Add parallel Print Page Options

Todo esto lo hiciste
para que este país,
que es tu preferido,
fuera habitado por tus hijos.

Dios nuestro,
tú fuiste bondadoso con los cananeos,
los que antes habitaron la tierra prometida;
bien sabías que eran simples seres humanos.

Antes de enviar a tu ejército,
dejaste que los atacaran avispas;
así los castigaste poco a poco.

Dios de Israel,
tú habrías podido derrotar
a esos pueblos malvados
en una sola batalla
del ejército de Israel,
tu pueblo bueno.

También pudiste haberlos destruido
con terribles animales,
o con una sola palabra tuya.

Read full chapter