Al director musical. Salmo de David.

19 Los cielos cuentan la gloria de Dios;
    la expansión proclama la obra de sus manos.
Un día transmite el mensaje al otro día;
    una noche a la otra comparte sabiduría.
Sin palabras, sin lenguaje,
    sin una voz perceptible,
por toda la tierra resuena su eco;
    sus palabras llegan hasta los confines del mundo.
Dios ha establecido en los cielos
    un hogar para el sol.
Y este, como novio que sale de la cámara nupcial,
    se regocija, cual poderoso guerrero, al recorrer su camino.
Sale de un extremo de los cielos
    y, en su recorrido, llega al otro extremo,
    sin que nada se libre de su calor.

La Ley del Señor es perfecta:
    infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
    da sabiduría al sencillo.
Los preceptos del Señor son rectos:
    traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro:
    da luz a los ojos.
El temor del Señor es puro:
    permanece para siempre.
Las ordenanzas del Señor son verdaderas:
    todas ellas son justas.

10 Son más deseables que el oro,
    más que mucho oro refinado;
son más dulces que la miel,
    la miel que destila del panal.
11 Por ellas queda advertido tu siervo;
    quien las obedece recibe una gran recompensa.
12 ¿Quién está consciente de sus propios errores?
    ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!
13 Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas;
    no permitas que tales pecados me dominen.
Entonces seré íntegro,
    inocente de un gran pecado.

14 Sean, pues, aceptables ante ti
    mis palabras y mis meditaciones
    oh Señor, mi roca y mi redentor.

Las obras y la palabra de Dios

Para el director del coro. Salmo de David.

19 Los cielos proclaman[a] la gloria de Dios(A),
y la expansión[b] anuncia la obra de sus manos(B).
Un día transmite el mensaje al otro día(C),
y una noche a la otra noche revela sabiduría(D).
No hay mensaje, no hay palabras;
no se oye su voz[c].
Mas por toda la tierra salió su voz[d](E),
y hasta los confines del mundo sus palabras.
En ellos[e] puso una tienda para el sol(F),
y este, como un esposo que sale de su alcoba,
se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.
De un extremo de los cielos es su salida,
y su curso hasta el otro extremo[f] de ellos(G);
y nada hay que se esconda de su calor.

La ley del Señor es perfecta[g](H), que restaura el alma(I);
el testimonio del Señor es seguro(J), que hace sabio al sencillo(K).
Los preceptos del Señor son rectos(L), que alegran el corazón(M);
el mandamiento del Señor es puro(N), que alumbra los ojos(O).
El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;
los juicios del Señor son verdaderos(P), todos ellos justos(Q);
10 deseables más que el oro(R); sí, más que mucho oro fino,
más dulces que la miel(S) y que el destilar[h] del panal.
11 Además, tu siervo es amonestado por ellos(T);
en guardarlos hay gran recompensa(U).
12 ¿Quién puede discernir sus propios errores(V)?
Absuélveme(W) de los que me son ocultos(X).
13 Guarda también a tu siervo de pecados de soberbia(Y);
que no se enseñoreen de mí(Z).
Entonces seré íntegro[i](AA),
y seré absuelto de gran transgresión(AB).
14 Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti(AC),
oh Señor, roca mía(AD) y redentor mío(AE).

Footnotes

  1. Salmos 19:1 O, cuentan
  2. Salmos 19:1 O, el firmamento
  3. Salmos 19:3 I.e., la voz de los días y de las noches
  4. Salmos 19:4 Otra posible lectura es: su hilo
  5. Salmos 19:4 I.e., En los cielos
  6. Salmos 19:6 Lit., los extremos
  7. Salmos 19:7 O, intachable
  8. Salmos 19:10 O, las gotas que destilan
  9. Salmos 19:13 O, perfecto

Las obras y la palabra de Dios

Para el director del coro. Salmo de David.

19 Los cielos proclaman la gloria de Dios(A),
Y el firmamento anuncia la obra de Sus manos(B).
Un día transmite el mensaje al otro día(C),
Y una noche a la otra noche revela sabiduría(D).
No hay mensaje, no hay palabras;
No se oye su voz.
Pero por toda la tierra salió su voz(E),
Y hasta los confines del mundo sus palabras.
En ellos Dios puso una tienda para el sol(F),
Y este, como un esposo que sale de su alcoba,
Se regocija como hombre fuerte al correr su carrera.
De un extremo de los cielos es su salida,
Y su curso hasta el otro extremo de ellos(G);
Y no hay nada que se esconda de su calor.

La ley del Señor es perfecta(H), que restaura el alma(I);
El testimonio del Señor es seguro(J), que hace sabio al sencillo(K).
Los preceptos del Señor son rectos(L), que alegran el corazón(M);
El mandamiento del Señor es puro(N), que alumbra los ojos(O).
El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios del Señor son verdaderos(P), todos ellos justos(Q);
10 Deseables más que el oro(R); sí, más que mucho oro fino,
Más dulces que la miel(S) y que el destilar del panal.
11 Además, Tu siervo es amonestado por ellos(T);
En guardarlos hay gran recompensa(U).
12 ¿Quién puede discernir sus propios errores(V)?
Absuélveme(W) de los que me son ocultos(X).
13 Guarda también a Tu siervo de pecados de soberbia(Y);
Que no se enseñoreen de mí(Z).
Entonces seré íntegro(AA),
Y seré absuelto de gran transgresión(AB).
14 Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti(AC),
Oh Señor, roca mía(AD) y Redentor mío(AE).

Las obras y la palabra de Dios

Al músico principal. Salmo de David.

19 Los cielos cuentan la gloria de Dios,

Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

Un día emite palabra a otro día,

Y una noche a otra noche declara sabiduría.

No hay lenguaje, ni palabras,

Ni es oída su voz.

Por toda la tierra salió su voz,

Y hasta el extremo del mundo sus palabras.(A)

En ellos puso tabernáculo para el sol;

Y este, como esposo que sale de su tálamo,

Se alegra cual gigante para correr el camino.

De un extremo de los cielos es su salida,

Y su curso hasta el término de ellos;

Y nada hay que se esconda de su calor.

La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;

El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.

Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;

El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;

Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;

Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

11 Tu siervo es además amonestado con ellos;

En guardarlos hay grande galardón.

12 ¿Quién podrá entender sus propios errores?

Líbrame de los que me son ocultos.

13 Preserva también a tu siervo de las soberbias;

Que no se enseñoreen de mí;

Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.

14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,

Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

La gloria de Dios en la creación

(1) Del maestro de coro. Salmo de David.

19 (2) El cielo proclama la gloria de Dios;
de su creación nos habla la bóveda celeste.
(3) Los días se lo cuentan entre sí;
las noches hacen correr la voz.
(4) Aunque no se escuchan palabras
ni se oye voz alguna,
(5) su mensaje llega a toda la tierra,
hasta el último rincón del mundo.
Allí Dios puso un lugar para el sol,
(6) y éste sale como un novio de la habitación nupcial,
y se alegra como un atleta al emprender su camino.
(7) Sale el sol por un lado del cielo
y da la vuelta hasta llegar al otro,
sin que nada pueda huir de su calor.

