Al director musical. Salmo de David.

20 Que el Señor te responda cuando estés angustiado;
    que el nombre del Dios de Jacob te proteja.
Que te envíe ayuda desde el santuario;
    que desde Sión te dé su apoyo.
Que se acuerde de todas tus ofrendas;
    que acepte tus holocaustos. Selah
Que te conceda lo que tu corazón desea;
    que haga que se cumplan todos tus planes.
Nosotros celebraremos tu victoria
    y en el nombre de nuestro Dios desplegaremos las banderas.

Que el Señor cumpla todas tus peticiones.

Ahora sé que el Señor
    salvará a su ungido,
que le responderá desde su santo cielo
    y con su poder le dará grandes victorias.
Estos confían en sus carros de guerra,
    aquellos confían en sus corceles,
pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Ellos se doblegan y caen,
    pero nosotros nos levantamos y nos mantenemos firmes.
¡Concede, Señor, la victoria al rey!
    ¡Respóndenos cuando te llamemos!

Oración por la victoria sobre los enemigos

Para el director del coro. Salmo de David.

20 Que el Señor te responda en el día de la angustia(A).
Que el nombre(B) del Dios de Jacob(C) te ponga en alto.
Que desde el santuario te envíe ayuda(D),
y desde Sión te sostenga(E).
Que se acuerde de[a] todas tus ofrendas(F),
y halle aceptable[b] tu holocausto(G). (Selah[c])

Que te conceda el deseo de tu corazón(H),
y cumpla todos tus anhelos[d](I).
Nosotros cantaremos[e] con gozo por tu victoria[f](J),
y en el nombre de nuestro Dios alzaremos bandera(K).
Que el Señor cumpla todas tus peticiones(L).

Ahora sé que el Señor salva a su ungido(M);
le responderá desde su santo cielo(N),
con la potencia salvadora de su diestra[g](O).
Algunos confían en carros, y otros en caballos(P);
mas nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos[h](Q).
Ellos se doblegaron y cayeron(R);
pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos en pie(S).
¡Salva, oh Señor(T)!
Que el Rey nos responda[i] el día que clamemos(U).

Notas al pie

  1. Salmos 20:3 I.e., reciba
  2. Salmos 20:3 O, como grosura
  3. Salmos 20:3 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  4. Salmos 20:4 O, propósitos
  5. Salmos 20:5 O, Cantemos
  6. Salmos 20:5 O, salvación
  7. Salmos 20:6 O, con las proezas de la victoria de su diestra
  8. Salmos 20:7 Lit., recordaremos
  9. Salmos 20:9 U, Oh, Señor, salva al rey; respóndenos

Oración por la victoria sobre los enemigos

Para el director del coro. Salmo de David.

20 Que el Señor te responda en el día de la angustia(A);
Que el nombre(B) del Dios de Jacob(C) te ponga en alto.
Que desde el santuario te envíe ayuda(D)
Y desde Sión te sostenga(E).
Que se acuerde de todas tus ofrendas(F),
Y halle aceptable tu holocausto(G). (Selah)

Que te conceda el deseo de tu corazón(H),
Y cumpla todos tus anhelos(I).
Nosotros cantaremos con gozo por tu victoria(J),
Y en el nombre de nuestro Dios alzaremos bandera(K).
Que el Señor cumpla todas tus peticiones(L).

Ahora sé que el Señor salva a Su ungido(M);
Le responderá desde Su santo cielo(N)
Con la potencia salvadora de Su diestra(O).
Algunos confían en carros y otros en caballos(P),
Pero nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos(Q).
Ellos se doblegaron y cayeron(R),
Pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos en pie(S).
¡Salva, oh Señor(T)!
Que el Rey nos responda el día que clamemos(U).

Oración pidiendo la victoria

Al músico principal. Salmo de David.

20 Jehová te oiga en el día de conflicto;

El nombre del Dios de Jacob te defienda.

Te envíe ayuda desde el santuario,

Y desde Sion te sostenga.

Haga memoria de todas tus ofrendas,

Y acepte tu holocausto. Selah

Te dé conforme al deseo de tu corazón,

Y cumpla todo tu consejo.

Nosotros nos alegraremos en tu salvación,

Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios;

Conceda Jehová todas tus peticiones.

Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;

Lo oirá desde sus santos cielos

Con la potencia salvadora de su diestra.

Estos confían en carros, y aquellos en caballos;

Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.

Ellos flaquean y caen,

Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.

Salva, Jehová;

Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.

Salmo de Asaf.

50 Habla el Señor, el Dios poderoso:
    convoca a la tierra de oriente a occidente.
Dios resplandece desde Sión,
    la ciudad bella y perfecta.
Nuestro Dios viene,
    pero no en silencio;
lo precede un fuego que todo lo destruye
    y a su alrededor ruge la tormenta.
Dios convoca a los altos cielos y a la tierra,
    para que presencien el juicio de su pueblo:
«Reúnanme a los que me son fieles,
    a los que pactaron conmigo mediante un sacrificio».
El cielo proclama la justicia divina:
    ¡Dios mismo es el juez! Selah

«Escucha, pueblo mío, que voy a hablar;
    Israel, voy a testificar contra ti:
    ¡Yo soy tu Dios, el único Dios!
No te reprendo por tus sacrificios
    ni por tus holocaustos, que siempre me ofreces.
No necesito novillos de tu establo
    ni machos cabríos de tus rediles,
10 pues míos son todos los animales del bosque,
    y mío también el ganado de miles de colinas.
11 Conozco a todas las aves de las alturas;
    también son míos los animales del campo.
12 Si yo tuviera hambre, no te lo diría,
    pues mío es el mundo y todo lo que en él hay.
13 ¿Acaso me alimento con carne de toros
    o bebo la sangre de machos cabríos?

