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Llamado de la Sabiduría

¡Escuchen cuando la Sabiduría llama!
    ¡Oigan cuando el entendimiento alza su voz!
La Sabiduría toma su puesto en las encrucijadas,
    en la cumbre de la colina, junto al camino.
Junto a las puertas de entrada a la ciudad,
    en el camino de ingreso, grita con fuerza:
«¡A ustedes los llamo, a todos ustedes!
    Levanto mi voz a toda persona.
Ustedes, ingenuos, usen el buen juicio.
    Ustedes, necios, muestren un poco de entendimiento.
¡Escúchenme! Tengo cosas importantes que decirles.
    Todo lo que digo es correcto,
pues hablo la verdad
    y detesto toda clase de engaño.
Mi consejo es sano;
    no tiene artimañas ni falsedad.
Mis palabras son obvias para todos los que tienen entendimiento,
    claras para los que poseen conocimiento.
10 Elijan mi instrucción en lugar de la plata
    y el conocimiento antes que el oro puro.
11 Pues la sabiduría es mucho más valiosa que los rubíes.
    Nada de lo que uno pueda desear se compara con ella.

12 »Yo, la Sabiduría, convivo con el buen juicio.
    Sé dónde encontrar conocimiento y discernimiento.
13 Todos los que temen al Señor odiarán la maldad.
    Por eso odio el orgullo y la arrogancia,
    la corrupción y el lenguaje perverso.
14 El sentido común y el éxito me pertenecen.
    La fuerza y la inteligencia son mías.
15 Gracias a mí reinan los reyes
    y los gobernantes dictan decretos justos.
16 Los mandatarios gobiernan con mi ayuda
    y los nobles emiten juicios justos.[a]

17 »Amo a todos los que me aman.
    Los que me buscan, me encontrarán.
18 Tengo riquezas y honor,
    así como justicia y prosperidad duraderas.
19 ¡Mis dones son mejores que el oro, aun el oro más puro;
    mi paga es mejor que la plata refinada!
20 Camino en rectitud,
    por senderos de justicia.
21 Los que me aman heredan riquezas;
    llenaré sus cofres de tesoros.

22 »El Señor me formó desde el comienzo,
    antes de crear cualquier otra cosa.
23 Fui nombrada desde la eternidad,
    en el principio mismo, antes de que existiera la tierra.
24 Nací antes de que los océanos fueran creados,
    antes de que brotara agua de los manantiales.
25 Antes de que se formaran las montañas,
    antes que las colinas, yo nací,
26 antes de que el Señor hiciera la tierra y los campos
    y los primeros puñados de tierra.
27 Estaba presente cuando él estableció los cielos,
    cuando trazó el horizonte sobre los océanos.
28 Estaba ahí cuando colocó las nubes arriba,
    cuando estableció los manantiales en lo profundo de la tierra.
29 Estaba ahí cuando puso límites a los mares,
    para que no se extendieran más allá de sus márgenes.
Y también cuando demarcó los cimientos de la tierra,
30     era la arquitecta a su lado.
Yo era su constante deleite,
    y me alegraba siempre en su presencia.
31 ¡Qué feliz me puse con el mundo que él creó;
    cuánto me alegré con la familia humana!

32 »Y ahora, hijos míos, escúchenme,
    pues todos los que siguen mis caminos son felices.
33 Escuchen mi instrucción y sean sabios;
    no la pasen por alto.
34 ¡Alegres son los que me escuchan,
    y están atentos a mis puertas día tras día,
    y me esperan afuera de mi casa!
35 Pues todo el que me encuentra, halla la vida
    y recibe el favor del Señor.
36 Pero el que no me encuentra se perjudica a sí mismo.
    Todos los que me odian aman la muerte».
La Sabiduría edificó su casa;
    labró sus siete pilares.
Preparó un gran banquete,
    mezcló los vinos y puso la mesa.
Envió a sus sirvientes para que invitaran a todo el mundo.
    Ahora convoca desde el lugar más alto con vista a la ciudad:
«Entren conmigo», clama a los ingenuos.
    Y a quienes les falta buen juicio, les dice:
«Vengan, disfruten mi comida
    y beban el vino que he mezclado.
Dejen atrás sus caminos de ingenuidad y empiecen a vivir;
    aprendan a usar el buen juicio».

