Proverbios 24-25
Nueva Versión Internacional
20
24 No envidies a los malvados
ni procures su compañía;
2 porque en su corazón planean violencia
y no hablan más que de cometer fechorías.
21
3 Con sabiduría se construye la casa;
con inteligencia se echan los cimientos.
4 Con buen juicio se llenan sus cuartos
de bellos y extraordinarios tesoros.
22
5 El que es sabio tiene gran poder
y el que es entendido aumenta su fuerza.
6 La guerra se hace con buena estrategia;
la victoria se alcanza con muchos consejeros.
23
7 La sabiduría no está al alcance del necio,
en los tribunales del pueblo[a] nada tiene que decir.
24
8 Al que hace planes malvados
lo llamarán conspirador.
9 Las intrigas del necio son pecado
y todos aborrecen a los insolentes.
25
10 Si en el día de la aflicción te desanimas,
muy limitada es tu fortaleza.
11 Rescata a los que van rumbo a la muerte;
detén a los que a tumbos avanzan al suplicio.
12 Pues aunque digas: «Yo no lo sabía»,
¿no habrá de darse cuenta el que examina los corazones?
¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida?
¡Él paga a cada uno según sus acciones!
26
13 Come la miel, hijo mío, que es deliciosa;
dulce al paladar es la miel del panal.
14 Ten en cuenta que así es la sabiduría a tu alma;
si das con ella, tendrás buen futuro;
tendrás una esperanza que no será destruida.
27
15 No aceches cual malvado la casa del justo
ni arrases el lugar donde habita;
16 porque siete veces podrá caer el justo,
pero otras tantas se levantará;
los malvados, en cambio,
se hundirán en la desgracia.
28
17 No te alegres cuando caiga tu enemigo
ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
18 no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe,
y aparte de él su enojo.
29
19 No te alteres por causa de los malvados
ni sientas envidia de los impíos,
20 porque el malvado no tiene porvenir;
¡la lámpara del impío se apagará!
30
21 Hijo mío, teme al Señor y honra al rey
y no te juntes con los rebeldes,
22 porque de los dos recibirás un castigo repentino
¡y quién sabe qué calamidades sobrevendrán!
Otros dichos de los sabios
23 También estos son dichos de los sabios:
No es correcto ser parcial en el juicio.
24 Quien declare inocente al culpable
lo maldecirán los pueblos y lo despreciarán las naciones.
25 Pero serán bien vistos y bendecidos
los que condenen al culpable.
26 Una respuesta sincera
es como un beso en los labios.
27 Prepara primero tus faenas de cultivo
y ten listos tus campos para la siembra;
después de eso, construye tu casa.
28 No testifiques sin razón contra tu prójimo
ni mientas con tus labios.
29 No digas: «Le haré lo mismo que me hizo;
me desquitaré por lo que me hizo».
30 Pasé por el campo del perezoso,
por la viña del falto de juicio.
31 Había espinas por todas partes;
la hierba cubría el terreno
y el lindero de piedras estaba en ruinas.
32 Guardé en mi corazón lo observado
y de lo visto saqué una lección:
33 Un corto sueño, una breve siesta,
un pequeño descanso, cruzado de brazos…
34 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido,
y la escasez como un hombre armado!
Más proverbios de Salomón
25 También estos son otros proverbios de Salomón, copiados por los escribas de Ezequías, rey de Judá.
2 La gloria de Dios es ocultar un asunto
y la gloria de los reyes es investigarlo.
3 Tan impenetrable es el corazón de los reyes
como alto es el cielo y profunda la tierra.
4 Quita la escoria de la plata
y de allí saldrá material para[b] el orfebre;
5 quita de la presencia del rey a oficiales malvados
y el rey afirmará su trono en la justicia.
6 No te des importancia en presencia del rey
ni reclames un lugar entre la gente importante;
7 vale más que el rey te diga: «Sube acá»
y no que te humille ante gente importante.
Lo que has visto con tus ojos
8 no lo lleves[c] de inmediato al tribunal,
pues ¿qué harás si a fin de cuentas
tu prójimo te pone en vergüenza?
9 Defiende tu causa contra tu prójimo,
pero no traiciones la confianza de nadie,
10 no sea que te avergüence el que te oiga
y ya no puedas quitarte la infamia.
11 Como manzanas de oro con incrustaciones de plata
son las palabras dichas a tiempo.
12 Como anillo o collar de oro fino
son los regaños del sabio en oídos atentos.
13 Como frescura de nieve en día de la cosecha
es el enviado confiable para quien lo envía,
pues infunde nuevo ánimo en sus amos.
14 Nubes y viento, y nada de lluvia,
es quien presume de dar y nunca da nada.
15 Con paciencia se convence al gobernante.
¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!
16 Si encuentras miel, no te empalagues;
la mucha miel provoca náuseas.
17 No frecuentes la casa de tu amigo;
no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte.
18 Un mazo, una espada, una aguda saeta,
eso es el testigo falso que declara contra su amigo.
19 Confiar en gente desleal en momentos de angustia
es como tener un diente roto o una pierna vacilante.
20 Dedicarle canciones al corazón afligido
es como echarle vinagre a una herida
o como andar desabrigado en un día de frío.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber.
22 Actuando así, harás que se avergüence de su conducta,[d]
y el Señor te lo recompensará.
23 Con el viento del norte vienen las lluvias;
con la lengua viperina, las malas caras.
24 Más vale habitar en un rincón de la azotea
que compartir el techo con mujer pendenciera.
25 Como el agua fresca a la garganta reseca
son las buenas noticias desde lejanas tierras.
26 Manantial turbio, contaminado pozo,
es el justo que flaquea ante el impío.
27 No hace bien comer mucha miel
ni es honroso buscar la propia gloria.
28 Como ciudad sin defensa y sin murallas
es quien no sabe dominarse.
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