Muertos al pecado

¿Qué diremos, entonces(A)? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde(B)? ¡De ningún modo(C)! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él(D)? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados(E) en Cristo Jesús(F), hemos sido bautizados en su muerte? Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos(G) por la gloria del Padre(H), así también nosotros andemos en novedad de vida(I). Porque si hemos sido unidos[a] a Él en la semejanza[b] de su muerte(J), ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre(K) fue crucificado con Él(L), para que nuestro cuerpo de pecado(M) fuera destruido[c], a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado[d] del pecado(N). Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él(O), sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos(P), no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre Él(Q). 10 Porque en cuanto Él murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios. 11 Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús[e](R).

Siervos, no del pecado, sino de la justicia

12 Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal(S) para que no obedezcáis sus lujurias; 13 ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo[f](T) al pecado como instrumentos[g] de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos[h] de justicia(U). 14 Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros(V), pues no estáis bajo la ley(W) sino bajo la gracia(X).

Libertados del pecado

15 ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia(Y)? ¡De ningún modo(Z)! 16 ¿No sabéis(AA) que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle[i], sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado(AB) para muerte(AC), o de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios(AD), que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis[j] obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados(AE); 18 y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia(AF). 19 Hablo en términos humanos(AG), por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia(AH), para santificación. 20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres en cuanto a la justicia(AI). 21 ¿Qué fruto teníais entonces en[k] aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de esas cosas es muerte(AJ). 22 Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado(AK) y hechos siervos de Dios(AL), tenéis por vuestro fruto(AM) la santificación, y como resultado la vida eterna(AN). 23 Porque la paga del pecado es muerte(AO), pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro(AP).

Analogía tomada del matrimonio

¿Acaso ignoráis, hermanos(AQ) (pues hablo a los que conocen la ley), que la ley tiene jurisdicción sobre una persona mientras vive? Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido(AR). Así que, mientras vive su marido, será llamada adúltera si ella se une a otro hombre; pero si su marido muere, está libre de la ley, de modo que no es adúltera aunque se una a otro hombre. Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley(AS) por medio del cuerpo de Cristo(AT), para que seáis unidos a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne(AU), las pasiones pecaminosas despertadas por la ley(AV), actuaban en los miembros de nuestro cuerpo[l] a fin de llevar fruto para muerte(AW). Pero ahora hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba(AX), de modo que sirvamos en la novedad(AY) del Espíritu[m] y no en el arcaísmo de la letra(AZ).

¿Qué diremos(BA) entonces? ¿Es pecado la ley? ¡De ningún modo(BB)! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley(BC); porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia[n], si la ley no hubiera dicho: No codiciaras(BD). Pero el pecado, aprovechándose del[o] mandamiento(BE), produjo en mí toda clase de codicia[p]; porque aparte de la ley el pecado está muerto(BF). Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; 10 y este mandamiento, que era para vida(BG), a mí me resultó para muerte; 11 porque el pecado, aprovechándose del[q] mandamiento(BH), me engañó(BI), y por medio de él me mató. 12 Así que la ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno(BJ). 13 ¿Entonces lo que es bueno vino a ser causa de muerte para mí? ¡De ningún modo(BK)! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno, para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es espiritual(BL), pero yo soy carnal[r](BM), vendido a la esclavitud del pecado[s](BN). 15 Porque lo que hago, no lo entiendo(BO); porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que aborrezco, eso hago(BP). 16 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la ley, reconociendo que es buena(BQ). 17 Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí(BR). 18 Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne(BS), no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. 19 Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico(BT). 20 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí(BU). 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí(BV). 22 Porque en el[t] hombre interior(BW) me deleito con la ley de Dios, 23 pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo[u] que hace guerra(BX) contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de[v] la ley del pecado que está en mis miembros(BY). 24 ¡Miserable de mí[w]! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte[x](BZ)? 25 Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro(CA). Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado(CB).

No hay condenación para los que creen

Por consiguiente, no hay ahora condenación(CC) para los que están en Cristo Jesús[y](CD), los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús(CE) te[z] ha libertado[aa] de la ley del pecado y de la muerte(CF). Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne(CG), Dios lo hizo(CH): enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne(CI), para que el requisito de la ley(CJ) se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu(CK). Porque los que viven[ab] conforme a la carne(CL), ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu(CM). Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz(CN); ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios(CO), porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, y los que están en la carne(CP) no pueden agradar a Dios.

