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Jehová es tu guardador

Cántico gradual.

121 Alzaré mis ojos a los montes;

¿De dónde vendrá mi socorro?

Mi socorro viene de Jehová,

Que hizo los cielos y la tierra.

No dará tu pie al resbaladero,

Ni se dormirá el que te guarda.

He aquí, no se adormecerá ni dormirá

El que guarda a Israel.

Jehová es tu guardador;

Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

El sol no te fatigará de día,

Ni la luna de noche.

Jehová te guardará de todo mal;

Él guardará tu alma.

Jehová guardará tu salida y tu entrada

Desde ahora y para siempre.

Oración por la paz de Jerusalén

Cántico gradual; de David.

122 Yo me alegré con los que me decían:

A la casa de Jehová iremos.

Nuestros pies estuvieron

Dentro de tus puertas, oh Jerusalén.

Jerusalén, que se ha edificado

Como una ciudad que está bien unida entre sí.

Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH,

Conforme al testimonio dado a Israel,

Para alabar el nombre de Jehová.

Porque allá están las sillas del juicio,

Los tronos de la casa de David.

Pedid por la paz de Jerusalén;

Sean prosperados los que te aman.

Sea la paz dentro de tus muros,

Y el descanso dentro de tus palacios.

Por amor de mis hermanos y mis compañeros

Diré yo: La paz sea contigo.

Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios

Buscaré tu bien.

Plegaria pidiendo misericordia

Cántico gradual.

123 A ti alcé mis ojos,

A ti que habitas en los cielos.

He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,

Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora,

Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios,

Hasta que tenga misericordia de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros,

Porque estamos muy hastiados de menosprecio.

Hastiada está nuestra alma

Del escarnio de los que están en holgura,

Y del menosprecio de los soberbios.

Alabanza por haber sido librado de los enemigos

Cántico gradual; de David.

124 A no haber estado Jehová por nosotros,

Diga ahora Israel;

A no haber estado Jehová por nosotros,

Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

Vivos nos habrían tragado entonces,

Cuando se encendió su furor contra nosotros.

Entonces nos habrían inundado las aguas;

Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.

Bendito sea Jehová,

Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.

Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores;

Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.

Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,

Que hizo el cielo y la tierra.

Dios protege a su pueblo

Cántico gradual.

125 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,

Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,

Así Jehová está alrededor de su pueblo

Desde ahora y para siempre.

Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos;

No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

Haz bien, oh Jehová, a los buenos,

Y a los que son rectos en su corazón.

Mas a los que se apartan tras sus perversidades,

Jehová los llevará con los que hacen iniquidad;

Paz sea sobre Israel.

Oración por la restauración

Cántico gradual.

126 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,

Seremos como los que sueñan.

Entonces nuestra boca se llenará de risa,

Y nuestra lengua de alabanza;

Entonces dirán entre las naciones:

Grandes cosas ha hecho Jehová con estos.

Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;

Estaremos alegres.

Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,

Como los arroyos del Neguev.

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;

Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

La prosperidad viene de Jehová

Cántico gradual; para Salomón.

127 Si Jehová no edificare la casa,

En vano trabajan los que la edifican;

Si Jehová no guardare la ciudad,

En vano vela la guardia.

Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,

Y que comáis pan de dolores;

Pues que a su amado dará Dios el sueño.

He aquí, herencia de Jehová son los hijos;

Cosa de estima el fruto del vientre.

Como saetas en mano del valiente,

Así son los hijos habidos en la juventud.

Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;

No será avergonzado

Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

La bienaventuranza del que teme a Jehová

Cántico gradual.

128 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,

Que anda en sus caminos.

Cuando comieres el trabajo de tus manos,

Bienaventurado serás, y te irá bien.

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;

Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

He aquí que así será bendecido el hombre

Que teme a Jehová.

Bendígate Jehová desde Sion,

Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

Y veas a los hijos de tus hijos.

Paz sea sobre Israel.

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sion

Cántico gradual.

129 Mucho me han angustiado desde mi juventud,

Puede decir ahora Israel;

Mucho me han angustiado desde mi juventud;

Mas no prevalecieron contra mí.

Sobre mis espaldas araron los aradores;

Hicieron largos surcos.

Jehová es justo;

Cortó las coyundas de los impíos.

Serán avergonzados y vueltos atrás

Todos los que aborrecen a Sion.

Serán como la hierba de los tejados,

Que se seca antes que crezca;

De la cual no llenó el segador su mano,

Ni sus brazos el que hace gavillas.

Ni dijeron los que pasaban:

Bendición de Jehová sea sobre vosotros;

Os bendecimos en el nombre de Jehová.

Esperanza en que Jehová dará redención

Cántico gradual.

130 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

Señor, oye mi voz;

Estén atentos tus oídos

A la voz de mi súplica.

JAH, si mirares a los pecados,

¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón,

Para que seas reverenciado.

Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;

En su palabra he esperado.

Mi alma espera a Jehová

Más que los centinelas a la mañana,

Más que los vigilantes a la mañana.

Espere Israel a Jehová,

Porque en Jehová hay misericordia,

Y abundante redención con él;

Y él redimirá a Israel

De todos sus pecados.(A)

Confiando en Dios como un niño

Cántico gradual; de David.

131 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;

Ni anduve en grandezas,

Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

En verdad que me he comportado y he acallado mi alma

Como un niño destetado de su madre;

Como un niño destetado está mi alma.

Espera, oh Israel, en Jehová,

Desde ahora y para siempre.

Plegaria por bendición sobre el santuario

Cántico gradual.

132 Acuérdate, oh Jehová, de David,

Y de toda su aflicción;

De cómo juró a Jehová,

Y prometió al Fuerte de Jacob:

No entraré en la morada de mi casa,

Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

No daré sueño a mis ojos,

Ni a mis párpados adormecimiento,

Hasta que halle lugar para Jehová,

Morada para el Fuerte de Jacob.

He aquí en Efrata lo oímos;

Lo hallamos en los campos del bosque.

Entraremos en su tabernáculo;

Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,

Tú y el arca de tu poder.

Tus sacerdotes se vistan de justicia,

Y se regocijen tus santos.

10 Por amor de David tu siervo

No vuelvas de tu ungido el rostro.(B)

11 En verdad juró Jehová a David,

Y no se retractará de ello:

De tu descendencia pondré sobre tu trono.(C)

12 Si tus hijos guardaren mi pacto,

Y mi testimonio que yo les enseñaré,

Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

13 Porque Jehová ha elegido a Sion;

La quiso por habitación para sí.

14 Este es para siempre el lugar de mi reposo;

Aquí habitaré, porque la he querido.

15 Bendeciré abundantemente su provisión;

A sus pobres saciaré de pan.

16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,

Y sus santos darán voces de júbilo.

17 Allí haré retoñar el poder de David;

He dispuesto lámpara a mi ungido.(D)

18 A sus enemigos vestiré de confusión,

Mas sobre él florecerá su corona.

La bienaventuranza del amor fraternal

Cántico gradual; de David.

133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es

Habitar los hermanos juntos en armonía!

Es como el buen óleo sobre la cabeza,

El cual desciende sobre la barba,

La barba de Aarón,

Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

Como el rocío de Hermón,

Que desciende sobre los montes de Sion;

Porque allí envía Jehová bendición,

Y vida eterna.

Exhortación a los guardas del templo

Cántico gradual.

134 Mirad, bendecid a Jehová,

Vosotros todos los siervos de Jehová,

Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.

Alzad vuestras manos al santuario,

Y bendecid a Jehová.

Desde Sion te bendiga Jehová,

El cual ha hecho los cielos y la tierra.

La grandeza del Señor y la vanidad de los ídolos

Aleluya.

135 Alabad el nombre de Jehová;

Alabadle, siervos de Jehová;

Los que estáis en la casa de Jehová,

En los atrios de la casa de nuestro Dios.

Alabad a JAH, porque él es bueno;

Cantad salmos a su nombre, porque él es benigno.

Porque JAH ha escogido a Jacob para sí,

A Israel por posesión suya.

Porque yo sé que Jehová es grande,

Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

Todo lo que Jehová quiere, lo hace,

En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

Hace subir las nubes de los extremos de la tierra;

Hace los relámpagos para la lluvia;

Saca de sus depósitos los vientos.

Él es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto,

Desde el hombre hasta la bestia.

Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,

Contra Faraón, y contra todos sus siervos.

10 Destruyó a muchas naciones,

Y mató a reyes poderosos;

11 A Sehón rey amorreo,

A Og rey de Basán,

Y a todos los reyes de Canaán.

12 Y dio la tierra de ellos en heredad,

En heredad a Israel su pueblo.

13 Oh Jehová, eterno es tu nombre;

Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.

14 Porque Jehová juzgará a su pueblo,

Y se compadecerá de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son plata y oro,

Obra de manos de hombres.

16 Tienen boca, y no hablan;

Tienen ojos, y no ven;

17 Tienen orejas, y no oyen;

Tampoco hay aliento en sus bocas.

18 Semejantes a ellos son los que los hacen,

Y todos los que en ellos confían.(E)

19 Casa de Israel, bendecid a Jehová;

Casa de Aarón, bendecid a Jehová;

20 Casa de Leví, bendecid a Jehová;

Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.

21 Desde Sion sea bendecido Jehová,

Quien mora en Jerusalén.

Aleluya.

Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

136 Alabad a Jehová, porque él es bueno,

Porque para siempre es su misericordia.(F)

Alabad al Dios de los dioses,

Porque para siempre es su misericordia.

Alabad al Señor de los señores,

Porque para siempre es su misericordia.

