Romanos 12-15

La Biblia de las Américas

Actitud consecuente del creyente

12 Por consiguiente, hermanos, os ruego^(A) por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo^(B), aceptable^[a] a Dios, que es vuestro culto racional. ² Y no os adaptéis^[b] a este mundo^[c](C), sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente^(D), para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable^[d] y perfecto^(E).

Nuestros deberes cristianos

³ Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada^(F), digo a cada uno de^[e] vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar^(G), sino que piense con buen juicio^[f], según la medida de fe^(H) que Dios ha distribuido a cada uno. ⁴ Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función^(I), ⁵ así nosotros, que somos muchos^(J), somos un cuerpo en Cristo^(K) e individualmente miembros los unos de los otros. ⁶ Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada^(L), usémoslos: si el de profecía^(M), úsese en proporción a la fe; ⁷ si el de servicio^(N), en servir^[g]; o el que enseña^(O), en la enseñanza; ⁸ el que exhorta, en la exhortación^(P); el que da, con liberalidad^[h](Q); el que dirige^[i](R), con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría^(S).

⁹ El amor sea sin hipocresía^(T); aborreciendo lo malo, aplicándoos^[j] a lo bueno^(U). ¹⁰ Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal^(V); con honra^(W), daos preferencia unos a otros; ¹¹ no seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu^(X), sirviendo al Señor^(Y), ¹² gozándoos en la esperanza^(Z), perseverando en el sufrimiento^(AA), dedicados a la oración^(AB), ¹³ contribuyendo para las necesidades de los santos^(AC), practicando^[k] la hospitalidad^(AD). ¹⁴ Bendecid a los que os^[l] persiguen^(AE); bendecid, y no maldigáis. ¹⁵ Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran^(AF). ¹⁶ Tened el mismo sentir^[m](AG) unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes^[n](AH). No seáis sabios en vuestra propia opinión^(AI). ¹⁷ Nunca paguéis a nadie mal por mal^(AJ). Respetad^[o] lo bueno delante de todos los hombres^(AK). ¹⁸ Si es posible, en cuanto de vosotros dependa^(AL), estad en paz con todos los hombres^(AM). ¹⁹ Amados, nunca os venguéis^(AN) vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mia es la venganza, yo pagare, dice el Señor^(AO). ²⁰ Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza^(AP). ²¹ No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.

Actitud hacia las autoridades

13 Sométase toda persona^[p](AQ) a las autoridades que gobiernan^(AR); porque no hay autoridad^(AS) sino de^[q] Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. ² Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. ³ Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta^[r], sino para el que hace el mal^[s]. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella^(AT), ⁴ pues es para ti un ministro^[t] de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador^(AU) que castiga^[u] al que practica lo malo. ⁵ Por tanto, es necesario someterse, no solo por razón del castigo^[v], sino también por causa de la conciencia^(AV). ⁶ Pues por esto también pagáis impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto. ⁷ Pagad a todos lo que debáis^(AW): al que impuesto^(AX), impuesto; al que tributo^(AY), tributo; al que temor, temor; al que honor, honor.

El amor, cumplimiento de la ley

⁸ No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo^[w], ha cumplido la ley^(AZ). ⁹ Porque esto: No cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no codiciarás^(BA), y cualquier^[x] otro mandamiento, en estas palabras se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo^(BB). ¹⁰ El amor no hace mal^[y] al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley^(BC).

Se acerca el amanecer

¹¹ Y haced todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora^(BD) de despertaros del sueño^(BE); porque ahora la salvación está más cerca de nosotros^[z] que cuando creímos. ¹² La noche está muy avanzada^(BF), y el día está cerca^(BG). Por tanto, desechemos^[aa] las obras de las tinieblas^(BH) y vistámonos con las armas de la luz^(BI). ¹³ Andemos decentemente^(BJ), como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias^(BK); ¹⁴ antes bien, vestíos del Señor Jesucristo^(BL), y no penséis en proveer para las lujurias de la carne^(BM).

Principios que rigen problemas de conciencia

14 Aceptad ^(BN) al que es débil en la fe^(BO), pero no para juzgar sus opiniones. ² Uno tiene fe en que puede comer de todo^(BP), pero el que es débil^(BQ) solo come legumbres. ³ El que come no menosprecie al que no come^(BR), y el que no come no juzgue^(BS) al que come, porque Dios lo ha aceptado^(BT). ⁴ ¿Quién eres tú para juzgar al criado^[ab] de otro^(BU)? Para su propio amo^[ac] está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. ⁵ Uno juzga que un día es superior a otro^(BV), otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir^[ad](BW). ⁶ El que guarda cierto^[ae] día, para el Señor lo guarda; y el que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios^(BX); y el que no come, para el Señor se abstiene^[af], y da gracias a Dios. ⁷ Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo^(BY); ⁸ pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos^(BZ), del Señor somos. ⁹ Porque para esto Cristo murió y resucitó^[ag](CA), para ser Señor^(CB) tanto de los muertos como de los vivos. ¹⁰ Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué menosprecias^(CC) a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Dios^[ah](CD). ¹¹ Porque está escrito:

¹² De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo^(CF).