Viviendo según el Espíritu

Sin embargo, vosotros no estáis en la carne(CQ) sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros(CR). Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él(CS). 10 Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo[ac] a causa de la justicia(CT). 11 Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros(CU), el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de[ad] su Espíritu que habita en vosotros(CV).

12 Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, 13 porque si vivís conforme a la carne, habréis de[ae] morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne[af](CW), viviréis(CX). 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios(CY), los tales son hijos de Dios(CZ). 15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor[ag](DA), sino que habéis recibido un espíritu[ah] de adopción(DB) como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre(DC)! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu(DD) de que somos hijos de Dios(DE), 17 y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo(DF), si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él(DG).

La gloria futura

18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada(DH). 19 Porque el anhelo profundo(DI) de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios(DJ). 20 Porque la creación fue sometida a vanidad(DK), no de su propia voluntad, sino por causa de aquel(DL) que la sometió, en la esperanza 21 de que la creación[ai] misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios(DM). 22 Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre(DN) dolores de parto hasta ahora. 23 Y no solo ella(DO), sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu(DP), aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente(DQ) la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo(DR). 24 Porque en esperanza hemos sido salvos(DS), pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?[aj](DT) 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia[ak] lo aguardamos(DU).

Victoriosos en Cristo

26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos(DV), pero el Espíritu mismo intercede por nosotros(DW) con gemidos indecibles; 27 y aquel que escudriña los corazones(DX) sabe cuál es el sentir[al] del Espíritu(DY), porque Él intercede por los santos(DZ) conforme a la voluntad de Dios. 28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas(EA) cooperan para bien[am], esto es, para los que son llamados(EB) conforme a su propósito. 29 Porque a los que de antemano conoció(EC), también los predestinó(ED) a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo(EE), para que Él sea el primogénito(EF) entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó(EG), a esos también llamó(EH); y a los que llamó, a esos también justificó(EI); y a los que justificó, a esos también glorificó(EJ).

31 Entonces, ¿qué diremos(EK) a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros(EL)? 32 El que no eximió ni a su propio Hijo(EM), sino que lo entregó por todos nosotros(EN), ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios(EO)? Dios es el que justifica(EP). 34 ¿Quién es el que condena(EQ)? Cristo Jesús es el que murió(ER), sí, más aún, el que resucitó[an](ES), el que además está a la diestra de Dios(ET), el que también intercede por nosotros(EU). 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo[ao](EV)? ¿Tribulación, o angustia(EW), o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada(EX)? 36 Tal como está escrito:

Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día;
somos considerados como ovejas para el matadero(EY).

37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó(EZ). 38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida(FA), ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes[ap](FB), 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios(FC) que es en Cristo Jesús Señor nuestro(FD).

La elección de Israel

Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia(FE) en el Espíritu Santo, de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque desearía[aq] yo mismo ser anatema[ar](FF), separado de Cristo(FG) por amor a mis hermanos, mis parientes[as] según la carne(FH), que son israelitas(FI), a quienes pertenece la adopción como hijos(FJ), y la gloria(FK), los pactos(FL), la promulgación de la ley(FM), el culto(FN) y las promesas(FO), de quienes son los patriarcas(FP), y de quienes, según la carne, procede el Cristo[at](FQ), el cual está sobre todas las cosas(FR), Dios(FS) bendito por los siglos(FT). Amén.

Pero no es que la palabra de Dios haya fallado(FU). Porque no todos los descendientes de Israel son Israel(FV); ni son todos hijos por ser descendientes[au] de Abraham(FW), sino que por Isaac será llamada tu descendencia[av](FX). Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios(FY), sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes[aw](FZ). Porque esta es una palabra de promesa: Por este tiempo volveré, y Sara tendrá un hijo(GA). 10 Y no solo esto(GB), sino que también Rebeca, cuando concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac(GC) 11 (porque cuando aún los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama(GD)), 12 se le dijo a ella: El mayor servirá al menor(GE). 13 Tal como está escrito: A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí(GF).