Al único que hace grandes maravillas,

Porque para siempre es su misericordia.

Al que hizo los cielos(G) con entendimiento,

Porque para siempre es su misericordia.

Al que extendió la tierra sobre las aguas,(H)

Porque para siempre es su misericordia.

Al que hizo las grandes lumbreras,(I)

Porque para siempre es su misericordia.

El sol para que señorease en el día,

Porque para siempre es su misericordia.

La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche,

Porque para siempre es su misericordia.

10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos,(J)

Porque para siempre es su misericordia.

11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos,(K)

Porque para siempre es su misericordia.

12 Con mano fuerte, y brazo extendido,

Porque para siempre es su misericordia.

13 Al que dividió el Mar Rojo en partes,(L)

Porque para siempre es su misericordia;

14 E hizo pasar a Israel por en medio de él,

Porque para siempre es su misericordia;

15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo,

Porque para siempre es su misericordia.

16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto,

Porque para siempre es su misericordia.

17 Al que hirió a grandes reyes,

Porque para siempre es su misericordia;

18 Y mató a reyes poderosos,

Porque para siempre es su misericordia;

19 A Sehón rey amorreo,(M)

Porque para siempre es su misericordia;

20 Y a Og rey de Basán,(N)

Porque para siempre es su misericordia;

21 Y dio la tierra de ellos en heredad,

Porque para siempre es su misericordia;

22 En heredad a Israel su siervo,

Porque para siempre es su misericordia.

23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros,

Porque para siempre es su misericordia;

24 Y nos rescató de nuestros enemigos,

Porque para siempre es su misericordia.

25 El que da alimento a todo ser viviente,

Porque para siempre es su misericordia.

26 Alabad al Dios de los cielos,

Porque para siempre es su misericordia.

Lamento de los cautivos en Babilonia

137 Junto a los ríos de Babilonia,

Allí nos sentábamos, y aun llorábamos,

Acordándonos de Sion.

Sobre los sauces en medio de ella

Colgamos nuestras arpas.

Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,

Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:

Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.

¿Cómo cantaremos cántico de Jehová

En tierra de extraños?

Si me olvidare de ti, oh Jerusalén,

Pierda mi diestra su destreza.

Mi lengua se pegue a mi paladar,

Si de ti no me acordare;

Si no enalteciere a Jerusalén

Como preferente asunto de mi alegría.

Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén,

Cuando decían: Arrasadla, arrasadla

Hasta los cimientos.

Hija de Babilonia la desolada,

Bienaventurado el que te diere el pago

De lo que tú nos hiciste.(O)

Dichoso el que tomare y estrellare tus niños

Contra la peña.

Acción de gracias por el favor de Jehová

Salmo de David.

138 Te alabaré con todo mi corazón;

Delante de los dioses te cantaré salmos.

Me postraré hacia tu santo templo,

Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;

Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.

El día que clamé, me respondiste;

Me fortaleciste con vigor en mi alma.

Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,

Porque han oído los dichos de tu boca.

Y cantarán de los caminos de Jehová,

Porque la gloria de Jehová es grande.

Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,

Mas al altivo mira de lejos.

Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;

Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,

Y me salvará tu diestra.

Jehová cumplirá su propósito en mí;

Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;

No desampares la obra de tus manos.

Omnipresencia y omnisciencia de Dios

Al músico principal. Salmo de David.

139 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;

Has entendido desde lejos mis pensamientos.

Has escudriñado mi andar y mi reposo,

Y todos mis caminos te son conocidos.

Pues aún no está la palabra en mi lengua,

Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Detrás y delante me rodeaste,

Y sobre mí pusiste tu mano.

Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;

Alto es, no lo puedo comprender.

¿A dónde me iré de tu Espíritu?

¿Y a dónde huiré de tu presencia?

Si subiere a los cielos, allí estás tú;

Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

Si tomare las alas del alba

Y habitare en el extremo del mar,

10 Aun allí me guiará tu mano,

Y me asirá tu diestra.

11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;

Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

12 Aun las tinieblas no encubren de ti,

Y la noche resplandece como el día;

Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13 Porque tú formaste mis entrañas;

Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;

Estoy maravillado,

Y mi alma lo sabe muy bien.

15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,

Bien que en oculto fui formado,

Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

16 Mi embrión vieron tus ojos,

Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas

Que fueron luego formadas,

Sin faltar una de ellas.

17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!

¡Cuán grande es la suma de ellos!

18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;

Despierto, y aún estoy contigo.

19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;

Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.

20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti;

Tus enemigos toman en vano tu nombre.

21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,

Y me enardezco contra tus enemigos?

22 Los aborrezco por completo;

Los tengo por enemigos.

23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;

Pruébame y conoce mis pensamientos;

24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,

Y guíame en el camino eterno.

Súplica de protección contra los perseguidores

Al músico principal. Salmo de David.