(8) La enseñanza del Señor es perfecta,
porque da nueva vida.
El mandato del Señor es fiel,
porque hace sabio al hombre sencillo.
(9) Los preceptos del Señor son justos,
porque traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es puro
y llena los ojos de luz.
(10) El temor del Señor es limpio
y permanece para siempre.
Los decretos del Señor son verdaderos,
todos ellos son justos,
10 (11) ¡son de más valor que el oro fino!,
¡son más dulces que la miel del panal!
11 (12) Son también advertencias a este siervo tuyo,
y le es provechoso obedecerlas.

12 (13) ¿Quién se da cuenta de sus propios errores?
¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!
13 (14) Quítale el orgullo a tu siervo;
no permitas que el orgullo me domine.
Así seré un hombre sin tacha;
estaré libre de gran pecado.

14 (15) Sean aceptables a tus ojos
mis palabras y mis pensamientos,
oh Señor, refugio y libertador mío.

Al director musical. Salmo de los hijos de Coré.

49 Oigan esto, pueblos todos;
    escuchen, habitantes todos del mundo,
tanto débiles como poderosos,
    lo mismo los ricos que los pobres.
Mi boca hablará con sabiduría;
    la reflexión de mi corazón será muy inteligente.
Inclinaré mi oído al proverbio;
    propondré mi enigma al son del arpa:

¿Por qué he de temer en tiempos de desgracia
    cuando me rodee la maldad de mis opresores?
¿Temeré a los que confían en sus riquezas
    y se jactan de sus muchas posesiones?
Nadie puede salvar a nadie
    ni pagarle a Dios rescate por la vida.
Tal rescate es muy costoso;
    ningún pago es suficiente
para vivir por siempre
    sin ver la fosa.
10 Nadie puede negar que todos mueren,
    que sabios e insensatos perecen por igual
    y que sus riquezas se dejan a otros.
11 Aunque tuvieron tierras a su nombre,
    sus tumbas serán[a] su hogar eterno,
    su morada por todas las generaciones.

12 La gente rica no perdura;
    al igual que las bestias, perece.

13 Tal es el destino de los que confían en sí mismos;
    y el de sus seguidores que aprueban lo que ellos dicen. Selah
14 Como ovejas guiadas por la muerte,
    están destinados al sepulcro.[b]
Sus cuerpos se consumirán allí,
    lejos de sus mansiones suntuosas.
    Por la mañana los justos prevalecerán sobre ellos.
15 Pero Dios me rescatará de las garras de la muerte[c]
    y con él me llevará. Selah
16 No te asombre ver que alguien se enriquezca
    y aumente el esplendor de su casa,
17 porque al morir no se llevará nada
    ni con él descenderá su esplendor.
18 Aunque en vida se considere dichoso,
    y la gente lo elogie por sus logros,
19 irá a reunirse con sus ancestros,
    sin que vuelva jamás a ver la luz.

20 La gente rica carece de entendimiento;
    al igual que las bestias, perece.

Footnotes

  1. 49:11 sus tumbas serán (LXX y Siríaca); su interior será (TM).
  2. 49:14 al sepulcro. Lit. al Seol.
  3. 49:15 de la muerte. Lit. del Seol.

La insensatez de confiar en las riquezas

Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré.

49 Oíd esto, pueblos todos(A);
escuchad, habitantes todos del mundo(B),
tanto humildes como encumbrados(C),
ricos y pobres juntamente.
Mi boca hablará sabiduría(D),
y la meditación de mi corazón será entendimiento(E).
Inclinaré al proverbio mi oído(F),
con el arpa[a](G) declararé[b] mi enigma(H).

¿Por qué he de temer en los días de adversidad(I)
cuando la iniquidad de mis enemigos[c] me rodee,
de los que confían en sus bienes(J)
y se jactan de la abundancia de sus riquezas?
Nadie puede en manera alguna redimir a su hermano(K),
ni dar a Dios rescate(L) por él,
porque la redención de su alma[d] es muy costosa(M),
y debe abandonar el intento para siempre,
para que viva eternamente(N),
para que no vea corrupción[e](O).

10 Porque él ve que aun los sabios mueren(P);
el torpe y el necio(Q) perecen de igual manera,
y dejan sus riquezas a otros(R).
11 Su íntimo pensamiento(S) es que sus casas serán eternas[f](T),
y sus moradas por todas las generaciones;
y a sus tierras han dado sus nombres(U).
12 Mas el hombre, en su vanagloria[g], no permanecerá;
es como las bestias[h] que perecen[i](V).

13 Este es el camino de los insensatos(W),
y de los que después de ellos aprueban sus palabras(X). (Selah[j])
14 Como ovejas son destinados para el Seol[k](Y),
la muerte los pastoreará,
los rectos los regirán por la mañana(Z);
su forma[l] será para que el Seol la consuma(AA),
de modo que no tienen morada[m].
15 Pero Dios redimirá mi alma del poder[n] del Seol(AB),
pues Él me recibirá(AC). (Selah)

16 No temas cuando alguno se enriquece(AD),
cuando la gloria[o] de su casa aumenta;
17 porque nada se llevará cuando muera(AE),
ni su gloria[p] descenderá con[q] él.
18 Aunque mientras viva, a sí mismo[r] se felicite(AF)
(y aunque los hombres te alaben cuando prosperes),
19 irá a reunirse con la generación de sus padres(AG),
quienes nunca verán la luz(AH).
20 El hombre en su vanagloria[s], pero sin entendimiento,
es como las bestias[t] que perecen[u](AI).

Footnotes

  1. Salmos 49:4 O, lira
  2. Salmos 49:4 Lit., abriré
  3. Salmos 49:5 Lit., suplantadores
  4. Salmos 49:8 Lit., del alma de ellos
  5. Salmos 49:9 O, la fosa
  6. Salmos 49:11 Algunas versiones antiguas dicen: Sus tumbas son sus casas para siempre
  7. Salmos 49:12 Lit., honor
  8. Salmos 49:12 O, los animales
  9. Salmos 49:12 Lit., son destruidas
  10. Salmos 49:13 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  11. Salmos 49:14 I.e., región de los muertos
  12. Salmos 49:14 O, cuerpo
  13. Salmos 49:14 Lit., lejos de su habitación
  14. Salmos 49:15 Lit., de la mano
  15. Salmos 49:16 O, riqueza
  16. Salmos 49:17 O, riqueza
  17. Salmos 49:17 Lit., tras
  18. Salmos 49:18 Lit., su alma
  19. Salmos 49:20 Lit., honor
  20. Salmos 49:20 O, los animales
  21. Salmos 49:20 Lit., son destruidas

La insensatez de confiar en las riquezas

Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré.