14 »¡Ofrece a Dios tu gratitud,
    cumple tus promesas al Altísimo!
15 Invócame en el día de la angustia;
    yo te libraré y tú me honrarás».

16 Pero Dios dice al malvado:

«¿Qué derecho tienes tú de recitar mis estatutos
    o de mencionar mi pacto con tus labios?
17 Mi instrucción, la aborreces;
    mis palabras, las desechas.
18 Ves a un ladrón y lo acompañas;
    con los adúlteros te identificas.
19 Para lo malo, das rienda suelta a tu boca;
    tu lengua está siempre dispuesta al engaño.
20 Tienes por costumbre hablar contra tu prójimo,
    y aun calumnias a tu propio hermano.
21 Has hecho todo esto y he guardado silencio;
    ¿acaso piensas que soy como tú?
Pero ahora voy a reprenderte;
    cara a cara voy a denunciarte.

22 »Ustedes que se olvidan de Dios,
    consideren lo que he dicho;
de lo contrario, los haré pedazos,
    y no habrá nadie que los salve.
23 El que me ofrece su gratitud, me honra;
    al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación».

Dios, juez del justo y del impío

Salmo de Asaf[a].

50 El poderoso Dios[b], el Señor(A), ha hablado,
y convocado a la tierra, desde el nacimiento del sol hasta su ocaso(B).
Desde Sión, perfección de hermosura(C),
Dios ha resplandecido(D).
Que venga nuestro Dios y no calle(E);
el fuego consume delante de Él(F),
y a su derredor hay gran tempestad(G).
Él convoca a los cielos desde lo alto(H),
y a la tierra, para juzgar a su pueblo,
y dice: Juntadme a mis santos(I),
los que han hecho conmigo pacto(J) con sacrificio(K).
Y los cielos declaran su[c] justicia(L),
porque Dios mismo es el juez(M). (Selah[d])

Oye, pueblo mío, y hablaré;
Israel, yo testificaré contra ti(N).
Yo soy Dios, tu Dios(O).
No te reprendo por tus sacrificios(P),
ni[e] por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.
No tomaré novillo de tu casa(Q),
ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mío es todo animal del bosque(R),
y el ganado sobre mil colinas[f].
11 Toda ave de los montes conozco(S),
y mío es[g] todo lo que en el campo se mueve.
12 Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti;
porque mío es el mundo y todo lo que en él hay[h](T).
13 ¿Acaso he de comer carne de toros[i](U),
o beber sangre de machos cabríos?
14 Ofrece a Dios sacrificio de acción de gracias(V),
y cumple tus votos al Altísimo(W);
15 e invócame en el día de la angustia(X);
yo te libraré[j](Y), y tú me honrarás(Z).

16 Pero al impío Dios le dice:
¿Qué derecho tienes tú de hablar de mis estatutos,
y de tomar mi pacto en tus labios[k](AA)?
17 Pues tú aborreces la disciplina(AB),
y a tus espaldas echas mis palabras(AC).
18 Cuando ves a un ladrón, te complaces con él[l](AD),
y con adúlteros te asocias[m](AE).
19 Das rienda suelta a[n] tu boca para el mal(AF),
y tu lengua trama engaño(AG).
20 Te sientas y hablas contra tu hermano(AH);
al hijo de tu propia madre calumnias.
21 Estas cosas has hecho, y yo he guardado silencio(AI);
pensaste que yo era tal como tú;
pero te reprenderé, y delante de tus ojos expondré tus delitos(AJ).

22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios(AK),
no sea que os despedace, y no haya quien os libre(AL).
23 El que ofrece sacrificio de acción de gracias me honra(AM);
y al que ordena[o] bien su camino(AN),
le mostraré la salvación de Dios(AO).

Notas al pie

  1. Salmos 50:1 Véase 1 Crón. 15:17; 2 Crón. 29:30
  2. Salmos 50:1 O, El Dios de dioses
  3. Salmos 50:6 I.e., de Dios
  4. Salmos 50:6 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  5. Salmos 50:8 Lit., y
  6. Salmos 50:10 O, millares de animales en las colinas
  7. Salmos 50:11 Lit., conmigo está
  8. Salmos 50:12 Lit., su plenitud
  9. Salmos 50:13 Lit., fuertes
  10. Salmos 50:15 O, rescataré
  11. Salmos 50:16 Lit., tu boca
  12. Salmos 50:18 Algunas versiones antiguas dicen: corren juntos
  13. Salmos 50:18 Lit., es tu parte
  14. Salmos 50:19 Lit., Envías
  15. Salmos 50:23 Lit., pone

Dios, juez del justo y del impío

Salmo de Asaf.

50 El poderoso Dios[a], el Señor(A), ha hablado,
Y convocado a la tierra, desde el nacimiento del sol hasta su ocaso(B).
Desde Sión, perfección de hermosura(C),
Dios ha resplandecido(D).
Que venga nuestro Dios y no calle(E);
El fuego consume delante de Él(F),
Y a Su derredor hay gran tempestad(G).
Él convoca a los cielos en lo alto(H)
Y a la tierra, para juzgar a Su pueblo,
Y dice: «Junten a Mis santos(I),
Los que han hecho conmigo pacto(J) con sacrificio(K)».
Y los cielos declaran Su justicia(L),
Porque Dios mismo es el juez(M). (Selah)

«Oye, pueblo Mío, y hablaré;
Israel, Yo testificaré contra ti(N).
Yo soy Dios, tu Dios(O).
No te reprendo por tus sacrificios(P),
Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de Mí.
No tomaré novillo de tu casa(Q),
Ni machos cabríos de tus corrales.
10 Porque Mío es todo animal del bosque(R),
Y el ganado sobre mil colinas.
11 Conozco a todas las aves de los montes(S),
Y Mío es todo lo que en el campo se mueve.
12 Si Yo tuviera hambre, no te lo diría a ti;
Porque Mío es el mundo y todo lo que en él hay(T).
13 ¿Acaso he de comer carne de toros(U),
O beber sangre de machos cabríos?
14 Ofrece a Dios sacrificio de acción de gracias(V),
Y cumple tus votos al Altísimo(W).
15 Invoca Mi nombre en el día de la angustia(X);
Yo te libraré(Y), y tú me honrarás(Z)».

