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17 Al verlo, caí a sus pies como muerto. Pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo; yo soy el primero y el último, 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre. Yo tengo las llaves del reino de la muerte. 19 Escribe lo que has visto: lo que ahora hay y lo que va a haber después. 20 Éste es el secreto de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas representan a los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros representan a las siete iglesias.

El mensaje a Éfeso

»Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso: “Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda en medio de los siete candelabros de oro: Yo sé todo lo que haces; conozco tu duro trabajo y tu constancia, y sé que no puedes soportar a los malos. También sé que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Has sido constante, y has sufrido mucho por mi causa, sin cansarte. Pero tengo una cosa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al principio. Por eso, recuerda de dónde has caído, vuélvete a Dios y haz otra vez lo que hacías al principio. Si no, iré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te vuelvas a Dios. Sin embargo, tienes a tu favor que odias los hechos de los nicolaítas, los cuales yo también odio. ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias! A los que salgan vencedores les daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.”