49 Oigan esto, pueblos todos(A);
Escuchen, habitantes todos del mundo(B),
Tanto humildes como encumbrados(C),
Ricos y pobres juntos.
Mi boca hablará sabiduría(D),
Y la meditación de mi corazón será entendimiento(E).
Inclinaré al proverbio mi oído(F),
Con el arpa(G) declararé mi enigma(H).

¿Por qué he de temer en los días de adversidad(I)
Cuando la iniquidad de mis enemigos me rodee,
De los que confían en sus bienes(J)
Y se jactan de la abundancia de sus riquezas?
Nadie puede en manera alguna redimir a su hermano(K),
Ni dar a Dios rescate(L) por él,
Porque la redención de su alma es muy costosa(M),
Y debe abandonar el intento para siempre,
Para que viva eternamente(N),
Para que no vea corrupción(O).

10 Porque él ve que aun los sabios mueren(P);
El torpe y el necio(Q) perecen de igual manera,
Y dejan sus riquezas a otros(R).
11 Su íntimo pensamiento(S) es que sus casas serán eternas(T),
Y sus moradas por todas las generaciones;
A sus tierras han dado sus nombres(U).
12 Pero el hombre, en su vanagloria, no permanecerá;
Es como las bestias que perecen(V).

13 Este es el camino de los insensatos(W),
Y de los que después de ellos aprueban sus palabras(X). (Selah)
14 Como ovejas son destinados para el Seol(Y),
La muerte los pastoreará,
Los rectos los regirán por la mañana(Z);
Su forma será para que el Seol la consuma(AA),
De modo que no tienen morada.
15 Pero Dios redimirá mi alma del poder del Seol(AB),
Pues Él me recibirá(AC). (Selah)

16 No temas cuando alguien se enriquece(AD),
Cuando la gloria de su casa aumenta;
17 Porque nada se llevará cuando muera(AE),
Ni su gloria descenderá con él.
18 Aunque mientras viva, a sí mismo se felicite(AF)
(Y aunque los hombres te alaben cuando prosperes),
19 Irá a reunirse con la generación de sus padres(AG),
Quienes nunca verán la luz(AH).
20 El hombre en su vanagloria, pero sin entendimiento,
Es como las bestias que perecen(AI).

La insensatez de confiar en las riquezas

Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

49 Oíd esto, pueblos todos;

Escuchad, habitantes todos del mundo,

Así los plebeyos como los nobles,

El rico y el pobre juntamente.

Mi boca hablará sabiduría,

Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

Inclinaré al proverbio mi oído;

Declararé con el arpa mi enigma.

¿Por qué he de temer en los días de adversidad,

Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare?

Los que confían en sus bienes,

Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,

Ni dar a Dios su rescate

(Porque la redención de su vida es de gran precio,

Y no se logrará jamás),

Para que viva en adelante para siempre,

Y nunca vea corrupción.

10 Pues verá que aun los sabios mueren;

Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,

Y dejan a otros sus riquezas.

11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas,

Y sus habitaciones para generación y generación;

Dan sus nombres a sus tierras.

12 Mas el hombre no permanecerá en honra;

Es semejante a las bestias que perecen.

13 Este su camino es locura;

Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah

14 Como a rebaños que son conducidos al Seol,

La muerte los pastoreará,

Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana;

Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.

15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,

Porque él me tomará consigo. Selah

16 No temas cuando se enriquece alguno,

Cuando aumenta la gloria de su casa;

17 Porque cuando muera no llevará nada,

Ni descenderá tras él su gloria.

18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,

Y sea loado cuando prospere,

19 Entrará en la generación de sus padres,

Y nunca más verá la luz.

20 El hombre que está en honra y no entiende,

Semejante es a las bestias que perecen.

El dinero no lo es todo

(1) Del maestro de coro. Salmo de los hijos de Coré.

49 (2) Oigan bien esto,
pueblos y habitantes de todo el mundo,
(3) lo mismo los ricos que los pobres,
lo mismo los poderosos que los humildes.
(4) Voy a hablar con sabiduría
y expresaré pensamientos profundos;
(5) pondré atención a los refranes,
y diré mi secreto al son del arpa.

(6) ¿Por qué voy a tener miedo
cuando vengan los días malos,
cuando me encuentre rodeado
de la maldad de mis enemigos?
(7) Ellos confían en sus riquezas
y se jactan de sus muchos bienes,
(8) pero nadie puede salvarse a sí mismo
ni pagarle a Dios porque le salve la vida.
(9) ¡No hay dinero que pueda comprar la vida de un hombre,
(10) para que viva siempre y se libre de la muerte!
10 (11) Pues se ve que todos mueren por igual,
lo mismo los sabios que los tontos,
y se quedan para otros sus riquezas.
11 (12) Aunque dieron su nombre a sus tierras,
el sepulcro será su hogar eterno;
¡allí se quedarán para siempre!

12     (13) El hombre no es eterno, por muy rico que sea;
    muere lo mismo que los animales.

13 (14) Así acaban los que en sí mismos confían;
así terminan los que a sí mismos se alaban.
14 (15) Para esa gente, la muerte es el pastor
que los conduce al sepulcro
como si fueran ovejas.
Cuando llegue la mañana,
los buenos triunfarán sobre ellos;
su fuerza irá decayendo
y el sepulcro será su hogar.
15 (16) Pero Dios me salvará del poder de la muerte,
pues me llevará con él.

16 (17) No te inquietes si alguien se hace rico
y aumenta el lujo de su casa,
17 (18) pues cuando muera no podrá llevarse nada,
ni su lujo le seguirá al sepulcro.
18 (19) Aunque se sienta feliz mientras vive,
y la gente lo alabe por ser rico,
19 (20) llegará el día en que se muera,
y no volverá a ver la luz.

20     (21) El hombre no es eterno, por muy rico que sea;
    muere lo mismo que los animales.

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, los pueblos paganos han invadido tu herencia;
    han profanado tu santo Templo,
    han dejado en ruinas a Jerusalén.
Han entregado los cadáveres de tus siervos
    como alimento de las aves del cielo;
han destinado los cuerpos de tus fieles
    para comida de los animales salvajes.
Por toda Jerusalén han derramado su sangre,
    como si derramaran agua,
    y no hay quien entierre a los muertos.
Hemos quedado en ridículo ante nuestros vecinos;
    somos la burla y el escarnio de los que nos rodean.

¿Hasta cuándo, Señor?
    ¿Vas a estar enojado para siempre?
    ¿Arderá tu celo como el fuego?
¡Descarga tu ira sobre las naciones que no te reconocen,
    sobre los reinos que no invocan tu nombre!
Porque a Jacob se lo han devorado
    y al país lo han dejado en ruinas.

No tomes en cuenta los pecados de nuestros antepasados;
    ¡venga pronto tu misericordia a nuestro encuentro,
    porque estamos totalmente abatidos!
Oh Dios y Salvador nuestro,
    por la gloria de tu nombre, ayúdanos;
    por la gloria de tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados.
10 ¿Por qué van a decir las naciones:
    «Dónde está su Dios»?