16 Pero al impío Dios le dice:
«¿Qué derecho tienes tú de hablar de Mis estatutos,
Y de tomar Mi pacto en tus labios(AA)?
17 Porque tú aborreces la disciplina(AB),
Y a tus espaldas echas Mis palabras(AC).
18 Cuando ves a un ladrón, te complaces con él(AD),
Y con adúlteros te asocias(AE).
19 Das rienda suelta a tu boca para el mal(AF),
Y tu lengua trama engaño(AG).
20 Te sientas y hablas contra tu hermano(AH);
Al hijo de tu propia madre calumnias.
21 Estas cosas has hecho, y Yo he guardado silencio(AI);
Pensaste que Yo era tal como tú;
Pero te reprenderé, y delante de tus ojos expondré tus delitos(AJ).

22 »Entiendan ahora esto ustedes, los que se olvidan de Dios(AK),
No sea que los despedace, y no haya quien los libre(AL).
23 El que ofrece sacrificio de acción de gracias me honra(AM);
Y al que ordena bien su camino(AN),
Le mostraré la salvación de Dios(AO)».

Notas al pie

  1. Salmos 50:1 O El Dios de dioses.

Dios juzgará al mundo

Salmo de Asaf.

50 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,

Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

De Sion, perfección de hermosura,

Dios ha resplandecido.

Vendrá nuestro Dios, y no callará;

Fuego consumirá delante de él,

Y tempestad poderosa le rodeará.

Convocará a los cielos de arriba,

Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.

Juntadme mis santos,

Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.

Y los cielos declararán su justicia,

Porque Dios es el juez. Selah

Oye, pueblo mío, y hablaré;

Escucha, Israel, y testificaré contra ti:

Yo soy Dios, el Dios tuyo.

No te reprenderé por tus sacrificios,

Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.

No tomaré de tu casa becerros,

Ni machos cabríos de tus apriscos.

10 Porque mía es toda bestia del bosque,

Y los millares de animales en los collados.

11 Conozco a todas las aves de los montes,

Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.

12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti;

Porque mío es el mundo y su plenitud.

13 ¿He de comer yo carne de toros,

O de beber sangre de machos cabríos?

14 Sacrifica a Dios alabanza,

Y paga tus votos al Altísimo;

15 E invócame en el día de la angustia;

Te libraré, y tú me honrarás.

16 Pero al malo dijo Dios:

¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes,

Y que tomar mi pacto en tu boca?

17 Pues tú aborreces la corrección,

Y echas a tu espalda mis palabras.

18 Si veías al ladrón, tú corrías con él,

Y con los adúlteros era tu parte.

19 Tu boca metías en mal,

Y tu lengua componía engaño.

20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano;

Contra el hijo de tu madre ponías infamia.

21 Estas cosas hiciste, y yo he callado;

Pensabas que de cierto sería yo como tú;

Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.

22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios,

No sea que os despedace, y no haya quien os libre.

23 El que sacrifica alabanza me honrará;

Y al que ordenare su camino,

Le mostraré la salvación de Dios.

Al director musical. Sígase la tonada de «Los lirios del pacto». Salmo de Asaf.

80 Pastor de Israel, ¡escúchanos!
    tú que guías a José como a un rebaño,
tú que tienes tu trono entre los querubines, ¡resplandece!
Delante de Efraín, Benjamín y Manasés,
    muestra tu poder y ven a salvarnos.

¡Restáuranos, oh Dios!
    ¡Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
    y sálvanos!

¿Hasta cuándo, Señor Dios de los Ejércitos,
    arderá tu ira
    contra las oraciones de tu pueblo?
Por comida le has dado pan de lágrimas;
    por bebida, lágrimas en abundancia.
Nos has hecho motivo de contienda para nuestros vecinos;
    nuestros enemigos se burlan de nosotros.

¡Restáuranos, oh Dios de los Ejércitos!
    ¡Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
    y sálvanos!

De Egipto trajiste una vid;
    expulsaste a los pueblos paganos y la plantaste.
Le limpiaste el terreno,
    y ella echó raíces y llenó la tierra.
10 Su sombra se extendía hasta las montañas,
    su follaje cubría los cedros majestuosos.
11 Sus ramas se extendieron hasta el Mediterráneo
    y sus renuevos hasta el Éufrates.

12 ¿Por qué has derribado sus muros?
    ¡Todos los que pasan le arrancan uvas!
13 Los jabalíes del bosque la destruyen,
    los animales del campo la devoran.
14 ¡Vuélvete a nosotros, oh Dios de los Ejércitos!
    ¡Asómate a vernos desde el cielo
    y brinda tus cuidados a esta vid!
15 ¡Es la raíz que plantaste con tu diestra!
    ¡Es el vástago que has criado para ti!

16 Tu vid está derribada, quemada por el fuego;
    a tu reprensión perece tu pueblo.[a]
17 Bríndale tu apoyo al hombre de tu diestra,
    al hijo de hombre que has criado para ti.
18 Entonces no nos apartaremos de ti;
    reavívanos e invocaremos tu nombre.

19 ¡Restáuranos, Señor Dios de los Ejércitos!
    Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
    y sálvanos.

Notas al pie

  1. 80:16 Tu vid … tu pueblo (lectura probable); Haz que perezcan, a tu reprensión, / los que la queman y destruyen (TM).

