Al director musical. Salmo de David.

13 ¿Hasta cuándo, Señor, me tendrás en el olvido?
    ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
¿Hasta cuándo he de atormentar mi mente con preocupaciones
    y he de sufrir cada día en mi corazón?
    ¿Hasta cuándo mi enemigo triunfará sobre mí?

Señor y Dios mío,
    mírame y respóndeme; ilumina mis ojos.
    Así no caeré en el sueño de la muerte;
así no dirá mi enemigo: «Lo he vencido»;
    así mi adversario no se alegrará de mi caída.

Pero yo confío en tu gran amor;
    mi corazón se alegra en tu salvación.
Cantaré salmos al Señor,
    porque ha sido bueno conmigo.

Plegaria de un afligido

Para el director del coro. Salmo de David.

13 ¿Hasta cuándo, oh Señor? ¿Me olvidarás para siempre(A)?
¿Hasta cuándo esconderás de mí Tu rostro(B)?
¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma(C),
Teniendo pesar en mi corazón todo el día(D)?
¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí?

Considera y respóndeme, oh Señor, Dios mío(E);
Ilumina mis ojos(F), no sea que duerma el sueño de la muerte(G);
No sea que mi enemigo diga: «Lo he vencido(H)»;
Y mis adversarios se regocijen cuando yo sea sacudido(I).

Pero yo en Tu misericordia he confiado(J);
Mi corazón se regocijará en Tu salvación(K).
Cantaré al Señor(L),
Porque me ha llenado de bienes(M).

Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción

Al músico principal. Salmo de David.

13 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?

¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma,

Con tristezas en mi corazón cada día?

¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;

Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;

Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.

Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.

Mas yo en tu misericordia he confiado;

Mi corazón se alegrará en tu salvación.

Cantaré a Jehová,

Porque me ha hecho bien.

43 ¡Júzgame, oh Dios!
    Defiende mi causa frente a esta nación impía;
    líbrame de gente mentirosa y malhechora.
Tú eres mi Dios y mi fortaleza:
    ¿Por qué me has rechazado?
¿Por qué debo andar afligido
    y oprimido por el enemigo?
Envía tu luz y tu verdad;
    que ellas me guíen a tu monte santo,
    que me lleven al lugar donde tú habitas.
Llegaré entonces al altar de Dios,
    del Dios de mi alegría y mi deleite,
y allí, oh Dios, mi Dios,
    te alabaré al son del arpa.

¿Por qué estás tan abatida, alma mía?
    ¿Por qué estás tan angustiada?
En Dios pondré mi esperanza
    y lo seguiré alabando.
    ¡Él es mi Salvador y mi Dios!

Plegaria implorando liberación

43 Hazme justicia, oh Dios(A), y defiende mi causa contra una nación impía(B);
Líbrame del hombre engañoso e injusto(C).
Ya que Tú eres el Dios de mi fortaleza(D), ¿por qué me has rechazado(E)?
¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo(F)?

Envía Tu luz y Tu verdad(G); que ellas me guíen,
Que me lleven a Tu santo monte(H)
Y a Tus moradas(I).
Entonces llegaré al altar de Dios(J),
A Dios, mi supremo gozo(K);
Y al son de la lira te alabaré(L), oh Dios, Dios mío.

¿Por qué te desesperas[a], alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, pues lo he de alabar otra vez.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios(M)!

Footnotes

  1. Salmos 43:5 O estás deprimida.

Plegaria pidiendo vindicación y liberación

43 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;

Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.

Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?

¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

Envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán;

Me conducirán a tu santo monte,

Y a tus moradas.

Entraré al altar de Dios,

Al Dios de mi alegría y de mi gozo;

Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

Libro III

(A)Salmo de Asaf.

73 En verdad, ¡cuán bueno es Dios con Israel,
    con los de corazón puro!

Yo estuve a punto de caer;
    poco me faltó para que resbalara.
Sentí envidia de los arrogantes,
    al ver la prosperidad de esos malvados.

