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El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;
los juicios del Señor son verdaderos(A), todos ellos justos(B);

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El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;

Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

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El temor del Señor es puro:
    permanece para siempre.
Las ordenanzas del Señor son verdaderas:
    todas ellas son justas.

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(10) El temor del Señor es limpio
y permanece para siempre.
Los decretos del Señor son verdaderos,
todos ellos son justos,

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Testimonio del Padre y de las obras de Jesús

30 Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía(A); como oigo, juzgo, y mi juicio es justo(B) porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió(C).

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Testigos de Cristo

30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

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30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo solo según lo que oigo y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió.

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Pruebas de la autoridad de Jesús

30 »Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, pues no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado.

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20 Regocíjate sobre ella(A), cielo, y también vosotros, santos, apóstoles y profetas(B), porque Dios ha pronunciado juicio(C) por vosotros contra ella[a].

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Footnotes

  1. Apocalipsis 18:20 Lit., juzgado vuestro juicio de ella

20 Alégrate sobre ella, cielo,(A) y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.

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20 »¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido!
    ¡Alégrense también ustedes, creyentes, apóstoles y profetas!,
porque Dios, al juzgarla,
    les ha hecho justicia».

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20 Tú, oh cielo, alégrate
por causa de esa ciudad;
y alégrense ustedes, los del pueblo santo,
y los apóstoles y los profetas,
porque Dios, al condenarla,
les ha hecho justicia a ustedes.

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