Súplica por la restauración del pueblo

Para el director del coro; según la tonada a los Lirios; Testimonio. Salmo de Asaf.

80 Presta oído, oh Pastor de Israel(A);
tú que guías a José(B) como un rebaño;
tú que estás sentado más alto que los querubines(C); ¡resplandece!
Delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés(D), despierta tu poder(E)
y ven a salvarnos.
Restáuranos, oh Dios(F),
y haz resplandecer tu rostro sobre nosotros(G), y seremos[a] salvos.

Oh Señor, Dios de los ejércitos(H),
¿hasta cuándo estarás airado[b](I) contra la oración de tu pueblo?
Les has dado a comer pan de lágrimas,
y les has hecho beber lágrimas(J) en gran abundancia[c].
Nos haces objeto de contienda para nuestros vecinos(K),
y nuestros enemigos se ríen entre sí.
Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y seremos[d] salvos.

Tú removiste una vid(L) de Egipto;
expulsaste las naciones(M) y la plantaste(N).
Limpiaste el terreno delante de ella(O);
echó profundas raíces(P) y llenó la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos con su sombra,
y los cedros de Dios con sus ramas[e](Q).
11 Extendía sus ramas hasta el mar,
y sus renuevos hasta el río(R).
12 ¿Por qué has derribado sus vallados(S),
de modo que la vendimian todos los que pasan de camino?
13 El puerco montés la devora,
y de ella se alimenta todo lo que se mueve en el campo(T).

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora(U), te rogamos;
mira y ve desde el cielo(V), y cuida esta vid,
15 la cepa[f] que tu diestra ha plantado(W)
y el vástago[g] que para ti has fortalecido.
16 Está quemada con fuego(X), y cortada;
ante el reproche de tu rostro(Y) perecen.
17 Sea tu mano(Z) sobre el hombre de tu diestra,
sobre el hijo de hombre que para ti fortaleciste(AA).
18 Entonces no nos apartaremos de ti(AB);
avívanos(AC), e invocaremos tu nombre.
19 Oh Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos[h] salvos(AD).

Notas al pie

  1. Salmos 80:3 O, para que seamos
  2. Salmos 80:4 Lit., humearás
  3. Salmos 80:5 Lit., en un tercio de medida
  4. Salmos 80:7 O, para que seamos
  5. Salmos 80:10 O, y sus ramas son como los cedros de Dios
  6. Salmos 80:15 O, raíz
  7. Salmos 80:15 O, hijo
  8. Salmos 80:19 O, para que seamos

Súplica por la restauración del pueblo

Para el director del coro; según la tonada «A los lirios»; Testimonio. Salmo de Asaf.

80 Presta oído, oh Pastor de Israel(A);
Tú que guías a José(B) como un rebaño;
Tú que estás sentado más alto que los querubines(C); ¡resplandece!
Delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés(D), despierta Tu poder(E)
Y ven a salvarnos.
Restáuranos, oh Dios(F),
Y haz resplandecer Tu rostro sobre nosotros(G), y seremos salvos.

Oh Señor, Dios de los ejércitos(H),
¿Hasta cuándo estarás enojado(I) contra la oración de Tu pueblo?
Les has dado a comer pan de lágrimas,
Y les has hecho beber lágrimas(J) en gran abundancia.
Nos haces objeto de burla para nuestros vecinos(K),
Y nuestros enemigos se ríen entre sí.
Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer Tu rostro sobre nosotros, y seremos salvos.

Tú removiste una vid(L) de Egipto;
Expulsaste las naciones(M) y plantaste la vid(N).
Limpiaste el terreno delante de ella(O);
Echó profundas raíces(P) y llenó la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos con su sombra,
Y los cedros de Dios con sus ramas(Q).
11 Extendía sus ramas hasta el mar
Y sus renuevos hasta el río(R).
12 ¿Por qué has derribado sus vallados(S),
De modo que la vendimian todos los que pasan de camino?
13 El puerco montés la devora,
Y de ella se alimenta todo lo que se mueve en el campo(T).

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora(U), te rogamos;
Mira y ve desde el cielo(V), y cuida esta vid,
15 La cepa que Tu diestra ha plantado(W)
Y el hijo que para Ti has fortalecido.
16 Está quemada con fuego(X), y cortada;
Ante el reproche de Tu rostro(Y) perecen.
17 Sea Tu mano(Z) sobre el hombre de Tu diestra,
Sobre el hijo de hombre que para Ti fortaleciste(AA).
18 Entonces no nos apartaremos de Ti(AB);
Avívanos(AC), e invocaremos Tu nombre.
19 Oh Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer Tu rostro sobre nosotros y seremos salvos(AD).

Súplica por la restauración

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.

80 Oh Pastor de Israel, escucha;

Tú que pastoreas como a ovejas a José,

Que estás entre querubines,(A) resplandece.

Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,

Y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Jehová, Dios de los ejércitos,

¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?

Les diste a comer pan de lágrimas,

Y a beber lágrimas en gran abundancia.

Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,

Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Hiciste venir una vid de Egipto;

Echaste las naciones, y la plantaste.

Limpiaste sitio delante de ella,

E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,

Y con sus sarmientos los cedros de Dios.

11 Extendió sus vástagos hasta el mar,

Y hasta el río sus renuevos.

12 ¿Por qué aportillaste sus vallados,

Y la vendimian todos los que pasan por el camino?

13 La destroza el puerco montés,

Y la bestia del campo la devora.

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;

Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

15 La planta que plantó tu diestra,

Y el renuevo que para ti afirmaste.

16 Quemada a fuego está, asolada;

Perezcan por la reprensión de tu rostro.

17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,

Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.

18 Así no nos apartaremos de ti;

Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Salmo de David.

110 Así dijo el Señor a mi Señor:

«Siéntate a mi derecha,
    hasta que ponga a tus enemigos
    por debajo de tus pies».

