Al director musical. Sobre la octava.[a] Salmo de David.

12 Sálvanos, Señor, que ya no hay gente fiel;
    entre los seres humanos ya no hay en quien confiar.
No hacen sino mentirse unos a otros;
    sus labios son aduladores e hipócritas.

Corte el Señor todo labio lisonjero
    y toda lengua jactanciosa
que dice: «Venceremos con la lengua;
    en nuestros labios confiamos.
    ¿Quién puede dominarnos a nosotros?».

«Por la aflicción de los oprimidos
    y por el gemido del pobre,
voy a levantarme», dice el Señor,
    «y los pondré a salvo de quienes los oprimen».
Las palabras del Señor son puras,
    son como la plata refinada,
    siete veces purificada en el crisol.

Tú, Señor, los protegerás;
    tú siempre los defenderás de esta gente.
Los malvados merodean por todas partes,
    cuando la vileza es exaltada entre los seres humanos.

Footnotes

  1. 12 Título. Sobre la octava. Lit. Sobre sheminit.

Dios, protector del justo

Para el director del coro; sobre una lira de ocho cuerdas[a]. Salmo de David.

12 Salva, Señor, porque el piadoso deja de ser(A);
porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres.
Falsedad[b] habla cada uno a su prójimo(B);
hablan con labios lisonjeros[c](C) y con doblez de corazón.
Corte el Señor todo labio lisonjero,
la lengua que habla con exageración(D);
a los que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos,
nuestros labios nos defienden[d]; ¿quién es señor sobre nosotros(E)?
Por la desolación del afligido(F), por los gemidos del menesteroso,
me levantaré ahora, dice el Señor(G); lo pondré en la seguridad que anhela(H).

Las palabras del Señor son palabras puras(I),
plata probada(J) en un crisol en la tierra, siete veces refinada.
Tú, Señor, los guardarás;
de esta generación los[e] preservarás para siempre(K).
En torno se pasean los impíos(L),
cuando la vileza[f] es exaltada(M) entre los hijos de los hombres.

Footnotes

  1. Salmos 12:1 O, en una octava más baja; heb., Seminit
  2. Salmos 12:2 O, Cosas vanas
  3. Salmos 12:2 Lit., labio lisonjero
  4. Salmos 12:4 Lit., están con nosotros
  5. Salmos 12:7 Lit., nos
  6. Salmos 12:8 O, frivolidad, o, lo inútil

Dios, protector del justo

Para el director del coro; sobre una lira de ocho cuerdas. Salmo de David.

12 Salva, Señor, porque el piadoso deja de ser(A);
Porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres.
Falsedad habla cada uno a su prójimo(B);
Hablan con labios lisonjeros(C) y con doblez de corazón.
Corte el Señor todo labio lisonjero,
La lengua que habla con exageración(D);
A los que han dicho: «Con nuestra lengua prevaleceremos,
Nuestros labios nos defienden; ¿quién es señor sobre nosotros(E)?».
«Por la desolación del afligido(F), por los gemidos del menesteroso,
Me levantaré ahora», dice el Señor(G); «lo pondré en la seguridad que anhela(H)».

Las palabras del Señor son palabras puras(I),
Plata probada(J) en un crisol en la tierra, siete veces refinada.
Tú, Señor, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre(K).
Por todas partes se pasean los impíos(L),
Cuando la maldad es exaltada(M) entre los hijos de los hombres.

Oración pidiendo ayuda contra los malos

Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.

12 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;

Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

Habla mentira cada uno con su prójimo;

Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.

Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,

Y la lengua que habla jactanciosamente;

A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;

Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,

Ahora me levantaré, dice Jehová;

Pondré en salvo al que por ello suspira.

Las palabras de Jehová son palabras limpias,

Como plata refinada en horno de tierra,

Purificada siete veces.

Tú, Jehová, los guardarás;

De esta generación los preservarás para siempre.

Cercando andan los malos,

Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.

Oración pidiendo la ayuda de Dios

(1) Del maestro de coro, con instrumentos de ocho cuerdas. Salmo de David.

12 (2) Sálvanos, Señor, pues ya no hay creyentes fieles;
ya no hay hombres sinceros.
(3) Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y doble sentido.

(4) Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y fanfarrones,
(5) a los que dicen:
«Con tener boca nos basta;
nuestra lengua nos defiende.
¿Quién se atreve a darnos órdenes?»

(6) Esto ha dicho el Señor:
«A los pobres y débiles
se les oprime y se les hace sufrir.
Por eso voy ahora a levantarme,
y les daré la ayuda que tanto anhelan.»

(7) Las promesas del Señor son puras;
¡son como la plata más pura,
refinada en el horno siete veces!
(8) Tú, Señor, nos cuidarás;
¡siempre nos protegerás de tales gentes!
(9) Los malvados rondan por todos lados
y todo el mundo alaba la maldad.

Libro II

(A)Al director musical. Masquil de los hijos de Coré.

42 Como ciervo jadeante que busca las corrientes de agua,
    así te busca, oh Dios, todo mi ser.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
    ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?
Mis lágrimas son mi pan de día y de noche,
    mientras me preguntan a todas horas:
    «¿Dónde está tu Dios?».
Recuerdo esto y me deshago en llanto:
    yo solía ir con la multitud
    y la conducía a la casa de Dios.
Entre voces de alegría y acciones de gracias
    hacíamos gran celebración.

¿Por qué estás tan abatida, alma mía?
    ¿Por qué estás tan angustiada?
En Dios pondré mi esperanza
    y lo seguiré alabando.
    ¡Él es mi salvación y mi Dios!

Dios mío, me siento muy abatido;
    por eso pienso en ti
desde la tierra del Jordán,
    desde las alturas del Hermón,
    desde el monte Mizar.
Un abismo llama a otro abismo
    en el rugir de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas
    se han precipitado sobre mí.

Esta es la oración al Dios de mi vida:
    que de día el Señor envíe su amor
    y de noche su canto me acompañe.

Y digo a Dios, a mi roca:
    «¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué debo andar afligido
    y oprimido por el enemigo?».
10 Mortal agonía me penetra hasta los huesos
    cuando mis adversarios me insultan,
preguntándome a todas horas:
    «¿Dónde está tu Dios?».