140 Líbrame, oh Jehová, del hombre malo;

Guárdame de hombres violentos,

Los cuales maquinan males en el corazón,

Cada día urden contiendas.

Aguzaron su lengua como la serpiente;

Veneno de áspid hay debajo de sus labios.(P) Selah

Guárdame, oh Jehová, de manos del impío;

Líbrame de hombres injuriosos,

Que han pensado trastornar mis pasos.

Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios;

Han tendido red junto a la senda;

Me han puesto lazos. Selah

He dicho a Jehová: Dios mío eres tú;

Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.

Jehová Señor, potente salvador mío,

Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.

No concedas, oh Jehová, al impío sus deseos;

No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. Selah

En cuanto a los que por todas partes me rodean,

La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

10 Caerán sobre ellos brasas;

Serán echados en el fuego,

En abismos profundos de donde no salgan.

11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra;

El mal cazará al hombre injusto para derribarle.

12 Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido,

Y el derecho de los necesitados.

13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre;

Los rectos morarán en tu presencia.

Oración a fin de ser guardado del mal

Salmo de David.

141 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí;

Escucha mi voz cuando te invocare.

Suba mi oración delante de ti como el incienso,(Q)

El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

Pon guarda a mi boca, oh Jehová;

Guarda la puerta de mis labios.

No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,

A hacer obras impías

Con los que hacen iniquidad;

Y no coma yo de sus deleites.

Que el justo me castigue, será un favor,

Y que me reprenda será un excelente bálsamo

Que no me herirá la cabeza;

Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos.

Serán despeñados sus jueces,

Y oirán mis palabras, que son verdaderas.

Como quien hiende y rompe la tierra,

Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.

Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos;

En ti he confiado; no desampares mi alma.

Guárdame de los lazos que me han tendido,

Y de las trampas de los que hacen iniquidad.

10 Caigan los impíos a una en sus redes,

Mientras yo pasaré adelante.

Petición de ayuda en medio de la prueba

Masquil de David. Oración que hizo cuando estaba en la cueva.(R)

142 Con mi voz clamaré a Jehová;

Con mi voz pediré a Jehová misericordia.

Delante de él expondré mi queja;

Delante de él manifestaré mi angustia.

Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.

En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;

No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.

Clamé a ti, oh Jehová;

Dije: Tú eres mi esperanza,

Y mi porción en la tierra de los vivientes.

Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.

Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;

Me rodearán los justos,

Porque tú me serás propicio.

Súplica de liberación y dirección

Salmo de David.

143 Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos;

Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.

Y no entres en juicio con tu siervo;

Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.(S)

Porque ha perseguido el enemigo mi alma;

Ha postrado en tierra mi vida;

Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

Y mi espíritu se angustió dentro de mí;

Está desolado mi corazón.

Me acordé de los días antiguos;

Meditaba en todas tus obras;

Reflexionaba en las obras de tus manos.

Extendí mis manos a ti,

Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah

Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu;

No escondas de mí tu rostro,

No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

Hazme oír por la mañana tu misericordia,

Porque en ti he confiado;

Hazme saber el camino por donde ande,

Porque a ti he elevado mi alma.

Líbrame de mis enemigos, oh Jehová;

En ti me refugio.

10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;

Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

11 Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;

Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.

12 Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos,

Y destruirás a todos los adversarios de mi alma,

Porque yo soy tu siervo.

Oración pidiendo socorro y prosperidad

Salmo de David.

144 Bendito sea Jehová, mi roca,

Quien adiestra mis manos para la batalla,

Y mis dedos para la guerra;

Misericordia mía y mi castillo,

Fortaleza mía y mi libertador,

Escudo mío, en quien he confiado;

El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses,

O el hijo de hombre, para que lo estimes?(T)

El hombre es semejante a la vanidad;

Sus días son como la sombra que pasa.

Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende;

Toca los montes, y humeen.

Despide relámpagos y disípalos,

Envía tus saetas y túrbalos.

Envía tu mano desde lo alto;

Redímeme, y sácame de las muchas aguas,

De la mano de los hombres extraños,

Cuya boca habla vanidad,

Y cuya diestra es diestra de mentira.

Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo;

Con salterio, con decacordio cantaré a ti.

10 Tú, el que da victoria a los reyes,

El que rescata de maligna espada a David su siervo.

11 Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños,

Cuya boca habla vanidad,

Y cuya diestra es diestra de mentira.

12 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,

Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano;

Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;

14 Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo;

No tengamos asalto, ni que hacer salida,

Ni grito de alarma en nuestras plazas.

15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto;

Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.

Alabanza por la bondad y el poder de Dios

Salmo de alabanza; de David.

145 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,

Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.

Cada día te bendeciré,

Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.

Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;

Y su grandeza es inescrutable.

Generación a generación celebrará tus obras,

Y anunciará tus poderosos hechos.

En la hermosura de la gloria de tu magnificencia,

Y en tus hechos maravillosos meditaré.

Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,

Y yo publicaré tu grandeza.

Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad,

Y cantarán tu justicia.

Clemente y misericordioso es Jehová,

Lento para la ira, y grande en misericordia.

Bueno es Jehová para con todos,

Y sus misericordias sobre todas sus obras.

10 Te alaben, oh Jehová, todas tus obras,

Y tus santos te bendigan.

11 La gloria de tu reino digan,

Y hablen de tu poder,

12 Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos,

Y la gloria de la magnificencia de su reino.

13 Tu reino es reino de todos los siglos,

Y tu señorío en todas las generaciones.

14 Sostiene Jehová a todos los que caen,

Y levanta a todos los oprimidos.

15 Los ojos de todos esperan en ti,

Y tú les das su comida a su tiempo.

16 Abres tu mano,

Y colmas de bendición a todo ser viviente.

17 Justo es Jehová en todos sus caminos,

Y misericordioso en todas sus obras.

18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan,

A todos los que le invocan de veras.

19 Cumplirá el deseo de los que le temen;

Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.

20 Jehová guarda a todos los que le aman,

Mas destruirá a todos los impíos.

21 La alabanza de Jehová proclamará mi boca;

Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

Alabanza por la justicia de Dios

Aleluya.

146 Alaba, oh alma mía, a Jehová.

Alabaré a Jehová en mi vida;

Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

No confiéis en los príncipes,

Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.

Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra;

En ese mismo día perecen sus pensamientos.

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,

Cuya esperanza está en Jehová su Dios,

El cual hizo los cielos y la tierra,

El mar, y todo lo que en ellos hay;

Que guarda verdad para siempre,

Que hace justicia a los agraviados,

Que da pan a los hambrientos.

Jehová liberta a los cautivos;

Jehová abre los ojos a los ciegos;

Jehová levanta a los caídos;

Jehová ama a los justos.

Jehová guarda a los extranjeros;

Al huérfano y a la viuda sostiene,

Y el camino de los impíos trastorna.

10 Reinará Jehová para siempre;

Tu Dios, oh Sion, de generación en generación.

Aleluya.

Alabanza por el favor de Dios hacia Jerusalén

147 Alabad a JAH,

Porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios;

Porque suave y hermosa es la alabanza.

Jehová edifica a Jerusalén;

A los desterrados de Israel recogerá.

Él sana a los quebrantados de corazón,

Y venda sus heridas.

Él cuenta el número de las estrellas;

A todas ellas llama por sus nombres.

Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder;

Y su entendimiento es infinito.

Jehová exalta a los humildes,

Y humilla a los impíos hasta la tierra.

Cantad a Jehová con alabanza,

Cantad con arpa a nuestro Dios.

Él es quien cubre de nubes los cielos,

El que prepara la lluvia para la tierra,

El que hace a los montes producir hierba.

Él da a la bestia su mantenimiento,

Y a los hijos de los cuervos que claman.

10 No se deleita en la fuerza del caballo,

Ni se complace en la agilidad del hombre.

11 Se complace Jehová en los que le temen,

Y en los que esperan en su misericordia.

12 Alaba a Jehová, Jerusalén;

Alaba a tu Dios, oh Sion.

13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas;

Bendijo a tus hijos dentro de ti.

14 Él da en tu territorio la paz;

Te hará saciar con lo mejor del trigo.

15 Él envía su palabra a la tierra;

Velozmente corre su palabra.

16 Da la nieve como lana,

Y derrama la escarcha como ceniza.

17 Echa su hielo como pedazos;

Ante su frío, ¿quién resistirá?

18 Enviará su palabra, y los derretirá;

Soplará su viento, y fluirán las aguas.

19 Ha manifestado sus palabras a Jacob,

Sus estatutos y sus juicios a Israel.

20 No ha hecho así con ninguna otra de las naciones;

Y en cuanto a sus juicios, no los conocieron.

Aleluya.

Exhortación a la creación, para que alabe a Jehová

Aleluya.

148 Alabad a Jehová desde los cielos;

Alabadle en las alturas.

Alabadle, vosotros todos sus ángeles;

Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

Alabadle, sol y luna;

Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.

Alabadle, cielos de los cielos,

Y las aguas que están sobre los cielos.

Alaben el nombre de Jehová;

Porque él mandó, y fueron creados.

Los hizo ser eternamente y para siempre;

Les puso ley que no será quebrantada.

Alabad a Jehová desde la tierra,

Los monstruos marinos y todos los abismos;

El fuego y el granizo, la nieve y el vapor,

El viento de tempestad que ejecuta su palabra;

Los montes y todos los collados,

El árbol de fruto y todos los cedros;

10 La bestia y todo animal,

Reptiles y volátiles;

11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos,

Los príncipes y todos los jueces de la tierra;

12 Los jóvenes y también las doncellas,

Los ancianos y los niños.