El Señor extenderá desde Sión el poder de tu cetro.
    Domina tú en medio de tus enemigos.
Tus tropas estarán dispuestas
    cuando manifiestes tu poder,
    ordenadas en santa majestad.
De las entrañas de la aurora
    recibirás el rocío de tu juventud.

El Señor ha jurado
    y no cambiará de parecer:
«Tú eres sacerdote para siempre,
    según el orden de Melquisedec».

El Señor está a tu mano derecha;
    aplastará a los reyes en el día de su ira.
Juzgará a las naciones y amontonará cadáveres;
    aplastará cabezas en toda la tierra.
Beberá de un arroyo junto al camino
    y por eso levantará su cabeza.

El Señor da autoridad al Rey

Salmo de David.

110 Dice el Señor a mi Señor(A):
Siéntate a mi diestra(B),
hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies(C).
El Señor extenderá desde Sión tu poderoso cetro(D), diciendo:
Domina en medio de tus enemigos(E).
Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente[a](F) en el día de tu poder[b];
en el esplendor de la santidad[c](G), desde el seno de la aurora;
tu juventud es para ti como el rocío[d](H).

El Señor ha jurado(I) y no se retractará[e](J):
Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec(K).
El Señor está a tu diestra(L);
quebrantará[f] reyes(M) en el día de su ira(N).
Juzgará entre las naciones(O),
las llenará[g] de cadáveres(P),
quebrantará[h] cabezas[i] sobre la ancha tierra(Q).
Beberá del arroyo en el camino(R);
por tanto Él levantará la cabeza(S).

Notas al pie

  1. Salmos 110:3 Lit., será ofrendas voluntarias
  2. Salmos 110:3 O, ejército
  3. Salmos 110:3 O, en vestidura santa
  4. Salmos 110:3 O, el rocío de tu juventud es tuyo
  5. Salmos 110:4 Lit., no lo sentirá
  6. Salmos 110:5 O, ha quebrantado
  7. Salmos 110:6 O, ha llenado
  8. Salmos 110:6 O, ha quebrantado
  9. Salmos 110:6 Lit., cabeza

El Señor da autoridad al rey

Salmo de David.

110 Dice el Señor a mi Señor(A):
«Siéntate a Mi diestra(B),
Hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies(C)».
El Señor extenderá desde Sión Tu poderoso cetro(D), diciendo:
«Domina en medio de Tus enemigos(E)».
Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente(F) en el día de Tu poder;
En el esplendor de la santidad(G), desde el seno de la aurora;
Tu juventud es para Ti como el rocío(H).

El Señor ha jurado(I) y no se retractará(J):
«Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec(K)».
El Señor está a Tu diestra(L);
Quebrantará reyes(M) en el día de Su ira(N).
Juzgará entre las naciones(O),
Las llenará de cadáveres(P),
Quebrantará cabezas sobre la ancha tierra(Q).
Él beberá del arroyo en el camino(R);
Por tanto levantará la cabeza(S).

Jehová da dominio al rey

Salmo de David.

110 Jehová dijo a mi Señor:

Siéntate a mi diestra,

Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.(A)

Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;

Domina en medio de tus enemigos.

Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,

En la hermosura de la santidad.

Desde el seno de la aurora

Tienes tú el rocío de tu juventud.

Juró Jehová, y no se arrepentirá:

Tú eres sacerdote para siempre

Según el orden de Melquisedec.(B)

El Señor está a tu diestra;

Quebrantará a los reyes en el día de su ira.

Juzgará entre las naciones,

Las llenará de cadáveres;

Quebrantará las cabezas en muchas tierras.

Del arroyo beberá en el camino,

Por lo cual levantará la cabeza.

Al director musical. Salmo de David.

140 Oh Señor, líbrame de los malvados;
    protégeme de los violentos,
de los que urden en su corazón planes malvados
    y todos los días fomentan la guerra.
Afilan su lengua cual lengua de serpiente;
    ¡veneno de víbora hay en sus labios! Selah

Señor, protégeme del poder de los malvados;
    protégeme de los violentos,
    de los que piensan hacerme caer.
Esos engreídos me han tendido una trampa;
    han puesto los lazos de su red,
    han tendido trampas en mi camino. Selah

Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios.
    Atiende, Señor, mi voz suplicante».
Señor Soberano, mi poderoso salvador,
    ¡tú proteges mi cabeza en el día de la batalla!
No satisfagas, Señor, los caprichos de los impíos;
    no permitas que sus planes prosperen,
    para que no se enorgullezcan. Selah

Que sobre la cabeza de los que me rodean
    recaiga el mal que sus labios proclaman.
10 Que lluevan brasas sobre ellos
    y sean echados en el fuego,
    en abismos profundos, de donde no vuelvan a salir.
11 Que no eche raíces en la tierra
    la gente de lengua mentirosa;
que la calamidad persiga y destruya
    a la gente que practica la violencia.

12 Yo sé que el Señor hace justicia al pobre
    y defiende el derecho de los necesitados.
13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre
    y los íntegros vivirán en tu presencia.

Plegaria pidiendo protección

Para el director del coro. Salmo de David.

140 Líbrame (A), oh Señor, de los hombres malignos;
guárdame de los hombres violentos(B),
que traman maldades en su corazón(C);
que cada día provocan guerras(D).
Aguzan su lengua como serpiente(E);
veneno de víbora hay bajo sus labios(F). (Selah[a])

Guárdame, Señor, de las manos del impío;
protégeme de los hombres violentos(G),
que se han propuesto[b] hacerme tropezar[c](H).
Los soberbios han ocultado[d] trampa y cuerdas para mí(I);
han tendido red al borde del sendero(J);
me han puesto lazos(K). (Selah)

Dije al Señor: Tú eres mi Dios(L);
escucha(M), oh Señor, la voz de mis súplicas(N).
Oh Dios[e], Señor, poder de mi salvación(O),
tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla[f](P).
No concedas, Señor, los deseos del impío(Q);
no hagas prosperar sus malos designios(R), para que no se exalten. (Selah)

En cuanto a[g] los que me rodean,
que la malicia de sus labios los cubra(S).
10 Caigan sobre ellos carbones encendidos(T);
sean arrojados en el fuego(U),
en abismos profundos[h] de donde no se puedan levantar[i](V).
11 Que el hombre de mala lengua no permanezca en la tierra;
que al hombre violento lo persiga el mal implacablemente[j](W).