Ellos no tienen ningún problema;
    su cuerpo está fuerte y saludable.[a]
Libres están de los afanes de la gente;
    no les afectan los infortunios humanos.
Por eso lucen su orgullo como un collar
    y hacen gala de su violencia.
Están que revientan de malicia
    y hasta se les ven sus malas intenciones.
Ellos se burlan, hablan con maldad,
    y arrogantes oprimen y amenazan.
Con la boca increpan al cielo
    y su lengua se pasea por la tierra.
10 Por eso la gente acude a ellos
    y bebe sus palabras como agua.
11 Hasta dicen: «¿Cómo puede Dios saberlo?
    ¿Acaso el Altísimo tiene entendimiento?».

12 Así son los malvados;
    sin afanarse, aumentan sus riquezas.

13 En verdad, ¿de qué me sirve mantener mi corazón limpio
    y mis manos lavadas en la inocencia,
14 si todo el día me golpean
    y de mañana me castigan?

15 Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos»,
    habría traicionado al linaje de tus hijos.
16 Cuando traté de comprender todo esto,
    me resultó una carga insoportable,
17 hasta que entré en el santuario de Dios;
    allí comprendí el fin que les espera:

18 En verdad, los has puesto en terreno resbaladizo
    y los empujas a su propia destrucción.
19 ¡En un instante serán destruidos,
    totalmente consumidos por el terror!
20 Como quien despierta de un sueño,
    así, Señor, cuando tú te levantes,
    los despreciarás como una ilusión.

21 Se me afligía el corazón
    y se me amargaba el ánimo
22 por mi necedad e ignorancia.
    ¡Me porté contigo como una bestia!

23 Pero yo siempre estoy contigo,
    pues tú me sostienes de la mano derecha.
24 Me guías con tu consejo
    y más tarde me acogerás en gloria.
25 ¿A quién tengo en el cielo sino a ti?
    Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.
26 Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón,
    pero Dios es la roca de mi corazón;
    él es mi herencia eterna.

27 Perecerán los que se alejen de ti;
    tú destruyes a los que te son infieles.
28 Para mí el bien es estar cerca de Dios.
    He hecho del Señor Soberano mi refugio
    para contar todas sus obras.

Footnotes

  1. 73:4 no … saludable. Alt. no tienen lucha alguna ante su muerte; su cuerpo está saludable.

LIBRO TERCERO

El fin de los malos en contraste con el de los justos

Salmo de Asaf.

73 Ciertamente Dios es bueno para con Israel(A),
Para con los puros de corazón(B).
En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar,
Casi resbalaron mis pasos(C).
Porque tuve envidia de los arrogantes(D)
Al ver la prosperidad de los impíos(E).
Porque no hay dolores en su muerte,
Y su cuerpo es robusto.
No sufren penalidades(F) como los mortales,
Ni son azotados como los demás hombres(G).
Por tanto, el orgullo es su collar(H);
El manto de la violencia los cubre(I).
Los ojos se les saltan de gordura(J);
Se desborda su corazón con sus antojos.
Se burlan(K), y con maldad hablan de opresión;
Hablan(L) desde su encumbrada posición.
Contra el cielo han puesto su boca(M),
Y su lengua se pasea por la tierra.

10 Por eso el pueblo de Dios vuelve a este lugar,
Y beben las aguas de la abundancia(N).
11 Y dicen: «¿Cómo lo sabe Dios(O)?
¿Hay conocimiento en el Altísimo?».
12 Miren, estos son los impíos,
Y, siempre desahogados(P), han aumentado sus riquezas(Q).
13 Ciertamente en vano he guardado puro mi corazón(R)
Y lavado mis manos en inocencia(S),
14 Pues he sido azotado todo el día(T)
Y castigado cada mañana(U).

15 Si yo hubiera dicho: «Así hablaré»,
Habría traicionado a la generación de Tus hijos(V).
16 Cuando pensaba, tratando de entender esto(W),
Fue difícil para mí,
17 Hasta que entré en el santuario de Dios(X);
Entonces comprendí el fin de ellos(Y).
18 Ciertamente Tú los pones en lugares resbaladizos(Z);
Los arrojas a la destrucción(AA).
19 ¡Cómo son destruidos en un momento(AB)!
Son totalmente consumidos por terrores repentinos(AC).
20 Como un sueño del que despierta(AD),
Oh Señor, cuando te levantes(AE), despreciarás su apariencia(AF).