11 ¿Por qué estás tan abatida, alma mía?
    ¿Por qué estás angustiada?
En Dios pondré mi esperanza
    y lo seguiré alabando.
    ¡Él es mi salvación y mi Dios!

LIBRO SEGUNDO

Sed de Dios en la angustia y en el destierro

Para el director del coro. Masquil[a] de los hijos de Coré.

42 Como el ciervo[b] anhela[c] las corrientes de agua,
así suspira[d] por ti, oh Dios, el alma mía(A).
Mi alma tiene sed de Dios(B), del Dios viviente(C);
¿cuándo vendré y me presentaré delante[e] de Dios(D)?
Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche(E),
mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios(F)?
Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí(G);
de cómo iba yo con la multitud y la guiaba hasta la casa de Dios(H),
con voz de alegría y de acción de gracias(I), con la muchedumbre en fiesta.

¿Por qué te abates[f], alma mía(J),
y por qué te turbas dentro de mí(K)?
Espera en[g] Dios(L), pues he de alabarle otra vez[h]
por la salvación[i] de su presencia[j](M).
Dios mío, mi alma está en mí deprimida[k];
por eso me acuerdo de ti(N) desde la tierra del Jordán(O),
y desde las cumbres del Hermón[l](P), desde el monte Mizar.
Un abismo llama a otro abismo a la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí(Q).
De día mandará el Señor su misericordia(R),
y de noche su cántico estará conmigo(S);
elevaré una oración al Dios de mi vida(T).

A Dios, mi roca[m](U), diré: ¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué ando sombrío(V) por la opresión del enemigo[n](W)?
10 Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan,
mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios(X)?
11 ¿Por qué te abates[o], alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en[p] Dios, pues he de alabarle otra vez[q].
¡Él es la salvación[r] de mi ser[s], y mi Dios(Y)!

Footnotes

  1. Salmos 42:1 Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo
  2. Salmos 42:1 O, la cierva
  3. Salmos 42:1 O, jadea
  4. Salmos 42:1 O, jadea
  5. Salmos 42:2 Algunos mss. dicen: veré la faz
  6. Salmos 42:5 O, estás deprimida, o, hundida
  7. Salmos 42:5 O, a
  8. Salmos 42:5 O, todavía
  9. Salmos 42:5 O, las acciones de salvación, o, ayuda
  10. Salmos 42:5 Algunos mss. dicen: de mi rostro y mi Dios
  11. Salmos 42:6 O, hundida, o, abatida dentro de mí
  12. Salmos 42:6 Lit., y los Hermones
  13. Salmos 42:9 O, peñón
  14. Salmos 42:9 O, mientras el enemigo oprime
  15. Salmos 42:11 O, estás deprimida, o, hundida
  16. Salmos 42:11 O, a
  17. Salmos 42:11 O, todavía
  18. Salmos 42:11 O, las acciones de salvación, o, ayuda
  19. Salmos 42:11 Lit., rostro

LIBRO SEGUNDO

Sed de Dios en la angustia y en el destierro

Para el director del coro. Masquil[a] de los hijos de Coré.

42 Como el ciervo anhela las corrientes de agua,
Así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía(A).
Mi alma tiene sed de Dios(B), del Dios viviente(C);
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios(D)?
Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche(E),
Mientras me dicen todo el día: «¿Dónde está tu Dios(F)?».
Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí(G);
De cómo iba yo con la multitud y la guiaba hasta la casa de Dios(H),
Con voz de alegría y de acción de gracias(I), con la muchedumbre en fiesta.

¿Por qué te desesperas[b], alma mía(J),
Y por qué te turbas dentro de mí(K)?
Espera en Dios(L), pues he de alabarlo otra vez
Por la salvación de Su presencia(M).
Dios mío, mi alma está en mí deprimida;
Por eso me acuerdo de Ti(N) desde la tierra del Jordán(O),
Y desde las cumbres del Hermón(P), desde el monte Mizar.
Un abismo llama a otro abismo a la voz de Tus cascadas;
Todas Tus ondas y Tus olas han pasado sobre mí(Q).
De día mandará el Señor Su misericordia(R),
Y de noche Su cántico estará conmigo(S);
Elevaré una oración al Dios de mi vida(T).

A Dios, mi roca(U), diré: «¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué ando sombrío(V) por la opresión del enemigo(W)?».
10 Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan,
Mientras me dicen todo el día: «¿Dónde está tu Dios(X)?».
11 ¿Por qué te desesperas, alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, pues lo he de alabar otra vez.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios(Y)!

Footnotes

  1. Salmos 42:1 Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo.
  2. Salmos 42:5 O estás deprimida y así en el vers. 11.

LIBRO II

Mi alma tiene sed de Dios

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

42 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;

De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,

Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

Dios mío, mi alma está abatida en mí;

Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,

Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

Pero de día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su cántico estará conmigo,

Y mi oración al Dios de mi vida.

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?

¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,

Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

Mi esperanza está en Dios

(1) Del maestro de coro. Poemas de los hijos de Coré.

42 (2) Como ciervo sediento en busca de un río,
así, Dios mío, te busco a ti.
(3) Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?
(4) Día y noche, mis lágrimas son mi alimento,
mientras a todas horas me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»

(5) Cuando pienso en estas cosas,
doy rienda suelta a mi dolor.
Recuerdo cuando yo iba con la gente,
conduciéndola al templo de Dios
entre gritos de alegría y gratitud.
¡Qué gran fiesta entonces!

    (6) ¿Por qué voy a desanimarme?
    ¿Por qué voy a estar preocupado?
    Mi esperanza he puesto en Dios,
    a quien todavía seguiré alabando.
    ¡Él es mi Dios y Salvador!

(7) Me siento muy desanimado.
Por eso pienso tanto en ti
desde la región del río Jordán,
desde los montes Hermón y Misar.
(8) Se escucha en los precipicios
el eco atronador de tus cascadas;
los torrentes de agua que tú mandas
han pasado sobre mí.

(9) De día el Señor me envía su amor,
y de noche no cesa mi canto
ni mi oración al Dios de mi vida.
(10) Le digo a Dios, mi defensor:
«¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué tengo que andar triste
y oprimido por mis enemigos?»
10 (11) Hasta los huesos me duelen
por las ofensas de mis enemigos,
que a todas horas me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»

11     (12) ¿Por qué voy a desanimarme?
    ¿Por qué voy a estar preocupado?
    Mi esperanza he puesto en Dios,
    a quien todavía seguiré alabando.
    ¡Él es mi Dios y Salvador!

