Add parallel Print Page Options

22 pues así carbones encendidos tú amontonas sobre su cabeza,
y el SEÑOR te recompensará.
23 El viento del norte trae la lluvia;
y la lengua detractora el rostro airado.
24 Mejor es vivir en un rincón de la azotea que compartir una casa con una mujer rencillosa.

Read full chapter