Permítenos ver y muéstrales a los pueblos paganos
    cómo tomas venganza de la sangre de tus siervos.
11 Que lleguen a tu presencia los quejidos de los cautivos,
    y por la fuerza de tu brazo salva a los condenados a muerte.
12 Señor, haz que reciban nuestros vecinos,
    siete veces y en carne propia,
    la burla con que ellos te insultaron.
13 Y nosotros, tu pueblo y ovejas de tu prado,
    te alabaremos por siempre;
de generación en generación
    cantaremos tus alabanzas.

Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, las naciones han invadido[a](A) tu heredad(B);
han profanado tu santo templo(C);
han dejado a Jerusalén en ruinas(D).
Han dado los cadáveres de tus siervos por comida a las aves del cielo,
la carne de tus santos a las fieras de la tierra(E).
Como agua han derramado su sangre alrededor de Jerusalén;
y no hubo quien les diera sepultura(F).
Hemos sido el oprobio de nuestros vecinos,
escarnio y burla de los que nos rodean(G).
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás airado para siempre(H)?
¿Arderán como fuego tus celos(I)?
Derrama tu furor(J) sobre las naciones que no te conocen(K),
y sobre los reinos que no invocan tu nombre(L).
Pues han devorado a Jacob(M),
y han asolado su morada[b](N).

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados[c](O);
venga pronto a nuestro encuentro tu compasión(P),
porque estamos muy abatidos(Q).
Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación(R),
por la gloria de tu nombre(S);
líbranos y perdona nuestros pecados(T) por amor de tu nombre(U).
10 ¿Por qué han de decir las naciones: Dónde está su Dios(V)?
Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista,
la venganza por la sangre derramada de tus siervos(W).
11 Llegue a tu presencia el gemido del cautivo(X);
conforme a la grandeza de tu poder[d] preserva a los condenados a muerte[e](Y).
12 Y devuelve a nuestros vecinos siete veces(Z) en su seno(AA)
la[f] afrenta con que te han ofendido(AB), Señor.
13 Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado(AC),
te daremos gracias para siempre(AD);
a todas las generaciones hablaremos de tu alabanza(AE).

Footnotes

  1. Salmos 79:1 Lit., han entrado en
  2. Salmos 79:7 Lit., prado
  3. Salmos 79:8 O, nuestras iniquidades pasadas
  4. Salmos 79:11 Lit., brazo
  5. Salmos 79:11 Lit., los hijos de la muerte
  6. Salmos 79:12 Lit., su

Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, las naciones han invadido(A) Tu heredad(B);
Han profanado Tu santo templo(C);
Han dejado a Jerusalén en ruinas(D).
Han dado los cadáveres de Tus siervos por comida a las aves del cielo,
La carne de Tus santos a las fieras de la tierra(E).
Como agua han derramado su sangre alrededor de Jerusalén;
Y no hubo quien les diera sepultura(F).
Hemos sido el oprobio de nuestros vecinos,
Escarnio y burla de los que nos rodean(G).
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás enojado para siempre(H)?
¿Arderán como fuego Tus celos(I)?
Derrama Tu furor(J) sobre las naciones que no te conocen(K),
Y sobre los reinos que no invocan Tu nombre(L).
Pues han devorado a Jacob(M)
Y han asolado su morada(N).

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados(O);
Venga pronto a nuestro encuentro Tu compasión(P),
Porque estamos muy abatidos(Q).
Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación(R),
Por la gloria de Tu nombre(S);
Líbranos y perdona nuestros pecados(T) por amor de Tu nombre(U).
10 ¿Por qué han de decir las naciones: «¿Dónde está su Dios(V)?».
Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista,
La venganza por la sangre derramada de Tus siervos(W).
11 Llegue a Tu presencia el gemido del cautivo(X);
Conforme a la grandeza de Tu poder[a] preserva a los condenados a muerte(Y).
12 Y devuelve a nuestros vecinos siete veces(Z) en su seno(AA)
La afrenta con que te han ofendido(AB), Señor.
13 Y nosotros, pueblo Tuyo y ovejas de Tu prado(AC),
Te daremos gracias para siempre(AD);
A todas las generaciones hablaremos de Tu alabanza(AE).

Footnotes

  1. Salmos 79:11 Lit. brazo.

Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmo de Asaf.

79 Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad;

Han profanado tu santo templo;

Redujeron a Jerusalén a escombros.(A)

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos,

La carne de tus santos a las bestias de la tierra.

Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,

Y no hubo quien los enterrase.

Somos afrentados de nuestros vecinos,

Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre?

¿Arderá como fuego tu celo?

Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen,

Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

Porque han consumido a Jacob,

Y su morada han asolado.

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados;

Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos,

Porque estamos muy abatidos.

Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;

Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.

10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?

Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,

La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

11 Llegue delante de ti el gemido de los presos;

Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,

12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos

De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.

13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,

Te alabaremos para siempre;

De generación en generación cantaremos tus alabanzas.

Dolor ante la destrucción de Jerusalén

(1a) Salmo de Asaf.

79 (1b) ¡Oh Dios,
los paganos han invadido tu propiedad!
¡Han profanado tu santo templo
y han convertido en ruinas a Jerusalén!
¡Han dejado los cadáveres de tus siervos,
de los que te fueron fieles,
para que sirvan de alimento
a los buitres y a los animales salvajes!
Como agua han derramado su sangre
por toda Jerusalén,
y no hay quien los entierre.
Somos la burla de nuestros vecinos;
el hazmerreír de cuantos nos rodean.

Oh Señor,
¿hasta cuándo estarás enojado?
¿Arderá siempre tu enojo como el fuego?
¡Descarga tu furia sobre los reinos paganos
que no te conocen ni te invocan!
Porque ellos devoraron a Jacob
y convirtieron en ruinas el país.
No nos hagas pagar a nosotros
por la maldad de nuestros antepasados;
¡que venga tu ternura pronto a nuestro encuentro,
porque estamos abatidos!

Oh Dios, Salvador nuestro,
¡ayúdanos, líbranos y perdónanos,
por la gloria de tu nombre!
10 No tienen por qué decir los paganos:
«¿Dónde está su Dios?»
¡Permítenos ver vengada la muerte de tus siervos!
¡Que los paganos también lo sepan!
11 Atiende las quejas de los presos,
y salva con tu gran poder
a los sentenciados a muerte.

12 Oh Señor,
véngate siete veces de nuestros vecinos
por las ofensas que te han hecho;
13 y nosotros, que somos tu pueblo,
que somos ovejas de tus prados,
gracias te daremos siempre,
¡cantaremos tus alabanzas por todos los siglos!

Al director musical. Salmo de David.