De Salomón.

72 Oh Dios, concede tus juicios al rey
    y tu justicia al hijo del rey.
Así juzgará con justicia a tu pueblo
    y con juicios justos a tus pobres.

Brindarán los montes la paz al pueblo
    y las colinas, la justicia.
El rey defenderá la causa de los pobres del pueblo,
    salvará a los necesitados
    y aplastará a los opresores.
Que viva el rey[a] como el sol y como la luna,
    a través de las generaciones.
Que sea como la lluvia que cae sobre un campo segado,
    como los aguaceros que empapan la tierra.
Que en sus días florezca la justicia,
    y que abunde la paz,
    hasta que la luna deje de existir.

Que domine el rey de mar a mar,
    desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.
Que se postren ante él las tribus del desierto;
    que muerdan el polvo sus enemigos.
10 Que le paguen tributo los reyes de Tarsis
    y de las costas remotas;
que los reyes de Sabá y de Seba
    le traigan presentes.
11 Que ante él se postren todos los reyes;
    que le sirvan todas las naciones.

12 Él librará al indigente que pide auxilio
    y al pobre que no tiene quien lo ayude.
13 Se compadecerá del desvalido y del necesitado
    y a los menesterosos les salvará la vida.
14 Los librará de la opresión y la violencia,
    porque considera valiosa su vida.

15 ¡Que viva el rey!
    ¡Que se le entregue el oro de Sabá!
Que se ore por él sin cesar;
    que todos los días se le bendiga.
16 Que haya abundancia de grano en la tierra;
    que ondeen los trigales en la cumbre de los montes.
Que el grano se dé como en el Líbano;
    que abunden las gavillas[b] como la hierba del campo.
17 Que su nombre perdure para siempre;
    que su fama permanezca como el sol.

Que en su nombre sean bendecidas las naciones;
    que todas ellas lo proclamen dichoso.

18 Bendito sea Dios el Señor,
    el Dios de Israel,
    el único que hace obras portentosas.
19 Bendito sea por siempre su glorioso nombre;
    ¡que toda la tierra se llene de su gloria!
Amén y amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Footnotes

  1. 72:5 Que viva el rey (véase LXX); Te temerán (TM).
  2. 72:16 que abunden las gavillas. Alt. que de la ciudad nazca gente.

Reinado del rey justo

Salmo a Salomón.

72 Oh Dios, da tus juicios al rey(A),
y tu justicia al hijo del rey(B).
Juzgue[a] él[b] a tu pueblo con justicia(C),
y a tus afligidos[c] con equidad(D).
Traigan[d] paz[e] los montes al pueblo,
y[f] justicia(E) los collados.
Haga él justicia a los afligidos[g] del pueblo,
salve a los hijos de los pobres,
y aplaste[h] al opresor(F).

Que te teman[i] mientras duren el sol y la luna[j](G),
por todas las generaciones.
Descienda[k] él como la lluvia sobre la hierba cortada(H),
como aguaceros que riegan la tierra(I).
Florezca[l] la justicia[m] en sus días(J),
y abundancia de paz(K) hasta que no haya luna.

Domine[n] él de mar a mar,
y desde el río hasta los confines de la tierra(L).
Dobléguense[o] ante él(M) los moradores del desierto(N),
y sus enemigos laman[p] el polvo(O).
10 Los reyes de Tarsis(P) y de las islas[q](Q) traigan[r] presentes;
los reyes de Sabá(R) y de Seba(S) ofrezcan[s] tributo[t](T);
11 y póstrense[u] ante él todos los reyes de la tierra(U);
sírvanle[v] todas las naciones(V).

12 Porque él librará al necesitado cuando clame,
también al afligido[w] y al que no tiene quien le auxilie(W).
13 Tendrá compasión del pobre y del necesitado(X),
y la vida[x] de los necesitados salvará.
14 Rescatará[y] su vida[z](Y) de la opresión y de la violencia,
y su sangre será preciosa ante sus ojos(Z).
15 Que viva, pues, y se le dé del oro de Sabá(AA),
y que se ore por él continuamente;
que todo el día se le bendiga[aa].

16 Haya[ab] abundancia de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
su fruto se mecerá como los cedros del Líbano(AB);
y los de la ciudad florezcan[ac] como la hierba de la tierra(AC).
17 Sea su nombre para siempre(AD);
que su nombre se engrandezca[ad] mientras dure el[ae] sol(AE),
y sean benditos por él los hombres(AF);
llámenlo[af] bienaventurado todas las naciones(AG).

18 Bendito sea el Señor Dios, el Dios de Israel(AH),
el único que hace maravillas(AI).
19 Bendito sea su glorioso nombre(AJ) para siempre,
sea llena de su gloria toda la tierra(AK).
Amén y amén(AL).

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Footnotes

  1. Salmos 72:2 O, Juzgará, y en el resto del salmo también se pueden leer los verbos en futuro
  2. Salmos 72:2 O, El. Muchos de los pronombres en tercera persona singular en este salmo se pueden traducir con mayúscula, debido al carácter mesiánico del salmo.
  3. Salmos 72:2 O, humildes, o, pobres
  4. Salmos 72:3 O, Traerán
  5. Salmos 72:3 O, prosperidad
  6. Salmos 72:3 Lit., y con
  7. Salmos 72:4 O, humildes
  8. Salmos 72:4 O, Hará...salvará...aplastará
  9. Salmos 72:5 O, Te temerán
  10. Salmos 72:5 Lit., en presencia de la luna
  11. Salmos 72:6 O, Descenderá
  12. Salmos 72:7 O, Florecerá
  13. Salmos 72:7 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en heb., el justo
  14. Salmos 72:8 O, Dominará
  15. Salmos 72:9 O, Se doblegarán
  16. Salmos 72:9 O, lamerán
  17. Salmos 72:10 O, costas
  18. Salmos 72:10 O, traerán
  19. Salmos 72:10 U, ofrecerán
  20. Salmos 72:10 O, dones
  21. Salmos 72:11 O, se postrarán
  22. Salmos 72:11 O, le servirán
  23. Salmos 72:12 O, humilde
  24. Salmos 72:13 Lit., las almas
  25. Salmos 72:14 Lit., Redimirá
  26. Salmos 72:14 Lit., alma
  27. Salmos 72:15 O, vivirá...dará...orará...bendecirá
  28. Salmos 72:16 O, Habrá
  29. Salmos 72:16 O, florecerán
  30. Salmos 72:17 Lit., brote
  31. Salmos 72:17 Lit., delante del
  32. Salmos 72:17 O, Permanecerá...perpetuará...serán...lo llamarán

Reinado del rey justo

Salmo a Salomón.