21 Cuando mi corazón se llenó de amargura(AG),
Y en mi interior sentía punzadas(AH),
22 Entonces era yo torpe y sin entendimiento(AI);
Era como una bestia(AJ) delante de Ti.
23 Sin embargo, yo siempre estoy contigo;
Tú me has tomado de la mano derecha(AK).
24 Con Tu consejo me guiarás(AL),
Y después me recibirás en gloria(AM).

25 ¿A quién tengo yo en los cielos(AN) sino a Ti?
Fuera de Ti, nada deseo en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón pueden desfallecer(AO),
Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre(AP).
27 Porque los que están lejos de Ti perecerán(AQ);
Tú has destruido a todos los que te son infieles(AR).
28 Pero para mí, estar cerca de Dios es mi bien(AS);
En Dios el Señor he puesto mi refugio(AT)
Para contar todas Tus obras(AU).

LIBRO III

El destino de los malos

Salmo de Asaf.

73 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,

Para con los limpios de corazón.

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;

Por poco resbalaron mis pasos.

Porque tuve envidia de los arrogantes,

Viendo la prosperidad de los impíos.

Porque no tienen congojas por su muerte,

Pues su vigor está entero.

No pasan trabajos como los otros mortales,

Ni son azotados como los demás hombres.

Por tanto, la soberbia los corona;

Se cubren de vestido de violencia.

Los ojos se les saltan de gordura;

Logran con creces los antojos del corazón.

Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;

Hablan con altanería.

Ponen su boca contra el cielo,

Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,

Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?

¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos,

Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,

Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,

Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,

He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,

Fue duro trabajo para mí,

17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,

Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;

En asolamientos los harás caer.

19 ¡Cómo han sido asolados de repente!

Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,

Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,

Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;

Era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo;

Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,

Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?

Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen;

Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;

Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;

He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,

Para contar todas tus obras.

Salmo de David.

103 Alaba, alma mía, al Señor;
    alabe todo mi ser su santo nombre.
Alaba, alma mía, al Señor
    y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él perdona todos tus pecados
    y sana todas tus dolencias;
él rescata tu vida del sepulcro
    y te corona de gran amor y misericordia;
él te colma de bienes
    y tu juventud se renueva como el águila.

El Señor hace justicia
    y defiende a todos los oprimidos.

Dio a conocer sus caminos a Moisés;
    reveló sus obras al pueblo de Israel.
El Señor es compasivo y misericordioso,
    lento para la ira y grande en amor.
No sostiene para siempre su querella
    ni guarda rencor eternamente.
10 No nos trata conforme a nuestros pecados
    ni nos paga según nuestras iniquidades.
11 Tan grande es su amor por los que le temen
    como alto es el cielo sobre la tierra.
12 Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones
    como lejos del oriente está el occidente.

13 Tan compasivo es el Señor con los que le temen
    como lo es un padre con sus hijos.
14 Él conoce de qué hemos sido formados;
    recuerda que somos polvo.
15 El hombre es como la hierba,
    sus días florecen como la flor del campo:
16 cuando el viento pasa
    desaparece sin dejar rastro alguno.
17 Pero el amor del Señor es eterno
    y siempre está con los que le temen;
    su justicia está con los hijos de sus hijos,
18 con los que cumplen su pacto
    y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.

19 El Señor ha establecido su trono en el cielo;
    su reinado domina sobre todos.

20 Bendigan al Señor, ustedes sus ángeles,
    paladines que ejecutan su palabra
    y obedecen a su voz.
21 Bendigan al Señor, todos sus ejércitos,
    siervos suyos que cumplen su voluntad.
22 Bendigan al Señor, todas sus obras
    en todos los ámbitos de su dominio.

¡Bendice, alma mía, al Señor!

Himno de alabanza

Salmo de David.