Dios no es injusto

14 ¿Qué diremos entonces(GG)? ¿Que hay injusticia en Dios(GH)? ¡De ningún modo(GI)! 15 Porque Él dice a Moisés: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión(GJ). 16 Así que no depende del que quiere ni del que corre(GK), sino de Dios que tiene misericordia(GL). 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para demostrar mi poder en ti, y para que mi nombre sea proclamado por[ax] toda la tierra(GM). 18 Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece(GN).

19 Me dirás entonces(GO): ¿Por qué, pues, todavía reprocha[ay] Dios(GP)? Porque ¿quién resiste a su voluntad(GQ)? 20 Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios(GR)? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así(GS)? 21 ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honorable[az] y otro para uso ordinario[ba]? 22 ¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia(GT) a los vasos de ira preparados para destrucción(GU)? 23 Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria(GV) sobre los vasos de misericordia(GW), que de antemano Él preparó para gloria(GX), 24 es decir, nosotros, a quienes también llamó(GY), no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles(GZ). 25 Como también dice en Oseas:

A los que no eran mi pueblo, llamaré: «pueblo mío»,
y a la que no era amada: «amada mía(HA)».
26 Y acontecerá que en el lugar donde les fue dicho: «Vosotros no sois mi pueblo»,
allí serán llamados hijos del Dios viviente(HB).

27 Isaías también exclama en cuanto a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, solo el remanente(HC) será salvo(HD); 28 porque el Señor ejecutará su palabra sobre la tierra cabalmente[bb] y con brevedad[bc](HE). 29 Y como Isaías predijo:

Si el Señor de los ejércitos(HF) no nos hubiera dejado descendencia[bd],
hubiéramos llegado a ser como Sodoma, y hechos semejantes a Gomorra(HG).

Razón del tropiezo de Israel

30 ¿Qué diremos entonces(HH)? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, alcanzaron justicia, es decir, la justicia que es por[be] fe(HI); 31 pero Israel, que iba tras una ley de justicia(HJ), no alcanzó esa ley(HK). 32 ¿Por qué? Porque no iban tras ella por[bf] fe, sino como por[bg] obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo(HL), 33 tal como está escrito:

He aquí, pongo en Sión una piedra de tropiezo y roca de escandalo(HM);
y el que crea en Él no será avergonzado(HN).

10 Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos[bh] es para su salvación. Porque yo testifico a su favor de que tienen celo de Dios(HO), pero no conforme a un pleno conocimiento. Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia(HP), no se sometieron a la justicia de Dios(HQ). Porque Cristo es el fin[bi] de la ley para justicia a todo aquel que cree(HR).

Cómo ser salvo

Porque Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella(HS). Pero la justicia que es de la fe(HT), dice así: No digas en tu corazón: «¿Quién subirá al cielo(HU)?» (esto es, para hacer bajar a Cristo), o «¿Quién descenderá al abismo(HV)?» (esto es, para subir a Cristo de entre los muertos(HW)). Mas, ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón(HX), es decir, la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor(HY), y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo(HZ); 10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. 11 Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado(IA). 12 Porque no hay distinción entre judío y griego(IB), pues el mismo Señor es Señor de todos(IC), abundando en riquezas para todos los que le invocan; 13 porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo(ID). 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de[bj] quien no han oído(IE)? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique(IF)? 15 ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies[bk] de los que anuncian el evangelio del bien[bl](IG)!

Israel rechaza el evangelio

16 Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelio(IH), porque Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio(II)? 17 Así que la fe viene del oír(IJ), y el oír, por la palabra de Cristo[bm](IK). 18 Pero yo digo, ¿acaso nunca han oído? Ciertamente que sí:

Por toda la tierra ha salido su voz,
y hasta los confines del mundo[bn] sus palabras(IL).

19 Y añado[bo]: ¿Acaso Israel no sabía? En primer lugar, Moisés dice:

Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo;
con un pueblo sin entendimiento os provocaré a ira(IM).

20 E Isaías es muy osado, y dice:

Fui hallado por los que no me buscaban;
me manifesté[bp] a los que no preguntaban por mí(IN).