¹³ Por consiguiente, ya no nos juzguemos^(CG) los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano^(CH). ¹⁴ Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, de que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que estima que algo es inmundo, para él lo es^(CI). ¹⁵ Porque si por causa de la comida tu hermano se entristece, ya no andas conforme al amor^(CJ). No destruyas con tu comida a aquel por quien Cristo murió^(CK). ¹⁶ Por tanto, no permitáis que se hable mal de^[aj] lo que para vosotros es bueno^(CL). ¹⁷ Porque el reino de Dios no es comida ni bebida^(CM), sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo^(CN). ¹⁸ Porque el que de esta manera sirve a Cristo^(CO), es aceptable a Dios y aprobado por los hombres^(CP). ¹⁹ Así que procuremos lo que contribuye a la paz^(CQ) y a la edificación mutua^(CR). ²⁰ No destruyas la obra de Dios por causa de la comida^(CS). En realidad, todas las cosas son limpias^(CT), pero son malas para el hombre que escandaliza^[ak] a otro al comer^(CU). ²¹ Es mejor^[al] no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada en que tu hermano tropiece^[am](CV). ²² La fe que tú tienes, tenla conforme a tu propia convicción^[an] delante de Dios. Dichoso el que no se condena a sí mismo^(CW) en lo que aprueba. ²³ Pero el que duda^(CX), si come se condena, porque no lo hace por fe; y todo lo que no procede de fe, es pecado.

15 Así que, nosotros los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles^(CY) y no agradarnos a nosotros mismos. ² Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación^[ao](CZ). ³ Pues ni aun Cristo se agradó a sí mismo^(DA); antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te injuriaban cayeron sobre mi^(DB). ⁴ Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió^(DC), a fin de que por medio de la paciencia^[ap] y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza. ⁵ Y que el Dios de la paciencia^[aq] y del consuelo^(DD) os conceda tener el mismo sentir los unos para con los otros^(DE) conforme a Cristo Jesús, ⁶ para que unánimes, a una voz^[ar], glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo^(DF).

El evangelio a los gentiles

⁷ Por tanto, aceptaos los unos a los otros^(DG), como también Cristo nos^[as] aceptó para gloria de Dios. ⁸ Pues os digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión^(DH) para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres^(DI), ⁹ y para que los gentiles^(DJ) glorifiquen a Dios^(DK) por su misericordia; como está escrito:

¹⁰ Y vuelve a decir:

¹¹ Y de nuevo:

¹² Y a su vez, Isaías dice:

¹³ Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz^(DQ) en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo^(DR).

¹⁴ En cuanto a vosotros, hermanos míos, yo mismo estoy también convencido de que vosotros estáis llenos de bondad^(DS), llenos de todo conocimiento^(DT) y capaces también de amonestaros los unos a los otros. ¹⁵ Pero os he escrito con atrevimiento sobre algunas cosas^[au], para así hacer que las recordéis otra vez, por la gracia que me fue dada por Dios^(DU), ¹⁶ para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles^(DV), ministrando a manera de sacerdote^[av] el evangelio de Dios^(DW), a fin de que la ofrenda que hago de los gentiles sea aceptable^(DX), santificada por el Espíritu Santo. ¹⁷ Por tanto, en Cristo Jesús he hallado razón para gloriarme^(DY) en las cosas que se refieren a Dios^(DZ). ¹⁸ Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho^[aw] por medio de mí^(EA) para la obediencia de los gentiles, en palabra y en obra, ¹⁹ con el poder de señales^[ax] y prodigios^(EB), en el poder del Espíritu^(EC) de Dios; de manera que desde Jerusalén^(ED) y por los alrededores hasta el Ilírico^(EE) he predicado en toda su plenitud^[ay] el evangelio de Cristo. ²⁰ De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio^(EF), no donde Cristo ya era conocido^[az], para no edificar sobre el fundamento de otro^(EG); ²¹ sino como está escrito:

Anhelo de Pablo de visitar Roma

²² Por esta razón muchas veces me he visto impedido de ir a vosotros^(EI), ²³ pero ahora, no quedando ya^[ba] más lugares^[bb] para mí en estas regiones, y puesto que por muchos años he tenido un gran deseo de ir a vosotros^(EJ), ²⁴ cuando vaya a España^(EK) iré a vosotros. Porque espero veros al pasar y que me ayudéis a continuar hacia allá^(EL), después de que haya disfrutado un poco^[bc] de vuestra compañía^(EM). ²⁵ Pero ahora voy a Jerusalén^(EN) para el servicio de los santos^(EO), ²⁶ pues Macedonia^(EP) y Acaya^(EQ) han tenido a bien hacer una colecta para los pobres de entre los santos que están en Jerusalén. ²⁷ Sí, tuvieron a bien hacerlo, y a la verdad que están en deuda con ellos. Porque si los gentiles han participado de sus bienes espirituales, también están obligados a servir a los santos^[bd] en los bienes materiales^(ER). ²⁸ Así que cuando haya cumplido esto y les haya entregado esta ofrenda^[be](ES), iré a España llegando de paso a veros^(ET). ²⁹ Y sé que cuando vaya a vosotros^(EU), iré en la plenitud de la bendición de Cristo.

³⁰ Os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu^(EV), que os esforcéis juntamente conmigo en vuestras oraciones a Dios por mí^(EW), ³¹ para que sea librado^(EX) de los que son desobedientes^[bf] en Judea, y que mi servicio a Jerusalén^(EY) sea aceptable a los santos^(EZ), ³² y para que con gozo llegue a vosotros^(FA) por la voluntad de Dios^(FB), y encuentre confortante reposo con vosotros. ³³ El Dios de paz sea con todos vosotros^(FC). Amén.