72 Oh Dios, da Tus juicios al rey(A),
Y Tu justicia al hijo del rey(B).
Juzgue él a Tu pueblo con justicia(C),
Y a Tus afligidos con equidad(D).
Traigan paz los montes al pueblo,
Y justicia(E) los collados.
Haga el rey justicia a los afligidos del pueblo,
Salve a los hijos de los pobres,
Y aplaste al opresor(F).

Que te teman mientras duren el sol y la luna(G),
Por todas las generaciones.
Descienda el rey como la lluvia sobre la hierba cortada(H),
Como aguaceros que riegan la tierra(I).
Florezca la justicia en sus días(J),
Y abundancia de paz(K) hasta que no haya luna.

Domine él de mar a mar
Y desde el Río Éufrates hasta los confines de la tierra(L).
Dobléguense ante él(M) los moradores del desierto(N),
Y sus enemigos laman el polvo(O).
10 Los reyes de Tarsis(P) y de las islas(Q) traigan presentes;
Los reyes de Sabá(R) y de Seba(S) ofrezcan tributo(T);
11 Y póstrense ante él todos los reyes de la tierra(U);
Sírvanle todas las naciones(V).

12 Porque él librará al necesitado cuando clame,
También al afligido y al que no tiene quien lo auxilie(W).
13 Tendrá compasión del pobre y del necesitado(X),
Y la vida de los necesitados salvará.
14 Rescatará su vida(Y) de la opresión y de la violencia,
Y su sangre será preciosa ante sus ojos(Z).
15 Que viva, pues, y se le dé del oro de Sabá(AA),
Y que se ore por él continuamente;
Que todo el día se le bendiga.

16 Haya abundancia de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto se mecerá como los cedros del Líbano(AB);
Que los de la ciudad florezcan como la hierba de la tierra(AC).
17 Sea su nombre para siempre(AD);
Que su nombre se engrandezca mientras dure el sol(AE),
Y sean benditos por él los hombres(AF);
Llámenlo bienaventurado todas las naciones(AG).

18 Bendito sea el Señor Dios, el Dios de Israel(AH),
El único que hace maravillas(AI).
19 Bendito sea Su glorioso nombre(AJ) para siempre,
Sea llena de Su gloria toda la tierra(AK).
Amén y amén(AL).

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

El reino de un rey justo

Para Salomón.

72 Oh Dios, da tus juicios al rey,

Y tu justicia al hijo del rey.

Él juzgará a tu pueblo con justicia,

Y a tus afligidos con juicio.

Los montes llevarán paz al pueblo,

Y los collados justicia.

Juzgará a los afligidos del pueblo,

Salvará a los hijos del menesteroso,

Y aplastará al opresor.

Te temerán mientras duren el sol

Y la luna, de generación en generación.

Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;

Como el rocío que destila sobre la tierra.

Florecerá en sus días justicia,

Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.

Dominará de mar a mar,

Y desde el río hasta los confines de la tierra.(A)

Ante él se postrarán los moradores del desierto,

Y sus enemigos lamerán el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;

Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

11 Todos los reyes se postrarán delante de él;

Todas las naciones le servirán.

12 Porque él librará al menesteroso que clamare,

Y al afligido que no tuviere quien le socorra.

13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,

Y salvará la vida de los pobres.

14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,

Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,

Y se orará por él continuamente;

Todo el día se le bendecirá.

16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;

Su fruto hará ruido como el Líbano,

Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17 Será su nombre para siempre,

Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.

Benditas serán en él todas las naciones;

Lo llamarán bienaventurado.

18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,

El único que hace maravillas.

19 Bendito su nombre glorioso para siempre,

Y toda la tierra sea llena de su gloria.

Amén y Amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Oración por el rey

(1a) De Salomón.

72 (1b) Concede, oh Dios, al rey,
tu propia justicia y rectitud,
para que con rectitud y justicia
gobierne a tu pueblo y a tus pobres.
Ofrezcan las montañas y los cerros
paz y rectitud al pueblo.
¡Que haga justicia el rey a los pobres!
¡Que salve a los hijos de los necesitados
y aplaste a los explotadores!

¡Que tenga el rey temor de ti por siempre,
mientras el sol y la luna existan!
¡Que sea como la lluvia y el rocío
que riegan la tierra y los pastos!
¡Que abunden la paz y la rectitud
en los días de su reinado,
hasta que la luna deje de existir!
¡Que domine de mar a mar,
del río Éufrates al último rincón del mundo!
¡Que sus enemigos, que habitan en el desierto,
se rindan humillados ante él!
10 ¡Que le traigan regalos y tributos
los reyes de Tarsis y de las islas,
los reyes de Sabá y de Sebá!
11 ¡Que todos los reyes se arrodillen ante él!
¡Que todas las naciones le sirvan!
12 Pues él salvará al pobre que suplica
y al necesitado que no tiene quien lo ayude.
13 Tendrá compasión de los humildes
y salvará la vida a los pobres.
14 Los salvará de la opresión y la violencia,
pues sus vidas le son de gran valor.

15 ¡Viva el rey!
¡Que le den el oro de Sabá!
¡Que siempre se pida a Dios por él!
¡Que sea siempre bendecido!
16 ¡Que haya mucho trigo en el país
y que abunde en la cumbre de los montes!
¡Que brote el grano como el Líbano
y que haya tantas espigas como hierba en el campo!
17 ¡Que el nombre del rey permanezca siempre;
que su fama dure tanto como el sol!
¡Que todas las naciones del mundo
reciban bendiciones por medio de él!
¡Que todas las naciones lo llamen feliz!

18 Bendito sea Dios, Señor y Dios de Israel,
el único que hace grandes cosas;
19 bendito sea por siempre su glorioso nombre.
¡Que toda la tierra se llene de su gloria!
¡Amén!