12 Yo sé que el Señor sostendrá la causa del afligido(X),
y el derecho de los pobres(Y).
13 Ciertamente los justos darán gracias a tu nombre(Z),
y los rectos morarán en tu presencia(AA).

Notas al pie

  1. Salmos 140:3 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  2. Salmos 140:4 O, tramado
  3. Salmos 140:4 Lit., empujarme violentamente
  4. Salmos 140:5 Lit., escondido
  5. Salmos 140:7 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  6. Salmos 140:7 Lit., las armas
  7. Salmos 140:9 Lit., La cabeza de
  8. Salmos 140:10 Lit., inundaciones
  9. Salmos 140:10 O, subir
  10. Salmos 140:11 Lit., golpe tras golpe

Plegaria pidiendo protección

Para el director del coro. Salmo de David.

140 Líbrame (A), oh Señor, de los hombres malignos;
Guárdame de los hombres violentos(B),
Que traman maldades en su corazón(C);
Que cada día provocan guerras(D).
Aguzan su lengua como serpiente(E);
Veneno de víbora hay bajo sus labios(F). (Selah)

Guárdame, Señor, de las manos del impío;
Protégeme de los hombres violentos(G),
Que se han propuesto hacerme tropezar(H).
Los soberbios han ocultado trampa y cuerdas para mí(I);
Han tendido red al borde del sendero(J);
Me han puesto lazos(K). (Selah)

Dije al Señor: «Tú eres mi Dios(L);
Escucha(M), oh Señor, la voz de mis súplicas(N).
Oh Dios, Señor, poder de mi salvación(O),
Tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla(P).
No concedas, Señor, los deseos del impío(Q);
No hagas prosperar sus malos designios(R), para que no se exalten. (Selah)

»En cuanto a los que me rodean,
Que la malicia de sus labios los cubra(S).
10 Caigan sobre ellos carbones encendidos(T);
Sean arrojados en el fuego(U),
En abismos profundos de donde no se puedan levantar(V).
11 Que el hombre de mala lengua no permanezca en la tierra;
Que al hombre violento lo persiga el mal implacablemente(W)».

12 Yo sé que el Señor sostendrá la causa del afligido(X),
Y el derecho de los pobres(Y).
13 Ciertamente los justos darán gracias a Tu nombre(Z),
Y los rectos morarán en Tu presencia(AA).

Súplica de protección contra los perseguidores

Al músico principal. Salmo de David.

140 Líbrame, oh Jehová, del hombre malo;

Guárdame de hombres violentos,

Los cuales maquinan males en el corazón,

Cada día urden contiendas.

Aguzaron su lengua como la serpiente;

Veneno de áspid hay debajo de sus labios.(A) Selah

Guárdame, oh Jehová, de manos del impío;

Líbrame de hombres injuriosos,

Que han pensado trastornar mis pasos.

Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios;

Han tendido red junto a la senda;

Me han puesto lazos. Selah

He dicho a Jehová: Dios mío eres tú;

Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.

Jehová Señor, potente salvador mío,

Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.

No concedas, oh Jehová, al impío sus deseos;

No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. Selah

En cuanto a los que por todas partes me rodean,

La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

10 Caerán sobre ellos brasas;

Serán echados en el fuego,

En abismos profundos de donde no salgan.

11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra;

El mal cazará al hombre injusto para derribarle.

12 Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido,

Y el derecho de los necesitados.

13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre;

Los rectos morarán en tu presencia.

20 El vino lleva a la insolencia
    y la cerveza al escándalo;
    ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!

Rugido de león es la furia del rey;
    quien provoca su enojo se juega la vida.

Honroso es al hombre evitar la contienda,
    pero no hay necio que no inicie un pleito.

El perezoso no labra la tierra en la estación adecuada;
    en tiempo de cosecha buscará y no hallará.

El propósito humano es como aguas profundas;
    el que es inteligente lo descubrirá.

Son muchos los que proclaman su lealtad,
    ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?

Justo es quien lleva una vida sin tacha;
    ¡dichosos sus hijos después de él!

Cuando el rey se sienta en el tribunal,
    con su sola mirada barre toda maldad.

¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón;
    estoy limpio de pecado»?

10 Pesas falsas y medidas engañosas:
    ¡vaya pareja que el Señor detesta!

11 Por sus hechos el niño deja entrever
    si su conducta será pura y recta.

12 Los oídos para oír y los ojos para ver:
    ¡El Señor los ha creado a los dos!

13 No te des al sueño o te quedarás pobre;
    mantente despierto y tendrás pan de sobra.

14 «¡No sirve, no sirve!», dice el comprador,
    pero luego va y se jacta de su compra.

15 Oro hay y abundan las piedras preciosas,
    pero aún más valiosas son las palabras sabias.

16 Toma la prenda del que salga fiador por un extraño;
    retenla en garantía si la da en favor de desconocidos.

17 Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños,
    pero uno acaba con la boca llena de arena.

18 Afirma tus planes con buenos consejos;
    entabla el combate con buena estrategia.

19 El chismoso traiciona la confianza;
    no te juntes con la gente que habla de más.

20 Al que maldiga a su padre y a su madre,
    su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.

21 La herencia reclamada antes de tiempo
    no termina siendo de bendición.

22 Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!».
    Confía en el Señor y él actuará por ti.

