Add parallel Print Page Options

David se refirió a esto al describir la alegría de la persona a quien Dios declara inocente sin haber hecho nada para merecerlo.

«Dichosos», dijo, «aquellos cuyos pecados han sido perdonados y olvidados.

Sí, dichosa la persona a quien el Señor no le toma en cuenta los pecados».

Read full chapter