20 Aquí terminan las oraciones de David, el hijo de Jesé.

Oración de un afligido que, a punto de desfallecer, da rienda suelta a su lamento ante el Señor.

102 Escucha, Señor, mi oración;
    llegue a ti mi clamor.
No escondas de mí tu rostro
    cuando me encuentro angustiado.
Inclina a mí tu oído;
    respóndeme pronto cuando te llame.

Pues mis días se desvanecen como el humo;
    los huesos me arden como brasas.
Mi corazón decae y se marchita como la hierba;
    ¡hasta he perdido el apetito!
Por causa de mis fuertes quejidos
    se pueden contar mis huesos.[a]
Parezco un búho del desierto;
    soy como un búho entre las ruinas.
No logro conciliar el sueño;
    parezco ave solitaria sobre el techo.
A todas horas me insultan mis enemigos,
    y hasta usan mi nombre para maldecir.
Las cenizas son todo mi alimento;
    mis lágrimas se mezclan con mi bebida.
10 Por tu enojo, por tu indignación
    me levantaste para luego arrojarme.
11 Mis días son como sombras nocturnas;
    me voy marchitando como la hierba.

12 Pero tú, Señor, reinas eternamente;
    tu nombre perdura por todas las generaciones.
13 Te levantarás y tendrás piedad de Sión,
    pues ya es tiempo de que la compadezcas.
    ¡Ha llegado el momento señalado!
14 Tus siervos sienten cariño por sus ruinas;
    los mueven a compasión sus escombros.
15 Las naciones temerán el nombre del Señor;
    todos los reyes de la tierra reconocerán tu gloria.
16 Porque el Señor reconstruirá a Sión
    y se manifestará en su gloria.
17 Atenderá a la oración de los desamparados
    y no despreciará sus ruegos.

18 Que se escriba esto para las generaciones futuras
    y que el pueblo que será creado alabe al Señor.
19 Miró el Señor desde su altísimo santuario;
    contempló la tierra desde el cielo,
20 para oír los lamentos de los cautivos
    y liberar a los condenados a muerte;
21 para proclamar en Sión el nombre del Señor
    y anunciar en Jerusalén su alabanza,
22 cuando todos los pueblos y los reinos
    se reúnan para adorar al Señor.

23 En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas;[b]
    me redujo los días.
24 Por eso dije:
«No me lleves, Dios mío, a la mitad de mi vida;
    tú permaneces por todas las generaciones.
25 En el principio tú afirmaste la tierra,
    y los cielos son la obra de tus manos.
26 Ellos perecerán, pero tú permaneces.
    Todos ellos se desgastarán como un vestido;
como ropa los cambiarás
    y los dejarás de lado.
27 Pero tú eres siempre el mismo
    y tus años no tienen fin.
28 Los hijos de tus siervos se establecerán
    y sus descendientes habitarán en tu presencia».

Footnotes

  1. 102:5 se pueden contar mis huesos. Lit. se me pegan los huesos a la carne.
  2. 102:23 mis fuerzas. Lit. su fuerza.

Oración de un afligido

Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja[a] ante el Señor.

102 Oh Señor, escucha mi oración(A),
y llegue a ti mi clamor(B).
No escondas de mí tu rostro(C) en el día de mi angustia;
inclina hacia mí tu oído(D);
el día en que te invoco, respóndeme pronto(E).
Porque mis días han sido consumidos[b] en humo(F),
y como brasero han sido quemados mis huesos(G).
Mi corazón ha sido herido como la hierba(H) y se ha secado(I),
y[c] hasta me olvido de comer mi pan(J).
A causa de la intensidad[d] de mi gemido
mis huesos se pegan a la piel[e](K).
Me parezco al[f] pelícano del desierto(L);
como el búho de las soledades he llegado a ser.
No puedo dormir[g](M);
soy[h] cual pájaro solitario sobre un tejado.

Mis enemigos me han afrentado todo el día(N);
los que me escarnecen[i](O) han usado mi nombre como maldición[j](P).
Porque cenizas he comido por pan,
y con lágrimas he mezclado mi bebida(Q),
10 a causa de tu indignación y de tu enojo(R);
pues tú me has levantado(S) y me has rechazado.
11 Mis días son como sombra que se alarga(T);
y yo me seco como la hierba(U).

12 Mas tú, Señor, permaneces[k] para siempre(V),
y tu nombre[l] por todas las generaciones(W).
13 Tú te levantarás(X) y tendrás compasión de Sión(Y),
porque es tiempo de apiadarse de ella(Z),
pues ha llegado la hora(AA).
14 Ciertamente tus siervos se deleitan en sus piedras,
y se apiadan de su polvo.
15 Y las naciones[m] temerán el nombre del Señor(AB),
y todos los reyes de la tierra(AC), tu gloria.
16 Porque el Señor ha edificado a Sión(AD),
y se ha manifestado en su gloria(AE).
17 Ha considerado la oración de los menesterosos[n](AF),
y no ha despreciado su plegaria.

18 Esto se escribirá[o](AG) para las generaciones futuras(AH);
para[p] que un pueblo aún por crear(AI) alabe[q] al Señor[r].
19 Pues Él miró desde su excelso santuario(AJ);
desde el cielo el Señor se fijó en[s] la tierra(AK),
20 para oír el gemido de los prisioneros(AL),
para poner en libertad(AM) a los condenados a muerte[t];
21 para que los hombres anuncien en Sión el nombre del Señor(AN),
y su alabanza en Jerusalén,
22 cuando los pueblos y los reinos se congreguen a una(AO)
para servir al Señor.

23 Él debilitó mis fuerzas en el camino;
acortó mis días(AP).
24 Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días(AQ);
tus años son por todas las generaciones(AR).
25 Desde la antigüedad tú fundaste la tierra(AS),
y los cielos son la obra de tus manos(AT).
26 Ellos perecerán(AU), pero tú permaneces;
y todos ellos como una vestidura se desgastarán,
como vestido los mudarás, y serán cambiados.
27 Pero tú eres el mismo[u](AV),
y tus años no tendrán fin.
28 Los hijos de tus siervos(AW) permanecerán[v],
y su descendencia[w](AX) será establecida delante de ti.