13 Alaben el nombre de Jehová,

Porque solo su nombre es enaltecido.

Su gloria es sobre tierra y cielos.

14 Él ha exaltado el poderío de su pueblo;

Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel,

El pueblo a él cercano.

Aleluya.

Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová

Aleluya.

149 Cantad a Jehová cántico nuevo;

Su alabanza sea en la congregación de los santos.

Alégrese Israel en su Hacedor;

Los hijos de Sion se gocen en su Rey.

Alaben su nombre con danza;

Con pandero y arpa a él canten.

Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo;

Hermoseará a los humildes con la salvación.

Regocíjense los santos por su gloria,

Y canten aun sobre sus camas.

Exalten a Dios con sus gargantas,

Y espadas de dos filos en sus manos,

Para ejecutar venganza entre las naciones,

Y castigo entre los pueblos;

Para aprisionar a sus reyes con grillos,

Y a sus nobles con cadenas de hierro;

Para ejecutar en ellos el juicio decretado;

Gloria será esto para todos sus santos.

Aleluya.

Exhortación a alabar a Dios con instrumentos de música

Aleluya.

150 Alabad a Dios en su santuario;

Alabadle en la magnificencia de su firmamento.

Alabadle por sus proezas;

Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

Alabadle a son de bocina;

Alabadle con salterio y arpa.

Alabadle con pandero y danza;

Alabadle con cuerdas y flautas.

Alabadle con címbalos resonantes;

Alabadle con címbalos de júbilo.

Todo lo que respira alabe a JAH.

Aleluya.

Motivo de los proverbios

Los proverbios de Salomón,(U) hijo de David, rey de Israel.

Para entender sabiduría y doctrina,

Para conocer razones prudentes,

Para recibir el consejo de prudencia,

Justicia, juicio y equidad;

Para dar sagacidad a los simples,

Y a los jóvenes inteligencia y cordura.

Oirá el sabio, y aumentará el saber,

Y el entendido adquirirá consejo,

Para entender proverbio y declaración,

Palabras de sabios, y sus dichos profundos.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;(V)

Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Amonestaciones de la Sabiduría

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,

Y no desprecies la dirección de tu madre;

Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,

Y collares a tu cuello.

10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,

No consientas.

11 Si dijeren: Ven con nosotros;

Pongamos asechanzas para derramar sangre,

Acechemos sin motivo al inocente;

12 Los tragaremos vivos como el Seol,

Y enteros, como los que caen en un abismo;

13 Hallaremos riquezas de toda clase,

Llenaremos nuestras casas de despojos;

14 Echa tu suerte entre nosotros;

Tengamos todos una bolsa.

15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.

Aparta tu pie de sus veredas,

16 Porque sus pies corren hacia el mal,

Y van presurosos a derramar sangre.

17 Porque en vano se tenderá la red

Ante los ojos de toda ave;

18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,

Y a sus almas tienden lazo.

19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,

La cual quita la vida de sus poseedores.

20 La sabiduría clama en las calles,

Alza su voz en las plazas;

21 Clama en los principales lugares de reunión;

En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.(W)

22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,

Y los burladores desearán el burlar,

Y los insensatos aborrecerán la ciencia?

23 Volveos a mi reprensión;

He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,

Y os haré saber mis palabras.

24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,

Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,

25 Sino que desechasteis todo consejo mío

Y mi reprensión no quisisteis,

26 También yo me reiré en vuestra calamidad,

Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,

Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;

Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

28 Entonces me llamarán, y no responderé;

Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,

Y no escogieron el temor de Jehová,

30 Ni quisieron mi consejo,

Y menospreciaron toda reprensión mía,

31 Comerán del fruto de su camino,

Y serán hastiados de sus propios consejos.

32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,

Y la prosperidad de los necios los echará a perder;

33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente

Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Excelencias de la sabiduría

Hijo mío, si recibieres mis palabras,

Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;

Si inclinares tu corazón a la prudencia,

Si clamares a la inteligencia,

Y a la prudencia dieres tu voz;

Si como a la plata la buscares,

Y la escudriñares como a tesoros,

Entonces entenderás el temor de Jehová,

Y hallarás el conocimiento de Dios.

Porque Jehová da la sabiduría,

Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Él provee de sana sabiduría a los rectos;

Es escudo a los que caminan rectamente.

Es el que guarda las veredas del juicio,

Y preserva el camino de sus santos.

Entonces entenderás justicia, juicio

Y equidad, y todo buen camino.

10 Cuando la sabiduría entrare en tu corazón,

Y la ciencia fuere grata a tu alma,

11 La discreción te guardará;

Te preservará la inteligencia,

12 Para librarte del mal camino,

De los hombres que hablan perversidades,

13 Que dejan los caminos derechos,

Para andar por sendas tenebrosas;

14 Que se alegran haciendo el mal,

Que se huelgan en las perversidades del vicio;

15 Cuyas veredas son torcidas,

Y torcidos sus caminos.