23 El Señor aborrece las balanzas adulteradas
    y reprueba el uso de medidas engañosas.

24 Los pasos del hombre los dirige el Señor.
    ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino?

25 Trampa es consagrar algo sin pensarlo
    y más tarde reconsiderar lo prometido.

26 El rey sabio avienta como trigo a los malvados,
    y los desmenuza con rueda de molino.

27 El espíritu humano es la lámpara del Señor,
    pues escudriña lo más íntimo del ser.

28 La misericordia y la verdad sostienen al rey;
    su trono se afirma en la misericordia.

29 La gloria de los jóvenes radica en su fuerza;
    la honra de los ancianos, en sus canas.

30 Los golpes y las heridas curan la maldad;
    los azotes limpian lo más íntimo del ser.

20 El vino(A) es escarnecedor, la bebida fuerte(B) alborotadora,
y cualquiera que con[a] ellos se embriaga no es sabio.
Como rugido de león es el terror al rey,
el que lo provoca a ira peca contra su propia alma(C).
Es honra para el hombre eludir[b] las contiendas,
pero cualquier necio se enredará en ellas[c](D).
Desde el otoño, el perezoso no ara(E),
pide en la cosecha, y no hay nada.
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre,
y el hombre de entendimiento lo sacará.
Muchos hombres proclaman su propia lealtad[d](F),
pero un hombre digno de confianza(G), ¿quién lo hallará?
El justo anda en su integridad(H);
¡cuán dichosos son sus hijos después de él(I)!
El rey que se sienta sobre el trono del juicio(J),
disipa[e] con sus ojos todo mal.
¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón,
limpio estoy de mi pecado(K)?
10 Pesas desiguales y medidas desiguales[f],
ambas cosas son abominables al Señor(L).
11 Aun por sus hechos da a conocer un muchacho(M)
si su conducta es pura y recta.
12 El oído que oye y el ojo que ve,
ambos los ha hecho el Señor(N).
13 No ames el sueño(O), no sea que te empobrezcas;
abre tus ojos y te saciarás de pan.
14 Malo, malo, dice el comprador,
pero cuando se marcha, entonces se jacta.
15 Hay oro y abundancia de joyas[g],
pero cosa más preciosa son los labios con conocimiento.
16 Tómale la ropa al que[h] sale fiador del extraño;
y tómale prenda por los extranjeros.
17 El pan obtenido con falsedad es dulce al hombre(P),
pero después su boca se llenará de grava.
18 Los proyectos con consejo se preparan(Q),
y con dirección sabia se hace la guerra(R).
19 El que anda murmurando revela secretos(S),
por tanto no te asocies con el chismoso[i](T).
20 Al que maldice a su padre o a su madre(U),
se le apagará(V) su lámpara en medio[j] de las tinieblas.
21 La herencia adquirida de prisa al principio,
no será bendecida al final.
22 No digas: Yo pagaré mal por mal(W);
espera en el Señor(X), y Él te salvará.
23 Pesas desiguales[k] son abominación al Señor(Y),
y una balanza falsa[l] no es buena(Z).
24 Por el Señor son ordenados los pasos del hombre(AA),
¿cómo puede, pues, el hombre entender su camino?
25 Lazo es para el hombre decir a la ligera: Es santo,
y después de los votos investigar(AB).
26 El rey sabio avienta a los impíos(AC),
y hace pasar[m] la rueda de trillar(AD) sobre ellos.
27 Lámpara del Señor es el espíritu[n] del hombre(AE)
que escudriña lo más profundo de su ser[o].
28 Lealtad[p] y verdad guardan al rey,
y por la justicia[q] sostiene su trono(AF).
29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,
y la honra[r] de los ancianos, sus canas(AG).
30 Los azotes que hieren limpian del mal(AH),
y los golpes llegan a lo más profundo[s] del cuerpo.

Notas al pie

  1. Proverbios 20:1 Lit., yerra por
  2. Proverbios 20:3 Lit., cesar
  3. Proverbios 20:3 Lit., se encolerizará
  4. Proverbios 20:6 O, bondad
  5. Proverbios 20:8 O, cierne
  6. Proverbios 20:10 Lit., Una piedra y una piedra, un efa y un efa
  7. Proverbios 20:15 O, corales
  8. Proverbios 20:16 Lit., cuando
  9. Proverbios 20:19 Lit., el que abre sus labios
  10. Proverbios 20:20 Lit., en la pupila
  11. Proverbios 20:23 Lit., Una piedra y una piedra
  12. Proverbios 20:23 Lit., de engaño
  13. Proverbios 20:26 Lit., da vueltas a
  14. Proverbios 20:27 Lit., aliento
  15. Proverbios 20:27 Lit., todas las cámaras del cuerpo
  16. Proverbios 20:28 O, Bondad
  17. Proverbios 20:28 O, Bondad
  18. Proverbios 20:29 O, el esplendor
  19. Proverbios 20:30 Lit., las cámaras