El que reprende a un burlón recibirá un insulto a cambio;
    el que corrige al perverso saldrá herido.
Por lo tanto, no te molestes en corregir a los burlones;
    solo ganarás su odio.
En cambio, corrige a los sabios
    y te amarán.
Instruye a los sabios,
    y se volverán aún más sabios.
Enseña a los justos,
    y aprenderán aún más.

10 El temor del Señor es la base de la sabiduría.
    Conocer al Santo da por resultado el buen juicio.

11 La sabiduría multiplicará tus días
    y dará más años a tu vida.
12 Si te haces sabio, serás tú quien se beneficie.
    Si desprecias la sabiduría, serás tú quien sufra.

Llamado de la Necedad

13 La mujer llamada Necedad es una atrevida
    y aunque no se da cuenta es una ignorante.
14 Se sienta a la entrada de su casa,
    en el lugar más alto con vista a la ciudad.
15 Llama a los hombres que pasan por ahí,
    ocupados en sus propios asuntos.
16 «Entren conmigo», les dice a los ingenuos.
    Y a los que les falta buen juicio, les dice:
17 «¡El agua robada es refrescante;
    lo que se come a escondidas es más sabroso!».
18 Pero lo que menos se imaginan es que allí están los muertos.
    Sus invitados están en lo profundo de la tumba.[b]

Proverbios de Salomón

10 Los proverbios de Salomón:

Un hijo sabio trae alegría a su padre;
    un hijo necio trae dolor a su madre.

Las riquezas mal habidas no tienen ningún valor duradero,
    pero vivir debidamente puede salvar tu vida.

El Señor no dejará que el justo pase hambre,
    pero se niega a satisfacer los antojos del perverso.

Los perezosos pronto se empobrecen;
    los que se esfuerzan en su trabajo se hacen ricos.

El joven sabio cosecha en el verano,
    pero el que se duerme durante la siega es una vergüenza.

Los justos se llenan de bendiciones;
    las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.

Tenemos buenos recuerdos de los justos,
    pero el nombre del perverso se pudre.

El sabio con gusto recibe instrucción,
    pero el necio que habla hasta por los codos caerá de narices.

Las personas con integridad caminan seguras,
    pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas.

10 Quien guiña el ojo aprobando la maldad, causa problemas,
    pero una reprensión firme promueve la paz.[c]

11 Las palabras de los justos son como una fuente que da vida;
    las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.

12 El odio provoca peleas,
    pero el amor cubre todas las ofensas.

13 Las palabras sabias provienen de los labios de la gente con entendimiento,
    pero a los que les falta sentido común, serán castigados con vara.

14 Las personas sabias atesoran el conocimiento,
    pero el hablar por hablar del necio invita al desastre.

15 La riqueza del rico es su fortaleza;
    la pobreza del pobre es su ruina.

16 Las ganancias de los justos realzan sus vidas,
    pero la gente malvada derrocha su dinero en el pecado.

17 Los que aceptan la disciplina van por el camino que lleva a la vida,
    pero los que no hacen caso a la corrección se descarriarán.