109 Oh Dios, a quien alabo,
    no guardes silencio.
Pues gente malvada y mentirosa
    ha declarado en mi contra
    y con lengua engañosa me difaman;
con expresiones de odio me rodean
    y sin razón alguna me atacan.
Mi amor me lo pagan con calumnias,
    mientras yo permanezco en oración.
Mi bondad la pagan con maldad;
    me dan odio a cambio de mi amor.

Pon en su contra a un malvado;
    que a su derecha esté su acusador.[a]
Que resulte culpable al ser juzgado
    y que su oración sea considerada pecado.
Que se acorten sus días
    y que otro se haga cargo de su oficio.
Que se queden huérfanos sus hijos
    y se quede viuda su esposa.
10 Que anden sus hijos vagando y mendigando;
    que anden rebuscando entre las ruinas.
11 Que un acreedor se apodere de todos sus bienes;
    que gente extraña saquee sus posesiones.
12 Que nadie le extienda su bondad;
    que nadie se compadezca de sus huérfanos.
13 Que sea exterminada su descendencia;
    que desaparezca su nombre en la próxima generación.
14 Que recuerde el Señor la iniquidad de sus antepasados
    y no se olvide del pecado de su madre.
15 Que el Señor los tenga siempre presentes
    y que borre de la tierra su memoria.

16 Por cuanto se olvidó de hacer el bien
    y persiguió hasta la muerte
    al pobre, al necesitado y al descorazonado;
17 ya que le encantaba maldecir:
    ¡que caiga sobre él la maldición!
Por cuanto no se complacía en bendecir:
    ¡que se aleje de él la bendición!
18 Por cuanto se cubrió de maldición
    como quien se pone un vestido,
¡que esta se filtre en su cuerpo como el agua!,
    ¡que penetre en sus huesos como el aceite!
19 ¡Que lo envuelva como un manto!
    ¡Que lo apriete en todo tiempo como un cinto!
20 ¡Que así les pague el Señor a mis acusadores,
    a los que me calumnian!

21 Pero tú, Señor Soberano,
    trátame bien por causa de tu nombre;
    líbrame por tu bondad y gran amor.
22 Ciertamente soy pobre y estoy necesitado;
    y mi corazón ha sido traspasado.
23 Me voy desvaneciendo como sombra vespertina;
    soy sacudido como la langosta.
24 De tanto ayunar me tiemblan las rodillas;
    mi cuerpo ha perdido mucho peso.
25 Soy para ellos motivo de burla;
    me ven y menean la cabeza.

26 Señor mi Dios, ¡ayúdame!;
    por tu gran amor, ¡sálvame!
27 Que sepan que esta es tu mano;
    que tú mismo, Señor, lo has hecho.
28 ¿Qué importa que ellos me maldigan?
    ¡Bendíceme tú!
Pueden atacarme, pero quedarán avergonzados;
    en cambio, este siervo tuyo se alegrará.
29 ¡Que mis acusadores queden cubiertos de deshonra,
    envueltos en un manto de vergüenza!

30 Por mi parte, daré muchas gracias al Señor;
    lo alabaré en medio de una gran multitud.
31 Porque él aboga por el[b] necesitado
    para salvarlo de quienes lo condenan.

Footnotes

  1. 109:6 esté su acusador. Alt. esté Satán o adversario.
  2. 109:31 aboga por el. Lit. está de pie a la diestra del.

Oración pidiendo venganza

Para el director del coro. Salmo de David.

109 Oh Dios de mi alabanza(A),
no calles(B).
Porque contra mí han abierto su boca impía y[a] engañosa(C);
con lengua mentirosa han hablado contra mí[b](D).
Me han rodeado también con palabras de odio,
y sin causa han luchado contra mí(E).
En pago de mi amor(F), obran como mis acusadores,
pero yo oro[c](G).
Así me han pagado[d] mal por bien(H),
y odio por mi amor(I).

Pon a un impío sobre él,
y que un acusador[e] esté a su diestra(J).
Cuando sea juzgado, salga culpable(K),
y su oración se convierta en pecado(L).
Sean pocos sus días(M),
y que otro tome su cargo(N);
sean huérfanos sus hijos(O),
y viuda su mujer(P);
10 vaguen errantes sus hijos, y mendiguen(Q),
y busquen el sustento lejos de sus hogares en ruinas[f](R).
11 Que el acreedor(S) se apodere de[g] todo lo que tiene,
y extraños(T) saqueen el fruto de su trabajo.
12 Que no haya quien le extienda[h] misericordia(U),
ni haya quien se apiade de sus huérfanos(V);
13 sea exterminada su posteridad[i](W),
su nombre sea borrado en la siguiente generación(X).

14 Sea recordada ante el Señor la iniquidad de sus padres(Y),
y no sea borrado el pecado de su madre(Z).
15 Estén continuamente delante del Señor(AA),
para que Él corte de la tierra su memoria(AB);
16 porque él no se acordó de mostrar misericordia,
sino que persiguió al afligido, al necesitado(AC)
y al de corazón decaído[j] para matarlos(AD).
17 También amaba la maldición, y esta vino sobre él(AE);
no se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.
18 Se vistió de maldición(AF) como si fuera su manto,
y entró como agua en su cuerpo[k](AG),
y como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestidura con que se cubra(AH),
y por cinto con que se ciña siempre(AI).
20 Sea esta[l] la paga del Señor para mis acusadores(AJ),
y para los que hablan mal contra mi alma(AK).

21 Mas tú, oh Dios[m], Señor, por amor de tu nombre(AL) hazme bien;
líbrame, pues es buena tu misericordia(AM);
22 porque afligido y necesitado estoy(AN),
y mi corazón está herido[n] dentro de mí(AO).
23 Voy pasando como sombra que se alarga(AP);
soy sacudido como la langosta(AQ).
24 Mis rodillas(AR) están débiles[o] por el ayuno(AS),
y mi carne sin gordura ha enflaquecido.
25 Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos(AT);
cuando me ven, menean la cabeza(AU).

26 Ayúdame(AV), Señor, Dios mío,
sálvame conforme a tu misericordia;
27 y que sepan que esta es tu mano(AW),
que tú, Señor, lo has hecho.
28 Maldigan ellos(AX), pero tú bendice;
cuando se levanten, serán avergonzados,
mas tu siervo se alegrará(AY).
29 Sean[p] vestidos de oprobio mis acusadores(AZ),
y cúbranse[q] con su propia vergüenza como con un manto(BA).

30 Con mi boca daré abundantes gracias al Señor,
y en medio de la multitud le alabaré(BB).
31 Porque Él está a la diestra del pobre(BC),
para salvarlo de los que juzgan su alma(BD).