103 Bendice, alma mía, al Señor(A),
Y bendiga todo mi ser Su santo nombre(B).
Bendice, alma mía, al Señor,
Y no olvides ninguno de Sus beneficios(C).
Él es el que perdona todas tus iniquidades(D),
El que sana todas tus enfermedades(E);
El que rescata de la fosa tu vida(F),
El que te corona de bondad y compasión(G);
El que colma de bienes tus años(H),
Para que tu juventud se renueve como el águila(I).

El Señor hace justicia(J),
Y juicios a favor de todos los oprimidos(K).
A Moisés dio a conocer Sus caminos(L),
Y a los israelitas Sus obras(M).
Compasivo y clemente es el Señor(N),
Lento para la ira y grande en misericordia(O).
No luchará con nosotros para siempre(P),
Ni para siempre guardará Su enojo(Q).
10 No nos ha tratado según nuestros pecados(R),
Ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
11 Porque como están de altos los cielos sobre la tierra(S),
Así es de grande Su misericordia para los que le temen[a].
12 Como está de lejos el oriente del occidente,
Así alejó de nosotros nuestras transgresiones(T).
13 Como un padre se compadece de sus hijos(U),
Así se compadece el Señor de los que le temen.
14 Porque Él sabe de qué estamos hechos(V),
Se acuerda(W) de que solo somos polvo(X).

15 El hombre, como la hierba son sus días(Y);
Como la flor del campo, así florece(Z);
16 Cuando el viento pasa sobre ella(AA), deja de ser,
Y su lugar ya no la reconoce(AB).
17 Pero la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad(AC), para los que le temen,
Y su justicia para los hijos de los hijos(AD),
18 Para los que guardan Su pacto(AE)
Y se acuerdan de Sus preceptos para cumplirlos.

19 El Señor ha establecido Su trono en los cielos(AF),
Y Su reino domina sobre todo(AG).
20 Bendigan al Señor, ustedes Sus ángeles(AH),
Poderosos en fortaleza(AI), que ejecutan Su mandato(AJ),
Obedeciendo la voz de Su palabra(AK).
21 Bendigan al Señor, ustedes todos Sus ejércitos(AL),
Que le sirven haciendo Su voluntad(AM).
22 Bendigan al Señor, ustedes todas Sus obras(AN),
En todos los lugares de Su dominio.
Bendice, alma mía, al Señor.

Footnotes

  1. Salmos 103:11 O reverencian.

Alabanza por las bendiciones de Dios

Salmo de David.

103 Bendice, alma mía, a Jehová,

Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová,

Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Él es quien perdona todas tus iniquidades,

El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,

El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca

De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia

Y derecho a todos los que padecen violencia.

Sus caminos notificó a Moisés,

Y a los hijos de Israel sus obras.

Misericordioso y clemente es Jehová;(A)

Lento para la ira, y grande en misericordia.

No contenderá para siempre,

Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,

Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,

Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,

Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre se compadece de los hijos,

Se compadece Jehová de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;

Se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;

Florece como la flor del campo,

16 Que pasó el viento por ella, y pereció,

Y su lugar no la conocerá más.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,

Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto,

Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono,

Y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,

Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,

Obedeciendo a la voz de su precepto.

21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,

Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,

En todos los lugares de su señorío.

Bendice, alma mía, a Jehová.

Cántico de los peregrinos. De David.

133 ¡Cuán bueno y cuán agradable es
    que los hermanos convivan en armonía!

Es como el buen aceite que, desde la cabeza,
    va descendiendo por la barba,
por la barba de Aarón,
    hasta el borde de sus vestiduras.
Es como el rocío de Hermón
    que va descendiendo sobre los montes de Sión.
Ciertamente allí
    el Señor envía su bendición, vida para siempre.

Excelencia del amor fraternal

Cántico de ascenso gradual; de David.

133 Miren cuán bueno y cuán agradable es
Que los hermanos habiten juntos en armonía(A).
Es como el óleo precioso sobre la cabeza(B),
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Que desciende hasta el borde de sus vestiduras(C).
Es como el rocío(D) de Hermón(E),
Que desciende sobre los montes de Sión(F);
Porque allí mandó el Señor la bendición(G), la vida para siempre(H).

La bienaventuranza del amor fraternal

Cántico gradual; de David.

133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es

Habitar los hermanos juntos en armonía!