20 El vino(A) es provocador, la bebida fuerte(B) alborotadora,
Y cualquiera que con[a] ellos se embriaga no es sabio.
Como rugido de león es el furor del rey,
El que lo provoca a ira pone en peligro su propia vida(C).
Es honra para el hombre evitar[b] las discusiones,
Pero cualquier necio se enredará en ellas[c](D).
Desde el otoño, el perezoso no ara(E),
Así que pide durante la cosecha, pero no hay nada.
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre,
Y el hombre de entendimiento lo sacará.
Muchos hombres proclaman su propia lealtad[d](F),
Pero un hombre digno de confianza(G), ¿quién lo hallará?
El justo anda en su integridad(H);
¡Cuán dichosos son sus hijos después de él(I)!
El rey que se sienta sobre el trono del juicio(J),
Disipa[e] con sus ojos todo mal.
¿Quién puede decir: «Yo he limpiado mi corazón,
Limpio estoy de mi pecado(K)»?
10 Pesas desiguales y medidas desiguales[f],
Ambas cosas son abominables al Señor(L).
11 Aun por sus hechos un muchacho se da a conocer(M)
Si su conducta es pura y recta.
12 El oído que oye y el ojo que ve,
Ambos los ha hecho el Señor(N).
13 No ames el sueño(O), no sea que te empobrezcas;
Abre tus ojos y te saciarás de pan.
14 «Malo, malo», dice el comprador,
Pero cuando se marcha, entonces se jacta.
15 Hay oro y abundancia de joyas[g],
Pero cosa más preciosa son los labios con conocimiento.
16 Tómale la ropa al que[h] sale fiador del extraño;
Y tómale prenda por los extranjeros.
17 El pan obtenido con falsedad es dulce al hombre(P),
Pero después su boca se llenará de grava.
18 Los proyectos con consejo se preparan(Q),
Y con dirección sabia se hace la guerra(R).
19 El que anda murmurando revela secretos(S),
Por tanto, no te asocies con el chismoso[i](T).
20 Al que maldice a su padre o a su madre(U),
Se le apagará(V) su lámpara en medio[j] de las tinieblas.
21 La herencia adquirida de prisa al principio,
No será bendecida al final.
22 No digas: «Yo pagaré mal por mal(W)»;
Espera en el Señor(X), y Él te salvará.
23 Pesas desiguales[k] son abominación al Señor(Y),
Y no está bien(Z) usar una balanza falsa[l].
24 Por el Señor son ordenados los pasos del hombre(AA),
¿Cómo puede, pues, el hombre entender su camino?
25 Lazo es para el hombre decir a la ligera: «Es santo»,
Y después de los votos investigar(AB).
26 El rey sabio avienta a los impíos(AC),
Y hace pasar[m] la rueda de trillar(AD) sobre ellos.
27 Lámpara del Señor es el espíritu[n] del hombre(AE)
Que escudriña lo más profundo de su ser[o].
28 Lealtad[p] y verdad guardan al rey,
Y por la justicia[q] sostiene su trono(AF).
29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,
Y la honra[r] de los ancianos, sus canas(AG).
30 Los azotes que hieren limpian del mal(AH),
Y los golpes llegan a lo más profundo[s] del cuerpo.

Notas al pie

  1. Proverbios 20:1 Lit. yerra por.
  2. Proverbios 20:3 Lit. cesar.
  3. Proverbios 20:3 Lit. se encolerizará.
  4. Proverbios 20:6 O bondad.
  5. Proverbios 20:8 O cierne.
  6. Proverbios 20:10 Lit. Una piedra y una piedra, un efa y un efa.
  7. Proverbios 20:15 O corales.
  8. Proverbios 20:16 Lit. cuando.
  9. Proverbios 20:19 Lit. el que abre sus labios.
  10. Proverbios 20:20 Lit. en la pupila.
  11. Proverbios 20:23 Lit. Una piedra y una piedra.
  12. Proverbios 20:23 Lit. de engaño.
  13. Proverbios 20:26 Lit. da vueltas a.
  14. Proverbios 20:27 Lit. aliento.
  15. Proverbios 20:27 Lit. todas las cámaras del cuerpo.
  16. Proverbios 20:28 O Bondad.
  17. Proverbios 20:28 O Bondad.
  18. Proverbios 20:29 O el esplendor.
  19. Proverbios 20:30 Lit. las cámaras.

20 El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora,

Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.

Como rugido de cachorro de león es el terror del rey;

El que lo enfurece peca contra sí mismo.

Honra es del hombre dejar la contienda;

Mas todo insensato se envolverá en ella.

El perezoso no ara a causa del invierno;

Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.

Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre;

Mas el hombre entendido lo alcanzará.

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,

Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

Camina en su integridad el justo;

Sus hijos son dichosos después de él.

El rey que se sienta en el trono de juicio,

Con su mirar disipa todo mal.

¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón,

Limpio estoy de mi pecado?

10 Pesa falsa y medida falsa,

Ambas cosas son abominación a Jehová.

11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos,

Si su conducta fuere limpia y recta.

12 El oído que oye, y el ojo que ve,

Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová.

13 No ames el sueño, para que no te empobrezcas;

Abre tus ojos, y te saciarás de pan.

14 El que compra dice: Malo es, malo es;

Mas cuando se aparta, se alaba.

15 Hay oro y multitud de piedras preciosas;

Mas los labios prudentes son joya preciosa.

16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño,

Y toma prenda del que sale fiador por los extraños.

17 Sabroso es al hombre el pan de mentira;

Pero después su boca será llena de cascajo.

18 Los pensamientos con el consejo se ordenan;

Y con dirección sabia se hace la guerra.

19 El que anda en chismes descubre el secreto;

No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.

20 Al que maldice a su padre o a su madre,

Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.

21 Los bienes que se adquieren de prisa al principio,

No serán al final bendecidos.

22 No digas: Yo me vengaré;

Espera a Jehová, y él te salvará.

23 Abominación son a Jehová las pesas falsas,

Y la balanza falsa no es buena.

24 De Jehová son los pasos del hombre;

¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?

25 Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración,

Y después de hacerlo, reflexionar.

26 El rey sabio avienta a los impíos,

Y sobre ellos hace rodar la rueda.

27 Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre,

La cual escudriña lo más profundo del corazón.

28 Misericordia y verdad guardan al rey,

Y con clemencia se sustenta su trono.

29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,

Y la hermosura de los ancianos es su vejez.

30 Los azotes que hieren son medicina para el malo,

Y el castigo purifica el corazón.