña.

28 También ella, como robador, acecha,

Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.

29 ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas?

¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde?

¿Para quién lo amoratado de los ojos?

30 Para los que se detienen mucho en el vino,

Para los que van buscando la mistura.

31 No mires al vino cuando rojea,

Cuando resplandece su color en la copa.

Se entra suavemente;

32 Mas al fin como serpiente morderá,

Y como áspid dará dolor.

33 Tus ojos mirarán cosas extrañas,

Y tu corazón hablará perversidades.

34 Serás como el que yace en medio del mar,

O como el que está en la punta de un mastelero.

35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;

Me azotaron, mas no lo sentí;

Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.