16 Serás librado de la mujer extraña,

De la ajena que halaga con sus palabras,

17 La cual abandona al compañero de su juventud,

Y se olvida del pacto de su Dios.

18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte,

Y sus veredas hacia los muertos;

19 Todos los que a ella se lleguen, no volverán,

Ni seguirán otra vez los senderos de la vida.

20 Así andarás por el camino de los buenos,

Y seguirás las veredas de los justos;

21 Porque los rectos habitarán la tierra,

Y los perfectos permanecerán en ella,

22 Mas los impíos serán cortados de la tierra,

Y los prevaricadores serán de ella desarraigados.

Exhortación a la obediencia

Hijo mío, no te olvides de mi ley,

Y tu corazón guarde mis mandamientos;

Porque largura de días y años de vida

Y paz te aumentarán.

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;

Átalas a tu cuello,

Escríbelas en la tabla de tu corazón;

Y hallarás gracia y buena opinión

Ante los ojos de Dios y de los hombres.(X)

Fíate de Jehová de todo tu corazón,

Y no te apoyes en tu propia prudencia.

Reconócelo en todos tus caminos,

Y él enderezará tus veredas.

No seas sabio en tu propia opinión;(Y)

Teme a Jehová, y apártate del mal;

Porque será medicina a tu cuerpo,

Y refrigerio para tus huesos.

Honra a Jehová con tus bienes,

Y con las primicias de todos tus frutos;

10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,

Y tus lagares rebosarán de mosto.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,

Ni te fatigues de su corrección;(Z)

12 Porque Jehová al que ama castiga,(AA)

Como el padre al hijo a quien quiere.(AB)

13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,

Y que obtiene la inteligencia;

14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,

Y sus frutos más que el oro fino.

15 Más preciosa es que las piedras preciosas;

Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

16 Largura de días está en su mano derecha;

En su izquierda, riquezas y honra.

17 Sus caminos son caminos deleitosos,

Y todas sus veredas paz.

18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,

Y bienaventurados son los que la retienen.

19 Jehová con sabiduría fundó la tierra;

Afirmó los cielos con inteligencia.

20 Con su ciencia los abismos fueron divididos,

Y destilan rocío los cielos.

21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;

Guarda la ley y el consejo,

22 Y serán vida a tu alma,

Y gracia a tu cuello.

23 Entonces andarás por tu camino confiadamente,

Y tu pie no tropezará.

24 Cuando te acuestes, no tendrás temor,

Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.

25 No tendrás temor de pavor repentino,

Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,

26 Porque Jehová será tu confianza,

Y él preservará tu pie de quedar preso.

27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido,

Cuando tuvieres poder para hacerlo.

28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,

Y mañana te daré,

Cuando tienes contigo qué darle.

29 No intentes mal contra tu prójimo

Que habita confiado junto a ti.

30 No tengas pleito con nadie sin razón,

Si no te han hecho agravio.

31 No envidies al hombre injusto,

Ni escojas ninguno de sus caminos.

32 Porque Jehová abomina al perverso;

Mas su comunión íntima es con los justos.

33 La maldición de Jehová está en la casa del impío,

Pero bendecirá la morada de los justos.

34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores,

Y a los humildes dará gracia.(AC)

35 Los sabios heredarán honra,

Mas los necios llevarán ignominia.

Beneficios de la sabiduría

Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,

Y estad atentos, para que conozcáis cordura.

Porque os doy buena enseñanza;

No desamparéis mi ley.

Porque yo también fui hijo de mi padre,

Delicado y único delante de mi madre.

Y él me enseñaba, y me decía:

Retenga tu corazón mis razones,

Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;

No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

No la dejes, y ella te guardará;

Ámala, y te conservará.

Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;

Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

Engrandécela, y ella te engrandecerá;

Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

Adorno de gracia dará a tu cabeza;

Corona de hermosura te entregará.

10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones,

Y se te multiplicarán años de vida.

11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,

Y por veredas derechas te he hecho andar.

12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos,

Y si corrieres, no tropezarás.

13 Retén el consejo, no lo dejes;

Guárdalo, porque eso es tu vida.

14 No entres por la vereda de los impíos,

Ni vayas por el camino de los malos.

15 Déjala, no pases por ella;

Apártate de ella, pasa.

16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal,

Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.

17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;

18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,

Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

19 El camino de los impíos es como la oscuridad;

No saben en qué tropiezan.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras;

Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos;

Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan,

Y medicina a todo su cuerpo.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;

Porque de él mana la vida.

24 Aparta de ti la perversidad de la boca,

Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

25 Tus ojos miren lo recto,

Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.

26 Examina la senda de tus pies,(AD)

Y todos tus caminos sean rectos.

27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;

Aparta tu pie del mal.