Footnotes

  1. Salmos 109:2 Lit., y la boca
  2. Salmos 109:2 Lit., conmigo
  3. Salmos 109:4 Lit., yo soy oración
  4. Salmos 109:5 Lit., puesto sobre mí
  5. Salmos 109:6 O, Satanás
  6. Salmos 109:10 O, fuera de sus lugares desolados
  7. Salmos 109:11 Lit., atrape
  8. Salmos 109:12 O, prolongue
  9. Salmos 109:13 Lit., fin
  10. Salmos 109:16 O, desalentado
  11. Salmos 109:18 Lit., sus entrañas
  12. Salmos 109:20 Lit., Esta es
  13. Salmos 109:21 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  14. Salmos 109:22 Lit., uno ha traspasado
  15. Salmos 109:24 O, vacilan
  16. Salmos 109:29 O, Serán
  17. Salmos 109:29 O, se cubrirán

Oración pidiendo venganza

Para el director del coro. Salmo de David.

109 Oh Dios de mi alabanza(A),
No calles(B).
Porque contra mí han abierto su boca impía y engañosa(C);
Con lengua mentirosa han hablado contra mí(D).
Me han rodeado también con palabras de odio,
Y sin causa han luchado contra mí(E).
En pago de mi amor(F), obran como mis acusadores,
Pero yo oro(G).
Así me han pagado mal por bien(H),
Y odio por mi amor(I).

Pon a un impío sobre él,
Y que un acusador[a] esté a su diestra(J).
Cuando sea juzgado, salga culpable(K),
Y su oración se convierta en pecado(L).
Sean pocos sus días(M),
Y que otro tome su cargo(N).
Sean huérfanos sus hijos(O),
Y viuda su mujer(P).
10 Vaguen errantes sus hijos, y mendiguen(Q),
Y busquen el sustento lejos de sus hogares en ruinas(R).
11 Que el acreedor(S) se apodere de todo lo que tiene,
Y extraños(T) saqueen el fruto de su trabajo.
12 Que no haya quien le extienda misericordia(U),
Ni haya quien se apiade de sus huérfanos(V).
13 Sea exterminada su posteridad(W),
Su nombre sea borrado en la siguiente generación(X).

14 Sea recordada ante el Señor la iniquidad de sus padres(Y),
Y no sea borrado el pecado de su madre(Z).
15 Estén continuamente delante del Señor(AA),
Para que Él corte de la tierra su memoria(AB);
16 Porque él no se acordó de mostrar misericordia,
Sino que persiguió al afligido, al necesitado(AC)
Y al de corazón decaído para matarlos(AD).
17 También amaba la maldición, y esta vino sobre él(AE);
No se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.
18 Se vistió de maldición(AF) como si fuera su manto,
Y entró como agua en su cuerpo(AG)
Y como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestidura con que se cubra(AH),
Y por cinto con que se ciña siempre(AI).
20 Sea esta la paga del Señor para mis acusadores(AJ),
Y para los que hablan mal contra mi alma(AK).

21 Pero Tú, oh Dios, Señor, por amor de Tu nombre(AL) hazme bien;
Líbrame, pues es buena Tu misericordia(AM);
22 Porque afligido y necesitado estoy(AN),
Y mi corazón está herido dentro de mí(AO).
23 Voy pasando como sombra que se alarga(AP);
Soy sacudido como la langosta(AQ).
24 Mis rodillas(AR) están débiles por el ayuno(AS),
Y mi carne sin gordura ha enflaquecido.
25 Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos(AT);
Cuando me ven, menean la cabeza(AU).

26 Ayúdame(AV), Señor, Dios mío,
Sálvame conforme a Tu misericordia;
27 Y que sepan que esta es Tu mano(AW),
Que Tú, Señor, lo has hecho.
28 Maldigan ellos(AX), pero Tú bendice;
Cuando se levanten, serán avergonzados,
Pero Tu siervo se alegrará(AY).
29 Sean vestidos de oprobio mis acusadores(AZ),
Y cúbranse con su propia vergüenza como con un manto(BA).

30 Con mi boca daré abundantes gracias al Señor,
Y en medio de la multitud lo alabaré(BB).
31 Porque Él está a la diestra del pobre(BC),
Para salvarlo de los que juzgan su alma(BD).

Footnotes

  1. Salmos 109:6 O adversario, heb. Satán.

Clamor de venganza

Al músico principal. Salmo de David.

109 Oh Dios de mi alabanza, no calles;

Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí;

Han hablado de mí con lengua mentirosa;

Con palabras de odio me han rodeado,

Y pelearon contra mí sin causa.

En pago de mi amor me han sido adversarios;

Mas yo oraba.

Me devuelven mal por bien,

Y odio por amor.

Pon sobre él al impío,

Y Satanás esté a su diestra.

Cuando fuere juzgado, salga culpable;

Y su oración sea para pecado.

Sean sus días pocos;

Tome otro su oficio.(A)

Sean sus hijos huérfanos,

Y su mujer viuda.

10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen;

Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.

11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene,

Y extraños saqueen su trabajo.

12 No tenga quien le haga misericordia,

Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.

13 Su posteridad sea destruida;

En la segunda generación sea borrado su nombre.

14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres,

Y el pecado de su madre no sea borrado.

15 Estén siempre delante de Jehová,

Y él corte de la tierra su memoria,

16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia,

Y persiguió al hombre afligido y menesteroso,

Al quebrantado de corazón, para darle muerte.

17 Amó la maldición, y esta le sobrevino;

Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

18 Se vistió de maldición como de su vestido,

Y entró como agua en sus entrañas,

Y como aceite en sus huesos.

19 Séale como vestido con que se cubra,

Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian,

Y a los que hablan mal contra mi alma.

21 Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre;

Líbrame, porque tu misericordia es buena.

22 Porque yo estoy afligido y necesitado,

Y mi corazón está herido dentro de mí.

23 Me voy como la sombra cuando declina;

Soy sacudido como langosta.

24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno,

Y mi carne desfallece por falta de gordura.

25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio;

Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.(B)

26 Ayúdame, Jehová Dios mío;

Sálvame conforme a tu misericordia.

27 Y entiendan que esta es tu mano;

Que tú, Jehová, has hecho esto.

28 Maldigan ellos, pero bendice tú;

Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.

29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian;

Sean cubiertos de confusión como con manto.

30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca,

Y en medio de muchos le alabaré.

31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre,

Para librar su alma de los que le juzgan.

Apelación al Juez supremo

(1a) Del maestro de coro. Salmo de David.

109 (1b) Oh Dios,
no te quedes callado ante mi oración,
pues labios mentirosos y malvados
hablan mal de mí,
y es falso lo que de mí dicen.
Sus expresiones de odio me rodean;
¡me atacan sin motivo!
A cambio de mi amor, me atacan;
pero yo hago oración.
Me han pagado mal por bien,
y a cambio de mi amor, me odian.

Pon como juez suyo a un malvado,
y que lo acuse su propio abogado;
que lo declaren culpable en el juicio;
que lo condene su propia defensa.
¡Que viva poco tiempo
y que otro se apodere de sus bienes!
¡Que sus hijos queden huérfanos
y viuda su esposa!
10 ¡Que sus hijos anden vagando y pidiendo limosna!
¡Que los echen de las ruinas de su casa!
11 Que se lleve el prestamista
todo lo que le pertenecía.
Que gente extraña le arrebate
el fruto de su trabajo.
12 Que no haya quien tenga compasión
de él ni de sus hijos huérfanos.
13 Que se acabe su descendencia,
que se borre para siempre su apellido.
14 Que se acuerde el Señor de la maldad de su padre
y nunca borre el pecado de su madre;
15 que el Señor los tenga siempre presentes
y borre de la tierra su recuerdo.

