Los débiles en la fe

14 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. ² Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres.

³ Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Dios juzgará a los pecadores en la venida de Cristo

³ Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;

¹⁷ Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

²² Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. ²³ Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

¹³ Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

²⁰ ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?

²³ Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.