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19 Ahora bien, es sabido que todo lo que dice la ley, se lo dice a quienes están bajo su yugo. Nadie, por tanto, tendrá derecho a hablar y el mundo entero ha de reconocerse culpable ante Dios. 20 A nadie, en efecto, restablecerá Dios en su amistad por la observancia de la ley, pues la misión de la ley es hacernos conscientes del pecado.

La fe como fuente de salvación

21 Pero ahora, la fuerza salvadora de Dios de la que dan testimonio la Ley y los Profetas, se ha manifestado con independencia de la ley. 22 Fuerza salvadora de Dios que alcanza a todos los creyentes por medio de la fe en Jesucristo. A todos sin distinción, 23 puesto que todos pecaron y todos están privados de la gloria divina. 24 Pero Dios, por su benevolencia, los restablece en su amistad de forma gratuita mediante la liberación realizada por Jesucristo, 25 a quien Dios ha hecho, para quienes creen en su muerte, instrumento de perdón. Así, cuando perdonó los pecados cometidos en el pasado, puso de manifiesto su fuerza salvadora,

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19 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle y quede convicto delante de Dios. 20 Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.

La justicia mediante la fe

21 Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. 22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24 pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.[a] 25 Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación[b] que se recibe por la fe en su sangre, para demostrar así su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados;

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Footnotes

  1. 3:24 redención … efectuó. Lit. redención en Cristo Jesús.
  2. 3:25 un sacrificio de expiación. Lit. propiciación.

19 Obviamente, la ley se aplica a quienes fue entregada, porque su propósito es evitar que la gente tenga excusas y demostrar que todo el mundo es culpable delante de Dios. 20 Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.

Cristo sufrió nuestro castigo

21 Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas,[a] Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. 22 Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.

23 Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. 24 Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. 25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado,

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Footnotes

  1. 3:21 En griego en la ley y los profetas.

Justificación por medio de la fe

19 Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley(A), lo dice a los que están bajo[a] la ley(B), para que toda boca se calle[b] y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios(C); 20 porque por las obras de la ley[c] ningún ser humano[d] será justificado delante de Él(D); pues por medio de la ley[e] viene el conocimiento del pecado(E).

21 Pero ahora, aparte de la ley[f], la justicia de Dios ha sido manifestada(F), atestiguada por la ley y los profetas(G); 22 es decir, la justicia de Dios por medio de la fe(H) en Jesucristo, para todos los que creen(I); porque no hay distinción(J); 23 por cuanto todos pecaron[g](K) y no alcanzan la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús(L), 25 a quien Dios exhibió públicamente como propiciación[h](M) por su sangre(N) a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios(O) pasó por alto los pecados cometidos anteriormente[i](P),

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Footnotes

  1. Romanos 3:19 Lit., en
  2. Romanos 3:19 Lit., cierre
  3. Romanos 3:20 O, de ley
  4. Romanos 3:20 Lit., ninguna carne
  5. Romanos 3:20 O, por medio de ley
  6. Romanos 3:21 O, de ley
  7. Romanos 3:23 O, han pecado
  8. Romanos 3:25 O, sacrificio propiciatorio
  9. Romanos 3:25 Lit., por causa de haber pasado por alto, en la paciencia de Dios, los pecados previamente cometidos

19 Sabemos que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el mundo se reconozca culpable ante Dios. 20 El cumplimiento de la ley no nos hace inocentes ante Dios; la ley sólo sirve para que reconozcamos que somos pecadores.

La confianza en Jesucristo

21 La Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin necesidad de cumplir la ley. 22 Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son. 23 Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. 24 Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados. 25-26 Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.

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