16 Nunca pensó en ser compasivo;
a los pobres y humildes y afligidos
los persiguió hasta matarlos.
17 Ya que prefirió la maldición, ¡que lo maldigan!
No quiso bendición, ¡pues que nunca lo bendigan!
18 Que lo cubra la maldición como un vestido;
que le entre en el vientre y en los huesos
cual si fuera agua o aceite;
19 ¡que lo cubra como un vestido
y lo oprima como un cinto!
20 ¡Así pague el Señor a mis enemigos
y a los que hablan mal de mí!

21 Pero tú, Señor,
haz honor a tu nombre, y trátame bien.
¡Sálvame, por la bondad de tu amor!
22 Estoy muy pobre y afligido,
tengo herido el corazón,
23 me voy desvaneciendo como una sombra,
¡el viento me arrastra como a una langosta!
24 De no comer me tiemblan las rodillas;
adelgazo por falta de alimento.
25 ¡Soy el hazmerreír de la gente!
¡Al verme, mueven burlones la cabeza!

26 Ayúdame, Señor y Dios mío;
¡sálvame, por tu amor!
27 Que sepan que tú, Señor,
has hecho esto con tu mano.
28 No importa que me maldigan,
con tal que tú me bendigas.
Que ellos se avergüencen
mientras tu siervo se alegra.
29 ¡Que mis enemigos se llenen de vergüenza!
¡Que los cubra la vergüenza como una capa!

30 Con mis labios daré al Señor gracias infinitas;
¡lo alabaré en medio de mucha gente!
31 Porque él aboga en favor del pobre
y lo pone a salvo de los que lo condenan.

Al director musical. Salmo de David.

139 Señor, tú me examinas
    y me conoces.
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
    aun a la distancia me lees el pensamiento.
Mis trajines y descansos los conoces;
    todos mis caminos te son familiares.
No me llega aún la palabra a la lengua
    cuando tú, Señor, ya la sabes toda.
Tu protección me envuelve por completo;
    me cubres con la palma de tu mano.
Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión;
    tan sublime es que no puedo entenderlo.

¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
    ¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo,
    allí estás tú;
si tendiera mi lecho en el fondo de los dominios de la muerte,[a]
    también estás allí.
Si me elevara sobre las alas del alba,
    o me estableciera en los extremos del mar,
10 aun allí tu mano me guiaría,
    ¡me sostendría tu mano derecha!
11 Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas;
    que la luz se haga noche en torno mío».
12 Ni las tinieblas serían oscuras para ti
    y aun la noche sería clara como el día.
    ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!

13 Tú creaste mis entrañas;
    me formaste en el vientre de mi madre.
14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable!
    ¡Tus obras son maravillosas
    y esto lo sé muy bien!
15 Mis huesos no te fueron desconocidos
    cuando en lo más recóndito era yo formado,
    cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:
    todo estaba ya escrito en tu libro;
    todos mis días se estaban diseñando,
    aunque no existía uno solo de ellos.
17 ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos!
    ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
18 Si me propusiera contarlos,
    sumarían más que los granos de arena;
    al despertar, aún estaría contigo.

19 Oh Dios, ¡si tan solo mataras a los malvados!
    ¡Si de mí se apartara la gente sanguinaria,
20 esos que con malicia te difaman,
    enemigos que en vano se rebelan contra ti!
21 ¿Acaso no aborrezco, Señor, a los que te odian
    y me repugnan los que te rechazan?
22 El odio que les tengo no tiene límites;
    ¡los cuento entre mis enemigos!
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
    pruébame y conoce mis ansiedades.
24 Fíjate si voy por un camino que te ofende
    y guíame por el camino eterno.

Footnotes

  1. 139:8 en … muerte. Lit. en el fondo del Seol.

Omnipresencia y omnisciencia del Señor

Para el director del coro. Salmo de David.

139 Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido(A).
Tú conoces mi sentarme y mi levantarme(B);
desde lejos comprendes mis pensamientos(C).
Tú escudriñas mi senda y mi descanso[a],
y conoces bien todos mis caminos(D).
Aun antes de que haya[b] palabra en mi boca[c],
he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda(E).
Por detrás y por delante me has cercado(F),
y tu mano[d] pusiste sobre mí(G).
Tal conocimiento(H) es demasiado maravilloso para mí(I);
es muy elevado, no lo puedo alcanzar.

¿Adónde me iré de tu Espíritu(J),
o adónde huiré de tu presencia?
Si subo a los cielos(K), he aquí, allí estás tú;
si en el Seol[e] preparo mi lecho, allí estás tú(L).
Si tomo las alas del alba,
y si habito en lo más remoto del mar,
10 aun allí me guiará tu mano(M),
y me asirá tu diestra.
11 Si digo: Ciertamente las tinieblas(N) me envolverán[f],
y la luz en torno mío será noche;
12 ni aun las tinieblas(O) son oscuras para[g] ti,
y la noche brilla como el día.
Las tinieblas y la luz(P) son iguales para ti.

13 Porque tú formaste mis entrañas[h](Q);
me hiciste[i](R) en el seno de mi madre.
14 Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho[j];
maravillosas son tus obras(S),
y mi alma lo sabe muy bien.
15 No estaba oculto de ti mi cuerpo[k](T),
cuando en secreto fui formado,
y entretejido en las profundidades de la tierra(U).
16 Tus ojos vieron mi embrión(V),
y en tu libro(W) se escribieron todos
los días que me fueron dados(X),
cuando no existía ni uno solo de ellos.

17 ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, tus pensamientos(Y)!
¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
18 Si los contara, serían más que la arena(Z);
al despertar(AA) aún estoy contigo.
19 ¡Oh Dios, si tú hicieras morir al impío(AB)!
Por tanto, apartaos de mí(AC), hombres sanguinarios(AD).
20 Porque hablan contra[l] ti perversamente(AE),
y tus enemigos toman tu nombre[m] en vano(AF).
21 ¿No odio a los que te aborrecen(AG), Señor?
¿Y no me repugnan(AH) los que se levantan contra ti?
22 Los aborrezco con el más profundo[n] odio;
se han convertido en mis enemigos.

23 Escudríñame(AI), oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame(AJ) y conoce mis inquietudes.
24 Y ve si hay en mí camino malo[o](AK),
y guíame(AL) en el camino eterno(AM).

