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A tu pueblo, en vez de las tinieblas,
le diste una columna de fuego,
que fue como un sol que los guió
durante su marcha victoriosa
sin causarles ningún daño.

Los egipcios se quedaron sin luz,
porque esclavizaron a tus hijos,
que son los encargados de llevar al mundo
el mensaje maravilloso de tu ley.

El castigo de los egipcios

Los egipcios decidieron matar
a los niños de tu pueblo santo,
y sólo se salvó Moisés,
que fue abandonado en el río Nilo.

Como castigo por tal crimen,
tú les quitaste muchos hijos;
hiciste que todo su ejército
se ahogara en el Mar de los Juncos.

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