Add parallel Print Page Options

Quien se volvía hacia aquella señal, se salvaba,
no en virtud de la señal misma que veía,
sino gracias a ti, salvador de todos.
De ese modo mostraste a nuestros enemigos
que eres tú quien libra de todo mal.
Ellos murieron picados por langostas y mosquitos,
sin hallar un remedio para salvar su vida.
Al fin y al cabo merecían tal castigo.

Read full chapter