21 Pero en cuanto a Israel, dice: Todo el día he extendido mis manos a un pueblo desobediente y rebelde(IO).

Footnotes

  1. Romanos 6:5 O, injertados
  2. Romanos 6:5 O, unidos con la semejanza
  3. Romanos 6:6 O, reducido a la impotencia
  4. Romanos 6:7 O, exonerado
  5. Romanos 6:11 Algunos mss. agregan: nuestro Señor
  6. Romanos 6:13 Lit., vuestros miembros
  7. Romanos 6:13 O, armas
  8. Romanos 6:13 O, armas
  9. Romanos 6:16 Lit., para obediencia
  10. Romanos 6:17 Lit., pero os hicisteis
  11. Romanos 6:21 O, de
  12. Romanos 7:5 Lit., en nuestros miembros
  13. Romanos 7:6 O, espíritu
  14. Romanos 7:7 O, lujuria
  15. Romanos 7:8 O, tomando ocasión mediante el
  16. Romanos 7:8 O, lujuria
  17. Romanos 7:11 O, tomando ocasión mediante el
  18. Romanos 7:14 O, de la carne
  19. Romanos 7:14 Lit., vendido bajo pecado
  20. Romanos 7:22 O, conforme al
  21. Romanos 7:23 Lit., en mis miembros
  22. Romanos 7:23 Lit., en
  23. Romanos 7:24 Lit., Hombre miserable yo soy
  24. Romanos 7:24 O, del cuerpo de esta muerte
  25. Romanos 8:1 Muchos mss. antiguos no incluyen el resto del vers.
  26. Romanos 8:2 Algunos mss. antiguos dicen: me
  27. Romanos 8:2 O, te ha libertado en Cristo Jesús
  28. Romanos 8:5 Lit., son
  29. Romanos 8:10 Lit., es vida
  30. Romanos 8:11 Algunos mss. antiguos dicen: por causa de
  31. Romanos 8:13 O, estáis a punto de
  32. Romanos 8:13 Lit., del cuerpo
  33. Romanos 8:15 Lit., otra vez para temor
  34. Romanos 8:15 O, el Espíritu
  35. Romanos 8:21 Algunos mss. antiguos dicen: en esperanza; porque la creación
  36. Romanos 8:24 Algunos mss. antiguos dicen: ¿quién espera lo que ve?
  37. Romanos 8:25 O, perseverancia
  38. Romanos 8:27 O, la mente
  39. Romanos 8:28 Algunos mss. antiguos dicen: Dios hace que todas las cosas cooperen para bien
  40. Romanos 8:34 Algunos mss. antiguos agregan: de entre los muertos
  41. Romanos 8:35 Algunos mss. antiguos dicen: Dios
  42. Romanos 8:38 O, potestades; i.e., poderes espirituales
  43. Romanos 9:3 Lit., oraría
  44. Romanos 9:3 I.e., maldito
  45. Romanos 9:3 O, los de mi raza
  46. Romanos 9:5 I.e., el Mesías
  47. Romanos 9:7 Lit., simiente
  48. Romanos 9:7 Lit., simiente
  49. Romanos 9:8 Lit., simiente
  50. Romanos 9:17 Lit., en
  51. Romanos 9:19 O, halla faltas
  52. Romanos 9:21 Lit., para honra
  53. Romanos 9:21 Lit., para deshonra
  54. Romanos 9:28 Lit., terminándola
  55. Romanos 9:28 Lit., abreviándola
  56. Romanos 9:29 Lit., simiente
  57. Romanos 9:30 Lit., de
  58. Romanos 9:32 Lit., de
  59. Romanos 9:32 Lit., de
  60. Romanos 10:1 Algunos mss. posteriores dicen: Israel
  61. Romanos 10:4 O, la meta, o, el objetivo
  62. Romanos 10:14 O, a
  63. Romanos 10:15 Algunos mss. agregan: de los que anuncian la paz
  64. Romanos 10:15 O, de cosas buenas
  65. Romanos 10:17 Algunos mss. dicen: Dios
  66. Romanos 10:18 I.e., la tierra habitada
  67. Romanos 10:19 Lit., Pero digo
  68. Romanos 10:20 Lit., me hice manifiesto

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