Footnotes

  1. Salmos 102:1 Véase Sal. 142:2
  2. Salmos 102:3 O, se han acabado
  3. Salmos 102:4 Lit., porque
  4. Salmos 102:5 Lit., voz
  5. Salmos 102:5 Lit., carne
  6. Salmos 102:6 Lit., He llegado a ser como el
  7. Salmos 102:7 O, Estoy desvelado
  8. Salmos 102:7 Lit., he llegado a ser
  9. Salmos 102:8 O, se burlan de mí
  10. Salmos 102:8 O, han jurado por mí
  11. Salmos 102:12 O, reinas
  12. Salmos 102:12 Lit., memorial
  13. Salmos 102:15 O, los gentiles
  14. Salmos 102:17 O, desnudos
  15. Salmos 102:18 O, Escríbase esto
  16. Salmos 102:18 O, y
  17. Salmos 102:18 O, alabará
  18. Salmos 102:18 Heb., Yah
  19. Salmos 102:19 Lit., hacia
  20. Salmos 102:20 Lit., a los hijos de la muerte
  21. Salmos 102:27 Lit., El
  22. Salmos 102:28 O, habitarán seguros
  23. Salmos 102:28 Lit., simiente

Oración de un afligido

Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja[a] ante el Señor.

102 Oh Señor, escucha mi oración(A),
Y llegue a Ti mi clamor(B).
No escondas de mí Tu rostro(C) en el día de mi angustia;
Inclina hacia mí Tu oído(D);
El día en que te invoco, respóndeme pronto(E).
Porque mis días han sido consumidos en humo(F),
Y como brasero han sido quemados mis huesos(G).
Mi corazón ha sido herido como la hierba(H) y se ha secado(I),
Y hasta me olvido de comer mi pan(J).
A causa de la intensidad de mi gemido
Mis huesos se pegan a la piel(K).
Me parezco al pelícano del desierto(L);
Como el búho de las soledades he llegado a ser.
No puedo dormir(M);
Soy cual pájaro solitario sobre un tejado.

Mis enemigos me han afrentado todo el día(N);
Los que me escarnecen(O) han usado mi nombre como maldición(P).
Porque he comido cenizas por pan,
Y con lágrimas he mezclado mi bebida(Q),
10 A causa de Tu indignación y de Tu enojo(R);
Pues Tú me has levantado(S) y me has rechazado.
11 Mis días son como sombra que se alarga(T);
Y yo me seco como la hierba(U).

12 Pero Tú, Señor, permaneces para siempre(V),
Y Tu nombre por todas las generaciones(W).
13 Te levantarás(X) y tendrás compasión de Sión(Y),
Porque es tiempo de apiadarse de ella(Z),
Pues ha llegado la hora(AA).
14 Ciertamente Tus siervos se deleitan en sus piedras,
Y se apiadan de su polvo.
15 Las naciones temerán el nombre del Señor(AB),
Y todos los reyes de la tierra(AC), Su gloria.
16 Porque el Señor ha edificado a Sión(AD),
Y se ha manifestado en Su gloria(AE).
17 Ha considerado la oración de los menesterosos(AF),
Y no ha despreciado su plegaria.

18 Esto se escribirá(AG) para las generaciones futuras(AH),
Para que un pueblo aún por crear(AI) alabe al Señor.
19 Pues Él miró desde Su excelso santuario(AJ);
Desde el cielo el Señor se fijó en la tierra(AK),
20 Para oír el gemido de los prisioneros(AL),
Para poner en libertad(AM) a los condenados a muerte;
21 Para que los hombres anuncien en Sión el nombre del Señor(AN)
Y Su alabanza en Jerusalén,
22 Cuando los pueblos y los reinos se congreguen a una(AO)
Para servir al Señor.

23 Él debilitó mis fuerzas en el camino;
Acortó mis días(AP).
24 Dije: «Dios mío, no me lleves a la mitad de mis días(AQ);
Tus años son por todas las generaciones(AR).
25 Desde la antigüedad Tú fundaste la tierra(AS),
Y los cielos son la obra de Tus manos(AT).
26 Ellos perecerán(AU), pero Tú permaneces.
Todos ellos como una vestidura se desgastarán,
Como vestido los cambiarás, y serán cambiados.
27 Pero Tú eres el mismo(AV),
Y Tus años no tendrán fin.
28 Los hijos de Tus siervos(AW) permanecerán,
Y su descendencia(AX) será establecida delante de Ti».

Footnotes

  1. Salmos 102:1 Véase Sal. 142:2.

Oración de un afligido

Oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento.

102 Jehová, escucha mi oración,

Y llegue a ti mi clamor.

No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia;

Inclina a mí tu oído;

Apresúrate a responderme el día que te invocare.

Porque mis días se han consumido como humo,

Y mis huesos cual tizón están quemados.

Mi corazón está herido, y seco como la hierba,

Por lo cual me olvido de comer mi pan.

Por la voz de mi gemido

Mis huesos se han pegado a mi carne.

Soy semejante al pelícano del desierto;

Soy como el búho de las soledades;

Velo, y soy

Como el pájaro solitario sobre el tejado.

Cada día me afrentan mis enemigos;

Los que contra mí se enfurecen, se han conjurado contra mí.

Por lo cual yo como ceniza a manera de pan,

Y mi bebida mezclo con lágrimas,

10 A causa de tu enojo y de tu ira;

Pues me alzaste, y me has arrojado.

11 Mis días son como sombra que se va,

Y me he secado como la hierba.

12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre,

Y tu memoria de generación en generación.

13 Te levantarás y tendrás misericordia de Sion,

Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado.

14 Porque tus siervos aman sus piedras,

Y del polvo de ella tienen compasión.

15 Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová,

Y todos los reyes de la tierra tu gloria;

16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion,

Y en su gloria será visto;

17 Habrá considerado la oración de los desvalidos,

Y no habrá desechado el ruego de ellos.

18 Se escribirá esto para la generación venidera;

Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH,

19 Porque miró desde lo alto de su santuario;

Jehová miró desde los cielos a la tierra,

20 Para oír el gemido de los presos,

Para soltar a los sentenciados a muerte;

21 Para que publique en Sion el nombre de Jehová,

Y su alabanza en Jerusalén,

22 Cuando los pueblos y los reinos se congreguen

En uno para servir a Jehová.

23 Él debilitó mi fuerza en el camino;

Acortó mis días.

24 Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días;

Por generación de generaciones son tus años.