Amonestación contra la impureza

Hijo mío, está atento a mi sabiduría,

Y a mi inteligencia inclina tu oído,

Para que guardes consejo,

Y tus labios conserven la ciencia.

Porque los labios de la mujer extraña destilan miel,

Y su paladar es más blando que el aceite;

Mas su fin es amargo como el ajenjo,

Agudo como espada de dos filos.

Sus pies descienden a la muerte;

Sus pasos conducen al Seol.

Sus caminos son inestables; no los conocerás,

Si no considerares el camino de vida.

Ahora pues, hijos, oídme,

Y no os apartéis de las razones de mi boca.

Aleja de ella tu camino,

Y no te acerques a la puerta de su casa;

Para que no des a los extraños tu honor,

Y tus años al cruel;

10 No sea que extraños se sacien de tu fuerza,

Y tus trabajos estén en casa del extraño;

11 Y gimas al final,

Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,

12 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo,

Y mi corazón menospreció la reprensión;

13 No oí la voz de los que me instruían,

Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!

14 Casi en todo mal he estado,

En medio de la sociedad y de la congregación.

15 Bebe el agua de tu misma cisterna,

Y los raudales de tu propio pozo.

16 ¿Se derramarán tus fuentes por las calles,

Y tus corrientes de aguas por las plazas?

17 Sean para ti solo,

Y no para los extraños contigo.

18 Sea bendito tu manantial,

Y alégrate con la mujer de tu juventud,

19 Como cierva amada y graciosa gacela.

Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,

Y en su amor recréate siempre.

20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena,

Y abrazarás el seno de la extraña?

21 Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová,

Y él considera todas sus veredas.

22 Prenderán al impío sus propias iniquidades,

Y retenido será con las cuerdas de su pecado.

23 Él morirá por falta de corrección,

Y errará por lo inmenso de su locura.

Amonestación contra la pereza y la falsedad

Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo,

Si has empeñado tu palabra a un extraño,

Te has enlazado con las palabras de tu boca,

Y has quedado preso en los dichos de tus labios.

Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,

Ya que has caído en la mano de tu prójimo;

Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.

No des sueño a tus ojos,

Ni a tus párpados adormecimiento;

Escápate como gacela de la mano del cazador,

Y como ave de la mano del que arma lazos.

Ve a la hormiga, oh perezoso,

Mira sus caminos, y sé sabio;

La cual no teniendo capitán,

Ni gobernador, ni señor,

Prepara en el verano su comida,

Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.

Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?

¿Cuándo te levantarás de tu sueño?

10 Un poco de sueño, un poco de dormitar,

Y cruzar por un poco las manos para reposo;

11 Así vendrá tu necesidad como caminante,

Y tu pobreza como hombre armado.(AE)

12 El hombre malo, el hombre depravado,

Es el que anda en perversidad de boca;

13 Que guiña los ojos, que habla con los pies,

Que hace señas con los dedos.

14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;

Siembra las discordias.

15 Por tanto, su calamidad vendrá de repente;

Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.

16 Seis cosas aborrece Jehová,

Y aun siete abomina su alma:

17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,

Las manos derramadoras de sangre inocente,

18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,

Los pies presurosos para correr al mal,

19 El testigo falso que habla mentiras,

Y el que siembra discordia entre hermanos.

Amonestación contra el adulterio

20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,

Y no dejes la enseñanza de tu madre;

21 Átalos siempre en tu corazón,

Enlázalos a tu cuello.

22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán;

Hablarán contigo cuando despiertes.

23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,

Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,

24 Para que te guarden de la mala mujer,

De la blandura de la lengua de la mujer extraña.

25 No codicies su hermosura en tu corazón,

Ni ella te prenda con sus ojos;

26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;

Y la mujer caza la preciosa alma del varón.

27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno

Sin que sus vestidos ardan?

28 ¿Andará el hombre sobre brasas

Sin que sus pies se quemen?

29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimo;

No quedará impune ninguno que la tocare.

30 No tienen en poco al ladrón si hurta

Para saciar su apetito cuando tiene hambre;

31 Pero si es sorprendido, pagará siete veces;

Entregará todo el haber de su casa.

32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento;

Corrompe su alma el que tal hace.

33 Heridas y vergüenza hallará,

Y su afrenta nunca será borrada.

34 Porque los celos son el furor del hombre,

Y no perdonará en el día de la venganza.

35 No aceptará ningún rescate,

Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.

Las artimañas de la ramera

Hijo mío, guarda mis razones,

Y atesora contigo mis mandamientos.

Guarda mis mandamientos y vivirás,

Y mi ley como las niñas de tus ojos.

Lígalos a tus dedos;

Escríbelos en la tabla de tu corazón.

Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,

Y a la inteligencia llama parienta;

Para que te guarden de la mujer ajena,

Y de la extraña que ablanda sus palabras.

Porque mirando yo por la ventana de mi casa,

Por mi celosía,

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