Footnotes

  1. Salmos 139:3 O, acostarme
  2. Salmos 139:4 Lit., Porque no hay
  3. Salmos 139:4 Lit., lengua
  4. Salmos 139:5 Lit., palma
  5. Salmos 139:8 I.e., región de los muertos
  6. Salmos 139:11 Lit., herirán; algunos comentaristas dicen: cubrirán
  7. Salmos 139:12 Lit., de
  8. Salmos 139:13 Lit., riñones
  9. Salmos 139:13 Lit., tejiste
  10. Salmos 139:14 Algunas versiones antiguas dicen: eres tú
  11. Salmos 139:15 Lit., mis huesos
  12. Salmos 139:20 O, de
  13. Salmos 139:20 Algunas versiones antiguas dicen: se levantan contra ti
  14. Salmos 139:22 O, completo
  15. Salmos 139:24 Lit., de dolor

Omnipresencia y omnisciencia del Señor

Para el director del coro. Salmo de David.

139 Oh Señor, Tú me has escudriñado y conocido(A).
Tú conoces mi sentarme y mi levantarme(B);
Desde lejos comprendes mis pensamientos(C).
Tú escudriñas mi senda y mi descanso,
Y conoces bien todos mis caminos(D).
Aun antes de que haya palabra en mi boca,
Oh Señor, Tú ya la sabes toda(E).
Por detrás y por delante me has cercado(F),
Y Tu mano pusiste sobre mí(G).
Tal conocimiento(H) es demasiado maravilloso para mí(I);
Es muy elevado, no lo puedo alcanzar.

¿Adónde me iré de Tu Espíritu(J),
O adónde huiré de Tu presencia?
Si subo a los cielos(K), allí estás Tú;
Si en el Seol preparo mi lecho, allí Tú estás(L).
Si tomo las alas del alba,
Y si habito en lo más remoto del mar,
10 Aun allí me guiará Tu mano(M),
Y me tomará Tu diestra.
11 Si digo: «Ciertamente las tinieblas(N) me envolverán,
Y la luz a mi alrededor será noche»;
12 Ni aun las tinieblas(O) son oscuras para Ti,
Y la noche brilla como el día.
Las tinieblas y la luz(P) son iguales para Ti.

13 Porque Tú formaste mis entrañas(Q);
Me hiciste(R) en el seno de mi madre.
14 Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho;
Maravillosas son Tus obras(S),
Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No estaba oculto de Ti mi cuerpo(T),
Cuando en secreto fui formado,
Y entretejido en las profundidades de la tierra(U).
16 Tus ojos vieron mi embrión(V),
Y en Tu libro(W) se escribieron todos
Los días que me fueron dados(X),
Cuando no existía ni uno solo de ellos.

17 ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, Tus pensamientos(Y)!
¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
18 Si los contara, serían más que la arena(Z);
Al despertar(AA) aún estoy contigo.
19 ¡Oh Dios, si Tú hicieras morir al impío(AB)!
Por tanto, apártense de mí(AC), hombres sanguinarios(AD).
20 Porque hablan contra Ti perversamente(AE),
Y Tus enemigos toman Tu nombre en vano(AF).
21 ¿No odio a los que te aborrecen(AG), Señor?
¿Y no me repugnan(AH) los que se levantan contra Ti?
22 Los aborrezco con el más profundo odio;
Se han convertido en mis enemigos.

23 Escudríñame(AI), oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame(AJ) y conoce mis inquietudes.
24 Y ve si hay en mí camino malo(AK),
Y guíame(AL) en el camino eterno(AM).

Omnipresencia y omnisciencia de Dios

Al músico principal. Salmo de David.

139 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;

Has entendido desde lejos mis pensamientos.

Has escudriñado mi andar y mi reposo,

Y todos mis caminos te son conocidos.

Pues aún no está la palabra en mi lengua,

Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Detrás y delante me rodeaste,

Y sobre mí pusiste tu mano.

Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;

Alto es, no lo puedo comprender.

¿A dónde me iré de tu Espíritu?

¿Y a dónde huiré de tu presencia?

Si subiere a los cielos, allí estás tú;

Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

Si tomare las alas del alba

Y habitare en el extremo del mar,

10 Aun allí me guiará tu mano,

Y me asirá tu diestra.

11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;

Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

12 Aun las tinieblas no encubren de ti,

Y la noche resplandece como el día;

Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13 Porque tú formaste mis entrañas;

Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;

Estoy maravillado,

Y mi alma lo sabe muy bien.

15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,

Bien que en oculto fui formado,

Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

16 Mi embrión vieron tus ojos,

Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas

Que fueron luego formadas,

Sin faltar una de ellas.

17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!

¡Cuán grande es la suma de ellos!

18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;

Despierto, y aún estoy contigo.

19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;

Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.

20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti;

Tus enemigos toman en vano tu nombre.

21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,

Y me enardezco contra tus enemigos?

22 Los aborrezco por completo;

Los tengo por enemigos.

23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;

Pruébame y conoce mis pensamientos;

24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,

Y guíame en el camino eterno.

Dios lo sabe todo

(1a) Del maestro de coro. Salmo de David.

139 (1b) Señor, tú me has examinado y me conoces;
tú conoces todas mis acciones;
aun de lejos te das cuenta de lo que pienso.
Sabes todas mis andanzas,
¡sabes todo lo que hago!
Aún no tengo la palabra en la lengua,
y tú, Señor, ya la conoces.
Por todos lados me has rodeado;
tienes puesta tu mano sobre mí.
Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance;
¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla!

¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiría, lejos de tu presencia?
Si yo subiera a las alturas de los cielos,
allí estás tú;
y si bajara a las profundidades de la tierra,
también estás allí;
si levantara el vuelo hacia el oriente,
o habitara en los límites del mar occidental,
10 aun allí me alcanzaría tu mano;
¡tu mano derecha no me soltaría!
11 Si pensara esconderme en la oscuridad,
o que se convirtiera en noche la luz que me rodea,
12 la oscuridad no me ocultaría de ti,
y la noche sería tan brillante como el día.
¡La oscuridad y la luz son lo mismo para ti!

13 Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo;
tú me formaste en el vientre de mi madre.
14 Te alabo porque estoy maravillado,
porque es maravilloso lo que has hecho.
¡De ello estoy bien convencido!
15 No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo
mientras yo era formado en lo secreto,
mientras era formado en lo más profundo de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en formación;
todo eso estaba escrito en tu libro.
Habías señalado los días de mi vida
cuando aún no existía ninguno de ellos.

17 Oh Dios,
qué profundos me son tus pensamientos;
¡infinito es el conjunto de ellos!
18 Si yo quisiera contarlos, serían más que la arena;
y si acaso terminara, aún estaría contigo.

19 Oh Dios,
quítales la vida a los malvados
y aleja de mí a los asesinos,
20 a los que hablan mal de ti
y se levantan en vano en contra tuya.

21 Señor,
¿no odio acaso a los que te odian
y desprecio a los que te desafían?
22 ¡Los odio con toda mi alma!
¡Los considero mis enemigos!

23 Oh Dios,
examíname, reconoce mi corazón;
ponme a prueba, reconoce mis pensamientos;
24 mira si voy por el camino del mal,
y guíame por el camino eterno.