25 Desde el principio tú fundaste la tierra,

Y los cielos son obra de tus manos.

26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás;

Y todos ellos como una vestidura se envejecerán;

Como un vestido los mudarás, y serán mudados;

27 Pero tú eres el mismo,

Y tus años no se acabarán.(A)

28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros,

Y su descendencia será establecida delante de ti.

Oración de un afligido

(1) Oración de un afligido que en su desaliento da rienda suelta a su queja delante del Señor.

102 (2) Señor, escucha mi oración,
¡permite que mi grito llegue a ti!
(3) No escondas de mí tu rostro
cuando me encuentre angustiado;
¡dígnate escucharme!,
¡respóndeme pronto cuando te llame!
(4) Pues mi vida se acaba como el humo,
mis huesos arden como brasas,
(5) mi corazón está decaído
como la hierba marchita;
¡ni aun deseos tengo de comer!
(6) La piel se me pega a los huesos
de tanto gemir.
(7) Soy como una lechuza del desierto,
como un búho entre las ruinas.
(8) No duermo.
Soy como un pájaro solitario en el tejado.
(9) Mis enemigos me ofenden sin cesar
y usan mi nombre para maldecir.
(10) En vez de pan, como ceniza;
en mi bebida se mezclan mis lágrimas,
10 (11) por causa de tu enojo y tu furor,
pues me alzaste para derribarme después.
11 (12) Mis días pasan como una sombra;
me voy marchitando como la hierba.
12 (13) Pero tú, Señor, reinas por siempre;
¡tu nombre será siempre recordado!

13 (14) Levántate, compadécete de Sión,
pues ya se cumplió el tiempo;
¡ya es hora de que la perdones!
14 (15) Tus siervos aman sus piedras;
sienten dolor por sus ruinas.

15 (16) Todas las naciones y reyes de la tierra
honrarán el nombre glorioso del Señor
16 (17) cuando él reconstruya a Sión
y aparezca en su gloria,
17 (18) cuando atienda a la oración del desamparado
y no desoiga sus ruegos.
18 (19) Que esto quede escrito
para las generaciones futuras,
para que alaben al Señor
los que aún han de nacer.

19 (20) El Señor miró la tierra desde el cielo,
desde su santa altura,
20 (21) para atender los lamentos de los prisioneros
y libertar a los condenados a muerte;
21 (22) para que en Sión, en Jerusalén,
se proclame y se alabe el nombre del Señor
22 (23) cuando gentes de todas las naciones
se reúnan para adorarlo.

23 (24) Él me ha quitado fuerzas a medio camino;
ha hecho más corta mi vida.
24 (25) Yo le digo: «Dios mío,
no me lleves en la mitad de mi vida.»

¡Tus años no tienen fin!
25 (26) Afirmaste la tierra desde el principio;
tú mismo hiciste el cielo.
26 (27) Todo ello dejará de existir,
pero tú permaneces firme.
Todo ello se gastará, como la ropa;
¡tú lo cambiarás y quedará cambiado,
como quien se cambia de ropa!
27 (28) Pero tú eres el mismo;
tus años nunca terminarán.
28 (29) Darás seguridad a los descendientes de tus siervos;
en tu presencia misma los establecerás.

(A)Cántico de los peregrinos.

132 Señor, acuérdate de David
    y de todas sus penurias.

Acuérdate de sus juramentos al Señor,
    de sus promesas al Poderoso de Jacob:
«No entraré a mi casa
    ni iré a mi cama;
no me permitiré cerrar los ojos,
    ni siquiera el menor pestañeo,
antes de hallar un lugar para el Señor,
    una morada para el Poderoso de Jacob».

En Efrata oímos hablar del arca;[a]
    dimos con ella en los campos de Yagar:[b]
«Vayamos hasta su morada;
    postrémonos ante el estrado de sus pies».
Levántate, Señor; ven a tu lugar de reposo,
    tú y tu arca poderosa.
¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes!
    ¡Que tus fieles canten jubilosos!

10 Por amor a David, tu siervo,
    no des la espalda a[c] tu ungido.

11 El Señor ha hecho a David
    un firme juramento que no revocará:
«A uno de tus propios descendientes
    lo pondré en tu trono.
12 Si tus hijos cumplen con mi pacto
    y con los mandatos que les enseñaré,
también sus descendientes
    te sucederán en el trono para siempre».

13 El Señor ha escogido a Sión;
    su deseo es hacer de este monte su morada:
14 «Este será para siempre mi lugar de reposo;
    aquí pondré mi trono, porque así lo deseo.
15 Bendeciré con creces sus provisiones,
    y saciaré de pan a sus pobres.
16 Revestiré de salvación a sus sacerdotes
    y jubilosos cantarán sus fieles.

17 »Aquí haré renacer el poder[d] de David
    y encenderé la lámpara de mi ungido.
18 A sus enemigos los cubriré de vergüenza,
    pero él lucirá su corona esplendorosa».

Footnotes

  1. 132:6 del arca. Lit. de ella; véase 1S 7:1.
  2. 132:6 Yagar. Es decir, Quiriat Yearín.
  3. 132:10 no des la espalda a. Lit. no vuelvas el rostro de.
  4. 132:17 poder. Lit. cuerno.

Plegaria por el santuario

Cántico de ascenso gradual[a].

132 Acuérdate, Señor, de David,
de toda su aflicción(A);
de cómo juró al Señor,
y prometió al Poderoso de Jacob(B):
Ciertamente no entraré en[b] mi casa(C),
ni en mi lecho me acostaré[c];
no daré sueño a mis ojos,
ni a mis párpados adormecimiento(D),
hasta que halle un lugar para el Señor(E),
una morada[d] para el Poderoso de Jacob(F).

He aquí, oímos de ella en Efrata(G);
la hallamos en los campos de Jaar[e](H).
Entremos a sus moradas(I);
postrémonos(J) ante el estrado de sus pies(K).
Levántate(L), Señor, al lugar de tu reposo(M);
tú y el arca de tu poder(N).
Vístanse de justicia tus sacerdotes(O);
y canten con gozo tus santos(P).

10 Por amor a David tu siervo,
no hagas volver el rostro de tu ungido(Q).
11 El Señor ha jurado a David(R)
una verdad de la cual no se retractará:
De tu descendencia[f] pondré sobre tu trono(S).
12 Si tus hijos guardan mi pacto,
y mi testimonio que les enseñaré,
sus hijos también ocuparán[g] tu trono para siempre(T).

