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Entonces Booz dijo a Rut:

—Oye, hija mía, no te vayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedarás aquí junto a mis criadas. Mira bien el campo que sieguen y síguelas; pues he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados.

10 Entonces ella, bajando su rostro, se postró en tierra y le dijo:

—¿Por qué he hallado gracia a tus ojos para que me favorezcas siendo yo extranjera?

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