18 Encubrir el odio te hace un mentiroso;
    difamar a otros te hace un necio.

19 Hablar demasiado conduce al pecado.
    Sé prudente y mantén la boca cerrada.

20 Las palabras del justo son como la plata refinada;
    el corazón del necio no vale nada.

21 Las palabras del justo animan a muchos,
    pero a los necios los destruye su falta de sentido común.

22 La bendición del Señor enriquece a una persona
    y él no añade ninguna tristeza.

23 Al necio le divierte hacer el mal,
    pero al sensato le da placer vivir sabiamente.

24 Los temores del perverso se cumplirán;
    las esperanzas del justo se concederán.

25 Cuando lleguen las tormentas de la vida, arrasarán con los perversos;
    pero los justos tienen un cimiento eterno.

26 Los perezosos irritan a sus patrones,
    como el vinagre a los dientes o el humo a los ojos.

27 El temor del Señor prolonga la vida,
    pero los años de los perversos serán truncados.

28 Las esperanzas del justo traen felicidad,
    pero las expectativas de los perversos no resultan en nada.

29 El camino del Señor es una fortaleza para los que andan en integridad,
    pero destruye a los que hacen maldad.

30 Los justos nunca serán perturbados,
    pero los perversos serán quitados de la tierra.

31 La boca del justo da sabios consejos,
    pero la lengua engañosa será cortada.

32 Los labios del justo hablan palabras provechosas,
    pero la boca del malvado habla perversidad.
11 El Señor detesta el uso de las balanzas adulteradas,
    pero se deleita en pesas exactas.

El orgullo lleva a la deshonra,
    pero con la humildad viene la sabiduría.

La honestidad guía a la gente buena;
    la deshonestidad destruye a los traicioneros.

Las riquezas no servirán para nada en el día del juicio,
    pero la vida recta puede salvarte de la muerte.

La honestidad dirige los pasos de los justos;
    los perversos caen bajo el peso de su pecado.

La justicia rescata a las personas buenas;
    los traidores quedan atrapados por su propia ambición.

Cuando los perversos mueren, sus esperanzas mueren con ellos,
    porque confían en sus propias y deficientes fuerzas.

Los justos son rescatados de dificultades,
    y estas caen sobre los perversos.

Los que no tienen a Dios destruyen a sus amigos con sus palabras,
    pero el conocimiento rescatará a los justos.

10 Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa;
    grita de alegría cuando el perverso muere.

11 Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar,
    pero las palabras de los perversos la destruyen.

12 Es necio denigrar al vecino;
    una persona sensata guarda silencio.

13 El chismoso anda contando secretos;
    pero los que son dignos de confianza saben guardar una confidencia.

14 Sin liderazgo sabio, la nación se hunde;
    la seguridad está en tener muchos consejeros.

15 Es peligroso dar garantía por la deuda de un desconocido;
    es más seguro no ser fiador de nadie.

16 La mujer bondadosa se gana el respeto,
    pero los hombres despiadados solo ganan riquezas.

17 Tu bondad te recompensará,
    pero tu crueldad te destruirá.

18 Los malvados se enriquecen temporalmente,
    pero la recompensa de los justos permanecerá.

19 Los justos encuentran la vida;
    los malvados hallan la muerte.

20 El Señor detesta a los de corazón retorcido,
    pero se deleita en los que tienen integridad.

21 Los malvados seguramente recibirán castigo,
    pero los hijos de los justos serán liberados.

22 Una mujer hermosa sin discreción
    es como un anillo de oro en el hocico de un cerdo.

23 Los justos pueden esperar una recompensa,
    mientras que a los perversos solo les espera juicio.

24 Da con generosidad y serás más rico;
    sé tacaño y lo perderás todo.

25 El generoso prosperará,
    y el que reanima a otros será reanimado.

26 La gente maldice a los que acaparan el grano,
    pero bendice al que lo vende en tiempo de necesidad.

27 Si buscas el bien, hallarás favor;
    pero si buscas el mal, ¡el mal te encontrará!

28 El que confía en su dinero se hundirá,
    pero los justos reverdecen como las hojas en primavera.

29 Los que traen problemas a su familia heredan el viento.
    El necio será sirviente del sabio.

30 La semilla de las buenas acciones se transforma en un árbol de vida;
    una persona sabia gana amigos.[d]

31 Si los justos reciben su recompensa aquí en la tierra,
    ¡cuánto más los pecadores perversos![e]

Footnotes

  1. 8:16 Algunos manuscritos hebreos y la versión griega dicen y los nobles son jueces sobre la tierra.
  2. 9:18 En hebreo en el Seol.
  3. 10:10 Así aparece en la versión griega; en hebreo dice pero el necio que habla hasta por los codos caerá de narices.
  4. 11:30 O el que gana almas es sabio.
  5. 11:31 La versión griega dice Si los justos a duras penas se salvan, / ¿qué será de los pecadores que viven sin Dios? Comparar 1 P 4:18.

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