Es como el buen óleo sobre la cabeza,

El cual desciende sobre la barba,

La barba de Aarón,

Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

Como el rocío de Hermón,

Que desciende sobre los montes de Sion;

Porque allí envía Jehová bendición,

Y vida eterna.

13 El hijo sabio atiende a la corrección de su padre,
    pero el insolente no hace caso a la reprensión.

Quien habla el bien, del bien se nutre,
    pero el infiel padece hambre de violencia.

El que refrena su lengua protege su vida,
    pero el ligero de labios provoca su ruina.

El perezoso codicia y no satisface sus anhelos;
    el diligente prospera en todo lo que anhela.

El justo aborrece la mentira;
    el malvado acarrea vergüenza y deshonra.

La justicia protege al que anda en integridad,
    pero la maldad arruina al pecador.

Hay quien pretende ser rico y no tiene nada;
    hay quien parece ser pobre y todo lo tiene.

Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
    pero al pobre no hay quien lo reprenda.

La luz de los justos brilla radiante,
    pero los malvados son como lámpara apagada.

10 El orgullo solo genera contiendas,
    pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.

11 El dinero mal habido pronto se acaba;
    quien ahorra, poco a poco se enriquece.

12 La esperanza que se demora aflige al corazón;
    el deseo cumplido es un árbol de vida.

13 Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido;
    quien respeta el mandamiento tendrá su recompensa.

14 La enseñanza de los sabios es fuente de vida
    y libera de los lazos de la muerte.

15 El buen juicio redunda en aprecio,
    pero el camino del infiel lo lleva a su destrucción.[a]

16 El prudente actúa con cordura,
    pero el necio se jacta de su necedad.

17 El mensajero malvado se mete en problemas;
    el enviado confiable trae sanidad.

18 El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra;
    el que atiende la corrección recibe grandes honores.

19 El deseo cumplido endulza el alma,
    pero el necio detesta alejarse del mal.

20 El que con sabios anda, sabio se vuelve;
    el que con necios se junta, saldrá mal parado.

21 Al pecador lo persigue el mal
    y al justo lo recompensa el bien.

22 El hombre de bien deja herencia a sus nietos;
    las riquezas del pecador se quedan para los justos.

23 En el campo del pobre hay abundante comida,
    pero esta se pierde donde hay injusticia.

24 No corregir al hijo es no quererlo;
    amarlo es disciplinarlo a tiempo.

25 El justo come hasta quedar saciado,
    pero el malvado se queda con hambre.

Footnotes

  1. 13:15 Según la LXX y Siríaca; el significado de la frase en el texto hebreo es incierto.

13 El hijo sabio acepta la disciplina[a] de su padre(A),
Pero el insolente no escucha la reprensión(B).
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien(C),
Pero el deseo[b] de los traidores es la violencia(D).
El que guarda su boca, preserva su vida(E);
El que mucho abre sus labios, termina en ruina[c](F).
El alma del perezoso desea mucho, pero nada consigue,
Sin embargo, el alma de los diligentes queda satisfecha.
El justo aborrece la falsedad(G),
Pero el impío causa repugnancia y vergüenza[d](H).
La justicia guarda al íntegro en su camino,
Pero la maldad destruye al pecador[e](I).
Hay quien pretende ser rico, y nada tiene(J);
Hay quien pretende ser pobre[f], y tiene una gran fortuna(K).
El rescate de la vida de un hombre está en sus riquezas,
Pero el pobre no oye amenazas[g].
La luz de los justos brilla alegremente[h](L),
Pero la lámpara de los impíos se apaga(M).
10 Por la soberbia solo viene[i] la contienda,
Pero con los que reciben consejos está la sabiduría.
11 La fortuna obtenida con fraude[j] disminuye,
Pero el que la recoge con trabajo[k] la aumenta.
12 La esperanza que se demora enferma el corazón,
Pero el deseo cumplido[l] es árbol de vida.
13 El que desprecia la palabra(N) pagará[m] por ello,
Pero el que teme el mandamiento será recompensado(O).
14 La enseñanza[n] del sabio es fuente de vida(P),
Para apartarse de los lazos de la muerte(Q).
15 El buen entendimiento produce favor(R),
Pero el camino de los malvados es difícil.
16 Todo hombre prudente obra con conocimiento,
Pero el necio ostenta[o] necedad(S).
17 El mensajero perverso cae en la adversidad,
Pero el enviado fiel trae sanidad(T).
18 Pobreza y vergüenza vendrán al que desprecia la instrucción[p],
Pero el que acepta la reprensión será honrado(U).
19 Deseo cumplido es dulzura para el alma,
Pero es abominación para los necios el apartarse del mal.
20 El que anda con sabios(V) será sabio,
Pero el compañero de los necios sufrirá daño.
21 A los pecadores los persigue el mal(W),
Pero los justos serán recompensados(X) con el bien.
22 El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos(Y),
Pero la riqueza del pecador está reservada para el justo(Z).
23 El terreno de los pobres tiene mucho de comer(AA),
Pero[q] se pierde por la injusticia.
24 El que evita la vara odia a su hijo(AB),
Pero el que lo ama lo disciplina con diligencia[r](AC).
25 El justo come hasta saciar su alma(AD),
Pero el vientre de los impíos sufre escasez(AE).