13 Porque el Señor ha escogido a Sión(U);
la quiso para su habitación(V).
14 Este es mi lugar de reposo para siempre(W);
aquí habitaré(X), porque la he deseado.
15 Su provisión bendeciré en abundancia(Y);
de pan saciaré a sus pobres(Z).
16 A sus sacerdotes también vestiré de salvación,
y sus santos darán voces de júbilo(AA).
17 Allí haré surgir el poder[h] de David(AB);
he preparado una lámpara para mi ungido(AC).
18 A sus enemigos cubriré de vergüenza(AD),
mas sobre él resplandecerá su corona(AE).

Footnotes

  1. Salmos 132:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
  2. Salmos 132:3 Lit., en la tienda de
  3. Salmos 132:3 Lit., ni subiré al lecho de mi reposo
  4. Salmos 132:5 Lit., moradas
  5. Salmos 132:6 O, del bosque
  6. Salmos 132:11 Lit., Del fruto de tu cuerpo
  7. Salmos 132:12 Lit., se sentarán sobre
  8. Salmos 132:17 Lit., cuerno

Plegaria por el santuario

Cántico de ascenso gradual.

132 Acuérdate, Señor, de David,
De toda su aflicción(A);
De cómo juró al Señor,
Y prometió al Poderoso de Jacob(B):
«Ciertamente no entraré en mi casa(C),
Ni en mi lecho me acostaré;
No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento(D),
Hasta que halle un lugar para el Señor(E),
Una morada para el Poderoso de Jacob(F)».

Oímos de ella en Efrata(G);
La hallamos en los campos de Jaar(H).
Entremos a Sus moradas(I);
Postrémonos(J) ante el estrado de Sus pies(K).
Levántate(L), Señor, al lugar de Tu reposo(M);
Tú y el arca de Tu poder(N).
Vístanse de justicia Sus sacerdotes(O);
Y canten con gozo Sus santos(P).

10 Por amor a David Su siervo,
No hagas volver el rostro de Su ungido(Q).
11 El Señor ha jurado a David(R)
Una verdad de la cual no se retractará:
«De tu descendencia pondré sobre tu trono(S).
12 Si tus hijos guardan Mi pacto,
Y Mi testimonio que les enseñaré,
Sus hijos también ocuparán tu trono para siempre(T)».

13 Porque el Señor ha escogido a Sión(U);
La quiso para Su habitación(V).
14 «Este es Mi lugar de reposo para siempre(W);
Aquí habitaré(X), porque la he deseado.
15 Su provisión bendeciré en abundancia(Y);
De pan saciaré a sus pobres(Z).
16 A sus sacerdotes también vestiré de salvación,
Y sus santos darán voces de júbilo(AA).
17 Allí haré surgir el poder de David(AB);
He preparado una lámpara para Mi ungido(AC).
18 A sus enemigos cubriré de vergüenza(AD),
Pero sobre él resplandecerá su corona(AE)».

Plegaria por bendición sobre el santuario

Cántico gradual.

132 Acuérdate, oh Jehová, de David,

Y de toda su aflicción;

De cómo juró a Jehová,

Y prometió al Fuerte de Jacob:

No entraré en la morada de mi casa,

Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

No daré sueño a mis ojos,

Ni a mis párpados adormecimiento,

Hasta que halle lugar para Jehová,

Morada para el Fuerte de Jacob.

He aquí en Efrata lo oímos;

Lo hallamos en los campos del bosque.

Entraremos en su tabernáculo;

Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,

Tú y el arca de tu poder.

Tus sacerdotes se vistan de justicia,

Y se regocijen tus santos.

10 Por amor de David tu siervo

No vuelvas de tu ungido el rostro.(A)

11 En verdad juró Jehová a David,

Y no se retractará de ello:

De tu descendencia pondré sobre tu trono.(B)

12 Si tus hijos guardaren mi pacto,

Y mi testimonio que yo les enseñaré,

Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

13 Porque Jehová ha elegido a Sion;

La quiso por habitación para sí.

14 Este es para siempre el lugar de mi reposo;

Aquí habitaré, porque la he querido.

15 Bendeciré abundantemente su provisión;

A sus pobres saciaré de pan.

16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,

Y sus santos darán voces de júbilo.

17 Allí haré retoñar el poder de David;

He dispuesto lámpara a mi ungido.(C)

18 A sus enemigos vestiré de confusión,

Mas sobre él florecerá su corona.

Las promesas de Dios a David

(1a) Cántico de las subidas.

132 (1b) Acuérdate, Señor, de David
y de todas sus aflicciones;
acuérdate del firme juramento,
que te hizo a ti, el Poderoso de Jacob:
«No me pondré bajo techo
ni me acostaré a descansar,
no cerraré los ojos
ni dormiré un solo instante,
mientras no encuentre casa
para el Señor, el Poderoso de Jacob.»

En Efrata oímos hablar del arca de la alianza,
y la encontramos en los campos de Jáar.
¡Vayamos al santuario del Señor!
¡Arrodillémonos ante el estrado de sus pies!

Levántate, Señor, con tu arca poderosa,
y ven al monte donde has de descansar.
Que tus sacerdotes se revistan de justicia;
que tus fieles griten de alegría.
10 Por consideración a David, tu siervo,
no rechaces al rey que has escogido.

11 El Señor hizo a David un firme juramento,
juramento del que no va a desdecirse:
12 «Pondré en tu trono a uno de tus descendientes.
Si tus hijos cumplen con mi alianza
y con los mandatos que voy a enseñarles,
también los hijos de ellos
ocuparán tu trono para siempre.»

13 ¡El Señor ha escogido el monte Sión!
¡Lo ha elegido para vivir allí!
14 «Éste es el monte donde siempre quiero estar;
en él viviré, porque así me agradó.
15 Bendeciré mucho sus alimentos
y saciaré el hambre de sus pobres.
16 Revestiré de salvación a sus sacerdotes
y haré que griten de alegría los que le son fieles.
17 Allí haré que renazca el poder de David.
Ya he preparado una lámpara
para el rey que he escogido.
18 A sus enemigos los llenaré de vergüenza,
pero a él lo cubriré de esplendor.»