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16 Así, les enseñaste que,
con lo mismo que pecaban,
tú después los castigarías.

17 Para ti no hubiera sido nada difícil
enviarles cientos de osos y leones feroces.
Pues tú, Dios mío,
creaste el mundo de la nada;
¡tú eres un Dios poderoso!
18 También podrías haber mandado
contra los egipcios,
animales peligrosos y horribles,
que jamás habían visto.
Animales que lanzaran terribles rugidos,
arrojaran fuego y humo,
y echaran chispas por los ojos.

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