Footnotes

  1. Proverbios 13:1 O instrucción.
  2. Proverbios 13:2 Lit. alma.
  3. Proverbios 13:3 Lit. la ruina es suya.
  4. Proverbios 13:5 Lit. causa mal olor y causa vergüenza.
  5. Proverbios 13:6 Lit. pecado.
  6. Proverbios 13:7 Lit. se empobrece.
  7. Proverbios 13:8 Lit. reprensión.
  8. Proverbios 13:9 Lit. se regocija.
  9. Proverbios 13:10 Lit. da.
  10. Proverbios 13:11 Lit. vanidad.
  11. Proverbios 13:11 O poco a poco; lit. en la mano.
  12. Proverbios 13:12 Lit. venidero.
  13. Proverbios 13:13 Lit. quedará comprometido.
  14. Proverbios 13:14 O ley.
  15. Proverbios 13:16 Lit. esparce.
  16. Proverbios 13:18 O disciplina.
  17. Proverbios 13:23 Lit. pero hay lo que es.
  18. Proverbios 13:24 Lit. lo busca diligentemente con disciplina.

13 El hijo sabio recibe el consejo del padre;

Mas el burlador no escucha las reprensiones.

Del fruto de su boca el hombre comerá el bien;

Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.

El que guarda su boca guarda su alma;

Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.

El alma del perezoso desea, y nada alcanza;

Mas el alma de los diligentes será prosperada.

El justo aborrece la palabra de mentira;

Mas el impío se hace odioso e infame.

La justicia guarda al de perfecto camino;

Mas la impiedad trastornará al pecador.

Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada;

Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.

El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas;

Pero el pobre no oye censuras.

La luz de los justos se alegrará;

Mas se apagará la lámpara de los impíos.

10 Ciertamente la soberbia concebirá contienda;

Mas con los avisados está la sabiduría.

11 Las riquezas de vanidad disminuirán;

Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.

12 La esperanza que se demora es tormento del corazón;

Pero árbol de vida es el deseo cumplido.

13 El que menosprecia el precepto perecerá por ello;

Mas el que teme el mandamiento será recompensado.

14 La ley del sabio es manantial de vida

Para apartarse de los lazos de la muerte.

15 El buen entendimiento da gracia;

Mas el camino de los transgresores es duro.

16 Todo hombre prudente procede con sabiduría;

Mas el necio manifestará necedad.

17 El mal mensajero acarrea desgracia;

Mas el mensajero fiel acarrea salud.

18 Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo;

Mas el que guarda la corrección recibirá honra.

19 El deseo cumplido regocija el alma;

Pero apartarse del mal es abominación a los necios.

20 El que anda con sabios, sabio será;

Mas el que se junta con necios será quebrantado.

21 El mal perseguirá a los pecadores,

Mas los justos serán premiados con el bien.

22 El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos;

Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.

23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan;

Mas se pierde por falta de juicio.

24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;

Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.

25 El justo come hasta saciar su alma;

Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.