Add parallel Print Page Options

12 El prudente ve el peligro y lo evita;
    el insensato sigue adelante y recibe el daño.

13 Que le retengan hasta la camisa
    al que sirve de fiador de las deudas de otro.
14 Un grito de «¡buenos días!» temprano en la madrugada,
    será recibido por tu vecino como si fuera una maldición.

Read full chapter